-¡Eres tonta..! Realmente no puedo
entenderte, no sé qué ves en él
-Es tu hermano por eso tú no lo ves...
-Oh, querida sé muy bien que Lys es
atractivo - replicó Kyrian con un gesto de fastidio que delataba el
reconocimiento del atractivo que los
hombres de su familia tenían- pero si ese fuera el caso también lo son mis
primos Blaze y Sean y yo los preferiría mil veces para ti.
-Pero...
-Lo sé...sólo Lysander existe para
ti. Es insufrible, temerario, desconsiderado, engreído...-
-Kyrian...- protestó su amiga
-Es que me duele verte sufrir por él
, sabes que ...
-Lo sé – la interrumpió evitando que
pronunciara las fatales palabras – sé que él no me quiere.
“Eres tonta” . Las palabras que su
amiga Kyrian había pronunciado aquella vez , casi cinco años antes , regresaban
ahora a su cabeza, y ella estaba
convencida de que lo era. Su amiga no estaba en las tierras Blackdalion, ya que
estaba en la corte junto a su esposo, - parecía mentira que llevara dos años de
casada- sin embargo, hacia allí se
dirigía ella como cada verano de su vida
y aunque pasaría sus días en el Castillo
de los Cerezos junto a las gemelas, no era por ellas por quien hacía el viaje.
Lysander Likaios era la respuesta.
De hecho....lo había sido desde el día que había rescatado su muñeca.
Cuando ella tenía cuatro años , sus
primos, los bárbaros hijos de Lukan , le habían robado su muñeca e intentaban
tirarla al riachuelo para ver si nadaba. No les había importado que ella llorara
desconsolada o que les rogara que no lo hicieran, entonces había aparecido
Lysander que con sus seis años tenía muy
en claro su sentido de caballerosidad, y, para ser sinceros, tampoco perdía
oportunidad de lucir sus poderes. El pequeño Likaios había utilizado su don
para arrebatarles la muñeca, sus ojos azules habían desafiado a los muchachos que se habían rendido
rápidamente. Luego muy conforme consigo mismo se había acercado a ella y le había devuelto su muñeca mientras le
daba unas palmaditas en la cabeza para consolarla.
Desde ese día había amado a Lysander.
Claro estaba la pequeña dificultad
de que Lysander la ignoraba la mayoría del tiempo o la
trataba como a una criatura molesta, excepto cuando alguien la atacaba,
entonces se convertía en su caballero de brillante armadura ...para luego pasar
a su lado como si no existiera.
Aún así ella estaba viajando sola al
Castillo, mientras su madre y hermanos iban a ver a su tía Vera, sólo por ver a
Lysander...porque no podía estar demasiado tiempo lejos de él.
Había esperado ansiosa el verano, aquel
año las visitas entre los Navarre y los
Likaios habían sido escasas, apenas había visto a Lys una vez al
principio de año y la sola idea de reencontrarse con él le hacía latir el
corazón deprisa.
Alguna vez aquello iba a terminar,
algún día llegaría hasta allí sólo para enterarse que finalmente Lysander
pertenecía a alguien más. En silencio Alina rogó que aún no hubiese llegado ese momento.
Durante años había visto desfilar a
jóvenes atractivas por la vida de Lysander pero él nunca se había enamorado
realmente, sin embargo en algún momento el voluble Lysander encontraría a
alguien y ella tendría que vivir con ese dolor
Cerró los ojos y con un profundo
suspiro se quedó dormida, dándole un descanso a su corazón, mientras el
carruaje la llevaba a las tierras Blackdalion.
Cuando llegó al Castillo de los
Cerezos su vista se perdió en el horizonte, como si pudiera vislumbrar La Antigua Casa y a sus
habitantes.
Apenas llegó , la puerta del
carruaje fue abierta y Alina sintió que unos fuertes brazos la sujetaban por la
cintura y la sacaban al exterior mientras la elevaban en el aire
-¡Blaze! – chilló al reconocer al
impetuoso joven
- Hola niña, bienvenida, te esperábamos – le dijo él con una amplia
sonrisa y ella no pudo hacer otra cosa que
devolverle la sonrisa y abrazarlo. Aly pensó que miles de jóvenes envidiarían
estar entre los brazos del joven Blackdalion , Blaze hacía latir el corazón de
muchas , sin embargo para Alina sólo era un hermano mayor. Claro que si en
lugar de aquellos cálidos ojos verdes la
miraran los desafiantes ojos azules de
Lys, la historia sería diferente
-Me alegra estar aquí – dijo la joven cuando
el muchacho la soltó
-Entonces entra al Castillo que te
están esperando, las gemelas están insoportables. Ve que yo me encargo de tu
equipaje.
-Gracias – contestó ella y sin
perder tiempo corrió hacia la entrada
Si Blaze era efusivo , las gemelas lo
superaron con creces y luego se vio envuelta por los brazos de Fair, Elady,
Caleb , Kyrios y los más pequeños de la casa .
En un rato todos estaban hablando al
mismo tiempo intercambiando las novedades de las dos familias. Kyrios
preguntaba por los Navarre mientras ellos la ponían al día de lo que había sucedido con los Blackdalion en el último
tiempo.
“¿Y Lysander?” estaba tentada de
preguntar Alina pero no lo hizo.
Sin embargo la voz de Elady le hizo creer que había escuchado su
silencioso pedido.
-Aly, luego de que descanses y comas
tendrás que ir a la
Antigua Casa, Kalymera dijo que tenía muchas ganas de
verte. Aunque Kyrian no esté, Iolhen,
Kouros y los mellizos aún están allí, .Más tarde alguno de los chicos te
acompañará ¿ Te parece?
-Sí , me encantaría – respondió ella
tratando de mantener su tono de voz normal.
Horas más tarde Fair se ofreció a acompañarla a la Antigua
Casa, la residencia de los Likaios, ya que quería conversar
con su cuñada Kalymera.
La pequeña Iolhen fue la primera en
verlas ya que estaba jugando en la
pradera que rodeaba su casa y tras ella, como siempre, venía su hermano Kouros
que estaba en época de crecimiento así que lucia delgado.
Iolhen las abrazó efusivamente y el
niño las saludó con calidez sin perder la compostura, siempre era muy medido.
-Has crecido mucho – exclamó Alina
sorprendida y él sonrió complacido
-Ya era hora que vinieras a
visitarnos – le contestó y le dio un retrasado abrazo
Los cuatro se encaminaron a la casa
donde Kalymera esperaba. Dionis no estaba y, para desazón de Aly, los mellizos
no se veían por ningún lado.
Sin embargo apenas Kalymera sirvió
unos aperitivos a sus invitadas, los muchachos aparecieron como llamados por la
comida. El gran apetito de aquellos dos era una vieja broma familiar, de hecho
cuando eran niños solían comer en su casa y luego iban al Castillo de los
Cerezos por otra ración con la excusa de no haber comido aún.
El primero en entrar fue Conrad, los
dos hermanos tenían los mismos rasgos ,
una perfecta mezcla de la belleza de Kalymera y Dionis , diferenciándose
visiblemente por el color de cabello y
ojos.
Conrad tenía el cabello castaño
oscuro, que se ondeaba levemente cuando lo llevaba largo y los ojos de un
celeste clarísimo como su padre, en cambio Lys tenía el cabello negro y los
ojos azules iguales a los de su madre.
Él fue el segundo en entrar y Alina
sintió que no le alcanzaba la mirada para observarlo, había cambiado muy poco últimamente,
sus facciones eran un poco más duras lo que mostraba que había madurado bastante en el último tiempo,
también estaba más alto y menos delgado, como si su cuerpo hubiese llegado a la
adultez.
Además sabía que recientemente los
mellizos habían dejado de lado sus
frecuentes travesuras y ayudaban a
Dionis en su labor de capturar a los magos malvados que quedaban. Dio se había
propuesto borrar cualquier huella de Deveró en la tierra y durante años había
perseguido a sus seguidores y a cualquiera que usara el don para hacer daño a
los demás
Probablemente para los muchachos era
una aventura más, sin embargo Aly recordaba el temor que había sentido al
escuchar sobre la nueva ocupación de
Lysander.
Temor de que algo le sucediera,
temor de perderlo.
A ella el poder de él no le
impresionaba, de hecho las dos familias habían sido amigas durante muchos años
, por lo que los Navarre estaban acostumbrados al Don. Primero había sido
Ennis, luego Dio y Bladian y finalmente varios miembros de la joven generación
entre los cuales destacaban los mellizos.
Desde niños habían hecho volar
cosas, transformaciones , manipulación de la naturaleza y todo lo que se les
ocurriera. Parecía que no tenían límite alguno “salvo la vida y la muerte “había
dicho Conrad una vez , incluso Alina
había acompañado durante años la lucha interior de Kyrian por aceptar su Poder
hasta que en los pasados años su joven amiga había sacado a relucir toda su
magia .Por todo esto para Ali, el Don era solo una característica más de
aquella familia, algo que para ella no revestía mayor importancia a menos que
significara que alguno de ellos, sobre todo Lysander corriera peligro.
Ahora finalmente, tras un largo
tiempo, lo tenía de nuevo frente a sí.
-¡Vaya, miren lo que trajo el viento
!– exclamó Conrad acercándose a
saludarla-¿Cómo has estado Aly?- preguntó al tiempo que la abrazaba.
-Muy bien, ¿y tú?
-Bien- contestó con una sonrisa y entonces Lysander
se acercó
-Hola Alina – dijo llanamente , cada vez que estaba
cerca daba la sensación de que él no sabía muy bien como comportarse con ella-
-Hola Lysander – le respondió ella
-¿Qué hay de comer? – preguntó el
muchacho a continuación cambiando de tema.
-¡Cielos Lys ! yo juraría que te
eduqué mejor- exclamó Kalymera.
-Lo intentaste madre, te libro de
cualquier responsabilidad – contestó él besando a Kalymera en la frente y luego le guiñó el ojo al los demás. Fair rió por la ocurrencia de su
sobrino y luego todos se sentaron tranquilos a disfrutar de la comida y charlar
animadamente.
De esa manera Alina sobrevivió a su
primer encuentro con Lys.
La muchacha se instaló cómodamente
en el Castillo de los Cerezos, donde las gemelas la mantenían en continua
actividad, sobretodo con los preparativos del baile que la familia organizaba
cada año y que se celebraría en pocos días.
-Acompáñame a buscar a Blaze , ya es
hora de comer y parece que se le olvidó – dijo Brianna con una sonrisa.
Blaze estaba entrenando junto a
Lysander en el patio de armas y Alina
quedó hechizada por el entrechocar de las espadas y el movimiento de los
cuerpos.
-Es una bendición que actualmente no haya guerras – murmuró Aly
conmovida
-Porque esos dos estarían en la
vanguardia –completó Brianna que entendía el comentario de su amiga.
- Sí – asintió la joven pelirroja y
se quedó contemplándolos en silencio esperando que ellos se percataran de su
presencia.
Los dos jóvenes al moverse trazaban
una hipnótica danza. Cada estoque de ataque
y de defensa era un movimiento literalmente hermoso como lo eran ellos
mismos.
Aly sólo veía a Lysander .
Estaba peleando con una sola espada, aunque en general
prefería utilizar dos como lo hacía su padre , Dionis.
A pesar de que aquel entrenamiento
no era en serio y que cada gesto estaba medido para no dañarse, los ojos de
Lysander brillaban feroces.
“Es como el viento, no puede
atraparse porque dejaría de ser lo que es “ había observado una vez Kyrian
refiriéndose a su hermano, y mientras lo miraba, Alina comprobaba la veracidad
de aquella sentencia.
Había algo salvaje, inasible en
aquel hombre. Lys nunca aceptaría nada que lo atara . Sin dudas amaba a su
familia pero nadie más atravesaba su
escudo, a nadie más dejaba entrar.
Era encantador y jovial pero existía un lugar impenetrable en él, tal
vez por la misma razón que elegía la forma de lobo para transformarse.
Lysander era una mezcla de luces y
sombras, un hombre de corazón puro pero con un espíritu complejo.
