viernes, 27 de abril de 2012

Blackdalion, Dominick - Cuento 2°-




Los he extrañado estos días, así que aquí les dejo el segundo cuento de los Blackdalion, pueden encontrar el primero aquí Blackdalion, Los dos Leones



Tres niñas de diferentes edades estaban sentadas sobre los restos de un muro en las cercanías de una pequeña ciudad , una de ellas cargaba un bebé mientras escuchaban atentamente a la joven  que les hablaba.
-Enseguida vuelvo, voy a buscar algo que nos sirva de transporte y regreso.  Va a ser más fácil si voy sola. Espérenme aquí. – dijo con un tono de voz imperativo y las niñas asintieron aferrándose a los bultos que llevaban.
Un par de horas después, cuando la joven regresó ,se encontró a las niñas llorando desconsoladas.
-¿Qué sucedió? –les preguntó alarmada.
-Nos asaltaron – contestó la mayor.
-¿Están bien?
-Sí nos defendimos , pero se llevaron todo – respondió otra  niña y entonces la joven percibió una ausencia.
-¿Y  Vera ? - peguntó al límite de la desesperación.
-La acostamos a dormir en el canasto, se lo llevaron – respondió pálida la mayor y entonces Nayla supo que verdaderamente le habían robado todo.




Dominick Navarre había pasado unos meses en su casa  con sus cuatro hermanas y madre pero no había tolerado tanta atención y berrinches femeninos y se había marchado ,aunque  tenía que ocuparse de sus tierras ,por el momento, su madre administraba todo bastante bien y eso le daba libertad para  viajar un tiempo más.
Estaba aburrido y desganado, no había ninguna batalla para pelear, claro que se alegraba de la paz actual , pero era un guerrero después de todo. Además su amigo Kyrios , compañero  inseparable de aventuras estaba haciendo buena letra y llevando vida hogareña , sobretodo después del nacimiento de su primogénito Caleb.
Así que Dom viajaba solo y sin rumbo fijo pensando qué haría con su vida.
 El fuego que se reflejaba en su cabello castaño  rojizo también ardía en sus venas así que ,cuando los asaltantes lo atacaron por sorpresa , se encontraron a un Dominick muy mal humorado.
Acabó rápidamente con tres y uno escapó, al revisar las cosas de los malhechores encontró distintos objetos  de valor, seguramente productos de otros robos , pero se llevó una gran sorpresa al encontrar un bebé entre el botín. Una pequeña niña en un canasto que lo miró fijamente cuando él corrió las mantas  que la cubrían .
“¿Qué hacían esos hombres con la criatura?¿ La habían robado o era de alguno de ellos?”
Lamentablemente ya no tenía a nadie a quien preguntar, luego haría las investigaciones pertinentes pero lo más urgente era atender a la pequeña y sólo se le ocurría un lugar donde ir.
El Castillo de los Cerezos era el lugar ideal para un bebé, allí estaban las dos  personas que más admiraba y quería además de su propia  familia.
Sabía que una joven de ojos grises cuidaría de la pequeña con la misma devoción con que amaba a su  propio hijo.
Sí , el Castillo sería el mejor lugar para la niña, así que Dominick acomodó el canasto delante de él, abrigó a la niña con su propia capa y se dirigió  confiado hacia el hogar de sus amigos.
Extrañamente aquel contratiempo inesperado le aligeró el ánimo. Al menos tenía algo que hacer, rescatar a una pequeña, muy pequeña damisela.


Después del estupor inicial de ver llegar al pelirrojo caballero con un bebé y escucharlo narrar lo sucedido ,  Elady se hizo cargo de la situación. Tomó a la niña y se la llevó para cambiarla y alimentarla pero antes de retirarse se dirigió a Dominick con la misma determinación que había mostrado al salvar a su marido.
-No podemos hacernos cargo de ella, pueden quedarse aquí pero tú tendrás que encargarte de la niña  – dijo Elady  y Dominick y Kyrios la miraron atónitos mientras se alejaba sin darles tiempo a responder.
-Por favor Kyrios...- suplicó el pelirrojo volviéndose hacia su amigo.
-Dom ya  tenemos demasiado con Caleb, un niño requiere mucha atención, no podemos hacernos cargo de otro – explicó poco convencido ya que  aún estaba desconcertado por la respuesta de su esposa.
-Pero si Caleb es muy tranquilo , podrías hacer de cuenta que tienes gemelos...
-No tengo gemelos , Dominick. Y Cal no es siempre tan tranquilo- como si su padre necesitara ayuda para defender sus débiles argumentos el pequeño Caleb le tiró de un mechón de cabello con su pequeña mano- ¿Lo ves ? – preguntó Kyrios triunfante.
-Eres mi amigo...
Kyrios estaba a punto de ceder pero  había visto la advertencia en la mirada plateada  de Elady. No sabía que era lo que se traía entre manos su esposa pero no pensaba desafiarla, le había costado demasiado lograr su felicidad como para echarla a perder. Después de todo Dominick era fuerte y podría salir adelante por sí solo, no podía dejar que su lastimoso tono de voz lo convenciera.
-Lo siento Dom, puedes quedarte aquí pero tú deberás encargarte de la niña, es tu responsabilidad . No nuestra.
-Estás vengándote por las bromas que te hice cuando te convertiste en padre . ¿Verdad?
-Dom es tu deber.
Dominick no rehuía a la responsabilidad así que asintió con un gruñido y no volvió a protestar , ni siquiera cuando Elady volvió con la niña y la dejó en sus brazos.

Dominick decidió instalarse en el Castillo, si debía hacerse cargo de la niña se quedaría allí. Sabía que Elady lo ayudaría, más allá de lo que había expresado anteriormente,  y por otra parte tendría la ayuda de Kyrios para averiguar la identidad de la pequeña.
Además ni se le ocurría  regresar a su casa con la bebé, por un lado porque estaba muy lejos y por otro imaginaba los comentarios de su familia...sobretodo su madre que  encontraría  la forma de obligarlo a quedarse con la niña. Nada más alejado de las intenciones del guerrero.
Seguramente Dominick hubiese huido del Castillo si hubiese  intuido las peligrosas ideas que cruzaban por la mente de la Señora del lugar.

