Tres niñas de diferentes edades estaban sentadas sobre
los restos de un muro en las cercanías de una pequeña ciudad , una de ellas
cargaba un bebé mientras escuchaban atentamente a la joven que les hablaba.
-Enseguida vuelvo, voy a
buscar algo que nos sirva de transporte y regreso. Va a ser más fácil si voy sola. Espérenme
aquí. – dijo con un tono de voz imperativo y las niñas asintieron aferrándose a
los bultos que llevaban.
Un par de horas después,
cuando la joven regresó ,se encontró a las niñas llorando desconsoladas.
-¿Qué sucedió? –les
preguntó alarmada.
-Nos asaltaron – contestó
la mayor.
-¿Están bien?
-Sí nos defendimos , pero
se llevaron todo – respondió otra niña y
entonces la joven percibió una ausencia.
-¿Y Vera ? - peguntó al límite de la
desesperación.
-La acostamos a dormir en
el canasto, se lo llevaron – respondió pálida la mayor y entonces Nayla supo
que verdaderamente le habían robado todo.
Dominick Navarre había
pasado unos meses en su casa con sus
cuatro hermanas y madre pero no había tolerado tanta atención y berrinches
femeninos y se había marchado ,aunque
tenía que ocuparse de sus tierras ,por el momento, su madre administraba
todo bastante bien y eso le daba libertad para
viajar un tiempo más.
Estaba aburrido y
desganado, no había ninguna batalla para pelear, claro que se alegraba de la
paz actual , pero era un guerrero después de todo. Además su amigo Kyrios ,
compañero inseparable de aventuras estaba
haciendo buena letra y llevando vida hogareña , sobretodo después del
nacimiento de su primogénito Caleb.
Así que Dom viajaba solo
y sin rumbo fijo pensando qué haría con su vida.
El fuego que se reflejaba en su cabello
castaño rojizo también ardía en sus
venas así que ,cuando los asaltantes lo atacaron por sorpresa , se encontraron
a un Dominick muy mal humorado.
Acabó rápidamente con
tres y uno escapó, al revisar las cosas de los malhechores encontró distintos
objetos de valor, seguramente productos de
otros robos , pero se llevó una gran sorpresa al encontrar un bebé entre el
botín. Una pequeña niña en un canasto que lo miró fijamente cuando él corrió
las mantas que la cubrían .
“¿Qué hacían esos hombres
con la criatura?¿ La habían robado o era de alguno de ellos?”
Lamentablemente ya no
tenía a nadie a quien preguntar, luego haría las investigaciones pertinentes
pero lo más urgente era atender a la pequeña y sólo se le ocurría un lugar
donde ir.
El Castillo de los
Cerezos era el lugar ideal para un bebé, allí estaban las dos personas que más admiraba y quería además de
su propia familia.
Sabía que una joven de
ojos grises cuidaría de la pequeña con la misma devoción con que amaba a
su propio hijo.
Sí , el Castillo sería el
mejor lugar para la niña, así que Dominick acomodó el canasto delante de él,
abrigó a la niña con su propia capa y se dirigió confiado hacia el hogar de sus amigos.
Extrañamente aquel
contratiempo inesperado le aligeró el ánimo. Al menos tenía algo que hacer,
rescatar a una pequeña, muy pequeña damisela.
Después del estupor
inicial de ver llegar al pelirrojo caballero con un bebé y escucharlo narrar lo
sucedido , Elady se hizo cargo de la
situación. Tomó a la niña y se la llevó para cambiarla y alimentarla pero antes
de retirarse se dirigió a Dominick con la misma determinación que había
mostrado al salvar a su marido.
-No podemos hacernos
cargo de ella, pueden quedarse aquí pero tú tendrás que encargarte de la
niña – dijo Elady y Dominick y Kyrios la miraron atónitos
mientras se alejaba sin darles tiempo a responder.
-Por favor Kyrios...-
suplicó el pelirrojo volviéndose hacia su amigo.
-Dom ya tenemos
demasiado con Caleb, un niño requiere mucha atención, no podemos hacernos cargo
de otro – explicó poco convencido ya que
aún estaba desconcertado por la respuesta de su esposa.
-Pero si Caleb es muy
tranquilo , podrías hacer de cuenta que tienes gemelos...
