Y dejo otro de los Blackdalion mientras sigo en hiatus con mis otras historias...
Llovía.
Llovía fuerte.
-¡Bien! lo que me faltaba– exclamó Kyrian enojada.
La joven se había escapado de un muy concurrido salón
de la Corte en
busca de aire y ahora un inesperado chaparrón la estaba empapando.
Se le ocurrían un par de cosas que podía hacer pero ni
siquiera quería considerarlas. Empezó a estornudar y pensó que enfermarse sería
la gota que colmaba el vaso. La última vez sus hermanos habían experimentado un
par de trucos para curarla y su padre había tenido que intervenir para evitar
resultados desastrosos. Definitivamente los mellizos no tenían dones sanadores,
ninguno de su familia los tenía. Podían realizar una increíble lista de
prodigios, incluso su prima Krista podía ver el futuro pero ninguno de ellos tenía el don de la sanación.
Aunque eso no les impediría a sus hermanos
cuando la vieran llegar empapada
preguntarle por qué no había hecho nada para evitar mojarse y
reprenderla como si fuera una niña pequeña..
Estaba segura que ellos eran capaces de detener la
tormenta o al menos evitar que los
mojara. El poder de ellos crecía cada día, era casi tan fuerte como el de su
padre y los continuos experimentos les abrían nuevas posibilidades de utilizar
su magia.
Magia.
La palabra resonó en su cerebro y la joven gimió
disgustada.
Ella también la poseía, era parte de su herencia pero
siempre la había rechazado, quería ser una chica normal , ya era bastante con
que los extraños la trataran con una
pavorosa reverencia por ser hija de Kalymera Blackdalion y del poderoso mago
Dionis Likaios , como para que también
le temieran por su propio poder.
Sabía que nadie se atrevería a desafiarla o insultarla
de frente, la reputación de su familia lo evitaba, pero también sabía que
hablaban por detrás y que no la trataban como a las demás jóvenes.
Deseó estar en casa o en Levany o Dalalbión, en cualquier lugar donde la
quisieran tal como era, sin embargo se hallaba atrapada en la Corte del Rey en una visita
de cortesía que habían realizado sus padres.
El pelo negro se le pegó a la cara, su vestido se llenó
de barro y el frío se le metió en el cuerpo, sin embargo no quería volver, aún
recordaba lo que había escuchado decir a uno de los invitados.
-Es una bruja...como los demás...
Lo peor era que aquel muchacho la había rondado con sus atenciones como un
posible pretendiente. Con casi diecisiete años Kyrian ya tenía edad para
casarse, sabía que de tener otros padres ya estarían buscándole marido pero por
suerte en su familia creían en el amor. Sus abuelos, padres y tíos se habían
casado al encontrar al amor de su vida, ni antes ni después. Así que podía
estar tranquila, nadie la obligaría a casarse, aunque eso no evitaba que los
jóvenes la pretendieran y al ser rechazados hicieran comentarios poco
halagüeños.
Bueno sólo había algo que podía hacer para sentirse
mejor, la única magia que siempre se había permitido, lo único a lo que no
podía renunciar.
Una gruesa capa de piel la protegería de la lluvia y
podría vagar libre un rato más, antes de que
sus padres enviaran a los mellizos tras ella.
Sus ojos claros relampaguearon y en un instante su frágil figura se
transfiguró en la de un lobo. Un animal ágil y esbelto, de pelaje negro y ojos
de un celeste tan claro como el cielo de invierno.
La joven avanzó guiada por los instintos del animal
cuya forma había tomado. En los días pasados había contemplado una extensa
arboleda bordeando el lago hacia la que
se dirigió. Aunque la noche lo ocultara allí había un conjunto de árboles con
grandes flores azules que la deslumbraban.
Se internó en el bosquecillo gozando de la sensación de
la lluvia y de la tierra mojada en sus patas, al llegar al lago descubrió una
presencia inesperada. Podía distinguir la silueta de un hombre, aunque estaba
completamente empapado parecía no importarle la lluvia y como si presintiera la
intrusión de ella, se volvió a mirarla dejándola estática.
Con cierto alivio recordó que él no podía ver más que
un lobo, aún así la inquietaba la mirada masculina que sondeaba la oscuridad
para detenerse con precisión en ella.
Estaba lo suficientemente cerca para distinguir el
color de aquellos ojos, eran intensamente violetas.
De pronto la voz del hombre quebró el silencio de la
noche.
-Vaya, creí que estaría solo aquí – comentó él-
tranquilo pequeño, no te haré daño, aunque creo que eres pequeña ¿verdad?. Eres
demasiado menuda para ser un “él”, claro que yo no sé mucho de lobos...ni
siquiera sabía que hubieran lobos aquí.
Por un breve segundo Kyrian se vio tentada a contestar
ya que la calidez en la voz de él le hacía olvidar la forma que tenía, luego
recordó la metamorfosis y reflexionó sobre lo extraño de aquella situación.
Bajo la intensa lluvia estaba ella transformada en lobo
y a escasa distancia un hombre que le hablaba
como si lo hiciera con un humano
-Mi refugio está cerca...ya me mojé demasiado, ¿quieres
venir? – la invitó él y luego rió moviendo la cabeza como si reconociera lo
absurda que era su actitud. Lentamente emprendió la marcha y Kyrian lo siguió.
El joven llegó hasta una cabaña y cuando iba a entrar
se sorprendió de que el lobo realmente lo hubiera seguido. Entró y dejó la
puerta abierta para que el animal ingresase. Era extraño ver un lobo por allí y más aún invitarlo a
compartir un refugio, pero al verlo había sentido un vínculo con aquel otro ser
solitario que no rehuía de la lluvia.
-Pasa...- dijo apartándose para darle lugar al animal.
La loba entró cautelosa – Voy a encender el fuego, así nos secamos. Me temo que
no tengo comida para ti...no imaginé que tendría invitados –dijo con una
sonrisa y la loba lo miró.
Era un hombre muy joven, su cabello era claro y llegaba
apenas debajo de las orejas, aunque la lluvia lo había pegado a su cabeza. Se
movía con soltura y una vez prendido el fuego, buscó una vieja manta que tendió
en el suelo para ella.
Luego acercó una silla para sí y se sentó junto al calor.
Kyrian no tenía idea de cómo habría reaccionado un lobo
verdadero, pero ella se acercó y se recostó en la manta junto al fuego.
Él le sonrió satisfecho y se quedaron un rato en
silencio. La muchacha pensó que se sentía mucho mejor en aquella humilde cabaña
que en los salones a los que había
asistido en los últimos días y de los que había huido aquella noche.
Era muy agradable estar en silencio o escuchando lo que
él estaba dispuesto a contarle a una animal. Podría haberse quedado, pero
probablemente sus hermanos la buscaban y
no quería perturbar a aquel sencillo joven con la intempestiva llegada de dos
magos impulsivos, o aun peor que un lobo y un león echaran abajo la puerta.
Se levantó y raspó la entrada con sus patas hasta que
él entendió que quería salir.
-¿Tienes que irte? – preguntó al tiempo que abría y
ella se acercó a él para frotar su cabeza contra la mano del joven. Él la
acarició y luego la dejó marchar.
-¿Y los mellizos? – preguntó Kaly volviéndose hacia su
esposo que sostenía a su hija menor dormida en sus brazos.
-Fueron a buscar a Kyrian
-¡Dio! – protestó Kaly
-Está lloviendo mucho y además viste como salió del
salón, estoy preocupado. Estos días en la Corte han sido una tortura para ella.
-Me temo que ha heredado tu encantador carácter - respondió divertida Kalymera mientras su
esposo bufaba
-Kal...- protestó él
y luego mirando a su pequeña hija preguntó-¿Por qué no puede ser como con Iolhen, por qué es tan difícil para
ella?
-Tal vez porque también se parece demasiado a mi - dijo
Kaly acercándose a Dionis. Ella conocía el dolor que le causaba a su esposo el
que Kyrian no aceptara su legado de poder, sus hijos amaban la magia y la
aceptaban como una parte natural de ellos, excepto Kyrian. Cuando era niña
habían creído que no poseía el don, luego habían entendido que la niña
concientemente lo negaba, desde el principio.- Dio, hubo un día en que yo creía
no tener un lugar en el mundo, no sabía quien era Kalymera Blackdalion. Estaba
mi madre con su deslumbrante belleza y
personalidad, mi valeroso padre, mis hermanos y yo sentía que algo en mi no
encajaba...
-¿Kalymera cómo pudiste pensar que tú misma no eras tan
“deslumbrante “ como ellos ? -preguntó el deslumbrado marido
-Mi amor, no era algo conciente, necesitaba creer en
mi, encontrar mi propio lugar . A Kyrian le está pasando lo mismo...
-¿ Kaly cómo te diste cuenta de quién eras?
-Tuve que enfrentarme sola a los problemas, me encontré a un mago
bastante particular que sacó a relucir lo peor
de mí, era muy testarudo...y también sacó lo mejor de mí – respondió
ella con una sonrisa luminosa – y en medio de todo aquello acepté quien era y encontré mi hogar. – dijo
finalmente acercándose para besarlo.
-¡Oh mi Kalymera!
– musitó él con amor aunque aún preocupado por su hija
-Ella terminará aceptando quien es Dionis, y entonces tendremos que estar
preparados...- él la miró interrogante – Te dije amor, ella es demasiado parecida a nosotros y
cuando acepte su don...los mellizos parecerán gatitos al lado de nuestra hija.
- No hay problema .Yo estoy acostumbrado a lidiar con
leonas – dijo él y su mirada clara brilló en claro desafío. Un desafío que
Kalymera siempre aceptaba
Cuando estuvo a una distancia prudente y segura de que
no la habían seguido Kyrian recobró su forma.