Después de instalar a Dom , Elady se retiró a su habitación para meditar sobre los últimos sucesos .Pronto se vio interrumpida por su esposo.
-Bueno ahora vas a decirme por qué estamos dejando a esa inocente en las inexpertas manos de Dominick –  exigió Kyrios a su esposa que lo miraba con su mejor cara de inocencia.
Elady estuvo a punto de preguntarle desde cuándo los seis meses que llevaba como padre lo autorizaban a hablar como un experto pero se contuvo, la arrogancia de él le causó risa pero la disimuló. Después de todo, era un padre extraordinario  y cada vez que lo veía con su hijo en brazos, como en ese momento , se emocionaba. Era increíble que pudiera cargarlo con tanta delicadeza y que el cuerpito frágil se acomodara tan bien en los fuertes brazos, tal vez porque el bebé sabía lo seguro y amado que estaba allí. Elady dejó sus reflexiones al ver el ceño hosco de Kyrios y le contestó.
-Bueno él la encontró y estoy segura que es por un buen motivo. No creo que debamos interferir. Por supuesto que lo vamos a vigilar pero dejaremos que él se encargue de la niña , estoy segura que lo hará bien .Es un buen hombre....el mejor después de ti...
-Lo sé , pero no sabe nada de bebés...
-Aprenderá , la niña no pudo caer en mejores manos – dijo ella con dulzura y acercándose a su esposo se puso en puntas de pie para besarlo a él y al niño que llevaba en brazos. Era maravilloso  que aquellos dos Blackdalion fueran suyos.


-¡Tienen que hacer algo! – gritó Dom entrando como un huracán al salón principal  e  interrumpiendo la amena charla de su amigos, cargaba a la  llorosa niña como si fuera un paquete  y estaba obviamente desesperado.
-¿Qué rayos...? – preguntó Kyrios poniéndose de pie sorprendido.
-Algo le sucede, no para de llorar...tal vez le duela algo ...
-Debe tener hambre...- intervino Elady-
-No , la llevé con la ama de cría y no tiene hambre , también la cambié pero no deja de llorar.
Kyrios miró incrédulo a su amigo, ¿ese era el terror de los enemigos, el Fuego Rojo que todos temían?. Estuvo a punto de reír pero recordó sus primeros días de paternidad y  lo intimidante que era enfrentarse a un bebé lloroso sin saber qué hacer.
 Compadecido se movió para ayudarlo pero Elady se le adelantó.
-Dámela y  siéntate – ordenó ella- Tal vez está asustada, debe ser difícil para ella estar en un lugar desconocido
-Es sólo un bebé – protestó Dominick pero  la joven rubia  le dirigió una mirada helada.
-Precisamente , cómo te sentirías tú si fueras así de indefenso y no entendieras qué sucede. Si de repente te encontraras en manos de extraños .
-Supongo que estaría asustado – respondió él  mientras ella sonreía triunfante. La niña se había calmado  estando en brazos de Ely y eso despertó la admiración de Dominick- ¿Cómo lo hiciste?
-Sólo la acuné, necesita sentirse segura. Tal vez si le cantas algo y la acunas, lograrás tranquilizarla cuando llore – dijo ella y para espanto de Dominick depositó nuevamente  a la niña en sus brazos.
-Elady...-dijo con pavor
-Vamos Dom ....-lo alentó Kyrios mientras su amigo le dirigía su mejor mirada asesina.
-Prueba cantándole – insistió Elady
Dominick empezó a cantar y observó como el rostro de Elady se encendía
-¡Dominick! ¡qué clase de canción es esa! – lo increpó la joven con los ojos grises chispeantes Kyrios apenas pudo disimular una sonrisa, Dom se había metido en una buena  pelea provocando a Elady.
-¿No te gusta? – preguntó el pelirrojo con una candorosa sonrisa.
-Es totalmente inapropiada.
-Es bastante popular en la taberna – se defendió él.
-Eres un ...
-Imagino que mi esposa tenía otra clase de canciones en mente – sugirió conciliador Kyrios.
-Oh...conozco otra – dijo  Dominick y para asombro de Elady entonó una antigua balada de amor.Era una canción bellísima, dulce y melancólica que sonaba perfecta en la voz ronca del caballero. Era  sencillamente conmovedora y Elady tuvo la certeza de que la niña había encontrado al protector  perfecto.

Kyrios y Dom habían organizado un pequeño grupo de hombres para que  buscara información sobre la niña, eran los encargados de investigar y llevarles hasta el Castillo cualquier información que les diera pistas sobre su identidad . Sin embargo después de una semana no había novedad alguna.
Ante el fracaso , Dominick había decidido encargarse él mismo de la investigación, sin embargo se había visto disuadido por la niña o mejor dicho por lo que él sentía por la bebé.
Nunca había imaginado que ver crecer a alguien podía ser tan atrapante, cada avance, cada mirada  era un momento único y él quería presenciarlo.
En cierta forma, ahora entendía que Kyrios estuviese tan embobado con Caleb.
-Necesita un nombre , no podemos seguir llamándola bebé – dijo Dominick decidido mientras contemplaba a la pequeña.
-Supongo que sí – respondió Elady
-Aunque  ya debe tener un nombre, tal vez la confunda – musitó él dubitativo.
-Creo que estaría bien que la nombráramos de alguna manera Dom.– dijo ella con dulzura
-Belle  - dijo él acariciando los dedos pequeños – significa bella y lo es, ¿verdad?
-Sí – respondió ella con una sonrisa – me parece perfecto.