-No tengo gemelos ,
Dominick. Y Cal no es siempre tan tranquilo- como si su padre necesitara ayuda
para defender sus débiles argumentos el pequeño Caleb le tiró de un mechón de
cabello con su pequeña mano- ¿Lo ves ? – preguntó Kyrios triunfante.
-Eres mi amigo...
Kyrios estaba a punto de
ceder pero había visto la advertencia en
la mirada plateada de Elady. No sabía
que era lo que se traía entre manos su esposa pero no pensaba desafiarla, le
había costado demasiado lograr su felicidad como para echarla a perder. Después
de todo Dominick era fuerte y podría salir adelante por sí solo, no podía dejar
que su lastimoso tono de voz lo convenciera.
-Lo siento Dom, puedes quedarte aquí pero tú
deberás encargarte de la niña, es tu responsabilidad . No nuestra.
-Estás vengándote por las bromas que te hice cuando
te convertiste en padre . ¿Verdad?
-Dom es tu deber.
Dominick no rehuía a la
responsabilidad así que asintió con un gruñido y no volvió a protestar , ni
siquiera cuando Elady volvió con la niña y la dejó en sus brazos.
Dominick decidió
instalarse en el Castillo, si debía hacerse cargo de la niña se quedaría allí.
Sabía que Elady lo ayudaría, más allá de lo que había expresado
anteriormente, y por otra parte tendría
la ayuda de Kyrios para averiguar la identidad de la pequeña.
Además ni se le
ocurría regresar a su casa con la bebé,
por un lado porque estaba muy lejos y por otro imaginaba los comentarios de su
familia...sobretodo su madre que
encontraría la forma de obligarlo
a quedarse con la niña. Nada más alejado de las intenciones del guerrero.
Seguramente Dominick
hubiese huido del Castillo si hubiese
intuido las peligrosas ideas que cruzaban por la mente de la Señora del lugar.
Después de instalar a Dom
, Elady se retiró a su habitación para meditar sobre los últimos sucesos
.Pronto se vio interrumpida por su esposo.
-Bueno ahora vas a
decirme por qué estamos dejando a esa inocente en las inexpertas manos de
Dominick – exigió Kyrios a su esposa que
lo miraba con su mejor cara de inocencia.
Elady estuvo a punto de
preguntarle desde cuándo los seis meses que llevaba como padre lo autorizaban a
hablar como un experto pero se contuvo, la arrogancia de él le causó risa pero
la disimuló. Después de todo, era un padre extraordinario y cada vez que lo veía con su hijo en brazos,
como en ese momento , se emocionaba. Era increíble que pudiera cargarlo con
tanta delicadeza y que el cuerpito frágil se acomodara tan bien en los fuertes
brazos, tal vez porque el bebé sabía lo seguro y amado que estaba allí. Elady
dejó sus reflexiones al ver el ceño hosco de Kyrios y le contestó.
-Bueno él la encontró y
estoy segura que es por un buen motivo. No creo que debamos interferir. Por
supuesto que lo vamos a vigilar pero dejaremos que él se encargue de la niña ,
estoy segura que lo hará bien .Es un buen hombre....el mejor después de ti...
-Lo sé , pero no sabe
nada de bebés...
-Aprenderá , la niña no
pudo caer en mejores manos – dijo ella con dulzura y acercándose a su esposo se
puso en puntas de pie para besarlo a él y al niño que llevaba en brazos. Era
maravilloso que aquellos dos Blackdalion
fueran suyos.
-¡Tienen que hacer algo! – gritó Dom entrando como un
huracán al salón principal e interrumpiendo la amena charla de su amigos,
cargaba a la llorosa niña como si fuera
un paquete y estaba obviamente
desesperado.
-¿Qué rayos...? –
preguntó Kyrios poniéndose de pie sorprendido.
-Algo le sucede, no para
de llorar...tal vez le duela algo ...
-Debe tener hambre...-
intervino Elady-
-No , la llevé con la ama
de cría y no tiene hambre , también la cambié pero no deja de llorar.
Kyrios miró incrédulo a
su amigo, ¿ese era el terror de los enemigos, el Fuego Rojo que todos temían?.
Estuvo a punto de reír pero recordó sus primeros días de paternidad y lo intimidante que era enfrentarse a un bebé
lloroso sin saber qué hacer.
Compadecido se movió para ayudarlo pero Elady
se le adelantó.
-Dámela y siéntate – ordenó ella- Tal vez está
asustada, debe ser difícil para ella estar en un lugar desconocido
-Es sólo un bebé –
protestó Dominick pero la joven
rubia le dirigió una mirada helada.