Nadie pudo ver la transformación ni siquiera los dos
muchachos que la buscaban muy cerca de allí.
-¿Dónde estabas? – preguntó bruscamente Lysander cuando
la vio acercarse.
-Estás empapada...¿no pudiste evitarlo? – comentó en
tono de censura Conrad
-¿Qué hacen aquí? – contraatacó ella elevando la vista
para enfrentarse a sus hermanos
-Te buscábamos, qué más
-Papá está preocupado y nos envió – se justificó Conrad
-Como si fuera necesario – comentó la chica por lo bajo sabiendo que ellos no
necesitaban instrucciones para seguirla.
-Bueno Kiky, ¿vas a decirnos dónde estabas? – insistió
Lysander
-Por ahí. Y no me digas Kiky...Lys –
Conrad sonrió, ya que su hermano aborrecía aquel
sobrenombre de la infancia, tanto como Kyrian odiaba el suyo
-¿Y tú por qué sonríes Conny? - preguntó Lysander molestando a su hermano
-Chicos basta – los reprendió Kyrian con el tono autoritario de voz que usaba para reprender a
sus hermanos mayores, a pesar de ser menor , era ella quien siempre ponía orden
-Está bien, pero vamos a averiguar donde andabas Kiky,
tarde o temprano.
-No seas tan melodramático Lysander, sólo caminé un
rato bajo la lluvia, estaba paseando ¿acaso no es evidente?
-Pasear, huir le llamaría yo .Kyrian en verdad estás
preocupando a nuestros padres…-le dijo Conrad poniéndose serio
-No me gusta estar aquí
-Pero aquí estamos hermanita, ¿no puedes pensar que son
unas vacaciones como lo hacemos nosotros?
-¿De qué hablan? Ustedes nunca hacen nada, estén donde
estén. Sólo causan problemas…
- Nos estamos portando bastante mejor que tú, así que
tal vez sean vacaciones de causar problemas – respondió Lys
-Sólo intenta divertirte un poco Kyrian…-pidió Conrad
-Está bien
-¡Esa es nuestra pequeña! – exclamó Lysander y ella lo
fulminó con la mirada.
La joven se adelantó murmurando por lo bajo cosas nada
halagüeñas sobre sus hermanos. Los mellizos la siguieron a corta distancia pero antes intercambiaron
una mirada que lo decía todo. Cuidarían a Kyrian quisiera ella o no.
Kouros estaba
levantado cuando sus hermanos mayores llegaron al ala del Palacio Real que les
habían asignado, vio entrar ofuscada a
Kyrian , tanto que la joven ni siquiera se percató de su
presencia. Los mellizos iban detrás de ella con actitud sospechosa
-¿Qué le sucede? - preguntó el niño a sus hermanos
mayores
-Eso vamos a averiguar, no te preocupes – respondió Lys, revolviendo el oscuro cabello
de su hermanito. El niño sacudió la cabeza imaginando que si los mellizos
interferían habría mucho de que preocuparse.
-Detente allí jovencita – dijo una fuerte voz y al
volverse Kyrian se encontró con los ojos azules de su madre- Tenemos que hablar
Kyrian Likaios
-Mamá…
-¿Cómo puedes irte de esa manera sin decir nada? ¿No
sabes que somos invitados en este lugar ?
-¡Yo no quiero estar aquí, ni siquiera pedí venir!,
déjame volver a casa , por favor
-No. Para tu padre es muy importante que estemos todos,
y eso haremos por el tiempo que sea necesario.
-¿Por qué?
-Él tiene sus razones Kyrian. Quiero que cumplas con lo que te pido y sin ningún
otro escándalo. Habrá fiestas y reuniones en Palacio y espero que asistas y
seas agradable
-No me pidas eso madre.
-Has sido siempre muy juiciosa y espero que esta vez no
sea la excepción. Lo que sea que te está perturbando deberás resolverlo
-Haré lo que pides , no voy a decepcionarte – dijo la
chica seriamente y se retiró
-Nunca lo haces mi niña- dijo Kalymera con un
suspiro cuando su hija ya no pudo oírla.
-¿Ya lo arreglaste todo? – preguntó Dionis cuando Kaly
se reunió con él.
-En realidad creo que lo empeoré
-No creo que lo hayas hecho peor que yo, cuando se
trata de Kyrian siento que no puede perdonarme ser quien es. La” herencia”
Likaios no le hace mucha gracia
-Bien, tampoco creo que yo le haga mucha gracia ahora –
dijo Kaly -, pero no puedo dejar que se dé por vencida sin luchar Dio. Y
dejarla volver a casa sería permitirle huir
-¡Dios nos salve de que un Blackdalion salga huyendo! –
se burló el
-¿De qué lado estás tú? – protestó ella golpeándole un
hombro suavemente
-Del de los padres, no me queda otra- comentó
abrazándola
-No me gusta que esté enojada conmigo…- dijo Kaly
acurrucándose contra él
- Se le pasará. Para compensarte te prometo que me
encargaré del próximo desastre de los mellizos.
-No es un trato justo. Esto es ahora y quién sabe si
los chicos van a meterse en problemas
-¿Lo dudas? – dijo él mirándola divertido – Está bien ,
me haré cargo de los próximos desastres,
en plural, ¿te parece más justo?. Yo seré el severo y tú podrás estar tranquila
siendo la comprensiva, incluso te permitiré que intervengas a su favor.
-Trato hecho
-Tramposa
- Es difícil ser madre, le debo unas cuantas disculpas
a la mía.
-Ya lo creo, eras un gran dolor de cabeza.
-¡Dionis!
-Mi peligrosa Kalymera , te amé, te amo y te amaré
siempre –dijo callándola con un beso
Al día siguiente,
los sentimientos de Kyrian hacia su madre distaban de ser amorosos mientras
escogía el vestuario para el baile .Descartó las sedas y los terciopelos
inclinándose por un vestido sencillo de gasa sin bordados, era de un tenue
color violeta. Era una prenda delicada pero discreta, no llamaría la atención
con él y era justamente lo que Kyrian deseaba. Seguramente sus hermanos menores
estarían muy alegres con los preparativos para la fiesta y también los mayores, los mellizos no
perdían ocasión de llamar la atención, sobretodo de las jóvenes que los seguían
deslumbradas. En cambio, ella sólo deseaba desaparecer, pero había prometido a
su madre que asistiría al Baile y cumpliría su palabra .
Llegó al lujoso salón del baile acompañada por toda su
familia, incluso Kouros e Iolhen habían asistido, el lugar estaba repleto y
Kyrian añoró con desazón la pequeña cabaña en la que había estado la noche anterior.
Deseaba aquella sensación de tranquilidad y seguridad,
además de la presencia confortante del
joven desconocido. El bullicio la sacó de su ensoñación y sacudió la cabeza
para ahuyentar sus pensamientos , ella no era así, no se dejaba llevar por la
imaginación.
Sus padres se dirigieron a saludar a sus conocidos llevándose a los pequeños , los mellizos se
esfumaron dispuestos a divertirse y Kyrian respiró aliviada ya que podría
encontrar un lugar alejado donde pasar la velada y “sobrevivir a la tortura”.
Lombard había
escuchado muchas historias de los Blackdalion y de los Likaios, además los conocía y también conocía a las
mujeres de la familia ya que varias
veces habían visitado la Corte
, sin embargo nunca había escuchado nada de aquella joven. Y luego de
observarla atentamente supo por qué.
No era que le faltara belleza, aunque no se parecía a
las llamativas gemelas Blackdalion, ni poseía la dulce hermosura de Kristana ,
tenía una belleza natural propia que era
innegable.
Su apariencia se oponía a las bellezas exóticas y
artificiales que circulaban por el palacio aquellos días. Tenía rasgos
delicados y armónicos, un cuerpo menudo
aunque muy femenino que obviamente había heredado de su madre, Kalymera y unos ojos increíbles,
pero aún así pasaba desapercibida. El joven supo que ella hacía todo lo posible por no llamar la
atención, allí estaba, oculta en un rincón vestida sencillamente y con una
expresión que dejaba en claro que quería permanecer sola y tranquila. Una peligrosa
expresión, sin embargo Lombard ignoró la
advertencia y sintió deseos de acercarse a ella para rescatarla como un galante príncipe.
La joven no parecía correr ningún tipo de peligro, pero
después de todo él era un príncipe y después de todo sabía que ella necesitaba
ser rescatada aunque no lo supiera
Lombard se acercó a ella con su gracia habitual y al
llegar a su lado le habló suavemente para no asustarla
-Buenas noches– dijo una voz masculina, una voz que
ella conocía y al levantar la vista se encontró con la mirada violeta del joven
que había conocido la noche pasada. Por un momento se sobresaltó y luego
recordó que él no podía relacionarla con el lobo negro. Recobró su calma
habitual y le respondió con la mayor frialdad posible haciendo caso omiso a los apresurados latidos
de su corazón.
-Buenas noches –
respondió ella – ¿necesita algo?
-En realidad, si no le importa me gustaría sentarme a
su lado .Este lugar está apartado y ya me cansé un poco de la fiesta – dijo él
con una sonrisa amable
- El lugar es todo suyo, prefiero estar sola – dijo
ella y se levantó para irse .Sabía que era un joven agradable, de hecho lo
había descubierto la noche anterior pero también sabía que eso cambiaría cuando
él supiera quién, mejor dicho qué era ella .Seguramente la amabilidad y dulzura
de él se esfumarían instantáneamente al saber el poder que tenía y la miraría como a un bicho raro. Por su bien,
Kyrian prefería evitar ese momento, así que sin más se marchó aún a riesgo de parecer una maleducada.
Incrédulo Lombard la vio alejarse.
