Desde aquel día en la azotea, la vida de Emma había
cambiado, por empezar su compañero de clase, Dani había empezado a tratarla
diferente, había empezado a tratarla como a una amiga y aquello había llamado
la atención de otras personas. Y apenas un par de días después, Tristán y el
resto habían ido a buscarla al curso. Apenas había tocado el timbre, antes de
que el profesor se marchara y ellos ya
estaban apoyados en la puerta
-Emma…- la llamó Tristan y ella vio como las caras de
sus compañeros giraban hacia ella como si acabaran de descubrir que existía. No
pudo evitar sonreír, era divertido. Luego se paró y fue hasta donde estaban ,
mientras Dani la seguía.
-Hola…-saludó tímidamente.
-¿Después de las clases estás libre?- preguntó Tristan
-Sí.
-Bien, quiero que vengas a escucharnos tocar. Dani,
llévala a la sala de ensayos…si quieres, claro – agregó al final como si
hubiera recordado que ella no había dicho que sí. Era extraño verlo dudar.
-Sí, claro. Me encantaría…-dijo ella.
Así fue como luego de terminar la clase, Dani la llevó
a la sala de ensayos, que resultó ser un viejo depósito al que debieron llegar
trepando una cerca. El muchacho se disculpó por ello, pero Emma le restó
importancia, aquello le daba un toque de aventura a su vida…y no estaba nada
mal.
Cuando entraron, los demás chicos estaban allí,
Cameron con la batería, Bim en guitarra, Luc con el bajo, Dani se posicionó
el teclado, había un segundo bajista que
ella no conocía y Tristan estaba en el centro pero caminó hacia ella apenas la
vio llegar.
-Él es Leandro, ella es Emma – los presentó y el otro
chico le hizo un gesto de saludo con la mano.
-Hola..-saludó ella tímidamente.
-Ven siéntate…-ofreció Tristan y le acercó un sillón
un tanto destartalado. Ella se acomodó y ellos empezaron a tocar. La música era
genial y la voz de Tristan con los coros de Leandro la llevaba a un mundo
distinto, un mundo donde siempre había cielo azul.
Luego de la primera canción, la música se hizo más
suave y Tristan cantó algo que ella conocía, los versos del poema que ella
había escrito, el poema a medias que los había llevado a estar allí.
Sí, podía sentirlo, podía sentir como sus palabras se
completaban con la melodía que él había creado, con la voz que cantaba.
Aún cuando terminaron Emma siguió mirándolos
obnubilada.
-¿Te gustó?
-WOWWWWWWW…mucho.- exclamó ella y ellos rieron.
-Esa chica sabe de música…-dijo Leandro sonriendo.
-Entonces, ¿escribirás canciones para nosotros? –
preguntó Tristan
-Me encantaría, pero ya les dije, yo no sé escribir
canciones, sólo poemas…
-Y ya te dije, eso bastará, sólo hay que hacerle
pequeños cambios para el estribillo y eso…pero son detalles…-te necesitamos –
insistió Tristan y se inclinó para quedar a la altura de sus ojos. Mirada azul
profundo y unas palabras que no recordaba que nadie le hubiera dicho, no
recordaba que alguien la hubiera necesitado, no de verdad, no porque de verdad
lo pensaran.
-¿Y qué tipo de canción?
-Una que gane un concurso…-dijo Cameron.
-Ah, a nuestro líder se le olvidó un detallecito, la necesitamos
ya, con urgencia…el concurso es en un mes.- explicó Luc.
-¿Escribir ya?...Eso es difícil, además puedo escribir
algo pero eso no garantiza nada…
-Somos buenos, saldrá bien…además lo escuchaste antes,
¿verdad? Como tus palabras y nuestra música combinan…- insistió Tristan y la
chica suspiró.
-Lo intentaré…
-Gracias. Ahora vamos, te acompañaré a tu casa, antes
que se haga muy tarde…-dijo Tris.
-No es necesario…
-Claro que sí, no conoces este vecindario.-insistió
Dani.
-Al menos deja que te lleve hasta el autobús -propuso
Cameron y ella sonrió divertida.
-¿Qué?
-Son muy caballerosos, ¿sabían? –dijo y ellos también
rieron, sabían que aquello no iba con su imagen de chicos duros.
-Bueno eres nuestra compositora, una de nosotros…-trató
de justificarse Tristan y la acompañó a la salida. Emma aceptó que fuera con
ella hasta la parada del autobús. Allí se despidieron.
Emma iba entrando a la escuela, como siempre se sentía
un poco ajena a aquel lugar. Sentía el bochinche, los saludos, todo el ruido y
movimiento que pasaba a su alrededor pero del que ella no era participe. Sin
embargo, el día anterior había sido distinto, Tristan Blackstone había dicho
que era una de ellos, y por un segundo sentada en aquel viejo sillón, escuchándolos
tocar como si dejaran su alma en la música, lo había creído.
De pronto, creyó que alucinaba cuando escuchó que la
llamaban.
-¡Emma! – gritó alguien y al darse vuelta vio a Dani
que la saludaba con la mano. Y detrás del él venían los otros cuatro, caminando
con aquel estilo tan característico, como si poseyeran el mundo..
Se quedó parada y ellos se le acercaron.
-¡Cielos hoy tenemos evaluación de matemáticas!