Repentinamente el entrenamiento se
detuvo y Lysander se volvió hacia ella. Su
intensa mirada azul parecía
examinar los pensamientos femeninos y transmitirle en silencio el mismo mensaje
que ella se repetía una y otra vez
“No podría tenerlo y de intentarlo
arriesgaría su corazón”
-¿Ya es la hora de comer? – preguntó
Blaze rompiendo con su voz el contacto
entre Lysander y Alina.
-Sí , y si la comida está fría será
por su culpa – los reprendió Bri.
-No hay problema , si se enfrió Lys
puede remediarlo – dijo Blaze al tiempo que se dirigía a buscar las camisas que
habían dejado en el suelo- ¿Comes con nosotros? – invitó a su primo al tiempo
que le lanzaba su ropa por el aire.
-Está bien – contestó Lysander con
una sonrisa mientras atrapaba la prenda
y la deslizaba por su cabeza—Conrad agradecerá que le deje más comida.
Los cuatro jóvenes se dirigieron al
castillo mientras hablaban de todo un poco y con cada segundo que pasaba Alina
sólo podía ser conciente de la presencia de Lysander junto a ella.
-¿Cómo va la organización del Baile
Anual? –preguntó Lysander a Brianna
-Bien, sólo que estamos muy
ocupados, hasta papá y el abuelo están ayudando .Es una suerte que Aly esté con
nosotros, es muy buena para organizar. Aunque es una pena que Kyrian no pueda
asistir este año
-Tenía algunos compromisos en la Corte, aunque compadezco a esa gente, van a encontrarse con
una princesa muy malhumorada, Kyrian detesta esos eventos .-comentó Lys
-
¿Y Lys, ya sabes con quien irás al Baile? – preguntó Blaze y Alina
sintió que el aire se le acababa
-Sí, voy a ir con Evangeline –
contestó él
-¡Es insoportable Lysander! ¿Nunca
encontrarás a alguien decente? – exclamó Brianna
-Bri, estás sobreestimando la
decencia – le contestó Lysander a su prima con una sonrisa diabólica y ella lo
golpeó ligeramente en un brazo
-¿Y tú Blaze ? - preguntó Alina
tratando de recuperar la palabra
-Yo con nadie , porque siendo uno de
los anfitriones tendré que ocuparme de muchas cosas, incluyendo cuidar que mis
hermanitas no hagan ningún desastre
-¡Eso sí que es una misión digna de
ti! Es imposible que ese par no haga ningún desastre – dijo Lysander
-¡¡Mira quien habla !! Tú eres el
maestro de los problemas - se indignó Brianna
-Y tú eres mi mejor discípula. Sin
embargo yo no pienso causar problemas en el Baile, sólo voy a
divertirme. –contestó él risueño y luego cambiaron de tema.
Aquel día cuando Alina visitó la Antigua Casa su voluntad se vio
doblega ante el pedido de Iolhen
-Por favor Aly, quédate unos días
con nosotros, desde que Kyrian se casó sólo estamos mamá y yo, luego todos son
hombres – dijo la niña poniendo cara de mártir
-Sabes que no es verdad, tienes a
tus primas. Y además la mayor parte de tu tiempo lo pasas con Kouros
-Sí pero no es como cuando Kyrian
estaba aquí, la extraño…- se quejó. Y Alina entendió que la pequeña en verdad
extrañaba la constante presencia de su hermana mayor y como ella era su mejor
amiga era la sustituta perfecta.
-Está bien , me quedaré unos días
aquí si tus padres no se oponen
-Por mi está bien – respondió
Kalymera que iba entrando.
-Entonces iré a avisarles a tu abuela
y a Fair - acordó la chica.
Se trasladó por unos días a la casa
de la familia Likaios , no pensaba quedarse mucho ya que había prometido a las
gemelas ayudarles con el Baile y una cosa era quedarse allí cuando era el hogar
de Kyrian y otra muy distinta permanecer allí cuando su amiga no estaba.
“Lysander está aquí” le gritaba su
traicionero corazón y aquello zanjaba la cuestión.
Durante unos días convivió con él
y tuvo la agridulce felicidad de
aquellos que contemplan al ser amado aunque no sean correspondidos, compartió con
los mellizos las comidas junto a toda la
familia, las viejas bromas y los momentos de ocio juntos en las actividades que
proponía cada miembro de los Likaios.
Al despertar aquella mañana , Alina
sintió el corazón pesado por un viejo
dolor que había dejado una herida que cada tanto le dolía con fuerza renovada.
Tal vez la tristeza por la pérdida
de un ser querido se superaba con el tiempo pero nunca se desvanecía del todo .
La joven salió de la casa buscando
el refugio de la soledad, se negó a
jugar con Iolhen y apenas notó a Blaze y Lysander que venían por el jardín.
-¿Qué le sucede? – preguntó
desconcertado Lys por la fría actitud de
la joven
-¿No recuerdas que día es hoy?-
preguntó Blaze
-Ah – dijo el joven percatándose de
la fecha. Claro que recordaba, cinco años atrás él había sostenido a la joven
cuando le habían avisado de la muerte de su padre, la había abrazado mientras
lloraba desgarrada y cuando la tristeza no le había permitido recibir consuelo
humano, él se había transformado en lobo para quedarse silencioso a su lado .
Era el aniversario de aquella
trágica fecha y Alina siempre se ponía triste , salió apresuradamente tras ella.
-¿Adonde vas? – preguntó su primo pero él ya había salido.
Una luz lo cubrió y cuando llegó
hasta la joven que estaba sentada en el jardín con actitud ausente, ya no era
un joven sino un lobo negro. Se le acercó sigiloso y se sentó junto a ella apoyando su cabeza en el regazo de la chica,
ella lo miró, le sonrió levemente y le acarició entre las orejas mientras seguía sumida en la melancolía.
Desde una ventana dos personas los
observaban.
-¿A qué diablos está jugando?-
preguntó Conrad en voz alta
-No creo que tu hermano se dé cuenta
– respondió Kalymera a su hijo
-Sólo va a lastimarla, está allí
para consolarla, pero luego la aparta , siempre hace lo mismo. Ella merece más
que eso...y estoy seguro de que él siente algo por ella.
-Y eso es lo que lo espanta, en su
interior sabe que ella lo ama y tiene miedo de perder su libertad por ese amor ...
-Madre eso es una tontería...
-Pero es así...
-Yo no voy a permitir que ella
desperdicie su vida enamorada de él
-¿Qué vas a hacer ? – preguntó Kaly alarmada
-Voy a evitar que él la lastime, me
parte el alma ver como lo mira con adoración...mientras él la trata como a una
hermana molesta. – respondió decidido
-Recuerda que es tu hermano – dijo
Kalymera preocupada por la vehemencia de su hijo –
-Por eso mamá, por eso tengo que
hacer algo ...-dijo él y salió de la habitación.
Al atardecer, Conrad se acercó a Alina que descansaba en el claro junto al arroyo y
le entregó un ramo de flores.
-¿Para mí? – preguntó sorprendida la
joven y él asintió con una sonrisa-¿Qué han hecho Lysander y tú esta vez?, debe ser grave para que me
traigas flores
-No somos Lysander y yo – contestó
él hosco- Somos personas independientes y no he hecho nada. Sólo quería darte
flores
-Lo siento, sólo que no recuerdo que nunca me hayan dado flores
por nada..
-Lysander te regaló una cuando eras
niña...
-Sólo porque estaba experimentando crear una especie distinta y no le resultó
, sólo logró que el rosal diera una flor fuera de temporada y como
yo estaba a su lado me la dio.
-¿Aún la conservas? – preguntó él y
la chica se sonrojó – Y la última vez que te regalaron flores , fue Blaze para
tu cumpleaños, si mal no recuerdo. Se le da muy bien lo de ser caballero –
continuó él sin darle tiempo a responder su primera pregunta.
-Sí. ¿Y a qué se deben éstas Conrad?
-A
que eres tú, eso es suficiente...
-También a ti se te da bien lo de ser caballero – comentó ella con una
sonrisa alzando las flores para oler su delicioso aroma- Gracias.
-Entonces, ¿irás conmigo al baile?
-Me encantaría Conrad – respondió
ella con seguridad. Si tenía que asistir a la tortura de ver a Lysander seduciendo a su acompañante de turno, no podía pensar en un hombre mejor para estar
a su lado que Conrad Likaios.
-¿Qué pretendes con eso de la flores
y toda la escenita? – preguntó Lysander a su hermano
-¡Vaya! No sabía que anduvieras
husmeando Lys. Y en cuanto a tu pregunta
lo que pretendo es cortejarla
- La conocemos desde siempre Conrad,
no puedes jugar con ella.
-Lo sé Lys, no pienso jugar con
ella. Esto va en serio.
-Conrad, tú nunca te tomas en serio
a ninguna mujer y Aly es como nuestra hermana.
-Ella no es nuestra hermana aunque tú lo olvides...
-¿Aly?...Conrad hay miles de chicas
hermosas allí afuera...¿Por qué Aly? – volvió a preguntar incrédulo
-Por eso , es Alina .La conozco
desde siempre y sé como es, es dulce y generosa, no se parece a las jóvenes cabeza
hueca que he encontrado, tampoco le
molesta mi magia . Y en cuanto a lo de hermosa...ella lo es, por si no lo notaste.
Ya no es una niña Lys, se ha convertido en una mujer impresionante . Su pelo
parece una cascada de fuego en la que dan
ganas de enredar los dedos, sus ojos parecen un bosque profundo en el que
quisiera perderme, su boca...
-¡Ya basta Conrad! ¿Acaso
desayunaste un libro de mala poesía? – preguntó irritado
-No ...pero creo que podría
escribirle poemas a ella.
-Como quieras ...- respondió
Lysander y se alejó ofuscado
Finalmente el día del Baile había llegado y en su interior los
hombres adultos de la familia se sentían
aliviados de que todo el ajetreo hubiese terminado . Y agradecían que las interminables conversaciones sobre flores y
vestidos de sus mujeres hubiese
finalizado, aunque más
íntimamente aún se alegraban de poder
compartir otro baile con ellas. Al menos eso pensaba Kyrios que había conocido
a su esposa en una fiesta, y Caleb que
disfrutaba el entusiasmo de Fair .También Dionis gozaba de compartir aquel momento con
su esposa, en un pasado lejano él jamás hubiese imaginado llevar esa vida
y aunque para algunos aquella
cotidianeidad de compartir un momento con la familia podía ser algo común , para él era un milagro.
En la habitación de las gemelas,
tres chicas terminaban de arreglarse
-¿Qué tal? – Preguntó Brianna
girando para que Ariadne y Alina dieran
su opinión
-Estás preciosa –dijo Aly
sinceramente y Bri sonrió complacida.
Las gemelas realmente eran muy
bellas, su estructura menuda pero bien formada, sus ojos de un verde intenso,
los delicados rasgos y los rizos oscuros
que llevaban cortos, las convertían en mujeres exquisitas . Alina pensaba que ellas eran plenamente conscientes
del efecto que causaba en los hombres el
movimiento de aquel rizado cabello que
no llegaban a rozarle los hombros . De hecho, estaba convencida que el
baile era todo un suceso por los muchos
pretendientes que buscaban conquistar el
corazón de las esquivas jovencitas, había sido así desde que cumplieran los
quince años , sin embargo ninguna tenía un interés romántico y se divertían
bastante con los devaneos amorosos de los jóvenes que intentaban conquistarlas
-¿Y yo cómo me veo ? - preguntó
Ariadne al tiempo que sujetaba su cabello con un broche para despejar su rostro.
- Tú también te ves preciosa Ari y
el color del vestido te sienta muy bien – dijo Alina. Las gemelas habían
escogido vestidos muy diferentes aunque ella sabía que eso no impediría que a mitad de la fiesta decidieran
intercambiar vestuario para confundir a los demás.
-Muy bien, entonces ahora vamos a
encargarnos de ti –dijo Brianna con una mirada maléfica- por empezar suéltate
el cabello.