Seguramente lo que acababa de hacer sería calificado
como mala educación por su madre, pero ya no le importaba. Ella no podía
permanecer cerca de ese joven , era un
riesgo y ni siquiera quería averiguar la razón.
En su precipitación por alejarse se chocó con su
hermano Conrad
-¿De qué hablabas con el príncipe? - le preguntó él
-¿Qué príncipe?
-Él, Lombard, el más pequeño de los hijos del Rey – dijo señalando al muchacho de los ojos violetas –No estuvo en el baile
anterior , por eso no lo conociste.
-¿Un príncipe? ¡Cielos! – gimió ella y se alejó deprisa.
-¡¿Kyrian?! – la llamó su hermano mientras ella se
escabullía al exterior.
La joven sentía que el aire le faltaba, ¿por qué estaba tan alterada?. Los últimos días habían
sido muy complicados para ella, estaba confundida y no sabía lidiar con eso.
Siempre había sido muy segura y sensata, “Kyrian nació
adulta” solía decir su madre aunque su
voz tenía un deje de tristeza al hacerlo.
Ella siempre sabía que consejos dar, como resolver los
problemas o aplacar las locuras de sus
hermanos. Y ahora se sentía perdida, era la Magia , esa que negaba pero la acosaba.¿Durante
cuánto tiempo podría fingir ser lo que no era, u ocultar quien era en verdad?.
Y además “el príncipe “ ,Lombard, la había confundido
aún más porque le generaba un irresistible deseo de acercarse y conocerlo y al
mismo tiempo la urgente necesidad de protegerse alejándose de él.
Agobiada por la agitación que sentía en su interior se
sentó en un banco escondido en el jardín. Se quedaría un rato allí hasta que se
encontrara en condiciones de regresar, o
hasta que pudiera escabullirse a su habitación.
-¿Quieres hablar? – dijo de pronto Lysander sentándose
junto a ella
-¿Lys?
-Saliste demasiado deprisa de allí…así que decidimos
buscarte
-¿Conrad también?
-Ajá
-No era necesario, estoy bien
-No lo pareces…
-De verdad
-¿Qué te sucede Kiky?
-No me llames así…
-No siempre tienes que ser fuerte ,háblame Kyrian, soy
tu hermano, sé que te está pasando algo. Es bueno que puedas compartir lo que
sientes
-Sólo quería descansar un poco..
-Kyrian..
-No lo sé Lysander – confesó ella de golpe- no sé lo
que me sucede, estoy confundida …
-Bueno sabía que llegaría este momento. Siempre has
sido tan insoportablemente madura, que algún día tenías que atravesar esta
etapa de confusión. Parece que tú nunca necesitas a nadie, sabes resolver los
problemas y defenderte, eres independiente y la mayoría de las veces te dejamos
actuar como si fueras la mayor, pero no lo eres ,estás creciendo y muchas cosas
cambian …Necesitas ayuda Kiky y nosotros estamos aquí, no lo olvides. Déjate
cuidar Kyrian
-Ay Lys – dijo ella mientras los ojos se le llenaban de
lágrimas y su hermano la abrazaba
-Tranquila pequeña, puedes contar con nosotros, para
llorar, escucharte , o si lo decides algún día ayudarte con la magia – dijo él
suavemente y la sintió estremecerse
-Hermano…
-Nos quedaremos un rato
aquí y luego volvemos al baile –susurró él con ternura.
-Pero no quiero volver …
-Vamos Kyrian, tú eres valiente y además mis admiradoras deben estar extrañándome –
dijo con una sonrisa encantadora pero con la preocupación plasmada en sus intensos ojos azules.
Kyrian era valiente ,así que un rato más tarde regresó al baile junto a Lysander y
por primera vez en mucho tiempo se dejó
proteger por sus hermanos mayores y se sitió reconfortada por la presencia de
ellos.
Conrad y Lysander se turnaron para bailar con ella, la
alejaron de cualquier chismosa que se le acercara y de cualquier pretendiente
inoportuno ,incluso permanecieron a su lado como peligrosa escolta , cuando los Likaios a pleno fueron a saludar a los
miembros de la familia real.
Y sólo escudada por aquellos dos fuertes hombres Kyrian
se animó a ser presentada formalmente al
príncipe Lombard, sólo así tuvo valor para mirar aquellos fascinantes ojos
violetas.
Afortunadamente para la
joven la noche transcurrió rápidamente y los compromisos sociales mantuvieron
al príncipe ocupado, lo que evitó cualquier encuentro casual entre ellos.
Kalymera fue a comprobar que sus hijos pequeños
estuvieran durmiendo bien cuando vio a Kyrian escabullirse.
Estuvo a punto de detenerla, era muy tarde y podía meterse en problemas, sin embargo
también recordó que era su hija y como tal se parecían demasiado.
Kyrian estaba sintiéndose enjaulada en la Corte y si un paseo nocturno
le ayudaba a despejarse, ella no se lo impediría. No por el momento, al menos.
Después de darle un beso de buenas noches a Iolhen y Kouros , volvió a su dormitorio. Dionis
dormía tranquilamente sin saber de la escapada de su hija, Kaly sonrió al
imaginar como reaccionarían él y los mellizos si lo supieran.
Salió nuevamente
con mucho sigilo y se sentó en el alfeizar de la ventana del
corredor a esperar que su hija
regresara.
La joven no
había decidido a donde quería ir, sin embargo, sin pensarlo, se dirigió a la
cabaña junto al lago. Y lo hizo de la misma manera inconsciente en que se trasformó
en lobo para llegar allí
Apoyado contra un árbol estaba Lombard tocando una
suave melodía en la flauta. Kyrian lo identificó apenas vislumbró su silueta.
Al verla él detuvo la interpretación .
-¡Viniste! – exclamó Lombard observando al esbelto
animal que se acercaba con sigilo – por un momento temí que tendría que estar
solo esta noche . Me alegra que estés aquí – agregó con una sonrisa.
Kyrian se le acercó cautelosa. Por lo visto el joven
príncipe también tenía predisposición a dar paseos nocturnos.
-Ven ,acércate.- la invitó él y ella se echó a su lado - Estaba en un baile,
¿sabes?...pero me alegra que haya terminado. Me temo que no estoy hecho para la
vida en la Corte,
prefiero estar tranquilo aquí, así que a pesar del cansancio decidí venir un
rato. Aunque no me arrepiento del todo
de haber asistido, había una chica muy bonita allí, es alguien muy especial -
comentó él y la loba alzó la cabeza para mirarlo atentamente – me hubiera
gustado que la conocieras, entonces sabrías de que hablo. Hubiese querido poder pasar un tiempo con ella y conocerla
mejor , aunque me temo que a ella no le agrada la idea. Parece que no le caí
muy bien –comentó él y ella tocó su mano con su hocico para alentarlo- Kyrian –
musitó él y ella se estremeció- ese es
su nombre, Kyrian Likaios .
No me resulta fácil acercarme a la gente -continuo él y ella inclinó la cabeza para mirarlo intensamente
- tal vez porque hay mucha hipocresía a
mi alrededor o porque soy un poco desconfiado. Quienes se acercan a mi no siempre
tienen buenas intenciones , así que soy un poco solitario
¿Sabes qué es lo
peor de todo pequeña?, querer que te quieran por quien eres en verdad y temer
que nunca suceda. Soy príncipe, el menor de todos así que no heredaré la corona ni nada por el estilo,
pero aún así tengo poder, una herencia que no puedo negar. Me respetan y me
temen por un título que ni siquiera
pedí, cuando alguien se acerca a mi, no sé cuáles son sus verdaderos motivos...
¿Puedes entenderlo? – dijo él acariciándole la cabeza al lobo – Supongo que sí,
después de todo los lobos no tienen muy buena fama, aunque no creo que tú seas
peligrosa pequeña, al menos yo no te temo- dijo sonriéndole y la joven deseó
que fuera cierto. Deseó que aquella afirmación fuese dirigida a ella y no al
animal que fingía ser
Se quedó un rato con él y cuando sintió que se relajaba
demasiado casi durmiéndose, se retiró y como lo había hecho anteriormente
Lombard la dejó partir con todo la
naturalidad del mundo. No lo sorprendía que el lobo apareciera de la nada y
tampoco cuestionaba su partida como si entendiera que aquel comportamiento
estaba arraigado en su propia naturaleza
-Ve con los tuyos pequeña – dijo acariciándole la cabeza y luego él mismo se
marchó hacia la cabaña
Era casi el amanecer cuando Dionis cargó a su esposa
hasta su dormitorio, ella se había quedado dormida en el alfeizar e inconscientemente alertado
por su ausencia Dio había salido a buscarla. La depositó cuidadosamente en la
cama y luego realizó otra ronda.
Primero fue a ver a sus hijos mayores ,los mellizos
dormían totalmente insensibles al mundo,
ese era el único momento en que se podía estar tranquilo de que esos dos no se
meterían en problemas. Luego visitó a los más pequeños, Iolhen sonreía entre
sueños y Kouros dormía placidamente, finalmente fue a ver a Kyrian, dormía vestida y él suponía que se
debía a que su escapada nocturna la
había dejado exhausta. La arropó y la besó en la frente deseando que tuviera
dulces sueños y que encontrara lo que estaba buscando
Después volvió a
su cuarto y se acostó atrayendo suavemente a Kalymera contra él. A pesar de
estar dormida profundamente, instintivamente se apretó a su cálido cuerpo y
Dionis se relajó al tenerla en sus brazos, con suerte podrían dormir un par de
horas más, ser padres era muy complicado.
Siete días más , ese era el tiempo que había dicho su
padre que deberían permanecer en Palacio.