-Precisamente , cómo te
sentirías tú si fueras así de indefenso y no entendieras qué sucede. Si de
repente te encontraras en manos de extraños .
-Supongo que estaría
asustado – respondió él mientras ella
sonreía triunfante. La niña se había calmado
estando en brazos de Ely y eso despertó la admiración de Dominick- ¿Cómo
lo hiciste?
-Sólo la acuné, necesita
sentirse segura. Tal vez si le cantas algo y la acunas, lograrás tranquilizarla
cuando llore – dijo ella y para espanto de Dominick depositó nuevamente a la niña en sus brazos.
-Elady...-dijo con pavor
-Vamos Dom ....-lo alentó
Kyrios mientras su amigo le dirigía su mejor mirada asesina.
-Prueba cantándole –
insistió Elady
Dominick empezó a cantar
y observó como el rostro de Elady se encendía
-¡Dominick! ¡qué clase de
canción es esa! – lo increpó la joven con los ojos grises chispeantes Kyrios
apenas pudo disimular una sonrisa, Dom se había metido en una buena pelea provocando a Elady.
-¿No te gusta? – preguntó
el pelirrojo con una candorosa sonrisa.
-Es totalmente
inapropiada.
-Es bastante popular en
la taberna – se defendió él.
-Eres un ...
-Imagino que mi esposa
tenía otra clase de canciones en mente – sugirió conciliador Kyrios.
-Oh...conozco otra –
dijo Dominick y para asombro de Elady
entonó una antigua balada de amor.Era una canción bellísima, dulce y melancólica
que sonaba perfecta en la voz ronca del caballero. Era sencillamente conmovedora y Elady tuvo la
certeza de que la niña había encontrado al protector perfecto.
Kyrios y Dom habían
organizado un pequeño grupo de hombres para que
buscara información sobre la niña, eran los encargados de investigar y
llevarles hasta el Castillo cualquier información que les diera pistas sobre su
identidad . Sin embargo después de una semana no había novedad alguna.
Ante el fracaso ,
Dominick había decidido encargarse él mismo de la investigación, sin embargo se
había visto disuadido por la niña o mejor dicho por lo que él sentía por la
bebé.
Nunca había imaginado que
ver crecer a alguien podía ser tan atrapante, cada avance, cada mirada era un momento único y él quería
presenciarlo.
En cierta forma, ahora
entendía que Kyrios estuviese tan embobado con Caleb.
-Necesita un nombre , no
podemos seguir llamándola bebé – dijo Dominick decidido mientras contemplaba a
la pequeña.
-Supongo que sí –
respondió Elady
-Aunque ya debe tener un nombre, tal vez la confunda
– musitó él dubitativo.
-Creo que estaría bien
que la nombráramos de alguna manera Dom.– dijo ella con dulzura
-Belle - dijo él acariciando los dedos pequeños –
significa bella y lo es, ¿verdad?
-Sí – respondió ella con
una sonrisa – me parece perfecto.
Perfectos fueron los días
que siguieron en las tierras Blackdalion, como si después de los horrores de la
guerra la vida hubiese decidido darles una tregua.
“¿Así que aquellos eran
dos de los más terribles guerreros que existían?”
Elady los había visto blandir sus espadas ,
sin embargo le resultaba difícil creer que eran los mismos hombres , los mismos
que tenían aterradoras reputaciones.
Su esposo estaba
semiacostado en el sillón con un bebé de
cabello oscuro dormido sobre su pecho, mientras él lo sostenía con su poderosa
mano evitando que cayera.
En otro sillón estaba un
formidable caballero pelirrojo sosteniendo con un brazo a una delicada
criatura, mientras con otra mano comía un panecillo.
Se los veía tan pacíficos
y satisfechos que Elady sintió una innombrable calidez invadir su pecho. Si tan
sólo la vida siempre pudiera ser tan
sencilla ...pero no lo era.
Los días se fueron dando
paso uno a otro para llegar al momento en que las treguas se acaban y la vida presenta
nuevos desafíos, porque después de todo ella misma es movimiento y cambios.
Elady estaba sentada en
el suelo jugando con el pequeño Caleb y a su lado estaba Dominick acunando a la
niña mientras cantaba la balada que se había convertido en la canción de cuna
de la pequeña y en la favorita de la joven rubia.