Perfectos fueron los días que siguieron en las tierras Blackdalion, como si después de los horrores de la guerra la vida hubiese decidido darles una tregua.
“¿Así que aquellos eran dos de los más terribles guerreros que existían?”
 Elady los había visto blandir sus espadas , sin embargo le resultaba difícil creer que eran los mismos hombres , los mismos que tenían aterradoras reputaciones.
Su esposo estaba semiacostado en el sillón  con un bebé de cabello oscuro dormido sobre su pecho, mientras él lo sostenía con su poderosa mano evitando que cayera.
En otro sillón estaba un formidable caballero pelirrojo sosteniendo con un brazo a una delicada criatura, mientras con otra mano comía un panecillo.
Se los veía tan pacíficos y satisfechos que Elady  sintió una  innombrable calidez invadir su pecho. Si tan sólo  la vida siempre pudiera ser tan sencilla ...pero no lo era.
Los días se fueron dando paso uno a otro para llegar al momento en que las treguas se acaban y la vida presenta nuevos desafíos, porque después de todo ella misma es movimiento y cambios.
Elady estaba sentada en el suelo jugando con el pequeño Caleb y a su lado estaba Dominick acunando a la niña mientras cantaba la balada que se había convertido en la canción de cuna de la pequeña y en la favorita de la joven rubia.
Aquella fue la primera imagen que Nayla tuvo de Dominick
Ni Ely , ni Dom se habían percatado de las personas que entraban hasta que un gemido los sacó de su abstracción.
De pie , observándolos estaban Kyrios, una joven y tres niñas de distintas edades.
Dominick  dejó de cantar y levantó la mirada mientras sostenía a la bebé en un gesto sumamente protector.
Su vista se fijó en la joven mujer que acompañaba a su amigo,  tenía ojos color turquesa que se clavaron ansiosos en él .
-¡Ladrón ! – gritó la niña mayor destruyendo la silenciosa observación.
-Victorine –reprendió  la  joven a la niña y  mientras Dominick y Elady se ponían en pie , Kyrios explicó la situación.
-Dominick, ella es la hermana de la bebé. Su nombre es Nayla y la niña fue robada por los hombres con los que tú te encontraste, ya le expliqué cómo rescataste a la niña. –finalizó bruscamente Kyrios que finalmente había sido alcanzado por la tensión del ambiente.

Mientras tanto la  joven mujer avanzó hacia Dominick, seguida por las otras niñas.
Se acercó silenciosamente sin quitar la vista de la pequeña y al llegar hasta ellos extendió los brazos en  un inexorable pedido.
Dominick le entregó a la bebé.
-Vera... – dijo la joven abrazando a la criatura contra su corazón. Las lágrimas brillaron en sus ojos  y Dominick sintió como si lo golpearan  aunque sólo fuera la emoción por el reencuentro de Vera con su familia  , o por saber que perdía a la bebé o  tal vez por aquella mujer .
El mundo volvió a girar cuando Vera  rompió a llorar sorprendiendo a su hermana mayor, parecía ser que la niña la desconocía o extrañaba los brazos del hombre que la había estado sosteniendo.
Nayla levantó la mirada hacia él y en un impulso Dom estiró una mano para acariciar la frente de la niña que se calmó ante el contacto.
-Gracias – murmuró la joven y ni siquiera ella supo si le agradecía que rescatara su hermanita o el amor que evidentemente le había dado.
En aquel momento Elady intervino, invitó a la joven y a sus hermanas, las hizo sentarse cómodamente y con la diplomacia que la caracterizaba obtuvo la historia completa.
Nayla provenía de una familia noble del este , su padre era defensor del rey y había muerto asesinado durante los conflictos con Rog Tonan, su madre había muerto durante el parto de su última hija.  Durante aquella guerra habían perdido , además de  sus padres,  su hogar y dinero. Todo lo que quedaba era el dinero que su padre había dejado como dote de Nayla y este  estaba supeditado a que ella se casara con el conde Derruac  a quien la habían prometido años atrás.
Así era como la joven se había hecho cargo de sus hermanas , Vera de ocho meses , una de seis años , otra de ocho y la última de doce. Las cinco se dirigían hacia la ciudad de Bree donde residía el prometido de Nayla cuando habían sido asaltadas.
Luego, sobreponiéndose a la desesperación habían comenzado a buscar a Vera  ,   hasta que sus pesquisas habían coincidido con las de los hombres de Kyrios quienes las habían llevado hasta el Castillo de los Cerezos.
-¿Qué van a hacer ahora? – preguntó Elady
-Seguiremos camino hasta Bree , necesitamos el dinero y sólo lo obtendré cuando me case
-¿Y si no te casas? -  insistió la joven rubia que percibía que aquello era más un sacrificio que un acto de amor.
-Lo perderemos todo, así lo estipuló mi padre. Supongo que quería asegurarse de que estaríamos protegidas.
-Sí , pero casarte con alguien que no conoces ...-protestó  Elady que se había vuelto aficionada al romance y a los finales felices.
-Es nuestra única opción...y mi deber – contestó la joven con tal orgullo que frenó la  oferta de ayuda que Kyrios iba a hacer. Eso y la mirada gris de Elady que le comunicaba que Nayla haría las cosas a su manera y que ellos no podían intervenir.
Sin embargo Dominick no pensaba lo mismo. Tal vez porque durante un tiempo él había sido responsable de Vera y no pensaba dejarla librada al azar o porque la joven de cabello marrón y ojos turquesa necesitaba ayuda. No lo demostraba, jamás lo admitiría pero necesitaba ayuda porque era obvio que ni siquiera era capaz de detenerse a llorar cuando era necesario. Y creerse invencible era muy peligroso , porque ponía en riesgo el alma. Dominick lo sabía y por eso habló
-Yo puedo acompañarlas hasta Bree – se ofreció
-No es necesario Señor Navarre , además no tendríamos como pagarle.
-Señorita...
-Nayla – lo corrigió ella
-No lo hago por dinero, sólo quiero asegurarme de que Vera estará a salvo y que ustedes no vuelvan a ser atacadas. Me temo que los caminos aún son peligrosos...por favor me tranquilizaría mucho saber que puedo llevarlas seguras hasta su destino.
 Nayla iba a negarse, por mucho que debiera a aquellas personas eran extraños . Además no podía pagar a un guardia personal, aunque no sabía mucho de aquel hombre era sin dudas un guerrero profesional. La joven había vivido una vida bastante protegida , así que nunca asoció los nombres de Kyrios y Dominick a los guerreros que habían cumplido un papel fundamental en la derrota de Tonan. Lejos estaba ella de comprender quién era en verdad el hombre que le ofrecía sus servicios. Tenía muchos motivos para rechazar aquella oferta, pero tenía que anteponer la seguridad de sus hermanas y no podía olvidar la imagen de aquel poderoso hombre sosteniendo delicadamente a la bebé mientras le cantaba. Ni podía olvidar la intensidad de  su mirada , aquella mirada que iba del color pardo al verde de acuerdo a los sentimientos que reflejaban.
- Aceptó su oferta Señor – dijo ella finalmente
-Dominick – la corrigió él con una sonrisa
-Dominick – repitió ella y el tono de voz de la joven hizo estremecer a Dom y gruñir a tres niñas pequeñas que los observaban atentamente . Vera sólo sonrió .