Kyrian gimió por lo bajo mientras paseaba por los
hermosos jardines reales y su gemido se profundizó cuando al levantar la vista
vio que a escasa distancia se encontraba su hermano Lysander cortejando a una
joven rubia.
El muchacho estaba
creando flores y pájaros multicolores usando su magia mientras su
admiradora lo contemplaba extasiada.
Aquel era el truco de conquista más usado por los
mellizos y Kyrian se sintió muy incómoda por presenciar aquella escena.
-¿También usted puede hacer eso? – preguntó una voz a sus
espaldas y al volverse descubrió a Lombard observando .Ella no pudo descifrar su mirada, ni lo que
escondía el tono de voz.¿Era censura, temor hacia la magia o qué?.¿Cuál era la
verdadera pregunta del príncipe , si ella también era una bruja?.Los ojos violetas
eran insondables y Kyrian optó por la salida más fácil.
-No , no puedo hacerlo…
-Ya veo …- dijo
él quedamente y tampoco pudo
saber a que se refería él con esas palabras.
-Son hermosas – comentó ella refiriéndose a las rosas
que los rodeaban.
-Sí , mi madre se dedica personalmente a cultivarlas –
contestó él y se acercó a cortar una
-Va a pincharse – le
advirtió ella
-No importa, después de todo es natural que las rosas
tengan espinas. Son tan delicadas que necesitan protegerse para que no las lastimen…-dijo
suavemente y esta vez la joven tuvo la sensación de que su comentario no se
refería puramente a las flores.
Luego de cortar la flor , él sacó una daga y le quitó
las espinas al tallo.
-Tal vez sea verdad lo que dice, pero las espinas
molestan y siempre hay que quitarlas, dejando a la flor indefensa ¿ verdad? -
preguntó ella
-A mí las espinas no me molestan pero esta vez no quiero que la lastimen a usted –
dijo él y se le acercó para ponerle la flor en el cabello mientras ella lo
miraba sorprendida.
-Con permiso , debo retirarme .Ha
sido un placer volver a verla señorita Likaios – dijo él haciendo una ligera
reverencia y esta vez la sonrisa que le dirigió no ocultaba nada más que auténtica
satisfacción.
Al día siguiente ,Kyrian andaba buscando a sus hermanos
menores , cuando vio a Iolhen en una de las galerías principales . La niña
estaba tranquila, ajena a las miradas censuradoras de la gente que paseaba , mientras se divertía
creando mariposas de luz que volaban
alrededor de ella.
-Iolhen, deja de hacer eso – dijo Kyrian enojada y se
movió deprisa hacia su hermana- No puedes andar por allí haciendo magia, no
está bien.¡Estás dando un espectáculo ! – le gritó enojada a la niña mientras la tomaba con fuerza de un brazo y
entonces percibió la mirada azorada de su hermanita. Iolhen utilizaba su don
con naturalidad y además no estaba acostumbrada a que Kyrian se comportara con
tanta brusquedad, de hecho Iolhen estaba muy mimada por ser la menor.
La niña miró a su hermana mayor con tristeza y entonces la joven se arrepintió
-Lo siento Io, no quise asustarte – se disculpó y en
ese instante llegaron Conrad y Kouros
que obviamente habían contemplado la escena. Los dos la miraban acusándola y
cuando Conrad habló su tono de voz fue semejante al de Dionis .
-Kouros , llévate a Iolhen de aquí
-Vamos Io, eran mariposas muy bonitas , cada vez te
salen mejor – dijo el niño tomando a su hermana de la mano al tiempo que su comentario le devolvía la
sonrisa.
Cuando los niños se alejaron , los fríos ojos de su
hermano se clavaron en ella y por primera vez Kyrian vio a Conrad como lo veían a veces los demás.
Asustaba.
-Conrad…- intentó excusarse la joven
-Con ella no Kyrian. Es feliz siendo quien es y utilizando
su don, no voy a dejar que le quites eso..
-Yo no quise , no sé lo que me sucedió Conrad, pero
estaba toda esa gente contemplándola como algo raro y me alteré
-¿No se te ocurrió descargarte con ellos en lugar de
con nuestra hermana? Ellos eran los equivocados-comentó suavizando su mirada y
su tono de voz. Kyrian sintió que ya no la estaba acusando sino que la
compadecía.
-Conrad, no lo entiendes. Tú y Lys siempre andan
exhibiendo su poder …no les importa que
los rechacen por eso
-Kyrian , entiendo más de lo que tú crees – dijo él y
por un segundo la joven creyó percibir dolor en los ojos transparentes de su
hermano- pero nada puede cambiar lo que eres. Puedes fingir si te hace sentir
mejor o para que otros te acepten pero eso no cambia tu identidad, no puedes
negar una parte de ti por miedo o por complacer…
-Pero…
-No importa cuan doloroso sea perder a todos aquellos que no entienden, más doloroso es
perderte a ti misma hermanita .Piénsalo - sentencio él y luego de darle un
cariñoso beso en la frente se alejó.
Le había gritado
a su hermana pequeña, algo estaba muy mal con ella y no era sólo el hecho de que le importara lo que los demás podían
pensar sino los sentimientos que estaban bullendo en su interior.
Ver a Iolhen usar su don tan públicamente había
despertado ansias contradictorias en su
interior , por un lado la necesidad de
proteger a su hermana de los demás y por otro el deseo de entregarse al
poder y usarlo como lo hacía Io.
Por un segundo había deseado intensamente descubrir qué
se sentía dejar fluir la magia, qué se sentía crear mariposas de luz y todo lo
que su imaginación le permitiera.
Sentía dolor, un dolor inexplicable, se alejó deprisa
del lugar donde había reñido a su hermanita y empezó a correr , corrió hasta
alejarse de la gente y el palacio . Corrió
y cuando se alejó lo suficiente se convirtió en lobo una vez más. Y
cuando utilizó el don para transformarse lo sintió más fuerte que nunca, casi
como si la arrastrara a un lugar desconocido.
Atravesó un pequeño bosquecillo hasta llegar a un claro, tras descansar un
rato allí se volvió alertada por el sonido de pasos y se encontró con Lombard.
-Volvemos a encontrarnos pequeña amiga – comentó él
pero no parecía tan tranquilo como siempre, de hecho daba la impresión de estar
agitado como si hubiera corrido. Incluso tenía el cabello claro desordenado y
los ojos brillantes.
Kyrian se acercó a él, necesitaba consuelo y en aquella
forma se sentía a salvo. Era raro que siempre estuviera huyendo del príncipe o corriendo a su encuentro.
-Algo ha de haberte sucedido para que salieras de día, tranquila , todo
está bien – dijo arrodillándose junto a ella.- Es una pena que no puedas hablar
para contarme que te sucede pequeña loba, pero no importa yo estoy aquí. A
veces las personas tampoco dicen lo que les sucede y uno debe adivinar lo que
se esconde en sus silencios …y tú estás triste .Vamos, ven conmigo, iremos junto al lago, sé que te
gusta ese lugar tanto como a mi .Podrás descansar allí y olvidarte de lo que te
dañó.
Y Kyrian caminó a su lado, dejándose llevar por la paz
que él le transmitía.
Cuando llegaron a la cabaña, Lombard abrió la puerta
para invitarla a entrar
-¿Quieres algo de comer? – preguntó él y Kyrian
reprimió su impulso de quejarse. Una cosa era tomar la forma de un lobo y otra
alimentarse como tal. No tenía el más mínimo interés de probar la carne cruda o
lo que fuera que Lombard tenía en mente.
- Aunque me temo que no tengo nada apropiado, sólo unas
galletas que me robé de la cocina, ¿te gustaría alguna? – continuó él y esta
vez ella reprimió una sonrisa ante la idea del correcto príncipe robando
galletas recién horneadas de la cocina del palacio . Mordió la manga de la
camisa del hombre y le dio un tirón para señalarle donde quería ir. Lo guió
junto al lago, bajo los árboles azules. Allí ella se recostó y él se sentó a su
lado.
Iolhen ,la menor de los niños Likaios, vagaba junto a su hermano Kouros por las
cercanías del palacio.
Después de lo sucedido con su hermana mayor , Kouros se
había hecho cargo de la niña y había organizado un montón de actividades para
distraerla y hacerla sentir cómoda. Por suerte la pequeña ya había olvidado el
incidente y además era muy perceptiva , por lo que había entendido que el enojo
de Kyrian no estaba dirigido realmente a ella.
Aún así para Iolhen era un placer sentirse mimada por Kouros. Era
un niño serio y responsable, totalmente diferente a los mellizos y a todos los demás. Había una precoz madurez en él que la hacía sentirse segura.
Además , por ser
los menores , con él compartía el aprendizaje
para utilizar su poder y en ambos
utilizar la magia era algo natural. No la ejercían con el despliegue apabullante de Lysander y Conrad
ni sentían el rechazo de Kyrian. El don
era parte de ellos, tan simple como eso.
-¿El lago está por aquí, verdad? – preguntó la niña a
su hermano
-Sí, está cerca – respondió él adelantándose y luego su mirada oscura se concentró en un joven que estaba apoyado contra un árbol y en
la loba dormida que yacía junto a él, mientras el hombre le acariciaba con ternura la cabeza.
El príncipe levantó su vista al sentir voces y su mirada se cruzó con los profundos ojos oscuros de un niño que lo
evaluaban a la distancia.
Era una mirada extraña para un niño, demasiado intensa
como si pudiera observar más allá de la superficie.
Lombard le devolvió la inquisitiva mirada y creyó
distinguir un amago de sonrisa en el pequeño rostro e incluso un matiz de
aprobación en sus ojos infantiles.