Aquella fue la primera
imagen que Nayla tuvo de Dominick
Ni Ely , ni Dom se habían
percatado de las personas que entraban hasta que un gemido los sacó de su
abstracción.
De pie , observándolos estaban
Kyrios, una joven y tres niñas de distintas edades.
Dominick dejó de cantar y levantó la mirada mientras
sostenía a la bebé en un gesto sumamente protector.
Su vista se fijó en la
joven mujer que acompañaba a su amigo,
tenía ojos color turquesa que se clavaron ansiosos en él .
-¡Ladrón ! – gritó la
niña mayor destruyendo la silenciosa observación.
-Victorine
–reprendió la joven a la niña y mientras Dominick y Elady se ponían en pie ,
Kyrios explicó la situación.
-Dominick, ella es la hermana de la bebé. Su nombre es
Nayla y la niña fue robada por los hombres con los que tú te encontraste, ya le
expliqué cómo rescataste a la niña. –finalizó bruscamente Kyrios que finalmente
había sido alcanzado por la tensión del ambiente.
Mientras tanto la
joven mujer avanzó hacia Dominick, seguida por las otras niñas.
Se acercó silenciosamente sin quitar la vista de la
pequeña y al llegar hasta ellos extendió los brazos en un inexorable pedido.
Dominick le entregó a la bebé.
-Vera... – dijo la joven abrazando a la criatura contra
su corazón. Las lágrimas brillaron en sus ojos
y Dominick sintió como si lo golpearan
aunque sólo fuera la emoción por el reencuentro de Vera con su familia , o por saber que perdía a la bebé o tal vez por aquella mujer .
El mundo volvió a girar cuando Vera rompió a llorar sorprendiendo a su hermana
mayor, parecía ser que la niña la desconocía o extrañaba los brazos del hombre
que la había estado sosteniendo.
Nayla levantó la mirada hacia él y en un impulso Dom
estiró una mano para acariciar la frente de la niña que se calmó ante el
contacto.
-Gracias – murmuró la joven y ni siquiera ella supo si le
agradecía que rescatara su hermanita o el amor que evidentemente le había dado.
En aquel momento Elady intervino, invitó a la joven y a sus
hermanas, las hizo sentarse cómodamente y con la diplomacia que la
caracterizaba obtuvo la historia completa.
Nayla provenía de una familia noble del este , su padre
era defensor del rey y había muerto asesinado durante los conflictos con Rog
Tonan, su madre había muerto durante el parto de su última hija. Durante aquella guerra habían perdido ,
además de sus padres, su hogar y dinero. Todo lo que quedaba era el
dinero que su padre había dejado como dote de Nayla y este estaba supeditado a que ella se casara con el
conde Derruac a quien la habían
prometido años atrás.
Así era como la joven se había hecho cargo de sus
hermanas , Vera de ocho meses , una de seis años , otra de ocho y la última de
doce. Las cinco se dirigían hacia la ciudad de Bree donde residía el prometido
de Nayla cuando habían sido asaltadas.
Luego, sobreponiéndose a la desesperación habían
comenzado a buscar a Vera , hasta que sus pesquisas habían coincidido
con las de los hombres de Kyrios quienes las habían llevado hasta el Castillo
de los Cerezos.
-¿Qué van a hacer ahora? – preguntó Elady
-Seguiremos camino hasta Bree , necesitamos el dinero y
sólo lo obtendré cuando me case
-¿Y si no te casas? -
insistió la joven rubia que percibía que aquello era más un sacrificio
que un acto de amor.
-Lo perderemos todo, así lo estipuló mi padre. Supongo
que quería asegurarse de que estaríamos protegidas.
-Sí , pero casarte con alguien que no conoces
...-protestó Elady que se había vuelto
aficionada al romance y a los finales felices.
-Es nuestra única opción...y mi deber – contestó la joven
con tal orgullo que frenó la oferta de
ayuda que Kyrios iba a hacer. Eso y la mirada gris de Elady que le comunicaba
que Nayla haría las cosas a su manera y que ellos no podían intervenir.
Sin embargo Dominick no pensaba lo mismo. Tal vez porque
durante un tiempo él había sido responsable de Vera y no pensaba dejarla
librada al azar o porque la joven de cabello marrón y ojos turquesa necesitaba
ayuda. No lo demostraba, jamás lo admitiría pero necesitaba ayuda porque era
obvio que ni siquiera era capaz de detenerse a llorar cuando era necesario. Y
creerse invencible era muy peligroso , porque ponía en riesgo el alma. Dominick
lo sabía y por eso habló
-Yo puedo acompañarlas hasta Bree – se ofreció
-No es necesario Señor Navarre , además no tendríamos
como pagarle.