-Pero se usa así - protestó Alina
-Aly, es un crimen recoger un cabello
como el tuyo, es esplendido con todos esos tonos mezclados – exclamó Ariadne
con genuina admiración.
-Es muy llamativo – dijo Alina
-Es hermoso.
-Como un atardecer – acotó Bri
-Eso dice mi abuelo – agregó Alina
con una sonrisa. Ciertamente en su larga cabellera se mezclaban distintos tonos rojizos
que iban desde el tono más oscuro hasta
delicados reflejos creando un efecto deslumbrante .
-Bien entonces lo dejarás suelto,
sólo los sujetaremos un poco con el broche
de margaritas. Ariadne pásamelo, por favor – pidió Bri y se dedicó a
arreglarle el cabello a su amiga. El mencionado broche eran flores hechas en
brillantes que relucían con luz propia armonizando perfectamente con el vestido color verde musgo
de Aly
Una vez que terminaron con todo el arreglo las gemelas observaron complacidas
a su amiga
-Si así no le quitas el aliento,
entonces está ciego – murmuró Brianna y
Alina la miró expectante.
-¿De quién hablas?¿De Conrad?
-Claro que no, …no me refería a
nadie en particular. Creo que más bien abarcaba a todos los hombres que estarán
presentes, estás muy bella Aly y además
eres alta – agregó Bri quien era baja y odiaba ser de estructura tan delicada.
Alina río con el último comentario.
-Ya estamos listas , que tal si
bajamos
-Claro que no , esperaremos que
lleguen algunos invitados .Además Blaze y Conrad pasaran a buscarnos. Nosotras
tenemos que acompañar a nuestro hermanito como anfitrionas-dijo Bri con un
profundo suspiro de resignación- y Con vendrá por ti cuando sea el momento
adecuado, como corresponde.
Apenas una media hora después, los
dos muchachos llegaron a buscarlas y
tras sinceros comentarios de admiración las acompañaron al Salón
-Estás deslumbrante –dijo Conrad a
Aly en voz baja, mientras le daba el brazo para acompañarla
-Gracias –contestó ella sonrojándose
y en seguida fue consciente de que Lysander entraba al baile acompañado por
Evangeline. Apenas pudo vislumbrar a la pareja porque pronto ella y su propio
acompañante se vieron envueltos por el tumulto .
Aly bailaba a gusto en brazos de
Conrad. Aún así como si tuviera un sexto sentido percibía cada movimiento de
Lysander
Alina sabía con exactitud donde
estaba él, reconocía sus gestos y movimientos aunque la fiesta estuviese
colmada y la pista de baile llena de
parejas moviéndose a un mismo ritmo.Casi podía adivinar las distintas
expresiones de los ojos azules de él.
De pronto se vio distraída por una lluvia de
pétalos de cerezo que caía sobre las parejas danzantes. La joven echó la cabeza hacía atrás para sentir los
pétalos caer sobre ella y lanzó una carcajada de niña feliz
-¡Es bellísimo! – exclamó sabiendo
que era un prodigio de la magia de los Likaios
-Lo hizo mi padre - se explicó Conrad con un tono de voz que
dejaba claro que le hubiese gustado tener aquella idea antes.
-Parece que estamos en un sueño …-
susurró ella sin dejar de bailar en medio de la precipitación de pétalos
-Y tú pareces hecha de la misma esencia
de ese sueño – le dijo Conrad mirándola encantado por verla tan feliz. De
repente algo cambió en el ambiente y la alegría de la chica se diluyó.
La sensación había vuelto a ella y
la sonrisa que había provocado el comentario de Con se había desvanecido antes
de llegar a su boca.
Había adivinado el beso de Lysander
a su acompañante antes de que sucediera.
Una vaga opresión en el pecho la hizo voltearse justo a tiempo para ver ,en un rincón del salón , al flexible cuerpo de Lys cernirse sobre la
joven rubia para besarla
El dolor fue una tenaza apresando su
corazón pero Aly logró actuar como si nada, incluso sonrió alegremente cuando
un rato después Conrad la dejó sola para ir a saludar a unos conocidos.
Sin embargo repentinamente las emociones la apabullaron.
Se sentía tan tonta como Kyrian le
había dicho una vez que era, allí estaba ella en el baile con el cuerpo repleto
de un amor no correspondido, sintiéndose herida por el gesto de un hombre que
nunca la amaría.
Amar de aquella manera era
agobiante, esperar durante años un
mínimo gesto de él.Era como ser tierra seca y que cualquier mirada o palabra de
Lys fuese un nutriente vital que ella
necesitaba para seguir viviendo
Nadie más existía para Aly, ¿por qué
el corazón tenía que ser tan ingobernable?. Ella podría haber amado a otro, de
hecho muchos jóvenes se hubiesen acercado si ella no se hubiese mostrado
tan distante.
Pero amaba a Lysander Likaios , sin
remedio, sin esperanza.
“¿Es que no tenía amor propio?”
Ni siquiera era capaz de disfrutar
de una fiesta sin que la presencia de
Lys la desgarrara
La joven sintió que el aire le
faltaba y apresuradamente se abrió camino entre la gente para llegar hasta la
terraza privada
Las gemelas la observaron marcharse
y sus ojos verdes relumbraron como esmeraldas, Conrad también la vio y se
alejó de sus amigos para averiguar qué sucedía.
Desde el rincón apartado en el que
estaba Lysander observó la marcha
intempestiva de Alina y alarmado se
apartó de Evangeline para ir tras la joven pelirroja.
Conrad tomó la delantera hasta que
Brianna se interpuso en su camino
-¿Primo bailas conmigo? – lo invitó
deteniéndose frente a él.
-Ahora no Bri- le contestó tratando de apartarla
-Ella estará bien – susurró la chica
mirándolo fijamente- y además tú me debes un baile…-insistió y tomó decidida la mano de su primo arrastrándolo hacia la pista sin darle
oportunidad de negarse.
Por otra parte Lysander no sabía qué
camino tomar hasta que Ariadne se acercó a él
-Fue a la terraza privada – le
murmuró al muchacho
-Gracias Ari- respondió él siguiendo deprisa el rumbo
indicado.
Cuando llegó a la terraza la vio,
las enredaderas la ocultaban a medias y definitivamente ella no podía verlo a
él. Lysander se sintió aliviado de que la muchacha estuviese bien, aunque
cuando la observó más detalladamente algo en él se estremeció.
Lucían tan vulnerable, su cuerpo
apoyado en la baranda tenía una postura defensiva o más bien delataba tristeza
.Una profunda tristeza emanaba de la figura femenina y él se vio impulsado a
acercarse a ella, sin embargo sentía temor
de hacerlo.
Algo le impedía acercarse a Alina ,
así que tomó una decisión y utilizando su poder
provocó que sus ojos y cabellos cambiaran de color y que la magia
corrigiera las pequeñas diferencias hasta que
cobró la imagen de su mellizo.
Aquel cambio solían hacerlo para
entretenerse pero esta vez Lys tenía una razón seria, necesitaba acercarse a
Aly pero también protegerse. Además ella confiaba más en Conrad que en él y su hermano era su pareja esa noche
Lentamente abandonó las sombras y se
acercó a ella
-Aly, ¿te encuentras bien? –
preguntó y ella se volvió sobresaltada
-Sí, estoy bien
-¿Segura?
-Sí , sólo necesitaba un poco de aire…
-Pareces triste – continuó él acercándose
más.
-No, sólo que..- dijo ella y se
interrumpió porque las lágrimas asomaban a sus ojos
Lysander la abrazó inmediatamente y
luego sucedió lo impensable, no había sido su intención al ir allí, pero no
pudo evitarlo.
La envolvió más en sus brazos y la besó. Fue un impulso
irresistible pero al tocar sus labios no
quiso dejarla ir, sin embargo la dulce respuesta de la joven le recordó que no
era a él a quien besaba sino a su hermano. Y aquel recordatorio le causó un
inesperado dolor, la soltó repentinamente y se la quedó mirando mientras ella
abría los ojos, parecía que volvía de un ensueño.
- Será mejor que vuelvas adentro -dijo él,
por un segundo tuvo la intención de disculparse pero supuso que su
hermano no lo haría y no quería ponerse al descubierto.
-Sí , será lo mejor – contestó la
joven alejándose, luego se detuvo y se
volvió a mirarlo antes de entrar –
Buenas noches Lysander .
El joven quedó totalmente sorprendido
mientras la veía alejarse , ella sabía que era él.
Lo había sabido en todo momento, ¿o
acaso lo había descubierto con el beso?
Durante mucho tiempo ella había
soñado con que la besara Lysander , había sido maravilloso ,como lo había
imaginado, pero para él había sido un juego, había cambiado su identidad para
burlarse de ella. Tenía una sensación agridulce, la felicidad de haber vivido
un momento soñado y el dolor por el engaño, para él no había significado nada
sólo otra fuente de diversión .
Apenas unos minutos antes había
estado besando a Evangeline y luego se había divertido a costa suya , fingiendo
ser su hermano.
Lysander la observó partir,
mientras confusos sentimientos se
arremolinaban en su interior. Un ruido leve lo alertó y cuando se volvió vio a
su hermano emerger de las sombras.
-¿Te divertiste transformándote en
mi? – preguntó amenazante mientras se le acercaba
-Conrad...- intentó defenderse
Lysander pero no encontraba ningún argumento que lo justificara, igualmente no
fue necesario porque su hermano le estrelló su puño con todas sus fuerzas y
sólo el buen equilibrio que tenía le
impidió caer .
-No vuelvas a acercarte a ella ...-
advirtió Conrad en un tono cortante y se alejó dejándolo frotándose la cara.
Alina sabía que Lysander sería
siempre su gran amor pero también sabía
que de aquel beso había nacido una certeza, sacaría a Lysander Likaios de su vida
para siempre, antes de que la lastimara. Conocía suficientemente el
Castillo así que se escabulló de la fiesta y se dispuso a volver a ingresar por una entrada aledaña. De ese modo
no se encontraría con nadie y podría regresar a su cuarto.
Antes de entrar se chocó con un alta
figura que la esperaba.
-¿Conrad eres tú? – preguntó
confundida mientras el hombre la aferraba.
-Sí, pero creo que sólo tú puedes saberlo,
¿verdad? – preguntó él con aspereza pero al ver
los ojos cargados de lágrimas de la joven se suavizó.- Tranquila pequeña
, todo estará bien...
-Ay , Conrad - gimió ella
echándose a llorar y el joven la abrazó acariciándola con ternura.
A la mañana siguiente Lysander no se
levantó a desayunar, lo último que tenía ganas de hacer era encontrarse a
Conrad y recordar los sucesos de la noche anterior.
Sin embargo no podía evitar a su
familia por siempre, con bastante mal humor se reunió con ellos para almorzar.
-¿Por qué tienes un ojo morado Lys?
– preguntó indiscretamente Iolhen observando
intrigada a su hermano mayor
-Un accidente, me choqué con algo Io.
-Ah – contestó la niña totalmente
incrédula y Lysander se concentró en su plato para evitar más preguntas
molestas de su entrometida familia .
Sus padres intercambiaron intensas miradas.
-¿Dónde está Conrad? – preguntó
Kouros y Lysander ni siquiera parpadeó
- Fue temprano al Castillo de los Cerezos con Alina. Dominick llegó anoche
muy tarde, después del baile , tu hermano quería saludarlo así que la acompañó - contestó Kalymera a su hijo menor mientras
su mirada azul se concentraba en el mayor que comía como si nada más existiera.
Lysander permaneció
extrañamente silencioso .
En el estudio Dionis miró irritado a
su mujer. Kalymera estaba demasiado tranquila para su gusto
-Bien Kaly, qué se supone que
debemos hacer con esos dos
-Nada…
-Pero , ¿viste el ojo de Lysander?.
¡Son hermanos, por Dios!
-Sí y se quieren mucho, por eso no
vamos a hacer nada
- ¿Vamos a dejar que se maten el uno
al otro?
-Dio, eso no va a suceder.