Detrás venía una niña corriendo pero no pudo verla
claramente porque Kouros se retiró y se llevó a su hermanita consigo
-¿No vamos a ir allí? – preguntó la niña cuando Kouros
le tomó la mano para alejarla
-No Io, iremos otro día, se me ocurrió algo más
divertido – contestó y la pequeña lo siguió confiada. Su hermano era alguien
muy especial y uno podía dejarse guiar por él sin miedo alguno.
Lombard observó
atentamente la marcha de los pequeños visitantes y luego miró a la loba que
seguía durmiendo placidamente.
-Descansa pequeña – susurró al tiempo que volvía a acariciarla- nadie va a lastimarte
mientras yo esté aquí
Después, él mismo se recostó contra el árbol y se quedó dormido.
Cuando se despertó la loba ya no estaba.
-¿Dónde está Kyrian? .Sé que Conrad salió a cabalgar,
Kouros fue al lago con Io y Lys está tras alguna chica…pero no sé dónde fue
Kiky– dijo Dionis a su esposa
-No lo sé, por ahí…
-¿Dónde va en sus escapadas Kalymera?- preguntó él y su
esposa lo miró sorprendida
-¿Estabas enterado?
-Por supuesto. Tratan de asesinarme desde que soy un
niño, lo que ha acerado mis instintos,
además me casé contigo que te metes en
problemas cada vez que me doy la vuelta y
luego llegaron los mellizos. Estoy acostumbrado a ser observador y no
perder detalles…
-Entonces deberías saber donde va ella – respondió Kaly
provocadora
-Kalymera, no me obligues a averiguarlo utilizando mis
recursos…
-No Dio, dale tiempo. Necesita esto.
- ¿Necesita qué?- dijo él con enojo. Sabía por el
pasado cautiverio de su hermana Bladian, que la libertad era el bien más
preciado de un ser humano, pero eso no le impedía desear encerrar a su hija
donde pudiera mantenerla a salvo .
-Tiempo para descubrirse a sí misma.
-Kaly, hay mucho peligro allí afuera. Y el poder que
tenemos es lo más peligroso de todo, tú sabes lo que puede hacer – dijo él y
sus ojos claros tenían la frialdad de antaño
-Lo sé – respondió ella recordando el pasado, a Deveró
y al propio Dionis – pero también sé que la magia no es peligrosa si hay un
buen corazón que la guíe – añadió apoyando su cabeza contra el pecho de su
esposo y depositando un beso donde resonaban sus latidos- y tú lo tienes y
también tu hija.
-No sé que haré si algo le pasa
-Ella va a estar bien Dio
-Kaly – musitó envolviéndola en un abrazo.
-Amor , qué te parece si buscamos a Iolhen y Kouros, al
menos nos mantendrá entretenidos – dijo ella tratando de disipar la tensión
-Esos dos son los más tranquilos del mundo y es una
suerte, porque no sé si cuando sean
mayores tendré fuerzas para lidiar con tantos conflictos.- respondió él
relajándose -¿ De qué te ríes?
-Pienso en mi hermano Connor y en los problemas que le
esperan con sus hijos menores. Esos tres casi están al nivel de los mellizos,
¡pobre Conn!.
-Sí , le esperan años difíciles – dijo él sonriendo-
aunque tu padre le llama Justicia Divina.
Cuando llegó la noche ninguno de los dos interrogó a
sus hijos sobre el incidente entre Kyrian e Iolhen, ni mencionaron las
frecuentes escapadas de la chica.
“Tiempo “había dicho Kalymera y Dionis pensaba
otorgárselo con la esperanza de que su hija pudiera aceptar la herencia que él
le había legado.
Kyrian entró a la Biblioteca, era un lugar tranquilo y solitario
que ya había visitado antes. Últimamente se había hecho una experta en
escabullirse , y aquella mañana los paseos y la cháchara de salón la habían
hecho huir una vez más.
En aquel lugar podría estar tranquila y le daría la posibilidad de aclarar sus
pensamientos.
Cerró las puertas tras ella y suspiró profundamente como si se hubiera
desecho de un agobiante peso, instantáneamente percibió un movimiento en un
rincón y al fijar la mirada se quedó sin aire,
Lombard estaba allí.
Él se puso de pie y la luz dio de lleno sobre su
cabello dorado y sus expresivos ojos violetas se concentraron en ella
-Señorita Likaios – dijo él a modo de saludo
-Su alteza – respondió ella tratando de calmar la agitación en su
interior. Su hermano le había dicho que no podía mentirse a sí misma y Kyrian
estaba empezando a comprender las implicaciones de aquello. De día siempre
evitaba al joven príncipe y cuando se lo encontraba actuaba con una fría cortesía que rayaba en
la mala educación, pero durante las
noches se transformaba e iba a su
encuentro en forma de loba. Entonces lo
escuchaba mientras él le contaba cosas o tocaba música o sólo compartían el
silencio. Por el momento había logrado separar las dos vivencias pero ahora sus
murallas comenzaban a derrumbarse y le costaba mantener su frialdad con él ,
sobretodo cuando se lo encontraba tan inesperadamente. Por lo visto tenían la
tendencia de refugiarse en los mismos lugares.
-Tengo nombre – dijo él refiriéndose a la formalidad de ella al saludarlo
-Pero también tiene un título y es más importante
-¿Lo cree así?- preguntó Lombard y ella se sintió bastante tonta ya
que no pensaba eso pero incluso algo tan simple como pronunciar el nombre de él
le resultaba peligroso
-Sí- contestó tratando de sonar convencida
-Entonces Milady, usted debería usar sus títulos
-Yo no tengo títulos, mis abuelos y algunos de mis tíos
, pero mi padre…- dijo ella sin terminar su respuesta. Dionis Likaios era el
“Mago” más poderoso pero no era un
noble…
-En realidad estaba hablando de él justamente.
-¿Mi padre?
-Sí, años atrás antes de que nosotros naciéramos, su
padre le prestó un gran servicio a mi abuelo , el rey por aquel entonces y al
Reino, por ello se le concedió títulos y
tierras.
-¿Mi padre tiene título? – preguntó ella incrédula lo
que hizo sonreír a Lombard.
-Títulos en realidad, en plural. Prestó un gran
servicio.
-¡Oh cielos! – exclamó ella y sin meditar sus acciones
se sentó cerca de Lombard.
-¿No lo sabía?
-No- dijo ella y un brillo de diversión resplandeció en
sus ojos claros. Su querido padre había ocultado aquello. Era tan típico de él,
Dionis jamás se había sentido muy cómodo en el mundo de los Blackdalion y sólo
su amor por Kalymera lo había convencido. Aún así, la esencia salvaje de él se
rebelaba contra la idea de ser un noble. Kyrian pensó que su padre se
atragantaría si alguien se dirigiera a él usando algún título. Para un hombre
que poseía el verdadero poder todo aquello resultaba ridículo
-¿Entonces de verdad los títulos son tan importantes o
podrá llamarme por mi nombre? – insistió el príncipe adivinando el rumbo de los
pensamientos de la joven
-No sería adecuado.
-Entonces me veré obligado a averiguar sus títulos
correctamente para dirigirme a usted en forma apropiada, porque los títulos de
su padre incluyen a todos sus hijos…
Estaba bromeando
con ella pero Kyrian lo miró furiosa por el desafío que le lanzaba.
-Si alguno de sus hermanos me mirara así tendría que
asustarme – dijo él relajado.
-Pero no me teme a mi – dijo recordando que le había
dicho que ella no poseía magia.
-No –dijo él con un brillo extraño en los ojos-
Entonces Milady…
-Está bien , Lombard – se rindió ella y él le sonrió
-Gracias, Kyrian. ¿Puedo llamarte así , verdad? – dijo
él inclinando sus cabeza hacia ella lo que hacía más intima la situación
-Cualquier cosa que no sea “Milady”- aceptó renuente y
él largó la carcajada.
-¿Tenemos un trato ?
-Sí.
-Bien, entonces ahora puedo mostrarte la Biblioteca, es uno de
mis lugares favoritos…-
Kyrian ya había
estado allí antes , pero era muy diferente recorrer la enorme estancia guiada
por Lombard. Él le daba información sobre los libros que había allí, las obras
de arte o incluso admiraban las
delicadas molduras que adornaban el techo o los murales que daban vida y color
a las paredes.
Pero lo mejor de todo era poder mantener por primera
vez una charla normal con él, era el mismo tipo de clima que cuando ella estaba
transformada sólo que esta vez podía contestarle . Ser ella misma era magnifico
y por un rato Kyrian apartó sus temores y se dejó llevar.
Por un rato olvidó cuan doloroso sería el rechazo si él
averiguara la verdad
-Ya se ha hecho tarde y creo que mi madre había organizado un gran almuerzo para hoy –
dijo él y la chica puso los ojos en blanco.
-Yo no..
-Vamos Kyrian no será tan malo. Tu familia ha de estar
esperando que asistas.
-Sí, mi madre me lo dejó muy en claro .- respondió ella
de mala gana
- Yo te acompañaré
-Lombard, no creo que sea buena idea.
-Vamos, entre los dos nos daremos apoyo para
sobrellevarlo y además tendrás que rescatarme cuando mis deberes de príncipe me
sofoquen
-¿Y tú vas a rescatarme a mi ?- preguntó ella sin poder
evitar que la frase saliera de sus labios
-Sí – contestó él con seriedad y le tendió una mano
para guiarla.
El almuerzo no fue tan malo , después de todo. Kyrian
se relajó y sus modales fueron tan perfectos como siempre. Se comportó cortés y
educada como lo era habitualmente y se ganó una sonrisa complacida de su madre,
además de varios guiños cómplices de Lombard .
Aquel gesto no le pasó desapercibido a los tres hombres
de la familia que observaban cada movimiento atentamente.
