lunes, 24 de septiembre de 2012

Pequeña Leona 16°


Cinco días después, todo el episodio había quedado olvidado y Leo y su jefe habían vuelto a su rutina usual donde ella deseaba estrangularlo cada cinco minutos y él intentaba calmarla con una sonrisa.
-¿Qué es esto? – preguntó Bastian a Leonora cuando aquella mañana la vio entrar a su oficina con café.
-Café…
-Puedo verlo, pero ¿estás segura? ¿A qué se debe la ocasión? ¿O ya te hartaste de mí y quieres deshacerte de tu jefe?
-Hoy es su cumpleaños, pensé que debía darle el gusto.

-¿Mi cumpleaños…? ¡Oh cielos! Es verdad, Leoncito, es mi cumpleaños se me había pasado…- dijo mirándola sorprendido.
-Bueno…sí….Feliz cumpleaños.
-Gracias, Leoncito – respondió él con calidez y Leo salió de prisa. Volvió unos minutos después con una pequeña cupcake con una vela y la depositó sobre el escritorio de su jefe. Encendió la vela y se la acercó a Bastian.
-Pida un deseo.- le dijo y él la miró con tanta intensidad que Leonora bajó la mirada.
-Listo. Aunque creo que con eso de que debías “darme el gusto” ya estaba…
-Misión cumplida, ahora póngase trabajar.
-¿Y mi regalo?
-El café…no pude envolverlo, así que…-le dijo y salió. Lo cierto era que había pensado en regalarle algo, pero no se le ocurrió que podía darle a un hombre como Bastian Cavendish, a menos que vendieran la sensatez por kilogramo en alguna tienda.
Poco tiempo después, Leo entró a avisarle a Bastian que tenía una llamada.
-Es su padre, dijo que no podía comunicarse a su celular.
-Porque está apagado.- contestó Bastian con frialdad.
-¿Atiende la llamada? – insistió ella y él asintió aunque no parecía tener muchas ganas. Al rato, Bastian salió de la oficina.
-Me voy antes, mi familia quiere verme para felicitarme por mi cumpleaños – dijo él  aunque sus palabras sonaban a ironía.
-Sí, vaya…-dijo ella sin saber que decir, recordando la escena de pocos días antes con el hermano no imaginaba que una reunión familiar pudiera ser agradable, pero no era algo en lo que pudiera inmiscuirse.
-¿No vas a detenerme? – le preguntó él.
-No, claro que no. Es su cumpleaños…debe ir.
-Y así muere mi última esperanza de ser rescatado. Aunque gracias por haber hecho que el comienzo de mi día no estuviera mal…No trabajes mucho, después de todo es mi cumpleaños, festéjalo como lo haría yo y escapa antes del trabajo.- le dijo y se marchó.

Leo cumplió  puntualmente con su horario y se fue a casa, había acabado de preparar la cena cuando recibió un llamado a su celular.
-¿Leoncito?  - preguntaron del otro lado pero no era la voz de su jefe.
-¿Quién habla? – preguntó ella intrigada.
-¿Por casualidad conoce a Bastian Cavendish?
-Sí, ¿sucedió algo? – preguntó y su voz tembló por el susto.
-No, no, sólo que está aquí borracho y como su número está primero, la llamo para que venga por él.
-Deme la dirección – dijo Leonora intentando no maldecir en voz alta para no preocupar a su familia.
-¿Qué sucede? – preguntó su madre.
-Sucedió algo en el trabajo, debo irme.
-¿A esta hora? – preguntó su hermano.
-Sí, no sé a qué hora regreso. No se preocupen.
-¿No vas a cenar?- siguió su hermanita el interrogatorio mientras ella buscaba un abrigo.
-Cuando regrese…-respondió y se marchó de prisa a buscar un taxi. Apenas eran las nueve  y media de la noche, cómo podía estar perdidamente borracho, ¿tan mala había sido su reunión familiar?. Leo estaba enfadada, estaba segura que era la única secretaria a quien llamaban para buscar a su jefe borracho, encima ni siquiera sabía cómo iba a cargarlo, tendría que pedir ayuda.
Llegó al lugar  y miró extrañada, no parecía ser un bar sino un restaurante. Despidió al taxi porque no estaba segura de cuál era la situación dentro, mejor llamaba  uno cuando arreglara todo. Entró y se encontró  con un maître que la recibió.
-Yo…me llamaron…yo vengo a buscar al Sr.Cavendish…-dijo y sintió que se sonrojaba de la vergüenza. “¿Qué pensarían de ella?”. Encima el descarado la había guardado en su agenda como “Leoncito”; aquella gente estaría pensando que tenían otro tipo de relación.
-Por aquí, señorita, venga conmigo – dijo el hombre y ella lo siguió.
Entraron al restaurante y se dirigieron a una mesa en un rincón , en un lugar bastante privado. Entonces Leonora se detuvo de golpe y  miró incrédula. Bastian Cavendish estaba sentado allí, se lo veía muy sobrio y la saludaba con la mano.
-¡Leoncito, llegaste! – exclamó y ella se le acercó velozmente.
-¡¿QUE RAYOS CREE QUE HACE?!
-¿Cenas conmigo? Es mi cumpleaños…
-¿Sabe lo que me preocupé? ¿Lo apurada que vine hacia aquí?  Y usted está bromeando…me voy – le espetó enfadada y él se levantó y la detuvo de un brazo.
-De otra manera no hubieras venido, lo siento. Leonora, por favor quédate, de verdad quiero cenar contigo para mi cumpleaños. Por favor…-rogó y había tanta sinceridad en su tono que ella se volvió y se sentó, claro que lanzó un bufido y lo miró con la peor expresión que pudo componer.
-De acuerdo, calculo que en mi casa ya se comieron todo y no tengo ganas de volver a cocinar…
-Gracias.
-¿Por qué está solo?- preguntó sin tacto alguno.
-Porque no hay nadie para celebrar, ¿sabes por qué no recordaba mi cumpleaños? Porque no me gusta, hace muchos años que no me gusta…
-¿Tan mala fue la reunión familiar que no pudo cenar con ellos?
-No muy agradable y  prefiero disfrutar mi comida en paz…
-¿Por qué yo? – preguntó ella imaginando que a Bastian Cavendish no le faltaban mujeres para festejar.
-Porque quería estar contigo. Eres la única que me felicitó con sinceridad que pensó en darme algo que me gusta aunque no estuvieras de acuerdo y es la primera vez que alguien le pone una vela a una cupcake para darme un pastel de cumpleaños. No quería cenar solo, pero tampoco con una compañía que no significara nada, quería que fueras tú…-dijo y llegó el mozo a darles el menú antes que Leonora se animara a seguir investigando.






3 comentarios:

  1. Aaaaw, me encantó!! Realmente, me encantó. Bastian es encantador y sabes que me encanta Leonora jajaja. Muy buen cap mi querida Nata! Esperando el siguiente con ansiedad :D

    ResponderEliminar
  2. Si Leonora se arrepiente yo me uno jajaja!!!
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Que lindo!!! Que lindo!!! Solo él podía hacerle eso jajajja Me gustó mucho.
    Me encanta lo pillin que es este hombre!!!!!!

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...