¿Recuerdas lo que dijiste cuando nos sorprendió la llegada de mellizos?
-Sí, dije que nos amábamos tanto que
ese amor no podía encarnarse en un solo
hijo porque no podía caber en un solo ser…
-Sí, esos dos han estado juntos desde siempre y se han
querido desde entonces. Se conocen mejor de lo que nadie lo hará jamás , así
que van a estar bien. A propósito Dionis , todo esto me lleva a preguntarme que
sucedió después …
-¿Después de qué?
-Si nuestro amor siguió igual , ¿por
qué no volvimos a tener mellizos? – preguntó divertida
-Porque Dios se apiadó de nosotros –contestó
él ásperamente pero abrazándola con ternura infinita.
Lysander resistió todo lo que pudo,
pero en la tarde la inquietud le ganó al ver que su hermano no regresaba y se
dirigió al Castillo de los Cerezos.
Al llegar las primera personas con
las que se cruzó fue con su abuelo y su mejor amigo, el abuelo de Alina ,
Dominick Navarre.
-Hola cachorro – dijo este
saludándolo con su voz ronca y Lys suspiró aliviado. Obviamente Dom no sabía
nada sobre lo sucedido la noche anterior o en lugar de saludarlo lo estaría
estrangulando .
-Hola Dominick, abuelo – se acercó
el joven para saludarlos y Kyrios vio su ceño fruncido
-¿Qué te pasó en el ojo?- preguntó
Kyrios a su nieto
-Nada, me choqué con algo – contestó
Lys y pasó su mano por el moretón borrándolo. En realidad no podía eliminar el golpe pero sí
disimularlo para que dejaran de preguntar. De hecho debió hacerlo antes pero
había estado un poco confundido con los sucesos para recordarlo
- Ya veo .¿Buscas a Conrad?
-Sí- contestó sin mucha convicción,
ya que no estaba seguro de querer encontrarse con su hermano.
-Pues no tienes suerte – intervino
Dominick- Se fue con Alina, la llevo a ver a Kyrian
-¿Al Palacio?
-Sí, allí vive tu hermana desde que
se casó ¿no? – contestó Dom divertido
-Pero si se vieron hace poco, creí
que ella se quedaría aquí. Además es bastante lejos para viajar tan
repentinamente..
-Yo les di permiso - dijo Dominick- no creí que debiéramos
preguntarte a ti. Además Conrad va con ella y la cuidará
-Sí, pero…
-¿Lysander? – dijo su abuelo ,
mirándolo con intensidad y por un segundo al sentir aquellos ojos azules
iguales a los suyos , Lys pensó que Kyrios sí sabía algo o al menos lo intuía .
-Bien, tengo que irme. Un gusto
verte Dom- dijo el muchacho y salió
deprisa.
-Va tras ella – aseveró Kyrios al verlo partir y se ganó una mirada de odio
de su amigo.
-Kyrios te dije que mantuvieras
alejado a tus muchachos de mis niñas... – gruñó Dominick
-No. Me dijiste que mantuviera
alejados a mis hijos de tus hijas y como sabes ellos siempre las han
considerado hermanas...No dijiste nada sobre mis nietos.
-¡Rayos Kyrios!¿ Tenían que ser esos
dos?...no me importaría tanto si fueran Blaze o Sean, tienen algo de sensatez
...pero ellos...
-Vamos Dom, siempre te han
gustado...
-Sí , pero no para nietos...Además
nada los intimida, cómo se supone que voy a ponerles límites...No soy tan joven
para luchar con ellos ,incluso son buenos espadachines y ...magos.
-Bueno puedo enseñarte algunos
trucos para controlarlos...además según veo sólo debes preocuparte por Lysander.
-¡Oh cielos! voy a tener que
resignarme ¿verdad?. Sólo espero que si
es lo que pensamos, nuestros bisnietos se parezcan a mi...ya estoy cansado del
estilo Blackdalion.
Kyrios sólo río como respuesta.
Kyrian salió corriendo a recibirlos,
si alguien le hubiera dicho que no era el comportamiento adecuado para una
princesa tendría que haber enfrentado la mezcla del carácter Likaios
–Blackdalion, así que si a alguien le pareció raro no dijo nada.
-¡¡Aly!!- exclamó y se abrazó a su
amiga como cuando eran chicas.
-Yo también vengo – acotó Conrad fingiéndose ofendido y Kyrian abrazó a su
hermano
-¿Qué hacen aquí?, pensé que estabas
en casa …-dijo mirando con curiosidad a su amiga
- Tenía ganas de verte – declaró
sucintamente
-Y las cosas estaban bastante
aburridas por allá , así que pensé en traerla a la Corte para que se divierta
un poco – agregó Conrad
-Bueno, definitivamente hay mucha
actividad aquí estos días, está lleno de invitados y seguramente la pasarán
bien. Además me alegro muchísimo de tenerlos aquí, hará todo más soportable –
dijo la muchacha y entonces un joven de ojos violetas los alcanzó para darles
la bienvenida.
Alina era tan protectora con Kyrian
como esta con ella, por eso el hecho de que su amiga se casara le había
generado mucha expectativa y preocupación, sin embargo no tenía ninguna queja
sobre Lombard. El joven príncipe merecía el amor de Kyrian y por eso se había
convertido en un amigo también para ella .
-Han hecho un viaje largo, será
mejor que se acomoden y descansen un rato. Luego nos reuniremos – propuso Lombard
-Buena idea – asintió Kyrian y tomó
a su amiga del brazo para acompañarla a los aposentos que le habían asignado.
Una vez que Alina estuvo instalada
en su habitación y que Lombard partió a atender algunas cuestiones propias de
su deber , Conrad se las arregló para
apartar a su hermana y hablar a solas con ella.
- Kiky , ¿podemos hablar?...
-Conrad, te he dicho que no me gusta
que me digas...
-Es sobre Aly – la interrumpió él
-Está bien , te escucho – respondió
ella poniéndose seria
-Necesito a un noble apuesto, joven
y soltero – murmuró Kyrian para sí misma.
-¿No te sirve un príncipe casado? –
preguntó su esposo que entraba en ese momento.
La chica estaba sentada frente a la
ventana y no lo había sentido entrar. Se volvió sorprendida hacia él con una
sonrisa traviesa en los labios.
-¡Oh Lombard!, creo que para esto no -
respondió ella – aunque tú debes conocer a varios y muchos de ellos
están aquí en estos días. Siéntate
mientras me dictas nombres – respondió ella buscando papel, pluma y
tinta.
-¿Kyrian? – preguntó él mirándola
intrigado y con la firme sospecha de que los planes de su esposa los meterían
en problemas.
-Es por una buena causa amor, créeme.
Te escucho – dijo ella con un gesto de concentración y tenacidad
-Mi amor – sonrió él – mi padre
estaría orgulloso de tu perseverancia.¿Deben ser nobles y apuestos ?
-Lombard...- le reprochó ella
mirándolo con impaciencia, al tiempo que se sentaba en la alfombra junto al
príncipe .
-Bien, veamos, está el
conde....-empezó a enumerar él mientras
se recostaba con comodidad en el sillón para
darle el gusto a su esposa.
La joven princesa había organizado
una pequeña velada a la noche , había invitado a su hermano, su amiga y varios
hombres y mujeres jóvenes que estaban en la corte.
Era un grupo pequeño, ya que ni
siquiera por los nobles fines que tenía en mente, Kyrian era capaz de soportar demasiado bullicio.
De hecho aquel súbito gusto por organizar acontecimientos sociales tenía muy divertido a Lombard, ya que sabía
que su esposa prefería la tranquilidad y la soledad. Pero también había visto
la decisión en aquellos ojos celestes claros y el príncipe casi se apiadaba de las víctimas de Kyrian.
Lysander llegó cuando la cena había
terminado, al arribar al palacio le habían indicado donde estaba su familia y
se había dirigido al salón con el corazón aun agitado por la feroz
cabalgata que había llevado a cabo desde
la Antigua Casa
Entró en silencio pues la música que
provenía de allí aplacaba cualquier
posible sonido.
Allí estaba Alina, en el centro del
salón cantando y entonaba la vieja balada que Dominick le había enseñado y
solía ser la canción de cuna de los niños de la familia Navarre.
Era dulce y triste a la vez ,
Lysander había escuchado aquella melodía muchas veces pero nunca lo había
conmovido de aquella manera. Tal vez fuera
que rara vez la había escuchado a Aly cantarla, o por el clima que la joven había provocado entre los asistentes quienes escuchaban
en respetuoso silencio su admirable
presentación. O tal vez eran los
sentimientos que transmitía su voz, Lys
sentía que podía ahogarse en aquella intensidad.
La chica terminó de cantar y todos la aplaudieron encantados mientras ella
se sonrojaba.
En ese momento Kyrian detectó su
presencia en el umbral y se dirigió
hacia él
-¡¡Lysander, estás aquí!!- gritó
encantada y en ese instante también
Conrad y Alina volvieron sus miradas hacia él.
Lysander Likaios distaba de ser
tímido, sin embargo agradecía que
estuvieran rodeados de desconocidos porque en realidad no sabía como explicar
su repentina llegada, ni siquiera se lo podía explicar a sí mismo.
Tampoco sabía como proceder con su
hermano, cosa totalmente nueva para él ya que eran muy unidos, y menos aún
sabía que decirle a Alina. Además la
cariñosa bienvenida de su hermana le resultaba totalmente sospechosa, no
porque ellos no se quisieran sino porque a pesar de ser la menor Kyrian siempre
actuaba como la mayor tratando de organizar sus vidas. Y algo en su mirada
cristalina le infundía total desconfianza. Kyrian tramaba algo y eso lo
asustaba mucho, porque aquella mujer pequeñita con aspecto indefenso tenía un
carácter tremendo y desde que había aceptado su legado de magia también era
peligrosa, sobretodo si el bienestar de su amiga Aly estaba de por medio
Por otra parte su hermana no dejaba
de observarle la cara y Lys tenía la seguridad de que ella al poseer el don
podía vislumbrar el moretón que había escondido con su habilidad
Finalmente el joven se unió a la
velada, saludó a Alina con una inclinación de cabeza y a Conrad con un frío
apretón de mano, luego la noche
transcurrió con tranquilidad.
Nadie hizo preguntas sobre su arribo
y mucho más tarde su cuñado lo acompañó a los aposentos que obviamente habían
preparado de antemano para él.
-¿Qué está sucediendo aquí? –
preguntó Lys a Lombard y este lo miró aparentemente confundido
-Nada más que una visita familiar,
¿o acaso hay algo más Lys detrás de esta inesperada llegada? – repreguntó usando a propósito el sobrenombre del
muchacho.
-Yo..
-Descansa cuñado, te espera un día
largo – agregó palmeándole la espalda
-No me engañas Lombard, ¿y a qué diablos te refieres
con que me espera un día largo?
-Vamos Lysander estás en la Corte, aquí siempre hay
mucho movimiento y si mal no recuerdo a ti siempre te ha gustado.
-Ya no – murmuró por lo bajo,
mientras el príncipe aprovechaba para escabullirse, después de todo era un
diplomático nato y no era cuestión de arriesgarse.
Una guerra muy particular se
aproximaba y Lombard tenía muy en claro de que
lado estaba su lealtad.
Golpearon a su puerta y antes de que
tuviera tiempo de contestar una joven ingresó para avisarle que lo esperaban a desayunar.
Era una joven muy bonita y miraba encantada a Lysander como la mayoría de las
mujeres lo hacían, sin embargo él no lo notó.
-Gracias – dijo ásperamente y cuando
la chica se retiró él se preparó para ir a desayunar.
Al llegar sólo estaba Lombard
esperándolo.
-¿Y los demás? - preguntó
-Tu hermana y Aly fueron al ala
central pues querían saludar a mis padres. Conrad, pues no sé, se esfumó
temprano… y yo me quedé a hacerte compañía.
-¿Compañía? – preguntó arqueando una
ceja.