-¿Seguro que no quieres llevar más hombres contigo ? – preguntó Kyrios al que más que amigo era su hermano
-Seguro. Yo puedo encargarme
-No dudo de eso Dom pero unas espadas extras nunca están demás ...
-¡Cielos! Te has puesto muy quisquilloso  ni mi madre me molesta tanto...estaré bien .
-Dominick
-Vamos Kyrios, es una buena aventura . Ya me estaba aburriendo últimamente
-Menuda aventura en la que te estás metiendo – comentó Kyrios pero Dominick no captó la ironía.
Unas horas después todo estaba listo para la partida. No había un carruaje disponible así que habían preparado una carreta para  las niñas , también estaba preparada la comida, alimento para la bebé, ropa de abrigo  y buenas monturas .
-Gracias por todo –  le dijo  Nayla a Elady
-No tienes nada que agradecer . Tampoco tienes que preocuparte , él cuidará bien de ustedes, puedes confiar
-Lo sé – respondió la joven y se extrañó ante la sinceridad de su respuesta. En verdad confiaba en aquel hombre
Elady intuyó que Nayla tenía ciertos prejuicios sobre los guerreros, ella también los había tenido pero el tiempo le había demostrado lo contrario. Estaba casada con el León Negro y ,¡bendito hombre !,  era lo mejor que le había pasado en la vida.
Nayla tendría que llegar sola a sus propias conclusiones.
Los Blackdalion junto a su pequeño hijo despidieron a los viajeros deseándole buena suerte.
Kyrios tenía un brillo de diversión en sus ojos azules lo que llamó la atención de su esposa.
-Kyrios , ¿qué  sucede? – le preguntó
-Eres muy impaciente amor, espera y verás. Son cinco hermanas..- dijo él pensativo
-Kyrios estás actuando extraño, ¿puedes explicarme de qué hablas?
-Oh amor, el destino tiene un curioso sentido del humor, uno debería tener cuidado con lo que desea – respondió él sonriente dejando a su esposa intrigada


Las primeras horas del viaje se desarrollaron tranquilamente , sin embargo  la intuición que lo había asistido en múltiples batallas , le decía a Dominick que algo no iba bien.
No tardó mucho en comprender qué era , las niñas lo odiaban o al menos eso demostraban las miradas hostiles que le dirigían continuamente.  Nayla era indiferente a su presencia , apenas le dirigía la palabra, pero la actitud de sus hermanas dejaba en claro que él no les gustaba.
Parecía ser que la única aliada que tenía era Vera.
Si le quedaba alguna duda , se evaporó durante la cena.
No había ninguna aldea cercana, así que se detuvieron  en el camino , él encendió el fuego y Nayla preparó un guisado para comer. La joven tenia habilidad para cocinar, el aroma de la comida era delicioso, sin embargo cuando Victorine le trajo su plato y lo probó, Dom pensó que trataba de intoxicarlo.
Estaba salado, muy salado. Podía creer que Nayla lo había hecho pero él la había visto salar normalmente la comida. Tampoco había sido un error, a uno no se la caía por error un par e puñados de sal dentro de la comida, ni aunque tuviera doce años.
-¿Está muy rico, verdad? – preguntó Victorine con una inocente sonrisa al tiempo que saboreaba su comida.
-Delicioso – contestó Dominick mientras tragaba con dificultad, no estaba acostumbrado a perder. Aún así , apreciaba su salud así que decidió no volver a comer hasta llegar a una posada.
-¿Todo bien? – preguntó Nayla
-Sí – contestó él y percibió el alivio en la niña por no ser delatada.- Dime – preguntó a la hermana mayor al tiempo que dejaba la comida a un lado disimuladamente- ¿conoces a tu prometido?
-No – respondió ella y algo ensombreció su mirada – no lo conozco personalmente. Pero seguramente será un buen hombre.
-Y es un conde – aclaró Marian
-Y va a devolvernos nuestra plata – completó Liselle
-Ya veo – respondió él
-No es nada malo , la mayoría de los matrimonios se conciertan así – se defendió la joven
-Sí supongo que sí. Pero no me parece lo ideal.
- Es lo mejor  para nosotras – contestó Nayla y dio por zanjado el tema.

 Un día después llegaron a una posada, Dominick nunca se había sentido más alegre en toda su vida.
Por un lado  sus acompañantes podrían descansar cómodamente y por otro él podría comer sin miedo a ser envenenado.
-¿No vas a comer con nosotras ? – le preguntó Nayla cuando lo vio alejarse
-No, tengo otras cosas que hacer – contestó él y se alejó evitando ver la mirada burlona de una niña de doce años.
Dominick se dirigió a la cocina, por suerte conocía a los dueños  de la posada , así que le permitieron instalarse allí y le sirvieron todo lo que pidió, que fue mucho ,por cierto.
Era alto y grande y necesitaba comer abundantemente , sobretodo porque no sabía cuando podría volver a alimentarse tranquilo y necesitaría energía extra para lidiar con aquellas cinco mujeres que habían entrado a su vida.
Ni siquiera Jalany y Elady juntas podrían causarle tantos problemas.
-¿Hay más? – preguntó ansioso a la cocinera y la mujer le sonrió


 Las noticias que había recibido no eran muy alentadoras. Nunca había estado en Bree , más que de paso . Era una ciudad grande regida por un representante del rey, allí había habido demasiado partidarios de Tonan para que fuese  de su agrado
Tampoco  habían sido buenas las novedades sobre el famoso Conde de Derruac. Podía quedarse de brazos cruzados y dejar que Dominick se las arreglara, pero después de todo quería demasiado al pelirrojo caballero.
Kyrios Blackdalion se detuvo un minuto a contemplar el bellísimo paisaje que tenía frente a él.
En la amplia cama dormían Elady y Caleb. Estaban uno frente al otro como si se hubiesen dormido mirándose embelesados. El pequeño  con el cabello oscuro y los puños firmemente cerrados contrastaba con la rubia palidez de Ely . Ella tan menuda, parecía mucho más joven mientras dormía, casi como una hermana mayor del bebé. Pero era su mujer y la madre de Caleb y Kyrios elevó una silenciosa plegaria de agradecimiento por ese milagro.
Despacio se acercó a ellos y besó delicadamente la frente de su esposa. Ella entreabrió somnolienta los ojos grises.
-Me iré unos días – dijo él , sentándose a su lado.Elady se incorporó con cuidado para no despertar al niño.
-Está bien amor, cuídate y dale mis saludos. Asegúrate de que él esté bien y dile que yo me encargaré de todo – contestó provocando una sonrisa en el hombre.
-Así lo haré -  afirmó y la besó para despedirse.