¿Verdad? – le preguntó Dani y ella asintió. El muchacho rubio era el más expresivo de los seis.
-Sí, es hoy.
-¿No estudiaste , cierto? – preguntó Cam y el chico se
sacudió la cabeza en un gesto de frustración.
-Bueno, una mancha más no te hará nada…- agregó Bim.
-¡Hey, lo estaba haciendo bastante bien!- protestó Dani
y sus amigos rieron.
-Bueno, no te preocupes tanto, en un par de meses nos
graduamos…queda poco de tortura…- acotó Tristán.
-Lo dice porque se sacó un dos en Historia ayer –
explicó Cam y su amigo le dio un golpe en el hombro.
-Al menos está Emma, ya era hora que tuviéramos alguien
bueno para los estudios – comentó Luc y los demás asintieron entre risas.
La chica se
sintió maravillosamente bien, caminando junto a ellos, sabía que era una imagen
extraña el verla caminando en medio de aquellos cinco chicos populares, altos y
con apariencia de estrellas del rock.Pero por primera vez se sentía parte de
algo y era muy cálido y reconfortante.
Durante el descanso , Emma se escapó a la azotea con
su cuaderno, tenía muchas ideas y sentimientos que quería convertir en
palabras, tal vez pudiera escribir algo que valiera la pena…ahora tenía un
sueño, escribir una buena canción para aquel extravagante grupo de chicos que
la habían sacado de su gris rutina.
Llevaba un rato garabateando versos cuando ellos
llegaron.
-¿Almorzaste algo? – preguntó Cameron y ella pensó que
el baterista tenía un aspecto protector, casi maternal y le daba la impresión
de ser el segundo al mando.
-No..
-Vamos al comedor, entonces…deberías dejar de
esconderte aquí – indicó Luc.
-En realidad tenía algunas ideas y quería escribir…-dijo
aunque la parte de esconderse también era verdad.
-¿Nuestra canción? – preguntó Dani con curiosidad y se
asomó por sobre su hombro…
-Sí, algunas ideas, pero aún no tengo nada.
-Entonces te dejamos tranquila, vamos chicos- dijo Tristan.
-Pero…-protestó Dani, sin embargo al final asintió. Antes
de marcharse Tristan pasó junto a ella y le dio una caja de jugo y una barra de cereal.
-Come algo…-dijo y se marchó con los demás.
Emma se sentó y se comió lo que le habían dado
mientras contemplaba el cielo, claro, inmenso, inalcanzable al tiempo que
omnipresente. Tomó su cuaderno y aquel día no volvió a clases.
-¿Ensayamos hoy? – preguntó Bim mientras salían.
-Claro, aunque sea para que no se nos pierda la
costumbre – dijo Tristan.
-Oigan…ella no volvió a clase, ¿no la vieron?- preguntó
Dani, llegando hasta ellos.
-¿Quién?
-Emma…Emma no volvió.
-¿Seguirá en la azotea? – preguntó Luc.
-Vamos a buscarla…-dijo Tristan y los cinco volvieron
a la escuela.
La encontraron allí, en la azotea.
-¿Aún estás aquí? – preguntó Cameron y ella los miró
extrañada de que estuvieran allí.
-Las clases ya terminaron, hora de ir a casa…-dijo
Dani.
-La tengo…-comentó ella sonriendo. Era la primera vez
que la veían sonreír así, y los cinco la miraron asombrados.
-¿La canción? –preguntó Tristan.
-Tengo un poema…ustedes lo harán canción, si es que
les gusta.
-¿Puedo? – preguntó el chico y se acercó a ella que le
pasó el cuaderno.
Tristan leyó el poema para que todos lo escucharan.
Voy a crearte el cielo más
azul
Sin hielo , sin espinas
Con la esperanza infinita
De que vengas a mí
Voy a darte un cielo imposible
De un azul intenso sin rastros
de gris
Y será el escudo, y será el
consuelo
Cuando no esté aquí
Voy a crearte el cielo más
azul
Para que te envuelvas con él
Voy a darte un cielo azul
profundo
Para que te protejas del dolor
Para que te descanses del
mundo
Voy a crearte el cielo más
azul
Con calidez, con amor
Con la promesa eterna
De esperar por ti
Voy a darte un cielo imposible
Y será el escudo, y será el
hogar
El lugar donde pasa
Lo que dicen que no puede pasar
Cielo, mi cielo, mi amor
profundo
Escudo azul, envuélvete en mí
Todos
quedaron en silencio, después de escuchar el texto.
-¿Les
gusta? – preguntó asustada. Tal vez se había entusiasmado por nada.
-Chicos
tenemos nuestra canción – anunció Tristan y los demás levantaron los brazos y
gritaron festejando. Entonces Tristan levantó a Emma en el aire y la hizo girar.
Aaaay me encantó!! Y el poema es perfecto, hermoso Nata. Esperando por el siguiente!!
ResponderEliminar¡Me encanto!Quiero más, maaas El poema estuvo muy lindo perfecto para ellos.
ResponderEliminarPD: me leí dos veces el cap. anterior y estoy por re-leerme este.
¡¡Que bonito!! Ya se que soy muy repetitiva, pero que lindo. Cada vez se superan mas jiji. No tengo que decir que QUIERO MAAAAAAAAAAAAS jiji.
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