-Come Lysander – insistió Lombard y
Lys advirtió que el príncipe se había contagiado la horrible costumbre de
Kyrian de tratarlo como a un niño. Bufó disgustado y se sentó a desayunar
mientras Lombard sonreía imperceptiblemente.
Un rato después los dos hombres
paseaban por las caballerizas reales .Se habían detenido junto a un grupo de
magníficos animales. Tiempo atrás por influencia de Ennis Blackdalion, Dionis
había empezado a criar caballos , así que los chicos Likaios tenían debilidad
por estos animales.
-Son hermosos , pero no están
totalmente domados aún.-observó Lys
-Pertenecen al Conde Brien,
le obsequió un par a mi padre.
Son muy briosos sin duda.
-Son peligrosos Lombard, son
animales muy difíciles de controlar y espero que el conde sepa eso y sea
cuidadoso. Y te sugeriría que terminen de domar los que le regaló a tu padre
antes de que alguien los monte. – sugirió con seriedad.
-Así lo haremos Lysander.- asintió
el príncipe reconociendo que su cuñado tenía razón. Siguieron recorriendo los terrenos
de palacio durante algunas horas.
-¿Lombard?
-¿Sí?
-¿Tienes que darme vueltas por el
palacio y sus terrenos todo el día?
-No, claro que no. –respondió
avergonzado.
-Volvamos entonces porque quiero
hablar con Conrad.
-Por supuesto – accedió el príncipe
con su habitual gentileza.
Sin embargo cuando regresaron Conrad
no estaba ni tampoco Alina, sólo Kyrian.
-¿Dónde están los demás? – preguntó
Lombard a su esposa.
- Oh tu madre decidió hacer una
pequeña fiesta para la gente que está de visita en Palacio, así que Aly se quedó con ella, además quería presentarle
a algunas personas y Conny está ayudando
con la organización.
-Vaya , otra fiesta – comentó
Lysander de mal humor
-Lys a ti siempre te han gustado las
fiestas .Además hay muchas chicas lindas así que supongo que estarás
entretenido, no tienes nada de que preocuparte.
-¿Qué clase de imagen mía tienes? –
preguntó él enfadado.
-No te gustaría saberlo – le
contestó ella con una media sonrisa.
-Muy bien , entonces definitivamente
voy a buscar algo que me mantenga entretenido – le contestó él y salió.
-A veces eres muy cruel pequeña-
dijo Lombard mirándola con censura
-Los quiero demasiado – reveló ella
con una mueca de preocupación al tiempo que acudía a los brazos de Lombard.
-Y yo a ti, ¿cuál es mi próxima
misión? – dijo él envolviéndola en un abrazo protector.
Lysander entró irritado a la fiesta, a lo largo de los días
previos no había podido hablar a fondo con su hermano, sus encuentros habían
sido muy fugaces y siempre rodeados de
gente, lo que les impedía hablar.
Tampoco pudo hablar con Alina porque
siempre estaba ocupada y él sospechaba que su hermana era la responsable de eso.
Cuando Aly no estaba con Conrad rondándole, estaba con Kiky o ,peor aún ,con
algún joven noble desviviéndose por robarle una sonrisa, entre otras cosas.
El joven caminó por el recinto con
su habitual seguridad y un aire amenazante que era muy difícil de ignorar, a lo
lejos pudo ver que, una vez más, su hermano estaba entretenido aunque no por Aly
sino por un grupo de jovencitas que parecía tenerlo acorralado sin darle
respiro .
Los ojos azules de Lys analizaron el
lugar buscando una cabellera rojiza hasta que vio a la muchacha bailando en
brazos del Conde Brien.
Ese hombre le caía muy mal y no sólo
por el tema de los caballos, sino porque tenía un aire de superioridad debido a
su noble cuna y su atractivo físico que
lo hacía muy desagradable a los ojos del joven Likaios .Ni en un millón
de años hubiese reconocido que lo que más le molestaba era la extrema atención
que le prestaba a Alina. Se dirigió hacia ellos pensando que podría hablar con
la joven si la sacaba a bailar cuando otra muchacha le salió al cruce, era una
antigua conquista que había hecho en sus
previas visitas a la Corte
.
Le fue imposible librarse de ella y
debió observar como Alina se deslizaba por la pista cambiando constantemente de
pareja, parecía ser que todos los hombres jóvenes se habían puesto de acuerdo
en sus ansias por conquistarla.
Casi al finalizar la fiesta pudo
acercarse a Aly tal como quería, aunque fue imposible encontrarla sola. Un
acicalado hombre moreno estaba junto a
ella soltando una sarta de alabanzas.
-Es la dama más hermosa de la fiesta
– dijo el joven sosteniendo las manos de
la chica entre las suyas
-Probablemente lo sea , y te
aconsejaría que la sueltes – siseó la voz de Lysander que se acercaba
amenazante, aquella larga noche había hecho estragos en el carácter del joven
mago .Estaba furioso y apenas podía explicarse a sí mismo por qué. El joven moreno
conocía lo suficiente de la reputación de Lysander como para retirarse
inmediatamente
-¡No puedo creer que seas tan
maleducado! – lo reprendió Aly.
- Y yo no puedo creer que te guste
juntarte con gente como ese gusano, un
poco más y le regalas tu mano...
-¡Es mi mano Lysander! – protestó
ella, apenas percatándose de lo tonta
que sonaba aquella discusión.
- Eso es cierto, pero pensé que
tenías un poco más de sentido común y
dignidad. Es una vergüenza dejar que te traten así frente a todo el mundo ¿Qué
van a decir de ti?- le soltó él
-¿Lo mismo que dicen de las mujeres
que andan contigo? – le devolvió el golpe Aly
a quien no le había pasado desapercibida la compañía de Lysander.
-Alina…– siseó él muy cerca de
perder el control mientras ella lo desafiaba con los ojos verdes reluciendo .En
ese instante Kyrian apareció y tomó a la joven de un brazo
-¡Aly ven conmigo quiero presentarte
a alguien! - exclamó y la arrastró consigo dejando perplejo a su hermano mayor.
Si no hubiese tenido un poco de control
seguramente Lysander hubiese hecho estallar su poder, derrumbando las paredes
del salón o algo por el estilo, la sangre le bullía en el cuerpo y se negaba a
buscar justificación a su ira. Lo atribuía a la cabezonería de Alina y a las
constantes intromisiones de Kyrian que lo impacientaban, además en sus veintiún
años jamás había estado tanto tiempo disgustado con su mellizo, aunque en el
fondo de su alma una mirada femenina de
ojos verdes lo acusaba de mentiroso
-¡Al diablo con todos! – dijo el
muchacho y salió de la fiesta sin mirar atrás.
Alina se acercó a la ventana de su cuarto y miró hacia
fuera, no se percibía mucho más que la
oscuridad nocturna, sin embargo la joven sabía que un lobo negro andaba
rondando por las afueras del palacio. Casi podía sentirlo correr, sabía que Lysander
se había transformado en lobo, un rato antes había percibido un leve
resplandor en los jardines descubriendo su transformación.
No podía ser nadie más, Kyrian
estaba durmiendo, Conrad prefería adoptar la forma de león y afuera había un
lobo suelto cuya presencia ella sentía con intensidad. Desde niño a Lys le
gustaba adoptar aquella forma, de adulto la transformación era menos frecuente
y sólo sucedía cuando se sentía agobiado y quería liberar su mente.
Alina se preguntó sobre qué era lo
que estaba preocupando a Lysander, se quedó un rato avizorando el exterior,
imaginando que su corazón podía viajar hasta donde él estaba y darle de alguna forma la paz que buscaba.
Por fin estaban solos, sin nadie
alrededor que los interrumpiera
-¿Vas a hablar conmigo de una buena
vez? – preguntó Lys acercándose a su
mellizo
-Déjalo ya, estamos a mano y tengo otras preocupaciones
más acuciantes que tu estúpido jueguito del baile.
-¿A qué te refieres? – preguntó
intrigado. El hecho de que su hermano no estuviera enojado lo sorprendía,
sobretodo teniendo en cuenta la forma en
que había reaccionado anteriormente
-No me digas que no te has dado
cuenta que la mitad de los hombres de este lugar van tras Alina y créeme que
ellos me preocupan más que tú. Para ti sólo era un juego pero para ellos no ,
además corren con ventaja…nosotros somos los amigos de la infancia, no puede
sentir nada real por nosotros en cambio con hombres tan fascinantes como el
conde Brien o William, Señor de Rhys, desviviéndose por ella , qué crees que
sentirá. Toda esta atención es nueva para Aly, como si por fin abriera los ojos
a quien es verdaderamente y lo que merece, si sigue así no tardará en caer en
las garras de alguno de ellos , así que Lys olvídate de nuestra pelea que yo la
olvidé.
-Pero, ella no… - intentó decir
Lysander aunque en realidad a quien quería convencer era a sí mismo. Era
imposible que Alina se fijara en alguno de esos presumidos,¿o no?.
-No estoy tan seguro, así que no
pienso arriesgarme – expresó Conrad y se retiró dejando a su hermano con muchas
ideas dándole vueltas en su ya confusa
mente.
Una joven morena estaba sentada bajo árboles de flores azules junto a un lago.
De sus manos salían pequeñas espirales multicolores que se desvanecían en el
aire como nubes ligeras.
-Veo que ya no le temes a tu magia –
dijo Alina aproximándose a su mejor amiga y ésta se volvió hacia ella con una
dulce sonrisa
-No, ya no.
-Creo que el hombre, que me envió a
decirte que tuvo un compromiso urgente y que no puede venir, tiene mucho que
ver – sugirió sentándose junto a Kyrian
-Tiene todo que ver Aly, Lombard es…,
bien, él es la mejor magia que conozco. Soy feliz.
-¡Ay Kiky! y yo soy feliz por ti.
Cuando volviste del viaje a la
Corte diciéndome que estabas comprometida con el príncipe no podía
creerlo.
-Sí, yo no era la candidata más
adecuada para casarme ¿verdad? – recordó riendo.
-En realidad creo que todos
apostábamos que sería Kristana quien se casaría con algún príncipe, ella
era la más indicada para ese papel, pero
a mi me preocupaba mucho que tú no
fueses feliz. Sin embargo al conocerlo supe que estarías bien, aunque nunca vi
a tus hermanos tan serios como aquellos días. –rememoró con nostalgia.
-En realidad Lombard es un príncipe
de cuento Aly y me ama tanto como yo a él. Desearía que tú tuvieras algo así…-
comentó seria
-Bueno, él tiene hermanos, ¿verdad?
-Alina , sabes muy bien que ya el
año pasado me dejaste muy en claro que no estabas interesada en ninguno de
ellos , ¿o acaso has cambiado de opinión?
-No. Son hombres muy agradables pero no para mí.
-Aly…
-Estoy bien Kyrian, ¿qué te dijo Conrad?
- Me pidió que lograra que no
pienses en “él”, claro que como
siempre mi adorable hermano tuvo que arruinar mis planes llegando tan
imprevistamente. Y es muy difícil que no pienses en él cuando se cruza en tu
camino a cada rato –exclamó enfadada.
- No es culpa de Lysander Kyrian, yo
soy bastante mayor..
-Tú no eres mayor cuando se trata de
Lys, tu sentido común no funciona tratándose de mi hermano.
-Gracias – dijo con ironía
-Alina, no quiero verte triste.
-Lo sé amiga, así que por eso me has
mantenido tan ocupada estos días.- concluyó Aly
-Quería que te divirtieras y no hay
nada de malo en que conozcas a algunos chicos…
- ¡Ay Kyrian!
-Inténtalo.
-Está bien, y más allá de todo me
encanta pasar tiempo contigo .
-A mi también, te he extrañado…- dijo
Kyrian con sinceridad y las dos jovencitas se enredaron en una larga charla
plagada de recuerdos y risas, en la que por un acuerdo tácito no mencionaron a Lysander Likaios. Por un rato volvieron a ser
niñas despreocupadas.
Los días transcurrieron en Palacio y
Alina tenía la sensación de estar atrapada en un juego cuyas reglas desconocía
por completo.