Dominick podía enfrentar cualquier batalla, combatir con espadas o usar su propio cuerpo como arma , era  también capaz de enfrentar las inclemencias del tiempo y por lo general lograba mantener su buen humor en cualquier situación adversa.
Sin embargo , aborrecía los sapos.
No era algo  lógico, e incluso él lo encontraba ridículo, pero así era. La repulsión por aquellos animales lo superaba, así que cuando despertó en medio de la noche con un par de aquellas criaturas recorriéndole el cuerpo se puso  repentinamente en pie y comenzó a sacudirse de una manera poco digna para un guerrero como él.
Cuando  se libró de los invasores , bufó  disgustado y se dispuso a acomodar sus mantas para volver a dormir.
Al acostarse y a  pesar de la oscuridad pudo vislumbrar la victoria de su enemigo.
 A poca distancia una niña de ocho años sonreía maléficamente, de hecho era una sonrisa que estremeció al pobre Dominick que se imaginó los mil tormentos que tenía planeados para él el pequeño monstruo. Sólo habían pasado tres días de viaje y él sentía que había estado meses esquivando atentados.
Definitivamente estaba enfrentando la batalla más dura de su vida.
A la mañana Dominick se levantó temprano con señales de haber dormido mal, era muy difícil planificar la defensa para los ataques de niñas. Sobretodo porque él era el encargado de protegerlas y además porque le caían bien. Sin embargo no estaba dispuesto a compartir otra noche con sapos.
-¿Te sientes bien ?  - preguntó Nayla  , notando  el cambio en el hombre. Hasta el momento se había mostrado como alguien entusiasta y de buen humor. Pero aquella mañana no se veía muy  contento.
-Sí , estoy bien – le contestó él con aire ausente.


Habían llegado hasta un hermoso prado en el que se detuvieron a descansar un rato. Las niñas se pusieron a jugar y correr en el césped. Parecían felices y por primera vez él pensó que aquellas niñas necesitaban más momentos así, necesitaban dejar atrás la tristeza.
 Se sentó  cargando a Vera en brazos , mientras observaba a las niñas y Nayla se sentó junto a él.
Los ojos de él parecían verdes aquel día, ella ya había notado que cambiaban de  color, eran verdes cuando estaba feliz o enojado, cuando sus sentimientos eran intensos.
-¿Desapruebas lo que hago? – preguntó ella repentinamente sorprendiéndose a sí misma de que le importara la opinión de aquel hombre
- No pienso que sea la forma correcta – respondió él con cautela
-Sólo trato de protegerlas y darles una buena vida
-Hay otras maneras
- Es una forma de recuperar lo nuestro, el dinero de la dote nos pertenece
-Y si no te casas  lo pierdes, ¿has pensado lo que significará para ti casarte con alguien que no amas?
-Tal vez lo ame...
-Tal vez...¿pero si no?
- Si ellas son felices valdrá la pena
-¿ Tu infelicidad también?
-¿Tienes hermanos? – preguntó ella
-Cuatro hermanas – contestó él con una mueca
-¿Qué harías por ellas Dominick?
-Daría mi vida – respondió él y entendió la respuesta de ella, aunque seguía sintiendo que era un error.
El viaje prosiguió mucho más ameno, Nayla  hablaba más con él, era como si las barreras comenzaran a desvanecerse.
Las niñas se mostraban muy amables, aunque él sabía que aquella tranquilidad estaba anunciando la tormenta , planeaban algo, estaba seguro sobretodo después de que él hubiese cubierto con pimienta los dulces que ellas habían comido.
Sí , había sido algo infantil . Pero un guerrero tenía límites y el  derecho  a defenderse.