Dionis mantuvo en secreto cualquier opinión que pudiera
tener , pero los mellizos se reunieron a la noche para comentar lo sucedido.
-¿Crees que sepa
manejar una espada? – preguntó Lysander a su hermano
-Supongo que sí, todos los príncipes saben, han sido
entrenados para ello
-Pero éste no tiene fama de guerrero..
-¿Has hablado con la gente?
-Sí Conrad, lo hice
-¿Qué averiguaste? ¿ qué dicen de él?
-Que es sabio, gentil , bueno….
- Uhmm
-No tiene magia , ni es guerrero.
-No creo que eso sea tan malo.
-Pero, ¿cómo va a protegerla?
-Dijiste que era un buen hombre, eso tendrá que bastar,
después de todo Kyrian ya cuenta con espadas y magia para protegerla – contestó Conrad con una sonrisa lobuna
-Sí eso es verdad – confirmó Lysander cruzando los
brazos tras su cabeza
Kyrian sabía que estaba dejando a Lombard acercarse
demasiado, así que durante el día siguiente lo evitó con éxito . Tampoco se
trasformó, convencida de que si utilizaba su don para hacerlo sólo aumentaría
la confusión que sentía, estaba cediendo a la magia que latía en ella y quería
recuperar el control.
Incluso para obnubilar su mente compartió la jornada
con los jóvenes que habían asistido a la Corte. Rió de sus bromas y participó de sus
charlas, pero todo el tiempo sentía un vacío que la ahogaba. Y para colmo percibía
la mirada de sus hermanos siguiéndola donde fuese. Lysander y Conrad se
turnaban para seguirla y cuando ella volteaba los veía contemplándola a distancia con miradas duras.
Ya no eran los muchachos revoltosos y despreocupados que ella regañaba, se
comportaban como verdaderos hermanos mayores.
“Vamos a cuidar de ti , quieras o
no” parecía ser el mensaje.
Extrañamente su padre no se había unido a aquella
campaña y Kyrian tenía el presentimiento de que estaba muy ocupado con aquellos
“asuntos” que su madre había mencionado vagamente una vez. A pesar de los días
transcurridos, Kyrian todavía no sabía a ciencia cierta que los había llevado a
la Corte, su
padre no era muy adepto a aquellas visitas y cuando iban sus estadías eran muy breves, jamás habían
pasado tanto tiempo en palacio.
Tenía la sensación de que algo sucedía y aunado a
su propia incertidumbre, era demasiado
para ella.
Extrañaba horriblemente a su amiga Alina, la joven
pelirroja siempre le ayudaba a poner las cosas en perspectiva. Aunque también
hubiese servido la presencia de alguna de sus primas, Kristana la podría haber
ayudado a vislumbrar qué pasos debía seguir, las gemelas hubieran aligerado su
humor, Nía , bueno con Elanía podría haber encontrado algunas respuestas sobre
el don.
Pero ellas no estaban allí, y lo mismo que la había hecho negar su poder
durante años le impedía acudir a su familia. Sabía que si acudía a ellos todas
las murallas se derrumbarían y ya no tendría ningún lugar donde refugiarse.
Y seguía necesitando un refugio porque aún era
conciente de la censura en la mirada de algunas personas, en el desprecio que
se filtraba en sus comentarios y la forma en que era objeto de las peores
sospechas.
Seguía siendo sensible a aquellas actitudes y la herían
profundamente, aunque la presencia de sus hermanos disminuía cualquier actitud que fuera directamente ofensiva,
no podía eliminar del todo la malicia disimulada.
Y además extrañaba a Lombard terriblemente. Cuando
menos lo esperaba le aparecía la imagen mental de sus fascinantes ojos
violetas, la imagen del encuentro bajo la lluvia se le había grabado a fuego y
no podía desterrarla por mucho que lo intentara.
Lombard parecía haber comprendido le necesidad de poner
distancia entre ellos porque no había intentado acercarse a ella. De hecho
parecía muy ocupado cumpliendo con sus deberes reales, lo que también incluía
ser galante y atento con las muchas chicas que lo seguían. Porque en los
últimos días Kyrian había descubierto que el pequeño príncipe era una presa muy
codiciada entre las jóvenes que circulaban por allí, pero eso no era asunto de
ella.
Ojala él encontrara alguien de su interés, se enamorara,
comprometiera y alejara de ella para siempre y ojala ella desease eso de verdad,
sin embargo algo había cambiado y cada instante Kyrian sentía que era más
complicado seguir mintiéndose a sí misma. La magia y Lombard parecían llamarla
más allá de toda razón y paradójicamente ella sabía que no podía tener a ambos.
Durante todo un día tuvo éxito en alejarse de Lombard
pero el destino no le permitió escaparse más tiempo.
Al día siguiente estaba junto a su madre descansando en
sus aposentos privados, cuando Kouros regresó de su paseo.
-¿Dónde está Iolhen? – preguntó Kalymera a su hijo.
-Afuera , junto a la fuente.
-¿La dejaste sola?
-No – contestó el niño escuetamente y se escabulló
antes de que le hicieran más preguntas.
Madre e hija se miraron y se levantaron a un tiempo
-Vamos a buscarla – dijo Kaly y Kyrian asintió .
Cuando llegaron al pequeño patio interno del palacio,
fueron rodeadas por el aroma de las muchas plantas y flores que decoraban el lugar y por la tintineante
música del agua, pero fue otra cosa lo que dejó a Kyrian desconcertada.
Lombard sentado en el suelo le enseñaba a Iolhen a
tocar la flauta y la melodía resonaba dulcemente .
Cuando las vio se puso de pie y la pequeña salió
corriendo hacia su madre para contarle entusiasmada sobre las lecciones
musicales del joven príncipe.
El joven la siguió y saludó a Kalymera y Kyrian con un leve movimiento de cabeza
-Gracias Lombard – dijo la niña extendiendo el
instrumento hacia él.
-Puede quedárselo señorita Likaios, así podrá practicar
cuanto quiera – dijo él con una sonrisa
que desmentía la formalidad de su actitud- eso si a su madre no le
molesta.
-Claro que no, es un gran obsequio, además nos gusta
mucho la música y el ruido, claro que con cinco hijos uno no puede esperar otra
cosa – respondió Kalymera divertida- Lamento mucho si Iolhen lo ha incomodado.
- Nunca podría incomodarme, ha sido un placer pasar
tiempo con ella .Espero que se repita señorita- dijo él y le depositó un beso
en la mano a la niña al tiempo que hacia una exagerada reverencia que la hizo
reír.
-Gracias por todo – dijo Kalymera y él asintió
-Señora Likaios, Kyrian – dijo él a modo de saludo y se retiró
Las dos mujeres lo saludaron con un breve gesto pero la
joven no pudo lograr que sus latidos disminuyeran, la forma en que él había
pronunciado su nombre la había perturbado .
-Ay mamá, Lombard es muy lindo – dijo Iolhen encantada
con su nuevo amigo.
-Sí lo es – afirmó Kalymera tomando la mano de su
pequeña y percibiendo como su hija mayor se sonrojaba levemente – Muy
interesante – susurró para sí misma.
Kyrian no podía dormir , una y otra vez había
dado vueltas en la cama y no lograba
conciliar el sueño.
Además su hermanita había estado practicando con la
flauta todo el día y eso no la había ayudado en nada, porque aquella
música la hacía pensar en Lombard
irremediablemente.
¿Era tan malo si se rendía a lo que sentía por él?. Sí
lo era porque aunque Lombard llegara a
sentir lo mismo que ella, jamás podrían llegar a nada porque todo en ella era mentira. ¿Cómo decirle lo
que había ocultado tanto tiempo?, ni siquiera se animaba a desear que él
pudiera entenderlo.
Las cosas
hubieran sido diferentes en su casa o en Dalalbión, allí todos esperaban
que ella abrazase el don algún día , pero estaban en la Corte y nunca sería verdaderamente aceptada.
Jamás podría ser la esposa del príncipe, así que
tendría que acostumbrarse a que la mirada violeta de él fuese un sueño
inalcanzable.
Cuando finalmente se durmió era casi la mañana y sus
sueños fueron confusos e inquietos.
Y ante todo soñó
que aceptaba su legado de poder y que la
magia fluía en ella incontrolable y vital, haciéndola entender por fin quién
era Kyrian Likaios.
Se despertó de mala gana sacudida por unos brazos
enérgicos.
-¡Arriba dormilona! – dijo Lys obligándola a abrir los
ojos.
-Lysander
Likaios voy a asesinarte …
-No creo que tengas éxito llevas intentándolo desde que
carbonicé a tu muñeca favorita – comentó él con una sonrisa encantadora.
-Tal vez le pida a alguien que lo haga, quería seguir
durmiendo.
-Lo sé, pero Conrad y yo planeamos cosas divertidas
para hoy y decidimos incluirte en nuestra agenda.
-¡¡Cielos!! – se quejó ella cubriéndose con la almohada.
-Vamos Kiky, o te perderás lo mejor del desayuno porque
Conrad está acabando con todo .
-Por favor…- gimió ella cansada
-Vamos Kyrian , prometo que te mantendremos tan ocupada
que no tendrás tiempo de pensar en nada – dijo él con suavidad y eso la hizo
mirarlo atentamente. Tenía una sonrisa traviesa pero sus ojos azules estaban
serios.
Kyrian se levantó deprisa, su hermano le había hecho
una oferta a la que no se podía negar.
La llevaron a cabalgar por los alrededores de
Palacio, montando los corceles más
briosos que encontraron. Luego nadaron en el lago hasta que se les arrugó la
piel, Kyrian temía que los encontraran pero los mellizos juraron haber tomado
medidas y ella no se atrevió a preguntar.