Conrad le rehuía a pesar de haber
sido quien la llevara allí y Lysander se cruzaba constantemente en su camino a
pesar de que trataba de ignorarlo.Y en cada ocasión el muchacho parecía
malhumorado y le dirigía terribles miradas, sólo le faltaba gruñir. Kyrian la
mantenía ocupada con múltiples compromisos, almuerzos campestres, paseos, reuniones,
parecía ser que su amiga había condensado
para ella años de vida social en unos pocos días.
Su plan original había sido sacar a Lysander de su vida y dado que él
estaba en la Corte
, lo más sabio hubiese sido volver al Castillo Navarre, pero una vez más Alina
no era capaz de hacer lo correcto.
Sabía que en esta ocasión cuando se alejara sería para siempre, no podía
pasarse la vida sufriendo pues no iba con su verdadera personalidad pero no
podía irse aún. “Sólo unos días más” se dijo a sí misma alargando el plazo que
se había impuesto. Todavía no estaba lista para arrancarse a Lysander del
corazón, pero lo haría y si para
lograrlo debía acudir a todas las citas que le había organizado su amiga, no
era tanto sacrificio. Además el Conde Brien era un joven divertido y agradable
y William de Rhys era sumamente dulce llenándola de atenciones y halagos,
sumado a que los dos eran muy atractivos. Tal vez había llegado el momento de
dejarse querer por un buen hombre en
lugar de amar apasionadamente a alguien que no la veía.
En su interior sabía que no era
verdad, todavía no estaba preparada y
sólo era consciente de que ninguno tenía los ojos intensamente azules, ni una
sonrisa endiablada que quitaba el aliento, pero al menos responder a las
atenciones masculinas era un cambio agradable y se le hacía mucho más agradable
cada vez que veía a una mujer rondando al joven Likaios.
-¿Dónde está Aly? – preguntó Conrad
a su hermana y alertado Lysander levantó la cabeza
-Salió a cabalgar con Brien –
contestó la joven y vio que su hermano se ponía en pie apresuradamente al tiempo que su mirada azul se volvía
amenazante
-¡¡¿Salió a cabalgar con Brien?!!.Esos
caballos son asesinos potenciales Kyrian, no pensé que tus jueguitos llegaran
tan lejos – gritó Lysander dejándolos a todos helados. Kyrian no podía creerlo
por un instante había recuperado su papel de hermano mayor, pasaba de vez en
cuando, y era aterrorizante
-Pero Lys..
-Nada, ¡¿cómo pudiste dejarla ir?!, ¿acaso
no recuerdas lo mucho que le costó volver a montar desde que su padre murió en
aquel accidente a caballo y no sabes que tanto en su hogar como en el nuestro
siempre le buscamos animales mansos? – preguntó alterado y en verdad Kyrian lo
miró alarmada, claro que recordaba la
muerte del padre de Aly pero nunca había advertido los cuidados que tomaban con
ella y jamás pensó que una inocente cabalgata fuera peligrosa
-Lysander cálmate- insistió Conrad-
el conde va a cuidarla
-¡Y un diablo, tú no viste a esos caballos!
Ese tipo es un irresponsable y si algo le pasa...- dijo sin terminar la oración
porque salió deprisa
-Lo siento Conrad, ¿crees que ella
esté bien? – preguntó Kyrian a su hermano mientras impotentes veían alejarse a
Lysander.
-Sí , estará bien y me temo que
Lysander va a asegurarse de ello. No sé como no se da cuenta..- reflexionó el
muchacho.
Alina se había quedado un poco rezagada para
contemplar el hermoso paisaje, de pronto sintió un leve estremecimiento
recorrerle el cuerpo como si cada célula de su ser se despertara, era una señal
inequívoca, Lysander estaba allí.
Volvió la vista hacia atrás y lo vio cabalgando velozmente hacia ella, aquello la
intimidó y azuzó su caballo. La ponía nerviosa sentirlo tan cerca quería
apurarse y encontrar a Brien o a cualquiera que pudiera interponerse, que
pudiera salvarla de sus traicioneras reacciones. Lo último que necesitaba era
estar a solas con Lys y menos aún si cabalgaba detrás de ella como un poseso.
La joven apresuró más su marcha y en
su apuro perdió el control del animal y para empeorarlo todo , se chocó con una
rama por lo que salió despedida en el aire.
Mejor dicho, quedó suspendida en el
aire hasta que fue suavemente depositada en el suelo sin sufrir daño alguno.
Había reconocido el aura que la había envuelto en la caída, era la magia de
Lysander.
Él llegó deprisa hasta ella, desmontó y se le acercó con el ceño aún
fruncido.
-¿Te hiciste daño? – preguntó
llegando a ella y cuando le tocó un brazo la chica sintió el indomable deseo de
acurrucarse contra su cuerpo y permanecer a salvo allí para siempre. Sin
embargo recobró el sentido común y lo empujó suavemente .
-Estoy bien, ¿qué estabas tratando
de hacer cabalgando hacia mi de esa manera?, me asustaste.
-¡¿Yo?! , sólo estaba tratando de
evitar que te mataras. ¿Qué rayos hacías tú montando en esos caballos?, podrías
haberte roto el cuello
-Casi me lo rompo, pero por tu
culpa. Además de qué hablas, el caballo no tiene ningún problema.
-¡¡¿Qué no tienen problemas?!!!Los
caballos de Brien son salvajes y es un
irresponsable por traerte – gritó él y en ese momento el conde mencionado hizo
su aparición
-¿Sucede algo? – preguntó el
muchacho que miraba sorprendido ya que
tanto Alina como Lysander discutían furiosos
-¡Claro que sí! Por culpa de sus
caballos ella podría haberse hecho daño
-Casi me mato por ti, no por sus
caballos – intervino Aly antes de que el conde pudiera decir algo
-¡Yo te salvé!
-No era uno de mis caballos –
interrumpió el conde- me aseguré que
ella montara un animal manso, el más manso de los establos del rey
-¡¿Qué?! – exclamó Lys sorprendido.
Si en verdad ese era el animal más manso no quería ver a uno bravo pero también
significaba que él había actuado como un estúpido y las palabras de Alina se lo confirmaron.
-¡¡Eres un estúpido Lysander!!
- Nos preocupamos – se excusó él
evitando confesar que era el único que había salido corriendo como un loco al
imaginarla en peligro
-¡Yo estaba perfectamente bien! No
necesito que hagas de caballero andante para mí
-No creo que sepas lo que haces Aly
– intentó calmarla sin quitarle los ojos de encima al conde que permanecía a
poca distancia de la chica manteniendo
silencio. Era un hombre inteligente y adivinaba que si no intervenía, él
saldría ganando.
-¡No!, esto es demasiado, no quiero
que te acerques a mi jugando a ser mi
hermano mayor. Hubo un tiempo en que hubiese dado cualquier cosa por tus
cuidados pero ya no, sólo mantente alejado de mi Lysander, no te necesito – dijo ella ignorando
el hecho de que “ese tiempo” del que hablaba habían sido apenas unos minutos
atrás, antes de que él lograra irritarla.
- No tienes que preocuparte yo no tengo
el mínimo interés en cruzarme en tu camino – respondió Lys montando a su
caballo pero antes de marcharse miró al conde y le lanzó una advertencia
-¡Cuídala!
“¿Cómo podía amar a ese hombre?”, se
preguntó Alina, era un arrogante insoportable, claro que también era noble,
defendía la justicia y usaba su prodigioso don para hacer el bien, nunca para
dañar. También amaba a los suyos, podía
ser divertido, dulce y cuando lo había
visto preocupado por ella su mundo se
había estremecido. Luego todo se había vuelto una pesadilla, los dos gritándose
como si fueran un par de salvajes y ella sintiéndose tremendamente enfadada sin
saber por qué, aunque si era sincera estaba frustrada porque él no la quería.
Pero ya no tenía que preocuparse por nada, le había pedido que se alejara y él
había accedido encantado.
-¿Alina te encuentras bien? –
preguntó el conde y sólo entonces la chica recordó su presencia
-Sí – respondió dedicándole su mejor
sonrisa- lo siento, te importaría si volvemos al Palacio
-Claro que no, vamos- dijo él y
regresaron caminando. Después de lo sucedido ninguno se animaba a volver a
montar. La furia de Lys todavía permanecía en el aire
Tras la intempestiva salida de su hermano,
Kyrian había averiguado que Aly no estaba montando uno de los caballos a medio domar de Brien,
sino un tranquilo animal con el que no corría riesgo alguno, por lo tanto
habían permanecido tranquilos.
Dadas las circunstancias, Conrad no
pudo evitar la tentación de molestar a su mellizo, así que se sentó a esperarlo.
-¿Cómo fue tu rescate? – preguntó
apenas el muchacho entró
-Esa pequeña desagradecida, juro que
la próxima vez dejo que se estrelle en el suelo y se rompa su hermoso cuello
-¿Así que ella no estuvo muy
contenta?. No imagino por qué, después de todo estaba paseando tranquila en un
caballo inofensivo, de hecho estaba en una cita que seguramente interrumpiste
con poca diplomacia.
- Juro que no te entiendo Conrad,
¿es que a ti no te importa?
- Sí, pero no pienso ponérmela en
contra yendo a rescatarla cuando no lo necesita.
-Yo tampoco lo haré nunca más.
- Lys no te engañes, acudirás una y
otra vez, como lo has hecho siempre desde que éramos pequeños…no puedes
evitarlo –dijo con una sonrisa burlona.
- ¡Cállate de una vez! – exclamó
Lys y salió. La sonrisa de Conrad se
ensanchó un poco más, pero cuando fue a beber de la copa que tenía en la mano y
encontró al líquido totalmente congelado
como un bloque de hielo pensó que su
hermano había perdido su sentido del humor.
“Él era un hombre adulto y hacía
tiempo que había dejado las niñerías de lado,
¿qué se suponía que hacía siguiendo a Alina en sus citas? “
Bueno, después de todo no era tan
extraño – se respondió Lys – lo había hecho con Kyrian y lo haría con Iolhen
cuando llegara el momento ,claro que Alina no era su hermana y le había dejado
más que en claro que no lo quería cerca.
Pero ella era una muchacha inocente
y él no podía dejarla en las garras de cualquiera, además desde donde estaba
era imposible que ella o William de Rhys lo vieran, sólo quería asegurarse de que todo iba bien.
Estaba escondido entre los árboles
mirando como Rhys se acercaba cada vez más a Aly mientras la muy incauta lo miraba con sus
grandes ojos verdes como si fuera alguna clase de héroe o le dijera algo que
nadie más le había dicho antes. Esa chica era un problema.
El hombre seguía acercándose a ella
y era obvio que estaba a punto de besarla. “¿Dónde rayos estaba metido Conrad
cuando se lo necesitaba?”.Su hermano había dicho que iba a cortejar a Alina y
había estado más que dispuesto a descuartizarlo cuando él la besó, pero ahora
no interfería en los avances de William, tendría que haber estado allí
cuidándola pero no se lo veía por ninguna parte.
Por lo visto estaba solo él para
hacer algo y dado que conocía a Aly de toda la vida, no iba a renegar de su
deber.
William, Señor de Rhys, estaba a
punto de besarla y Alina no sabía que hacer. En realidad, aunque muriera antes
de confesarlo, Lys había sido el único que la había besado en toda su vida y la
aterraba dejar a otro borrar aquel recuerdo.
Por otra parte si quería olvidarlo debía
seguir adelante y eso incluía saber que sentía al ser besada por William.
Cerró los ojos, percibió como el
hombre se le acercaba y acariciaba su rostro, entonces lo escuchó…un ruido seco
que le hizo abrir los ojos.
En el momento que William de Rhys se
inclinaba hacia ella, una rama del árbol se partió y cayó sobre la cabeza del
hombre, no era grande como para lastimarlo seriamente pero sí lo suficiente
para darle un buen golpe y un agudo
dolor de cabeza.
-¡Oh William!, ¿estás bien?