Dominick escuchó los gritos de una niña y todo su ser se tensó. El río , pensó y dirigió una mirada a Nayla que había palidecido.Habían advertido a las niñas que no se acercaran al río pero tal vez habían ignorado la advertencia
La joven tuvo el mismo presentimiento  que él , pero antes de que ella pudiera actuar Dom ya corría hacia el lugar de donde provenían los gritos.
Lo único que alcanzó a ver fue la muñeca de Liselle  flotando en el agua, sin pensarlo  se zambulló. Ni siquiera se percató de que el agua estaba helada.
Nayla temblando de miedo llegó tras él y se quedó a la orilla del río mientras los segundos se hacían interminables.
De repente , la joven sintió unas risitas que la alarmaron. Se dirigió hasta unos matorrales y descubrió a sus tres hermanas ocultas. Liselle estaba a salvo.
Las niñas se quedaron contemplándola y supieron que aquella vez su travesura no pasaría inadvertida.
Salieron de su escondite y se encontraron con  la mirada gélida de su hermana y con un Dominick empapado que salía del agua sosteniendo la muñeca, tenía una extraña expresión mezcla de miedo y desconcierto.
De pronto él enfocó su mirada y vio a las niñas, descubrió que había sido sólo una treta más y al dirigirse hacia ellas se vio interceptado por Nayla
- Vamos, debes cambiarte la ropa  o vas a enfermarte – dijo la mujer con  dulzura mientras apoyaba sus manos en los brazos de él.
-Pero ...- protestó él.
-Vamos Dominick, el agua estaba helada y estás temblando ...- insistió ella
-Nayla – llamó  Victorine y los dos adultos se volvieron a mirar a las tres niñas que los miraban  expectantes
-Después Victorine, después .Lo que han hecho es imperdonable y ahora no puedo lidiar con ustedes – contestó  Nayla con una voz que delataba su furia. Sin más palabras arrastró a Dominick con ella mientras las niñas los seguían a distancia.
-Lo siento – dijo Nayla  en voz baja al tiempo que le pasaba una chaqueta a Dominick – No sé qué les pasa...trato de hacer lo que es mejor  para ellas y nos han dado un susto de muerte
-Sólo querían bromear conmigo, nunca pensaron que te asustarían a ti.
-No las justifiques. No tenían derecho a hacerte eso...
-Ya pasó Nayla . Creo que han aprendido la lección.
-Lamento no haberme dado cuenta antes ,¿ te han hecho la vida imposible, verdad?
-Digamos que son muy creativas – dijo él con una sonrisa
-¡Oh Dios! – gimió ella
-¿Tú eras igual  cuando pequeña?
-No , me temo que era un poco más aburrida. O tal vez no tenía la oportunidad de lucirme..pero todo lo que ha pasado las ha afectado y...
-Y se han vuelto luchadoras, yo creo que a ti te faltaron oportunidades , tienes el mismo espíritu que tus hermanas...
-¿También yo he sido tan insoportable?- él no contestó pero su mirada fue elocuente – lo siento Dominick, tú has sido muy amable con nosotras y nos hemos portado horriblemente.
-No tanto – dijo él
-Supongo que no me gustan los guerreros, mi padre murió por la guerra .¿Sabes? , ver a alguien con espada me hace pensar en eso .
-No todos somos asesinos...
-Lo sé – dijo ella – Sé que tú no eres así.
-Bueno , eso es algo.
-Sí . Voy a buscarte algo de comer.
-Nayla...
-¿Sï?
-Por favor no  dejes que Victorine se acerque a mi comida.
-Lo prometo – respondió ella con solemnidad pero con  una sonrisa  bailándole en los labios
Sin embargo no fue la comida lo que llegó un  rato después , sino tres niñas que parecían arrepentidas, sinceramente  arrepentidas
-Perdón – dijo Victorine – No pensé en las consecuencias, ni me di cuenta de que tan cruel era la broma.
-Nos asustamos de verdad , la seguridad de ustedes no es broma – dijo Dominick serio tal como correspondía a la seriedad de ellas
-Lo sé, no creí que ...- repentinamente se echó a llorar.
La intrépida y dura Victorine lloraba como la niña que era. Se vio envuelta por los cálidos brazos del hombre   y entendió por qué la pequeña Vera lo adoraba y por qué Nayla lo miraba  de una forma especial a veces.
-Tranquila Vicky , ya pasó ...- la consoló él acariciándole el cabello. Al mismo tiempo llamó a las otras niñas que también parecían a punto de largarse a llorar
-No queríamos lastimarte , no de verdad – aclaró Marian.
- No volveremos a hacerlo ...- agregó Liselle
- Una tregua entonces – propuso él mientras el llanto de Victorine se calmaba
-Tregua – aceptó la niña mayor
-Me alegro, porque han sido las  mejores contrincantes que he tenido , aunque me gustaría saber por qué.
-A  Nayla , no le gustan los guerreros...
-Mataron a nuestro papá...- musitó Liselle y Dominick sintió que se le rompía el corazón
-Pero tú si le gustas a ella ...- aclaró Marian – y no queríamos que la lastimaras . Además tiene que casarse con el conde.
-Es como un príncipe , ¿sabes? . Va a quererla mucho  y a nosotras– dijo Liselle y Dom deseó que aquello fuera verdad , aunque él lo dudaba . Incluso pudo advertir que la misma Victorine compartía sus dudas, pero necesitaba creer y él no iba a quitarle eso.
-Bueno , yo las llevaré hasta Bree. Todo estará bien
-Victorine  dijo que podíamos ser amigos  - arriesgó Marian
-Es verdad ,somos amigos – aseveró él y las vio sonreír.
Desde la distancia Nayla observó el extraño concilio. Un hombre alto con porte de guerrero, de pelo castaño rojizo y carácter efervescente , un hombre  que con un mínimo gesto podía matar y sin embargo estaba allí hablando con tres niñas pequeñas. Estaba allí cuidándolas y entendiendo cuan vulnerables eran. Estaba allí pronunciando las palabras correctas.

Había sido un día largo, con demasiadas emociones. Las pequeñas finalmente se quedaron dormidas, sabiendo que habían sido perdonadas. Y sintiéndose seguras por primera vez en mucho tiempo.
Sólo Nayla y Dominick se quedaron despiertos junto al fuego.
-Enséñame la canción  que le cantas a Vera – pidió la joven
-¿Qué?
-Es lo único que la tranquiliza ahora, quisiera saberla ..- dijo ella y evitó decir “para cuando tú no estés para cantársela “ que era lo que tenía en la mente y en el corazón.
-Bien – dijo él con una sonrisa que ocultaba su tristeza por aquello que ninguno de los dos mencionaba.
Dominick entonó la canción y luego la invitó a cantarla juntos. Entonces ella cantó y él se vio obligado a hacer silencio.
Tenía una voz hermosa, llena de ricos matices que hacían que la historia de la canción cobrara vida
-¿Y? – le  consultó ella confundida por su silencio
-No vas a hacer dormir a nadie con eso...
-¿Por qué ?- preguntó ella confusa
-Es bellísimo, nadie en su sano juicio se dormiría si puede escucharte a ti Nayla – dijo él conmovido y ella se sonrojó
-Gracias ...gracias por todo Dominick
-Ha sido un placer.
-¿Incluso las travesuras de mis hermanas? – preguntó ella tratando de romper el clima que se había creado entre ellos.
-Me mantuvieron activo – respondió él y Nayla río
Finalmente se quedaron dormidos , aunque a los dos les costó conciliar el sueño.
Dominick tenía la sensación de que aquella canción aun lo acunaba, pero en lugar de dormirlo, despertaba  sensaciones y sentimientos que ni siquiera había sospechado  que  existieran.
-¿Es verdad que tienes cuatro hermanas? – preguntó Liselle sentándose junto a él
-Sí, es verdad
-¿Y se parecen a nosotras?
-Un poco, sobre todo la menor . Se llama Jalany y tiene casi la misma edad de Victorine.
-Podrían ser amigas....¿verdad?
-Creo que sí – respondió pensando en lo peligrosa que podía ser aquella asociación-. También a mi madre le encantaría conocerlas
-¿Y tu papá?
-Murió hace unos años – dijo él con la voz tensa
-Lo siento – dijo la pequeña y tomó la mano del hombre en un mudo gesto de consuelo. Dominick se conmovió profundamente ya que nadie excepto Kyrios lo había consolado por aquella pérdida . Su padre era un guerrero y estaba preparado para morir en batalla pero eso no implicaba que su familia estuviese dispuesta a perderlo. Los demás habían creído que él tenía la edad suficiente para aceptarlo pero no era cierto, era muy joven aún y necesitaba a su padre. Ni siquiera su madre  lo había consolado, tal vez  porque ella misma no tenía consuelo y trataba de encontrar una forma de seguir viviendo en medio de su dolor
Por eso , sentir la sinceridad del consuelo de Liselle y su pequeña mano confortándolo  lo emocionó. Con suavidad apretó la manito infantil y le sonrió.
Al levantar  la mirada se encontró con unos ojos turquesa que lo miraban en una forma indescifrable.
Dominick comprendió que se había enamorado y no sólo de Nayla , sino también de aquella pequeña familia. Amaba a la mujer y sus hermanas habían despertado un instinto paternal en él, eran inteligentes, valientes y adorables, cuando no estaban haciéndole la guerra.
Sin embargo Nayla ya había planeado su vida y él no formaba parte de aquellos planes. No  podía  hacer nada sin que ella le diera una señal , sólo llevarlas hasta Bree y asegurarse de que el Conde de Derruac supiera  la clase de tesoro que se le entregaba. Y si no era así, bueno en ese caso Dom tendría que actuar con la aprobación de Nayla o sin ella .