Se fueron a explorar los lugares cercanos e incluso
robaron fruta de los árboles que adornaban una inmensa casa de algún noble.
Kyrian trató de impedírselos pero terminó uniéndose a ellos y corriendo con
todas sus fuerzas para no ser descubierta.
-¿Cansada? – preguntó Conrad , mientras se tendía en la
hierba con pereza
-Sí – dijo ella sonriendo
-Bueno, entonces espero que estés preparada para la noche…- dijo Lysander
-¿Qué sucederá?
-Es noche de audiencias en la Corte, política ,ya sabes,
la gente va a hablar con el Rey y se discuten asuntos de Estado pero papá quiere que estemos presentes
-Noo- gimió ella
-Bueno no podremos escaparnos esta vez, me temo que nos
tocará ser serios – se resignó Lysander
-¿Por eso esta escapada? – preguntó ella
-Bueno, hay que tratar de equilibrar las cosas.-
contestó su hermano – Y ahora nos toca entrenamiento con la espada
-Yo no…-
-Tu estilo va a oxidarse si no practicas Kiky –
dijo Conrad y ella le lanzó un golpe que
apenas le rozó el hombro.
-¿Eso significa que aceptas? – preguntó su hermano y
ella contestó que sí a regañadientes. Entonces con su gracia habitual Lys se
dirigió a los caballos y desempacó las tres espadas. Ella no sabía que estaban
allí , pero no le extrañaba, todos ellos , incluyéndola eran buenos
espadachines, eran Blackdalions después de todo y además su padre creía que era
necesario saber defenderse de todas las maneras posibles.
-Bueno, veamos si aprendiste por fin a manejar una
espada – la provocó Lysander
-¡Oye Lys, no la provoques recuerda lo que pasó la
última vez!- le sugirió Conrad
-No recuerdo
-¿No hermanito? , te gané – dijo ella y le lanzó un golpe con la afilada hoja
-Suerte, pura suerte – contestó él y durante un rato
los tres se mantuvieron entretenidos
El entrechocar del metal, las bromas familiares distrajeron a Kyrian aligerando su humor.
Esa era ella, una chica
que blandía una espada con una facilidad asombrosa, una mujer que
ocultaba el don que latía en ella, la heredera de un linaje de nobles guerreros
y de poderosos magos, la hermana menor de Conrad y Lysander aunque la mayoría de las veces actuaba como
si fuera la mayor.
¿Tan
difícil era amarla?
Kyrian
no se animó a responder aquella pregunta que no dejaba de resonar en su
interior .
-Es
tarde ya , mejor volvemos . Tendremos que prepararnos para la noche de
Audiencia – comentó Conrad con una mueca burlona.
-Aunque
tal vez debiéramos visitar a alguna de nuestras admiradoras antes – sugirió
Lysander
-Debieran
darse un baño antes – los censuró Kyrian provocándoles una carcajada
-En
ese caso regresemos si no nos va a quedar mucho tiempo para divertirnos –
afirmó Lys
-Sí-
dijo ella – adelántense, yo los alcanzo en un rato.
-¿Segura?
-Sí
-Está
bien, no demores o vendremos por ti- afirmó Conrad
-Eso
no, se los advierto. Además van a estar muy ocupados ,me imagino. – protestó
ella y vio la sonrisa de sus hermanos
-Está
bien Kiky, sólo asegúrate de llegar .Te vemos allá– respondió Lysander
Kyrian caminó
tranquila hasta el lago ,luego de pasar el día con sus hermanos se sentía
relajada y dispuesta a dejarse llevar un poco por la magia , así que se
transformó y empezó a correr.
De pronto sintió voces
y pasos y se escondió entre los matorrales. El tono de voz parecía muy
sospechoso, así que ella agudizó sus sentidos para escuchar la conversación.
Reconoció a uno de los hombres que hablaba, era uno de
los ministros del Rey, el otro era un desconocido y estaban tramando derrocar
al monarca.
Eran unos traidores, incluso mencionaron a su padre y
las complicaciones que tendría el plan con la presencia de Dionis Likaios en la Corte.
Kyrian se sintió furiosa y asqueada por aquella
traición que se estaba gestando. Esperó que los hombres se marcharan a la Audiencia y salió de su
escondite, por suerte la forma de lobo le permitía ser muy sigilosa así
que no la habían descubierto.
Esperó un tiempo prudente para recobrar su forma y
dirigirse al Palacio.
Kyrian no sabía qué hacer, lo lógico era buscar a su
padre y contarle lo que había escuchado. Él sabría que hacer pero ello
implicaba armar un gran revuelo y descubrirse a sí misma. Además Lombard lo
sabría, finalmente descubriría qué era ella: una bruja como decían los demás,
pero aún así no podía dejar que aquellos malditos triunfaran
Incluso ,si pensaban atacar al Rey ,su propia familia
estaba en peligro, pues su padre y hermanos intervendrían.
Si tan sólo Aly estuviera allí podría aconsejarla, su
amiga era la única persona que siempre encontraba una solución a todo.
-¿Kyrian? - preguntó Lombard con quien se había chocado
por ir demasiado abstraída en sus pensamientos. La chica lo miró asombrada y
con un deje de angustia en la mirada.
-Yo...
-¿Qué te sucede? – preguntó preocupado al verla alterada.
-Nada – contestó ella desviando la mirada. Lombard tomó suavemente su cara entre las manos y la
obligó a mirarlo.
-Cuéntame lo que te sucedió, estás mal y debe haber una
causa.- dijo él
-Es que...escuché a alguien conspirando contra tu padre-
confesó
-¿Sabes quién es? –preguntó él repentinamente serio .
-Sí.
-Bueno, entonces vamos a desenmascararlo – resolvió
tomando a la chica de la mano y arrastrándola consigo -.Le diremos a mi padre y
él se encargará.
-No, no puedo –dijo ella deteniéndolo
-¿Pero por qué?.Tú lo escuchaste
-Sí, pero no puedo decirlo, no puedo – protestó
angustiada.
-Kyrian, dime qué sucede. Confía en mí.
-No puedo, no van a creerme, tú no entenderías. – dijo
mirándolo seria. Simplemente no podía hablar porque si lo hacía él dejaría de
mirarla en la forma en que la estaba mirando, con una mezcla de ternura y
preocupación. Al saber, él la miraría diferente,
despreciando lo que ella era y en ese
instante se le rompería el corazón.
-Entonces ayúdame a entender – insistió él -¿por qué no puedes hablar de lo que
escuchaste?
-Porque cuando lo oí yo…- empezó a decir ella y luego
bajó la mirada callando abruptamente.
-¿Acaso estabas convertida en lobo cuando
los escuchaste? – sugirió él sobresaltándola.
-¡¿Cómo?! – preguntó ella totalmente sorprendida.
Él lo sabía.
-Así que era eso – murmuró él pensativo.
-¿Cuándo lo
supiste? –preguntó la joven cambiando de tema.
-Al día siguiente de nuestro encuentro a orillas del
lago. Cuando te vi y pregunté quién eras
me enteré de que eras una Likaios. Tu padre y hermanos son famosos por
transformarse y por su poder. Supe que ellos no eran mi lobo, pero imaginé que
eras tú...y al mirarte a los ojos estuve seguro.
-No me dijiste
nada...¿te burlabas de mi, aquellas charlas mientras yo estaba transformada
eran un juego?.Todo lo que dijiste… – preguntó ella alterada
- Claro que no .No quería alejarte Kyrian, todo lo
contrario. Sabía que si mencionaba algo te apartarías, así que fui poco a poco,
tenía que ganar tu confianza.
-¿Mintiendo?
- Tal vez un poco...Seguías a mi lado transformándote
en lobo y cada vez me permitías acercarme un poco más cuando eras tú misma. Es
agotador ocuparse de dos frentes al mismo tiempo – dijo él sonriendo levemente -
pero supongo que todo lo importante exige trabajo...
-Lombard...
-Vamos Kyrian, ahora nos encargaremos del traidor y
luego hablaremos .
-Pero…
-Te pedí que confiaras en mí. ¿Lo harás?
Los ojos violetas de él rebosaban sinceridad. Siempre
había sabido quien era ella y aún así nunca la había tratado de una forma
diferente .Confiaba en él, sin importar lo que sucediera Kyrian confiaba en
Lombard tanto como lo amaba.
-Sí.-dijo ella y se ganó una sonrisa del príncipe.
-Vamos – dijo él y la tomó de la mano.
De esa manera entraron al Salón de Audiencias,
interrumpiendo justo el discurso del ministro traidor.
Todas las miradas se concentraron en ellos, incluso
Dionis avanzó unos pasos pero su esposa lo detuvo por el brazo.
-Ella tiene algo que decir – declaró Lombard en voz alta y le dio un suave empujón a Kyrian
para que se adelantara aunque él se mantuvo a una escasa distancia de ella.
Kyrian empezó a hablar, mientras exclamaciones
incrédulas se expandían por el recinto y el rey la miraba fijamente
escuchándola con atención. La joven titubeó al principio , pero luego habló con
firmeza.Cuando la joven nombró al
ministro esté gritó indignado avanzando hacia ella.
- ¡Es demasiado Majestad, no puede creerle a esta niña!
-Me gustaría escuchar lo que tiene para decir. – lo
calló el Rey tranquilamente.
-¡Es una pequeña bruja que está tratando de
destruirnos! – gritó el hombre
desesperado.
Tres hombres llevaron sus manos a las empuñaduras de
sus espadas a un mismo tiempo, los tres
con miradas fieras y un aura de poder
que los rodeaba y crecía porque
su preciosa Kyrian había sido agredida, sin embargo otra mano fue más
rápida para desenvainar la espada.
Lombard se interpuso entre Kyrian y el Ministro al tiempo que presionaba la filosa hoja en el
cuello del hombre.
