Por lo visto, la anemia había afectado
demasiado a Bastian Cavendish pues al día siguiente llegó muy temprano a
trabajar, apenas diez minutos después de Leonora.
La chica apenas lo podía creer.
-¿Está seguro de que se siente bien? –
le preguntó exageradamente, casi deletreando la frase.
-Sí, mucho y antes de tener que seguir
recibiendo tus llamados con indicaciones para tomar el hierro, comer, etc,
etc...me parece más saludable venir a trabajar. – contestó él aunque su tono de
voz era ligero y de buen humor.
Entró a la oficina y se puso a revisar
papeles, al rato Leo entró con una bandeja.
-¡¿Y mi café?! ¿Qué es esto? – chilló
Bastian.
-Jugo de frutas y un sándwich. No
volverá a tomar café hasta que se
realice nuevos análisis y digan que está bien.
-¡Niña, he pasado los últimos diecisiete
años tomando café y no he muerto, Así que déjame en paz!
-No lo hará bajo mi guardia, así que
olvídelo, bébase el jugo y necesito su tarjeta de crédito...
-¿Bajo tu guardia?
-Siempre me gustó la frase...es buen
momento para usarla – contestó ella encogiendo los hombros.
-¿Y quieres mi tarjeta de crédito?
¿Piensas aprovecharte de un hombre enfermo?- le dijo pero ella no contestó ,
sólo agitó la mano delante de él, urgiéndolo a que le entregara la tarjeta.
-Volveré en media hora- le dijo cuando
él se la dio.
-Eso es nuevo, ¿te vas? ¿y mientras
estoy “bajo tu guardia”?
-Trabaje, verá como el tiempo le pasa
rápido...quién sabe, podría hasta gustarle –contestó la chica y salió de prisa
mientras Bastian reía.
Regresó exactamente media hora después,
tal como había dicho y le devolvió su tarjeta.
-¿Ya compraste diamantes? ¿O fuiste a
pedir al banco que me la cancelara?
-Le contraté un servicio de catering de
comida casera durante un mes, es un negocio nuevo y de bastante fama , hacen
comidas a pedido para gente que está muy ocupada y tiene mucho dinero. Ellos se
encargaran de enviarle almuerzo y cena, ya me aseguré que el menú incluya lo
que usted necesita para recuperarse de la anemia, y además es comida cara y
rica, así que no hará pataletas...- explicó ella.
-Gracias, Leoncito, siempre piensas en
todo...Serías una estupenda madre.
-¡Ni lo sueñe!- contestó ella saliendo
nuevamente.
-¡¿Qué?!
-No pienso adoptarlo – le contestó desde
la puerta.
-Esa no era mi idea- dijo él pero Leo ya
no lo escuchó.
Los días siguientes fueron calmos, sin
sobresaltos y con Bastian Cavendish trabajando y llegando a horarios
relativamente apropiados. Leonora no podía dejar de sentirse incomoda, como si
aquello anunciara una tormenta de dimensiones colosales, que su Jefe estuviera
comportándose no podía augurar nada bueno.
-Mañana es la exposición, ¿ya preparó
todo? – preguntó Leo entrando a la oficina.
-Sí, todo listo.
-¿Seguro que no confundió los
medicamentos? – le preguntó ella haciendo alusión a su cambio de actitud.
Bastian le sonrió con todo su encanto.
-Claro que no, pensé que era buena idea
balancear un poco y darte un poco de tranquilidad luego del trabajo que te di.
-Sólo espero que le dure- respondió
ella.
-Eso ya es pedir demasiado, Leoncito –
dijo él guiñándole el ojo.
Al día siguiente, Leonora estuvo segurísima
que la estaban castigando por ambiciosa, porque Bastian llegó casi sobre la
hora de la exposición y tuvieron que salir corriendo para llegar puntuales.
-¿Lleva todo, verdad? – preguntó ella
preocupada.
-Sí, todo bajo control – dijo y la chica
revoleó los ojos.
Era una reunión con unos importantes
clientes extranjeros, Leo estaba segura que le habían asignado aquella misión a
Bastian para verlo fracasar y hundirse. Pero aprovechando la buena racha de
comportamiento que había tenido su jefe, habían aprovechado para armar una gran
presentación. No podía salir mal, no debía.
Si dependiera del encanto de Cavendish,
estarían salvados porque tenía un don de gente único, un apretón de manos, un
comentario divertido y tenía a la gente de su lado, lástima que no fuera
acompañado por la eficiencia en el trabajo.
Si aún le quedaba alguna esperanza, la
perdió al inicio de la exposición cuando Bastian cargó en una computadora el
pendrive para la proyección que acompañaba su discurso y resultó estar en
blanco.
El hombre se rascó la cabeza
desconcertado y miró a Leonora. Ella sonrió, amplia , encantadoramente lo que
resultaba totalmente sospechoso.
-Perdón, un error – dijo dirigiéndose a
los asistentes y se acercó a Bastian a darle
otro pendrive. Él la miró sorprendido.
-Copia de seguridad, no puedo confiar en
usted – dijo por lo bajo.
-Gracias, supongo – dijo él levemente
divertido y cargó el nuevo dispositivo para empezar la exposición. Mientras la chica
se alejaba creyó sentirla murmurar por lo bajo, estaba seguro que no era nada halagüeño.
Lo de adoptarlo estuvo buenisimo sis jajaja, me reí mucho con eso y él queriendo otra cosa eh... pues con cuidado por que ese Leoncito es una fiera. Genial sis ^^
ResponderEliminarDime, si se hizo la disimulada al respodnerle lo de doptarlo. jajajaja yo creo que nuestra leoncito se hizo la sueca, sabiendo bien por donde iba él...
ResponderEliminarGenial el capi!!!! quiero más!!!!
Pero de EMMA tambien!!!!
Besos
Muuuy bueno, esperando másssssssss!!! Y concuerdo, aun muero de risa con lo de adoptarlo... Leo es genial!
ResponderEliminarSi eso de la adopción estuvo bueno, y ella haciendose la desentendida y bien que sabia jajaja, y como siempre no se puede confiar en los hombres, y como dicen mujer prevenida vale por dos.
ResponderEliminar¡¡¡Eeeeeh!! Que yo lo adopto jajaja... Muy bueno y con ganas de mas.
ResponderEliminarBesos
Jajja, me han hecho reír con la propuesta de adopción....En realidad, en defensa de Leo, ella no se ha dado cuenta o al menos no quiere hacerlo porque le resulta muy poco confiable y está acostumbrada las bromas de él sin hacerle mucho caso. Así que no captó el otro sentido....
ResponderEliminarJaja, solté la carcajada por lo de la adopción, ¿es que ya piensa ir por ella en serio? Me encanta este par.
ResponderEliminarEsperando el siguiente cap..
Saludos!!