- ¿Es Bree? – preguntó Marian señalando la ciudad que se extendía frente a ellos
-Sí – respondió Dominick aunque deseaba con todo su ser que no lo fuera
Horas después se encontraban en la casa del Conde de Derruac.
-¿Y estas niñas? – preguntó el hombre mirando con desdén a las hermanas de Nayla
-Mis hermanas – respondió ella apretando con más fuerza a Vera que sollozaba sin cesar
-Bueno , no me las esperaba ...ya veremos qué hago con ellas. ¿Y tú quien eres? –preguntó mirando a Dominick que estaba detrás de la joven con los brazos cruzados y el gesto ceñudo
-Yo las cuido – respondió escuetamente.
-Así que tú las cuidas , ya veo – respondió con una mirada burlona – Bien pueden instalarse, luego hablaremos de la boda – dijo y se retiró sin  darles importancia
 Nayla le dirigió una fría mirada  al tiempo que le hacía una reverencia. El conde era un hombre joven, aristocrático , apuesto y  no le gustaba.
En realidad su desagrado no tenía que ver con el frío trato que les había dado, ni con que él pensara “que había que hacer algo con sus hermanas”,  con total perplejidad había comprendido que no le agradaba porque no era Dominick.
No era Dominick  pero sería su marido.
Al caballero pelirrojo tampoco le agradaba el Conde y presentía que era algo mutuo, de hecho  no le agradaba desde antes de conocerlo. Pero verlo en persona había hecho que tuviera ganas de rebanarle el cuello.
Los sirvientes del conde acomodaron a las mujeres en dos de los dormitorios principales  y a él lo enviaron a la sección de servicio.
Dominick se encaminó murmurando  hacia donde lo había instalado, no importaba lo que sucediera ni que el condecito estuviese decidido a humillarlo, él no iba a marcharse hasta después de la boda.
De paso podía investigar un poco más a Derruac,  ver que pensaban los sirvientes de su amo era un buen paso...el trato que una persona daba a los demás siempre era una buena forma de conocerlo.
Al llegar la noche , Dom estaba convencido de que no podía permitir que Nayla conociera a aquel hombre, aunque a ella parecía no importarle.

Victorine estaba deambulando por la casa , en sus ilusiones  infantiles  había creído que llegar a Bree solucionaría sus problemas pero al ver al conde había entendido que no sería así. Ese hombre no amaba a su hermana, la trataba como a una cosa y estaba segura de que planeaba deshacerse de ellas.
Al andar sumida en sus pensamientos no prestó atención  por donde caminaba y se llevó por delante una mesa con estatuillas. Los adornos cayeron al suelo rompiéndose estruendosamente, la niña tampoco se percató de la presencia del conde hasta que estuvo frente a ella.
-¡Mocosa torpe! – le gritó al tiempo que levantaba la mano para pegarle
-¡No te atrevas a tocarla! – rugió Dominick y detuvo la mano del hombre en el aire
-¡Qué crees que haces!
- No voy a permitir que toques a ninguna de ellas – contestó Dom con un claro desafío en la mirada
-¡Fuera  de mi casa!
-No tienes que repetirlo – dijo el pelirrojo y tomando la mano de Victorine se retiró.
-¿Dominick...? – lo llamó la niña mientras tomaba su mano con más fuerza
-¿Humm?
-Vas a evitar que Nayla se case con él , ¿verdad?, porque es un hombre espantoso.
-No te preocupes, yo voy a encargarme  ...-le respondió guiñándole un ojo y la niña le sonrió aliviada.

Al entrar a la habitación vio a Nayla llorando aunque la joven se pasó la mano por el rostro tratando de borrar sus lágrimas.
Tenía que hacer algo y pronto, estaba tentado de cargarla en sus hombros y alejarla de allí tan rápido como fuera posible, sin embargo sabía que debía  ser más sutil si quería tener éxito.
-¿Estás bien? – le preguntó desde  el umbral y ella lo miró con una tenue  sonrisa.
-Sí , estoy bien  - contestó la joven y se detuvo a mirar detenidamente al hombre que cubría con su cuerpo la salida. Últimamente parecía estar siempre en pie de guerra, el poderoso cuerpo tenso y la espada presta. Era un hombre temible , con una personalidad desbordante y el fuego en el alma...excepto cuando sostenía con ternura a Vera o soportaba  con estoicismo las infantiles provocaciones de sus hermanas o cuando la miraba como lo hacía en ese instante.
Nayla se sintió vencida, ya no tenía fuerzas para mentirse.
-¿Nayla? – la llamó él notando que sus pensamientos estaban lejos de allí.
-Oh Dominick, es horrible. Estaba dispuesta a cualquier cosa por mis hermanas, juro que sí, pero es demasiado. Ese hombre es horrible  y no me refiero a su aspecto físico – aclaró al ver la acusadora mirada de él – es insoportable,  vulgar y cruel. No lo quiero cerca de mí , ni de mis hermanas . Él nunca podría quererlas– dijo caminando hacia él – Llévame de aquí Dominick, por favor...
-Pensé que nunca lo pedirías, estaba planeando un secuestro ...-confesó aliviado por no tener que recurrir a la fuerza bruta
-Dominick – dijo ella riendo pero su risa estaba teñida por las lágrimas – no va a ser fácil
-Nunca lo es, pero todo saldrá bien Nayla, no te preocupes.... – dijo él y ella le creyó –Vamos a buscar a las chicas – agregó tomándola de la mano
-Dom... espera- lo llamó ella
-¿Sí? – se volvió él angustiado pensando que había cambiado de opinión
-Yo te amo – confesó ella avergonzada
-Creo que puedo vivir con eso , porque te amo más que a mi vida Nayla – contestó él emocionado
-¿En serio?
- Muy – dijo él y la atrajo  para besarla quitándole todas las dudas.