–preguntó ella preocupada
-Sí, no te preocupes. Igualmente,
será mejor que volvamos
-Sí – respondió ella sintiéndose
aliviada de que el clima romántico hubiese tenido un fin tan abrupto.
-De todas maneras hay algo que
quiero hablar contigo y preferiría hacerlo en una sala, no creo que este sea el
lugar más adecuado.
-Por supuesto –asintió ella, dándole
el brazo.
La pareja pasó muy cerca de Lys sin
notar su presencia agazapada entre los árboles.
“Hay algo que quiero
hablar contigo”,
había escuchado claramente Lysander que el Señor de Rhys le decía a Alina y lo
había intrigado profundamente.”¿Cuáles eran las intenciones de ese hombre para
con Aly?”.Fuera lo que fuera, él lo iba a averiguar. Había llegado el momento
de tener una seria charla con William, después de todo Alina no tenía un padre
que se ocupara de eso y los hombres de
su familia estaban lejos. Tampoco podía contar con Conrad, bueno en realidad no
sabía qué le pasaba a Conrad por la cabeza,
ya que no parecía interesarse en lo que le sucedía a la muchacha.
Por otra parte estaba su cuñado
Lombard, como príncipe y anfitrión
estaba dentro de sus atribuciones encargarse del bienestar de sus invitadas,
más aún teniendo en cuenta lo que significaba Alina para Kyrian pero Lys no
creía que fuera una buena idea pedirle
ayuda. Más allá de todo Lombard también era amigo de Rhys y
tal como estaban las cosas, Lysander temía que unas cuantas palabras bonitas de
este bastasen para que el príncipe le entregara a la muchacha envuelta para
regalo.
Por un segundo, Lys se arrepintió de
no haberle arrojado todo el árbol encima al hombre ,en lugar de una inofensiva
rama, aunque al menos había detenido el beso y eso lo hacía sentir muy conforme
consigo mismo.
Estaba buscando a Conrad para
contarle lo sucedido cuando escuchó voces
provenientes del salón, eran su hermana y Alina.
-¡William me propuso casamiento! – le contó sorprendida
Aly a Kyrian cuando una voz tensa la interrumpió desde una corta distancia
-¿Aceptaste? – preguntó Lys que
apoyado en el marco de la puerta había escuchado la conversación
-¡Lysander Likaios! – lo reprendió
Kyrian por espiar, pero los ojos de él seguían fijos en
la joven pelirroja exigiendo en silencio una respuesta a su pregunta
-Claro que no, casi ni lo conozco –
respondió Aly confusa por la
interrupción y por la hostilidad en la mirada azul
-Tal vez debieras haberlo hecho,
después de todo Kiky sólo trató un par de días con Lombard , antes de aceptar
casarse con él y según parece es feliz. No lo dejes escapar Alina, no hay muchas posibilidades de tener un buen matrimonio...esta
puede ser tu oportunidad -comentó cáusticamente.
-Tienes razón, debiera haber
aceptado. Hay pocos candidatos adecuados
- respondió Alina como si devolviera el golpe. Los dos continuaban
mirándose fijamente como si fueran
enemigos que se medían a la distancia, cada uno dispuesto a dar el próximo
golpe.
-¡Rayos Lysander! – expresó Kyrian y
con un simple gesto de su mano cerró las pesadas puertas, dejando fuera de la habitación a su hermano que
profirió un sonoro quejido.
Ese día, varias personas se
asombraron por los truenos que estremecieron el cielo sin que hubiese la más
mínima señal de tormenta.
Si alguno sospechó que el causante
fuera un joven mago de ojos azules y
aspecto furioso que atravesó maldiciendo los pasillos, se guardó muy bien de
comentarlo en voz alta.
-No tiene cerebro, lo siento Aly –
se disculpó Kyrian mirando a su compungida amiga.
- Antes todo era diferente, al menos
si no éramos amigos nos llevábamos bien.
Ahora tengo la sensación de que cada vez que nos vemos terminamos atacándonos
el uno al otro, es como si ya todo se hubiese roto.¡Me hace enfadar tanto!-dijo
la chica y su amiga no estuvo segura si se refería a la irritante personalidad
de su hermano o a la situación de que todo estuviese tan mal entre ellos.
Esa noche Alina tomó la decisión que
había postergado por tanto tiempo, había llegado el momento de volver al
Castillo Navarre, su hogar desde que su padre muriera, y dejar atrás lo que
sentía por Lysander Likaios.
El día anterior su abuelo le había
enviado un mensaje diciendo que ya había regresado a sus tierras y que allí la
esperaban, la previsión de Dominick la
hizo sonreír. “¿Acaso el habría adivinado lo que sucedía, incluso que ella
necesitaría su apoyo?”, su familia era
asombrosa y Aly se alegraba de tenerlos, serían el mejor refugio para curar sus
heridas de amor.
Lo primero que hizo en la mañana fue
hablar con su amiga.
-Vuelvo a casa –dijo y no necesitó
explicar mucho más porque Kyrian lo leyó
en sus ojos.
-Alina…
-No te preocupes estaré bien, pero
es momento de terminar con esto. Debí hacerlo antes…
-Hubiera deseado que todo fuera
diferente
-Lo sé amiga, pero ya sabes que
dicen que el corazón tiene sus propias razones y yo no pude elegir a quien amar. Pero ya no puedo seguir así, esperando
por un amor no correspondido o con el miedo constante de enterarme que Lysander
ama verdaderamente a alguien y va a casarse. Cada vez que me escribes una carta
temo que contenga esa noticia…
- Siempre pensé que él te rompería
el corazón, aunque también desee que te convirtieras en mi hermana de verdad..
Puedo presentarte a alguien…
-No tienes cura Kyrian – dijo Aly
con una sonrisa- , tal vez algún día acepte tu propuesta de ser casamentera,
pero aún no estoy preparada. He tomado una decisión, sin embargo aún no me imagino amando a nadie más, la sola idea de
darle hijos a otro hombre que no sea Lysander me espanta …pero algún día estaré lista.
-Sí – contestó Kyrian fingiendo
creerle- y entonces yo te ayudaré a encontrar al mejor candidato
-¿No confías en mi buen juicio?-
preguntó con mordacidad
-Para nada – contestó la muchacha y
la abrazó efusivamente
La joven pelirroja se acercó
hasta Conrad para despedirse.
-¿Te vas?-preguntó Conrad
aproximándose a Aly
- Sí, ya no tengo nada más que hacer
aquí.
-¿Estás segura?- preguntó estudiando
su expresión con aquellos ojos clarísimos que parecían ver más allá.
-Lo estoy. Gracias por todo lo que
has hecho Conrad y no me refiero a ahora solamente. ¿Recuerdas cuando tenía
catorce y ustedes le cambiaron el color de pelo a las gemelas?
-Sí, era un lindo verde...
-Sí – dijo ella con una sonrisa- y
yo te pedí que me cambiaras mi color de cabello a rubio
-Porque Lys miraba mucho a
Tanya Beron que era rubia...- dijo él
-¡Lo sabías...!- exclamó ella sorprendida
-Claro por eso no lo hice, eres
hermosa tal cual eres y él es un idiota...
-Has sido un gran amigo Conrad Likaios....
-Digamos que sé lo que se siente al
amar sin ser correspondido...- confesó él con tristeza en la voz
-¡Oh Conrad! ¿Algún día me contarás
quien es ella?.
-Creo que no pelirroja, incluso
nombrarla me cuesta – le respondió con una sonrisa cansada
-Somos un par de casos perdidos...-
dijo ella abrazándolo.
-Cuídate pequeña.
-Estaré bien – respondió Aly sin
mucha convicción.
Conrad fue a ver a su hermana apenas dejó a
Alina.
-Bueno Kiky, ¿tienes un plan B?
-No, me temo que no. Tal vez sea lo
mejor. Aunque puedes convertir a Lysander en una rata. Al menos me sentiría
mejor.
-No, ya lo intenté hace unos años y
no resultó.
-¿Fue cuando le crecieron los
dientes y papá tuvo que intervenir, verdad?- recordó risueña
-Sí-
respondió él con una carcajada recordando el memorable acontecimiento
Había escuchado un rumor que no le
había gustado y deseaba confirmarlo, así
que caminaba deprisa por los pasillos que llevaban al ala privada del palacio
donde vivía su hermana.
En su apuro, no vio a Lombard hasta
que chocó con él.
-¿Dónde vas tan apurado?
-Busco a mi hermana – respondió el
joven con brusquedad
-Si buscas a mi esposa está en el
salón, pero será mejor que te calmes antes de ir a hablar con ella – le
aconsejó el príncipe al notar el estado
de ánimo de Lysander.
- Es mi hermana y es una pequeña
entrometida – dijo el joven alejándose, pero Lombard lo detuvo por un brazo.
-Es mi esposa y no me importa quien
seas o lo que puedas hacer, te tranquilizarás antes de hablarle y la tratarás
bien o te las verás conmigo, ¿entendiste?– advirtió con seriedad y eso hizo que
Lysander se calmara y esbozara una breve
sonrisa.
-Está bien, me comportaré.
-Lys lo digo en serio…
-Mi hermana acertó contigo, eres un
buen marido para ella y créeme Lombard es una suerte que no tenga que
preocuparme en destrozarte – le dijo antes de soltarse y continuar su camino.
Llegó hasta el salón y se quedó un
instante observando a su hermana menor hasta que esta levantó la mirada
y clavó sus ojos celeste como el cielo invernal en él .Definitivamente Kyrian había estado
esperando su visita.
-¿Dónde está Aly? – preguntó
Lysander a su hermana
-Se fue a su casa esta mañana
-¿Se fue sin despedirse y sin
escolta?
-Se despidió de mi y de Conrad...además nunca la dejaría marchar sola –respondió
altanera mientras Lysander se derrumbaba
sobre un sillón.
Se lo veía extraño sentado allí con la desesperación pintada en
sus ojos, además el contraste entre el delicado mueble y el aura casi salvaje
que desprendía el muchacho era notable
-Yo..- intentó decir pero no
encontró palabras y se revolvió el cabello con inquietud.
Kyrian se apiadó de él, se le acercó
y se sentó a su lado pegando su menudo cuerpo al de su fuerte hermano.
Su abuelo solía decir que el tamaño pequeño de las mujeres de la familia era
compensado por la fortaleza de sus espíritus, parecía ser que su hermano
necesitaba de esa fuerza.
-No quería quererlo – dijo ella en
voz baja y Lysander la miró sin
entender.
-¿De qué hablas Kyrian?
-Yo no quería querer a Lombard, de
la misma forma que la abuela no quería querer
a nuestro abuelo o papá a mamá. Era miedo, yo sabía que podía superar
cualquier cosa, excepto que él me hiriera, jamás me recobraría si Lombard me
lastimara…pero tampoco podía vivir sin él, así que tuve que ser valiente para
permitirme amarlo .Todo salió bien, sé que nadie cuidará mi corazón como él lo
hace porque yo cuido el suyo de la misma manera. El amor verdadero no hace daño
Lys. – explicó ella y al recordar su reciente encuentro con su cuñado, Lys tuvo
que admitir que Kyrian no podía estar en mejores manos
-¿Aly?- preguntó
él intensamente turbado y en aquella brevísima palabra dejó entrever
todas las dudas que sentía
-Necesitaba alejarse Lys...
-Yo necesitaba verla Kyrian.
-Búscala entonces, ya sabes donde vive.
-¿Para qué? es obvio que no le
intereso, se marchó sin decirme nada – protestó él
-Lysander ella te amó
incondicionalmente durante mucho tiempo pero sólo salió lastimada, si en verdad
tú no sientes lo mismo déjala marchar
-¿Y si la amo? – preguntó él
-Ya te lo dije, búscala...
-También dijiste que me amó Kyrian,
eso es pasado.
-Nadie puede dar todo a cambio de
nada Lys y ella merece que corras el riesgo. Un amor así no puede desaparecer
en un segundo, tal vez puedas rescatarlo y si no, al menos lo habrás intentado. Se lo debes.
–le dijo la joven y se levantó sabiendo,
que era el momento de dejar que su hermano tomase una decisión, lo dejó solo.