-Señorita...
-Nayla – lo corrigió ella
-No lo hago por dinero, sólo quiero asegurarme de que
Vera estará a salvo y que ustedes no vuelvan a ser atacadas. Me temo que los
caminos aún son peligrosos...por favor me tranquilizaría mucho saber que puedo
llevarlas seguras hasta su destino.
Nayla iba a
negarse, por mucho que debiera a aquellas personas eran extraños . Además no
podía pagar a un guardia personal, aunque no sabía mucho de aquel hombre era
sin dudas un guerrero profesional. La joven había vivido una vida bastante
protegida , así que nunca asoció los nombres de Kyrios y Dominick a los
guerreros que habían cumplido un papel fundamental en la derrota de Tonan.
Lejos estaba ella de comprender quién era en verdad el hombre que le ofrecía
sus servicios. Tenía muchos motivos para rechazar aquella oferta, pero tenía
que anteponer la seguridad de sus hermanas y no podía olvidar la imagen de
aquel poderoso hombre sosteniendo delicadamente a la bebé mientras le cantaba.
Ni podía olvidar la intensidad de su
mirada , aquella mirada que iba del color pardo al verde de acuerdo a los
sentimientos que reflejaban.
- Aceptó su oferta Señor – dijo ella finalmente
-Dominick – la corrigió él con una sonrisa
-Dominick – repitió ella y el tono de voz de la joven
hizo estremecer a Dom y gruñir a tres niñas pequeñas que los observaban
atentamente . Vera sólo sonrió .
-¿Seguro que no quieres llevar más hombres contigo ? –
preguntó Kyrios al que más que amigo era su hermano
-Seguro. Yo puedo encargarme
-No dudo de eso Dom pero unas espadas extras nunca están
demás ...
-¡Cielos! Te has puesto muy quisquilloso ni mi madre me molesta tanto...estaré bien .
-Dominick
-Vamos Kyrios, es una buena aventura . Ya me estaba aburriendo
últimamente
-Menuda aventura en la que te estás metiendo – comentó
Kyrios pero Dominick no captó la ironía.
Unas horas después todo estaba listo para la partida. No
había un carruaje disponible así que habían preparado una carreta para las niñas , también estaba preparada la
comida, alimento para la bebé, ropa de abrigo
y buenas monturas .
-Gracias por todo –
le dijo Nayla a Elady
-No tienes nada que agradecer . Tampoco tienes que
preocuparte , él cuidará bien de ustedes, puedes confiar
-Lo sé – respondió la joven y se extrañó ante la
sinceridad de su respuesta. En verdad confiaba en aquel hombre
Elady intuyó que Nayla tenía ciertos prejuicios sobre los
guerreros, ella también los había tenido pero el tiempo le había demostrado lo
contrario. Estaba casada con el León Negro y ,¡bendito hombre !, era lo mejor que le había pasado en la vida.
Nayla tendría que llegar sola a sus propias conclusiones.
Los Blackdalion junto a su pequeño hijo despidieron a los
viajeros deseándole buena suerte.
Kyrios tenía un brillo de diversión en sus ojos azules lo
que llamó la atención de su esposa.
-Kyrios , ¿qué sucede? – le preguntó
-Eres muy impaciente
amor, espera y verás. Son cinco hermanas..- dijo él pensativo
-Kyrios estás actuando
extraño, ¿puedes explicarme de qué hablas?
-Oh amor, el destino
tiene un curioso sentido del humor, uno debería tener cuidado con lo que desea
– respondió él sonriente dejando a su esposa intrigada
Las primeras horas del
viaje se desarrollaron tranquilamente , sin embargo la intuición que lo había asistido en
múltiples batallas , le decía a Dominick que algo no iba bien.
No tardó mucho en
comprender qué era , las niñas lo odiaban o al menos eso demostraban las
miradas hostiles que le dirigían continuamente.
Nayla era indiferente a su presencia , apenas le dirigía la palabra,
pero la actitud de sus hermanas dejaba en claro que él no les gustaba.
Parecía ser que la única
aliada que tenía era Vera.
Si le quedaba alguna duda
, se evaporó durante la cena.