Buscaron a las niñas y salieron disimuladamente de la casa del conde. Uno más apurado que otro por alejarse de aquel lugar.
-¿Qué vamos a hacer ahora ? - preguntó Victorine con un gesto preocupado en su carita infantil. Si bien estaba contenta por el rumbo que habían tomado las cosas, estaba angustiada por el dinero. Aún a su edad sabía que esa había sido la principal motivación de su hermana mayor  para aceptar el compromiso con Derruac, sin embargo ahora volverían a tener problemas.
-Encontraremos una salida, seguro hay algún trabajo que ...- empezó a decir Nayla pero se vio interrumpida por Dominick
-No tienen que preocuparse, soy rico así que...- dijo él y las cuatro mujeres se volvieron a mirarlo.
-¿Eres rico? – preguntaron a la vez.
-Bueno , sí – contestó el sumamente avergonzado.
-¿Por qué no lo dijiste? – preguntó Nayla sorprendida
-No me pareció importante.
-En realidad no lo es – dijo Nayla  sonriendo y en verdad no le importaba. Lo único que valía era que amaba a aquel hombre y que él la amaba a ella. Lo único importante era que Vera reía en brazos de Dom, que Victorine y Marian  lo adoraban , que Liselle tomaba su mano con confianza.
Lo único importante era que formaban una familia.

Habían recorrido pocos kilómetros cuando se vieron rodeados por los hombres del conde y por él mismo.
-No nos va a dejar ir ...quiere el dinero de mi padre – musitó Nayla apretándose contra Dominick
-Tranquila – respondió él
-¿Dónde creen que van? – preguntó el hombre
-Nos vamos, eso es todo – respondió Dom
-No vas a llevarte nada mío.
-No veo nada tuyo por aquí.
-Ella...- empezó señalando a Nayla pero se vio interrumpido por Nayla.
-No soy tuya , ni lo seré. Rompo nuestro compromiso.
-No es tan fácil querida – respondió el hombre y dio la señal para que los atacaran. Dominick era muy bueno luchando pero eran muchos, además él tenía demasiadas personas a quien proteger. Por primera vez temió perder una batalla, si él  no ganaba  el conde se llevaría a Nayla.
Repentinamente sintió el ruido de los cascos de caballos, de espadas desenvainadas y algo más. La presencia de alguien a su lado.
-¿Llego a tiempo? – preguntó Kyrios que venía acompañado de varios hombres
-Nunca más oportuno – respondió Dominick sonriendo al tiempo que esquivaba una estocada .
En cuestión de minutos vencieron a sus contrincantes, aunque el conde siguió con las amenazas
-El Rey va a enterarse de esto – gritó el hombre que se había mantenido al margen del combate
-Eso mismo – respondió Kyrios con una terrible sonrisa – sabrá que tú has atacado a Dominick Navarre y a Kyrios Blackdalion, los hombres que gozan de su amistad y favor...los hombres a los que otorgó títulos y tierras por defender su causa. Sí , el rey lo sabrá.-Finalizó Kyrios  y el conde palideció, luego volvió su montura y se marchó
-Creo que no volveremos a saber de él – dijo el León Negro con una sonrisa feroz.
-Eso parece .
-Sabes Dom, podrías haber hecho esto antes ....hubiera sido más fácil
-Supongo, pero había algo que yo no podía decidir – respondió y se volvió a Nayla que los miraba incrédula -¿ Aún quieres casarte conmigo?
-Bien, tendré que hacerlo dado soy una mujer de palabra – respondió ella.
-Acabas de romper un compromiso – le recordó él.
-Sí , pero nunca le había dado mi corazón... como a ti – expresó al tiempo que se echaba en brazos de Dom.

Un año y unos meses después  estaban  todos reunidos en el Castillo de Navarre esperando la llegada del primer hijo de Dominick.
Kyrios estaba tranquilamente sentado sosteniendo a su  nuevo bebé, Ennis ,quien dormía ajeno a lo que sucedía a su alrededor . Caleb estaba sentado en una alfombra jugando con Vera que reía, como siempre . En ellos se detuvo la mirada de Dominick que  caminaba de un lado a otro sin cesar.
-Kyrios – dijo de pronto – será mejor que alejes a tus  hijos de mis niñas, no quiero problemas
 El León Negro se rió , iba a contestar cuando su esposa entró al Salón.
-Vamos Dom, es la hora  - dijo Elady  empujando al gigante pelirrojo
-¿Quieres que te acompañe? , por si te desmayas...-lo provocó   Kyrios
-Cállate Blackdalion – le gritó su amigo que no podía dejar de temblar.

Un rato después Dominick sostenía una hermosa bebé de ojos verdes  ,mientras su mujer agotada pero feliz ,lo observaba.
-¿Estás desilusionado porque es una niña? – preguntó su esposa y él la miró , sus ojos eran verdes intensos y estaban cargados de lágrimas
-No mi amor. Estoy agradecido, agradecido por Madeleine y por ti y por tus hermanas. Son mi bendición.
-¡Oh Dominick! – respondió ella al tiempo que él se le acercaba cargando a su hija.
 -Gracias amor – dijo y se inclinó para besarla con dulzura.
Hermanas, cuñadas e hijas, sin lugar a dudas eran demasiadas mujeres pero  teniendo en cuenta el amor que le tenían, lo preciosa que era su hija y el amor en los ojos de Nayla cada vez que lo miraba , él podía aguantar varias más.
Tal vez algún día hubiese un niño corriendo por la casa, pero por el momento sus mujeres  lo hacían muy feliz.



6 comentarios:

  1. Amo estos personajes!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  2. jajajaja si, hay que tener cuidado con lo que se desea, pobresito cuando todas crezcan...
    Que genial que haya historia de Dom, me encanta este personaje!

    Gracias Nata!

    Lu

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  3. Esto es encantador nata esto es divino... ese Dominick es un amor completamente.... pobresito, lleno de mujeres hermanas, cuñadas y ahora una hija jajaja esta saga es alucinante!!!!

    ATT: Lari

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    Respuestas
    1. Gracias Lari , me alegra que te gustara y espero te gusten los siguientes.Pobre Dom, pero lo miman mucho! Besos

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