-Vuelve a insultar a la mujer que amo y te mueres – dijo en un tono inusual en él,
despojado de ternura habitual .
-¡Lombard! –lo amonestó su padre pero el príncipe no le hizo caso. Sin embargo
fue la mano de Kyrian la que lo obligó a bajar la espada.
-Está bien, yo puedo defenderme – susurró ella poniendo sus dedos sobre la filosa hoja y fue
un mensaje tanto para Lombard como para su familia. Con desgana Lombard le
obedeció y dio un paso al costado, sin dejar de estar alerta a cada mínimo
movimiento del contrincante, pero al observar a Kyrian estuvo seguro de que
ella sabría defenderse porque finalmente se había encontrado a sí misma.
La joven avanzó lentamente hasta enfrentar al hombre
que la había desmentido y mientras
avanzaba el don comenzó a manifestarse en ella como algo palpable.
-Soy quien soy –dijo la joven en voz alta para que
todos los presentes la oyeran-.Probablemente ,lo que muchos de ustedes
llamarían una bruja, poseo el Don , un poder que no es fácil comprender ,ni
aceptar. Pero mi poder es parte de mí y es también mi herencia – dijo la joven
y su mirada se desvió fugazmente para encontrarse con la mirada de su padre – y
estoy orgullosa de ello. Soy hija de Dionis Likaios y esgrimo el don de mi
linaje y soy hija de Kalymera Blackdalion y como tal he sido educada en la
creencia de defender la justicia y la verdad. Mi abuelo, mi padre y mis tíos
han defendido al reino con fidelidad y
honor , de la misma manera mis palabras son la verdad. Tienen que creerme
cuando digo que este hombre es un traidor.
-¡Eres un demonio mentiroso! – la acusó el hombre acercándose para golpearla.
Al mismo tiempo su familia se adelantó, Lombard se
lanzó sobre él y el Rey llamó a los guardias, pero Kyrian fue más rápida .
Con un breve gesto de su mano la chica detuvo a su atacante y lo levantó en
el aire dejándolo suspendido.
-Buen truco – comentó
Lys con una sonrisa maliciosa de aprobación.
-¡Guardias! – gritó el Rey y ordenó la detención del
hombre así como que capturaran a su cómplice y a cualquiera que estuviera
involucrado en el complot.Luego ordenó que despejaran la Sala y llamó a Dionis, al príncipe
heredero de la corona y a los príncipes menores incluyendo a Lombard. Este no
tuvo tiempo de hablar con Kyrian, sólo le rozó la mano con un breve gesto al
pasar.
Kalymera fue hasta su hija y la envolvió en un apretado
abrazo mientras las lágrimas de Kyrian
caían incontrolables.
Lysander y Conrad las rodearon como un protector
escudo.
Cuando Dionis volvió de la audiencia privada con
el Rey pidió hablar con ella.
-Pasa cariño, tengo algunas cosas que contarte.- dijo
él con suavidad y la invitó a sentarse.
-Padre…
-Escucha primero.
-Está bien.
-El motivo por el que vinimos a la Corte fue porque el Rey
sospechaba de que algo malo sucedía,
había algunos indicios que hablaban de este complot, pero no lograba
identificar a los responsables. Por eso requirió nuestra ayuda, tanto tu
abuelo como Caleb pensaron que yo era el
indicado para encargarme, ya que no sólo
podría averiguar qué sucedía sino que si alguno de ellos tenía el don yo
era el único que podría detenerlo
-Como a Deveró ..
-Exactamente. Así que tenía una misión que cumplir
aquí, pensé que la presencia de los mellizos sería de ayuda en caso de peligro
, además de que podrían llegar a encontrar alguna información útil porque
siempre se meten en todo .
-¿Ellos sabían?
-No
-¿Y nosotros, por qué nos trajiste?
-Bueno eso le daba otro carácter a esta visita y en
realidad no puedo mantenerme alejado de ustedes, me gusta tenerlos cerca donde
puedo protegerlos .Y evito que tu madre me siga y arme algún revuelo- completó
él con una sonrisa.
- ¿Y qué pasará ahora?
-Bueno yo ya sabía algunos de los nombres de los
traidores pero tú te llevas el mérito de haber descubierto al Ministro. El Rey
se encargará de aplicar justicia, así que todo está bien ahora. Fuiste muy
valiente Kyrian.
-Tenía miedo, yo no quería
-Lo sé amor pero lo hiciste bien.Estoy muy orgulloso de
ti, siempre lo he estado.
- Yo también estoy orgullosa de ti.
-¿Con todo lo que implica? – preguntó él
significativamente.
-Sí papá. Aunque tendrás que ayudarme .
-Lo haré pequeña, pero creo como tu madre que tú no tendrás problemas para recorrer el
camino de la magia – contestó él y Kyrian se sintió feliz y plenamente
reflejada en aquella mirada clara que era igual a la suya.
-¿Kyrian ?
-¿Sí?
-¿Estás segura?- preguntó él y ella supo que se refería
a Lombard.
-Sí papá, ¿está bien?
-Si te hace feliz no me opondré – dijo él y ella supo
que eso era toda una aceptación- Quiere hablar contigo, te está esperando ,
dijo que lo veas en el lago .
-Gracias – dijo ella y le dio un abrazo antes de salir
apresurada.
-¿Todo está bien amor? –preguntó Kalymera entrando a la
estancia donde Dionis estaba.
-Kal, ni siquiera tiene
diecisiete…
-Los cumplirá dentro de un par de meses y esa es una
edad peligrosa para las mujeres de nuestra familia – dijo ella haciendo
referencia a la edad que tenían ella y su madre al casarse .
-Pero es mi niña…
-Sí, pero vamos a dejarla ir porque él la ama..
-Es difícil. ¿Por qué rayos alguien no se quiere casar con los mellizos? , no tendría
problemas con dejarlos ir a ellos.
-Podemos preguntar pero dudo que a Lombard le haga
gracia el cambio.
-Kaly…- dijo él en advertencia
- Oh Dionis , te amo tanto – dijo ella abrazándolo y
Dio supo que tendría que hablar con Kyrios y agradecerle otra vez que le hubiera dado a Kalymera porque
finalmente él sabía lo duro que era confiarle a alguien más la vida de una
hija.
La noche era clara iluminada por la luna y las flores
azules de los árboles se distinguían con nitidez, igual que la figura del
hombre que esperaba junto al lago.
Kyrian tuvo el
deseo de correr a su encuentro pero aun había demasiadas cosas que hablar y
caminó con cautela hacia él.
-¿Es cierto? – preguntó cuando llegó a él.
-¿Qué?
-Lo que dijiste en el Palacio, frente a todos.
-¿Qué te amo?
-Ajá – dijo ella asintiendo
-Claro que es cierto…
-Nunca me lo dijiste.
-Te amo Kyrian Likaios, te amo – dijo él atrayéndola
hacia sí y besándola con delicadeza.-¿Y tú? – preguntó separándose de ella.
-Te amo – contestó y sintió ganas de reír porque nunca
se había sentido tan libre.
-¿Serás mi Princesa , entonces?
-Lombard…
-Ya hablé con mis padres y están encantados, eres su
heroína.
-Pero yo soy…
-Sé quien eres, mejor que tú misma y te amo. Te amé desde el instante que te conocí.
-No sé si pueda vivir esta vida.
-Tendremos que cumplir con los deberes mínimos y el
resto del tiempo viviremos cómo y dónde quieras, podemos instalarnos en la
cabaña incluso – sugirió él con una sonrisa encantadora .
-¿Qué van a decir las personas de que te cases conmigo ?
-No importa, nada importa. Kyrian me estás torturando y
Dios sabe que no lo merezco, ¿vas a ser mi esposa?
-Sí- dijo ella y él pareció relajarse
-Pensé que nunca lo dirías. Eres una mujer difícil de
conquistar Kyrian Likaios , aunque me
temo que mi estatus de príncipe nos obligará a un compromiso de meses y luego
una pomposa ceremonia y…
-No hagas que me arrepienta.
-Nunca te lo permitiría – contestó él serio y ella supo que la amaba tanto como ella a él,
pero aún tenía algunas dudas
-Yo no sé qué es lo que puedo hacer, no conozco este
poder – dijo ella y Lombard entendió el miedo que se escondía tras esas
palabras
-No te preocupes Kyrian , estoy seguro que podrás hacer
cosas maravillosas . Lo descubriremos juntos – le susurró al tiempo que
inclinaba su cabeza hasta que las frentes de ambos se tocaron. Y viendo
aquellos ojos amados tan cerca, observándola con tanta devoción, los temores de
la joven se desvanecieron.
-¿No vas a besarme ? - preguntó ella suavemente
-No , hasta que sepas usar tus poderes
-¿Qué…? – preguntó ella
-Voy a necesitar estar protegido, así que cuando puedas
defenderme te daré todos los besos que
quieras aunque tengamos espectadores
-¿Espectadores ? ¿Lombard? - dijo confundida y él se separó de ella. Él
príncipe hizo una señal con la cabeza hacia atrás y luego gritó
-¡¡Conny, Lys!!!, ¿nos acompañan?
Kyrian se volvió sorprendida y vio salir de entre la arboleda a sus dos hermanos.
-Van a matarte por usar sus sobrenombres…
-No creo. Pero imagina lo que hubieran hecho si te
hubiese besado como deseo hacerlo…-contestó guiñándole un ojo.
-Voy a aprender a usar mi poder muy rápido. Lo prometo – contestó ella sonriéndole.
-Eso espero mi amor – le respondió con ternura y la abrazó por la cintura , mientras esperaban
que los mellizos , furiosos por haber sido descubiertos, se les unieran.
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