No había ninguna aldea
cercana, así que se detuvieron en el
camino , él encendió el fuego y Nayla preparó un guisado para comer. La joven
tenia habilidad para cocinar, el aroma de la comida era delicioso, sin embargo
cuando Victorine le trajo su plato y lo probó, Dom pensó que trataba de
intoxicarlo.
Estaba salado, muy
salado. Podía creer que Nayla lo había hecho pero él la había visto salar
normalmente la comida. Tampoco había sido un error, a uno no se la caía por
error un par e puñados de sal dentro de la comida, ni aunque tuviera doce años.
-¿Está muy rico, verdad?
– preguntó Victorine con una inocente sonrisa al tiempo que saboreaba su
comida.
-Delicioso – contestó
Dominick mientras tragaba con dificultad, no estaba acostumbrado a perder. Aún
así , apreciaba su salud así que decidió no volver a comer hasta llegar a una
posada.
-¿Todo bien? – preguntó
Nayla
-Sí – contestó él y
percibió el alivio en la niña por no ser delatada.- Dime – preguntó a la
hermana mayor al tiempo que dejaba la comida a un lado disimuladamente-
¿conoces a tu prometido?
-No – respondió ella y
algo ensombreció su mirada – no lo conozco personalmente. Pero seguramente será
un buen hombre.
-Y es un conde – aclaró
Marian
-Y va a devolvernos
nuestra plata – completó Liselle
-Ya veo – respondió él
-No es nada malo , la
mayoría de los matrimonios se conciertan así – se defendió la joven
-Sí supongo que sí. Pero
no me parece lo ideal.
- Es lo mejor para nosotras – contestó Nayla y dio por
zanjado el tema.
Un día después llegaron a una posada, Dominick
nunca se había sentido más alegre en toda su vida.
Por un lado sus acompañantes podrían descansar
cómodamente y por otro él podría comer sin miedo a ser envenenado.
-¿No vas a comer con
nosotras ? – le preguntó Nayla cuando lo vio alejarse
-No, tengo otras cosas
que hacer – contestó él y se alejó evitando ver la mirada burlona de una niña
de doce años.
Dominick se dirigió a la
cocina, por suerte conocía a los dueños
de la posada , así que le permitieron instalarse allí y le sirvieron
todo lo que pidió, que fue mucho ,por cierto.
Era alto y grande y
necesitaba comer abundantemente , sobretodo porque no sabía cuando podría
volver a alimentarse tranquilo y necesitaría energía extra para lidiar con
aquellas cinco mujeres que habían entrado a su vida.
Ni siquiera Jalany y Elady
juntas podrían causarle tantos problemas.
-¿Hay más? – preguntó
ansioso a la cocinera y la mujer le sonrió
Las noticias que había recibido no eran muy
alentadoras. Nunca había estado en Bree , más que de paso . Era una ciudad
grande regida por un representante del rey, allí había habido demasiado
partidarios de Tonan para que fuese de
su agrado
Tampoco habían sido buenas las novedades sobre el
famoso Conde de Derruac. Podía quedarse de brazos cruzados y dejar que Dominick
se las arreglara, pero después de todo quería demasiado al pelirrojo caballero.
Kyrios Blackdalion se
detuvo un minuto a contemplar el bellísimo paisaje que tenía frente a él.
En la amplia cama dormían Elady y Caleb. Estaban uno
frente al otro como si se hubiesen dormido mirándose embelesados. El
pequeño con el cabello oscuro y los
puños firmemente cerrados contrastaba con la rubia palidez de Ely . Ella tan
menuda, parecía mucho más joven mientras dormía, casi como una hermana mayor
del bebé. Pero era su mujer y la madre de Caleb y Kyrios elevó una silenciosa
plegaria de agradecimiento por ese milagro.
Despacio se acercó a
ellos y besó delicadamente la frente de su esposa. Ella entreabrió somnolienta
los ojos grises.
-Me iré unos días – dijo
él , sentándose a su lado.Elady se incorporó con cuidado para no despertar al
niño.
-Está bien amor, cuídate
y dale mis saludos. Asegúrate de que él esté bien y dile que yo me encargaré de
todo – contestó provocando una sonrisa en el hombre.
-Así lo haré - afirmó y la besó para despedirse.
Dominick podía enfrentar
cualquier batalla, combatir con espadas o usar su propio cuerpo como arma ,
era también capaz de enfrentar las
inclemencias del tiempo y por lo general lograba mantener su buen humor en
cualquier situación adversa.