Estaba sentado en la hierba, reflexionando sobre lo
que le había dicho su hermana cuando Conrad apareció.
-Eres un necio Lysander...- exclamó
Conrad sentándose junto a su mellizo
-¡Vaya! Primero me pegas y ahora
esto...¿qué fue del cariño fraternal? – contestó en broma
-Sabes bien que no usé toda mi
fuerza aquella vez .
-¿Debo agradecerte?
-Lysander vas a perderla y no por
mi...- dijo con impaciencia
-¿Hmm?
-La quiero como a una hermana,
siempre ha sido así...sólo quería que tú
te dieras cuenta de lo que sientes .
-Supongo que lo sabía pero pudiste
usar otro método – sugirió con una media sonrisa y su hermano descartó la
posibilidad con un gesto.
-Noo, las sutilezas no funcionan
contigo ¿Qué vas a hacer?
-Nada...
-¿¡Nada?!
-Durante los últimos días se
paseó con cada hombre menor de cuarenta
que hay en la Corte
y ni siquiera se detuvo a mirarme una vez...
-Es culpa de Kyrian, le preparó una agenda asegurándose de mantenerla alejada de nosotros...
-¿De ti también?
-Sí, nuestra hermanita es implacable cuando se trata de Alina.
-Siempre pensó que yo no era bueno
para Aly, supongo que tenía razón.
-Lysander...ella te quiere
-Ese es el problema Conrad, ya no
siente lo mismo, me lo dijo el día del incidente con los caballos.
-Justo cuando tú aceptas lo que
sientes por ella...no te rindas. Pelea
-Ya no importa.
-Entonces no la mereces Lys – dijo
finalmente Conrad dejando a su hermano.
Lysander había heredado el espíritu inquieto
de sus padres, esto sumado al poder que esgrimía convertía su alma en una cuna de tempestades.
A veces sentía que estaba en un combate continuo donde todo era movimiento y
turbulencia, excepto cuando Aly estaba cerca.
La dulzura de ella le daba paz y control,
siempre había sido así...siempre había sabido que Aly estaría allí para él,
para calmar su lado salvaje. Porque de alguna forma ella era más poderosa que
él, la chica tenía un fuego propio que podía calmar el suyo, siempre tan tranquila,
siempre tan dispuesta a amarlo. Sin
embargo eso había cambiado y por primera vez
en su vida Lysander Likaios entendía en plenitud lo que significada Alina para él.
En los últimos días había estado
muerto de celos, aunque recién ahora podía reconocerlo, no quería que ella
dejase de quererlo. Lo habían llamado necio, estúpido y cobarde…tenía que
demostrarse a sí mismo que no lo era.
Iba sonriendo al dirigirse a las
caballerizas.
Durante más de cincuenta años las
dos familias habían sido amigas, por lo que aquel lugar era casi una segunda
casa para él, sin embargo parado frente a la entrada del Castillo Navarre
Lysander hubiese preferido enfrentar una horda de magos malvados que entrar.
Agradecía que Conrad y Blaze no
estuvieran cerca porque si no jamás lo dejarían en paz. Él era capaz de cambiar
el curso de los vientos y estaba
aterrado por ir a hablar con una mujer.
En verdad era como decía Kyrian se
necesitaba valor, pero la opción de dejarla ir era inaceptable, con seguridad
guió a su caballo y entró al Castillo.
-Vengo a ver a Alina – anunció
Lysander al pelirrojo que le bloqueaba
el paso y que resultaba ser primo
de la chica en cuestión, hijo mayor de Lukan Navarre y gran amigo del
joven mago..
-Ella no quiere verte Lysander –
respondió Matt y apoyó una mano en su pecho para detenerlo
-Matt déjame ir, tengo que verla
-Lysander entiende, ella ya sufrió mucho por ti. Vete
-Vuelve a tu casa cachorro –
intervino Dominick que entraba para ver la discusión-
-No pueden detenerme – insistió Lys
-Sé que no puedo, pero por la amistad que nos une sé también que
eres un hombre de honor y que no usarás tu poder contra mí – le dijo Matt y Lysander
se rindió
-Está bien Matt, sólo dime algo
¿ella está aquí, en su habitación?
-Lysander....
-Por favor necesito saber aunque sea
eso
-Sí Lys, está en su habitación.
Ahora márchate
-Está bien – respondió el joven y se
alejó pasando junto a Dominick que lo vigilaba ceñudo
-¿Alina? –llamó Matt entrando a la
habitación de la joven
-¿Ya se fue? – preguntó ella y notó
que su primo estaba agobiado por algo
-En realidad Aly, hay dos dragones
afuera – confesó él
-¿Hay qué?- preguntó incrédula la
chica
-Dragones, estoy seguro de que son
una ilusión creada por Lysander, pero deberíamos asegurarnos. Ya sabía yo que
esa aceptación suya de marcharse había resultado muy fácil...
-Está bien, no te preocupes –
respondió ella y ese momento un grito los interrumpió.
-¡¡Alina!! – llegó la potente voz de
Lysander desde el exterior y despidiendo a Matt, la joven se asomó al
balcón para ver que se proponía Lys.
Lysander estaba debajo con la espada
desenvainada en un gesto teatral con dos impresionantes dragones a su lado.
Las criaturas
eran magníficas, de una belleza
sobrecogedora que sólo la magia de Lys podía conjurar pero ella sólo tenía ojos
para ver al joven, que era mucho más deslumbrante.
-¿Qué haces aquí Lysander? -preguntó
ella impresionada. Había partido de la
Corte sin la más mínima esperanza de que él la siguiera pero
un día después de su llegada Lys estaba allí. La joven había pedido que no lo
dejaran entrar porque ya era hora de madurar y dejar de construir castillos en
el aire. Sin embargo él estaba allí con
dragones flanqueándolo y una actitud que
Aly nunca había visto antes en él.
-Hola mi dama -
dijo con una sonrisa que invariablemente estremecía el alma femenina –
quiero ser tu caballero andante y
derrotar a cualquier dragón que te acose...aunque yo los cree.
-Lysander – protestó ella.
- Necesito que me escuches Aly, sólo
un momento – rogó él y ella nunca le había escuchado rogar así.
La joven asintió con un breve gesto
de cabeza y hubiese jurado que los dragones de Lys habían resplandecido ante su
respuesta
-Abuelo, Lysander está armando un
buen espectáculo allá afuera...- comentó Matt acercándose a Dominick,
Nayla y
Lukan que descansaban en el salón.
-Déjalo Matt, ya avisé a la gente
que los dragones son falsos .Después de todo Lysander es un Backdalion y ellos
son bastantes complicados para esto de las declaraciones. Cuando termine nos
encargaremos de él...
-¿Y cómo somos nosotros con las declaraciones? - preguntó Matt con una
sonrisa traviesa
- Lo hacemos mucho más sencillo...
-¿En serio?, ¿me podrías explicar tu
teoría? - intervino Nayla acercándose a él
-Sí. Encontramos a la chica perfecta
y no la dejamos ir – respondió Dominick ganándose una mirada enamorada de su
esposa
Mientras tanto, ajeno a las
deliberaciones familiares Lysander seguía con la misión de su vida.
-Dime algo Aly, ¿Por qué permitiste
que te besara aquel día?
-Lys...
-Respóndeme
-¡¡¡Porque eras tú!!!! ¿Por qué me
besaste Lysander? – preguntó ella a su vez.
-Porque no pude evitarlo – dijo él
esbozando una extraña sonrisa y Alina sintió que sus esperanzas morían,
necesitaba otra respuesta no quería ser
sólo un impulso que él no controlaba. El dolor resplandeció en su mirada
Entonces él avanzó hacia el muro. Murmuró un hechizo que hizo crecer el césped como
hiedra contra la pared hasta el balcón. Luego sin demora, se trepó y comenzó a escalar.
La chica lo observó con el corazón
en un puño, temiendo que él cayera y
temiendo lo que iba a decirle
Cuando llegó al balcón, saltó dentro
y se acercó a ella hasta que sus alientos se mezclaron. Él tomó su cara entre
sus manos y la miró fijamente
-No lo entiendes, ¿verdad?. No pude
evitarlo porque es el sentimiento más fuerte que he tenido en toda mi vida. Te
besé porque era lo que más deseaba en este mundo, porque tú eres lo que yo más quiero Alina. Quisiera ser
tu caballero andante, y todo lo que tú desees...te amo. Lamento haber sido tan
tonto pero quiero recuperar tu amor. Por favor cariño, dime que aún tengo una
posibilidad, dime que no te perdí, que aun
hay esperanza –rogó él mientras ella lo observaba estática.
Alina quería creer aquellas palabras, pero
tenía miedo. Durante tanto tiempo había ansiado escuchar aquella declaración
pero le resultaba difícil pensar que repentinamente Lys la amara. Sin embargo al mirarlo a los
ojos descubrió que era verdad, tenían una calidez nueva y estaba dirigida sólo a ella. Tal vez el amor
no podía medirse con tiempos, no había un principio, sólo sucedía. Tal vez
milagrosamente Lysander la amara tanto como ella lo amaba.
-Nunca ..- empezó a responder ella y él tembló
ante el gris futuro que le esperaba si
la perdía- nunca me perdiste Lysander. Te
he amado y te amaré siempre –confesó la joven y Lysander la besó .En ese instante sintió
que encontraba su casa, que lo que había
sentido al besarla la primera vez no había sido casual, con ella sería siempre
así porque la amaba.
Apenas un rato después Dominick entró
a la habitación interrumpiendo los besos.
-Dadas las circunstancias Lysander
Likaios supongo que harás lo correcto,
porque no es muy honorable entrar de esta forma en la habitación de mi nieta
-Claro Dom, ella ha accedido a
restaurar mi honra casándose conmigo...- contestó con una sonrisa y creyó
percibir un gruñido en el viejo guerrero y una risita por lo bajo de Aly
- Alina ,cariño, ¿lo mato o te lo
quedas? – preguntó Dominick con
ferocidad y Lysander tuvo una clara idea de lo que había sido aquel hombre en
su juventud.
-Creo que después de todas las
molestias, que hemos causado, debo quedármelo abuelo. Es una cuestión de honor
y además no quiero que nada le suceda porque tendría que explicárselo a su familia…
-Sí y aunque no parezca ellos me
quieren bastante – acotó Lys divertido. Ahora que tenía la mano de
Alina firmemente agarrada a la
suya, no sentía ninguna preocupación.
-Es tu decisión cariño – dijo
Dominick con el ceño hosco
-Me lo quedo abuelo, para siempre –
dijo Aly mirando al hombre que amaba
-Todo tuyo – le dijo Lysander y a riesgo de su propia vida la
besó para probárselo. Porque su cuerpo soportaría algún que otro golpe de Dom
pero su alma ni un segundo sin Alina.
hola, me encantan tus novelas, sobre todo esta saga, gracias por escribirlas, aunque ya tengo un arbol familiar para saber quien es hijo de quien, jajaj. gracias ojala pudieras actualizar tus otras novelas. xau
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra que te gusten los Blackdalion son mis personajes más queridos, quizá porque llevan años conmigo. Hasta yo tengo qu etener el árbol genealogico a mano!!!! Pronto me pondré al día! Gracias, saludos
EliminarEstas historias junto con los dramas coreanos hare un problema en mi, esperado a mi perfecto Principe Azul... Con esta historia empece la saga, pero como no le entendia la deje y comence por el principio, tus personajes me han enamorado, me hacen reir, gritar, llorar y emocionarme, tienes talento mujercita. No lo dudes!!!! Gracias por estas hermosas historias =)
ResponderEliminarAhhhhhhh jajajaja. ¡Ay! ¡Me encantó!
ResponderEliminarYa era hora de un poco de penuria para algún cachorro... oops... solo por otro matiz...
Ha estado divertidísima y envantadora.
Gracias Nata, vuelvo a mis desveladas con Uds. Pero decidí que con tantos nombres mejor sigo con este clan otro rato para no confundirse tanto.
Lu