Una canción para ti 20°

Emma se detuvo y se soltó de la mano de Tristán.

-Me estás arrastrando…- dijo ella y lo miró como si fuera un niño pequeño.

-Lo siento. ¿Sales con ese tipo?- le preguntó al tiempo que le abría la puerta de su auto,  a su vez Leandro guardaba las maletas en el baúl.

-¿Ian? – preguntó ella

-Sí, ése…¿es tu novio?

-Quiere serlo, pero por ahora es mi amigo y mi jefe – contestó ella.

-¿Por ahora? O sea que sí te gusta …-intervino Cameron.

-Es alguien importante para mí  - respondió ella.

-Bueno, hablemos de eso luego, Emma debe estar cansada…llevémosla a su hotel – dijo Dani y ella le sonrió, era tan considerado como siempre.

-Tienes razón – reconoció Tris.

Tristán, Emma y Dani se subieron al mismo auto. Cameron y los demás subieron en otro y se pusieron en marcha.

La acompañaron a registrarse e instalarse en el hotel.

-¿Qué te parece que cenemos juntos si no estás muy cansada? – propuso Cameron y ella aceptó.

-Me encantaría…

-Sí, tenemos mucho que contarnos – dijo Luc.

-Entonces paso por ti en un par de horas – dijo Leandro y agregó – a propósito, estás muy linda…

-Sí, el rojo te queda – comentó Bim y luego miró a Tris- ¿No es así?

- Sí, te ves bien, Emma.

-También ustedes se ven bien…- contestó sonriendo y se despidió por un rato.

Un par de horas después, Leandro llegó puntualmente a buscarla.

-Debieron haberme dicho la dirección y yo iba, esto podría traer algún rumor…-le comentó.

-¿Y te preocupa nuestra reputación? ¿ O lo que pueda pensar tu Ian?

- No es mi Ian y me preocupas tú y Escudo Azul, por supuesto.

- No cambias, sigues preocupándote demasiado por nosotros…y seguimos siendo chicos malos, unos rumores no dañarán nuestra imagen, yo me preocuparía más por ti.

-Soy una chica dura …- respondió sonriendo.

-Lo que tú digas, pelirroja.

-¿A dónde cenaremos?

-En casa de Tristan, ¿no lo conoces?. Le gusta salirse con la suya, ha estado esperando por ti como un niño. Creyó que te alojarías allí…hasta te preparó una habitación.

- No puedo quedarme allí, ya no soy una niña perdida de diecisiete años…

- Lo sé. Pero es lento para algunas cosas. ¿Has estado bien?

-Sí, ¿y ustedes?

-También, hemos llegado hasta aquí y seguimos juntos, ya es bastante. Hemos peleado algunas veces pero nunca llegamos más allá de un ojo negro y unas semanas sin hablarnos, tal vez lleguemos a ser los próximos Rollings Stones – le dijo guiñándole un ojo y Emma rió.

-Ríes con más facilidad ahora…- observó él.

-Sí, es verdad.

-¿Es por él? ¿Por Ian?

-No, por ustedes y por mí. Me alegra estar de regreso y estoy feliz con la persona que soy ahora, Leandro.

-Siempre has sido maravillosa.

-Gracias, tanto halago pondrá celosa a tu novia, ¿cuándo vas a presentármela?

-¿Qué te parece mañana?

-Me parece  perfecto, me has hablado tanto de ella que tengo muchas ganas de conocerla personalmente.

-Es bueno tenerte de regreso, nos costó dejarte ir, pero no fue tan malo, ¿verdad?

-No, no lo fue – respondió ella pensando lo difícil que le había resultado al principio, pero luego había amado sus estudios y su carrera y había comprendido que aunque no estuvieran a su lado  los chicos de Escudo Azul serían siempre su familia. Había aprendido a estar sola porque sabía que no lo estaba.

Finalmente llegaron a su destino, era un edificio lujoso en el barrio más exclusivo de la ciudad.

-¿Es aquí?

-Sí, en el último piso, ya sabes…tiene terraza – dijo Leandro sonriéndole con complicidad.

Subieron en el ascensor y fue Dani quien les abrió la puerta.

-¡¡Llegó nuestra invitada de honor!! - gritó y luego le dio un abrazo de bienvenida

-La comida estará en unos minutos …-dijo Bim.

-¿Cocinaron para mí?- preguntó Emma asombrada.

-No, lo compramos en uno de los mejores restaurantes y lo metimos al microondas…- confesó Cameron con una sonrisa.

-¿Y Tris? – preguntó Leandro.

- Está con Luc, arreglando la mesa en la terraza…es una linda noche , así que decidimos cenar afuera. Estar bajo el cielo estrellado es una buena idea para la reunión completa de nuestra banda.

En ese instante Tristan bajaba unas escaleras seguido por Luc.

-¡Emma! – exclamó el último.

-¿Ya estás aquí?

-Sí, y la cena está lista, acompaña a Emma Tris y nosotros llevamos la comida – propuso Leandro y Tristan asintió solemnemente.

-Por aquí, Emma – dijo y le extendió la mano para que lo acompañara.

-¡Es maravilloso!- exclamó ella cuando salieron al exterior y vio las luces de la ciudad a la distancia y al levantar la cabeza fueron las estrellas del cielo las que atraparon su atención. Se volvió sonriente hacia Tristan.

-Parece que estuvieras hilvanando alguna canción sobre esto…

-Es probable que lo haga, la visión nocturna es preciosa.

-Deberías verlo de día,  puedes acostarte aquí como lo hacíamos en la escuela y observar el cielo azul hasta estar en paz.

-¿Por eso elegiste este lugar?- le preguntó ella recordando aquellos días del pasado.

-Sí, me gusta mirar el cielo. ¿Lo sigues haciendo, Emma?

-Sí, también lo sigo haciendo aunque no tengo una terraza así…

-Pensé que te quedarías aquí. La casa es muy grande.

-Tristan, ya no somos adolescentes…no podemos vivir juntos.

-¿Por qué no? Somos familia y que hayan pasado unos años no cambia nada.

-Sueles tener demasiada compañía como para que yo ronde por aquí, ¿no es así? Y además…

-¿Tú tienes a tu novio?

-No, pero las cosas ya no son tan simples. No quiero leer titulares donde se diga que estoy viviendo contigo…

-Supongo que no sería buena idea.- dijo él con tono de decepción.

En ese momento llegaron los demás con la comida y las bebidas.

-¡¡A COMER!! – llamó Dani.

Las mesas tenían unos bonitos manteles claros y jarrones con ramos de flores, se habían esmerado por ella y Emma se sintió feliz de volver a estar todos Juntos. Comieron, rieron y hablaron de todo un poco.

Los chicos contaron anécdotas de sus Shows y sus planes para la discográfica, y Emma les contó de sus recientes actividades. Les habló del dúo para el que escribía, de su libro y del trabajo en la Discográfica. Con prudencia, evitó mencionar a Ian.

Muchas cosas habían cambiado, los años habían pasado pero  tenían la misma camaradería de su adolescencia.