Sin embargo , aborrecía
los sapos.
No era algo lógico, e incluso él lo encontraba ridículo,
pero así era. La repulsión por aquellos animales lo superaba, así que cuando
despertó en medio de la noche con un par de aquellas criaturas recorriéndole el
cuerpo se puso repentinamente en pie y
comenzó a sacudirse de una manera poco digna para un guerrero como él.
Cuando se libró de los invasores , bufó disgustado y se dispuso a acomodar sus mantas
para volver a dormir.
Al acostarse y a pesar de la oscuridad pudo vislumbrar la victoria
de su enemigo.
A poca distancia una niña de ocho años sonreía
maléficamente, de hecho era una sonrisa que estremeció al pobre Dominick que se
imaginó los mil tormentos que tenía planeados para él el pequeño monstruo. Sólo
habían pasado tres días de viaje y él sentía que había estado meses esquivando
atentados.
Definitivamente estaba
enfrentando la batalla más dura de su vida.
A la mañana Dominick se
levantó temprano con señales de haber dormido mal, era muy difícil planificar
la defensa para los ataques de niñas. Sobretodo porque él era el encargado de
protegerlas y además porque le caían bien. Sin embargo no estaba dispuesto a
compartir otra noche con sapos.
-¿Te sientes bien ? - preguntó Nayla , notando
el cambio en el hombre. Hasta el momento se había mostrado como alguien
entusiasta y de buen humor. Pero aquella mañana no se veía muy contento.
-Sí , estoy bien – le
contestó él con aire ausente.
Habían llegado hasta un
hermoso prado en el que se detuvieron a descansar un rato. Las niñas se pusieron
a jugar y correr en el césped. Parecían felices y por primera vez él pensó que
aquellas niñas necesitaban más momentos así, necesitaban dejar atrás la
tristeza.
Se sentó
cargando a Vera en brazos , mientras observaba a las niñas y Nayla se
sentó junto a él.
Los ojos de él parecían
verdes aquel día, ella ya había notado que cambiaban de color, eran verdes cuando estaba feliz o
enojado, cuando sus sentimientos eran intensos.
-¿Desapruebas lo que
hago? – preguntó ella repentinamente sorprendiéndose a sí misma de que le
importara la opinión de aquel hombre
- No pienso que sea la
forma correcta – respondió él con cautela
-Sólo trato de
protegerlas y darles una buena vida
-Hay otras maneras
- Es una forma de
recuperar lo nuestro, el dinero de la dote nos pertenece
-Y si no te casas lo pierdes, ¿has pensado lo que significará
para ti casarte con alguien que no amas?
-Tal vez lo ame...
-Tal vez...¿pero si no?
- Si ellas son felices
valdrá la pena
-¿ Tu infelicidad
también?
-¿Tienes hermanos? –
preguntó ella
-Cuatro hermanas –
contestó él con una mueca
-¿Qué harías por ellas
Dominick?
-Daría mi vida –
respondió él y entendió la respuesta de ella, aunque seguía sintiendo que era
un error.
El viaje prosiguió mucho
más ameno, Nayla hablaba más con él, era
como si las barreras comenzaran a desvanecerse.
Las niñas se mostraban
muy amables, aunque él sabía que aquella tranquilidad estaba anunciando la
tormenta , planeaban algo, estaba seguro sobretodo después de que él hubiese
cubierto con pimienta los dulces que ellas habían comido.
Sí , había sido algo
infantil . Pero un guerrero tenía límites y el
derecho a defenderse.
Dominick escuchó los
gritos de una niña y todo su ser se tensó. El río , pensó y dirigió una mirada
a Nayla que había palidecido.Habían advertido a las niñas que no se acercaran
al río pero tal vez habían ignorado la advertencia
La joven tuvo el mismo
presentimiento que él , pero antes de
que ella pudiera actuar Dom ya corría hacia el lugar de donde provenían los
gritos.
Lo único que alcanzó a
ver fue la muñeca de Liselle flotando en
el agua, sin pensarlo se zambulló. Ni
siquiera se percató de que el agua estaba helada.
Nayla temblando de miedo
llegó tras él y se quedó a la orilla del río mientras los segundos se hacían
interminables.
De repente , la joven
sintió unas risitas que la alarmaron. Se dirigió hasta unos matorrales y
descubrió a sus tres hermanas ocultas. Liselle estaba a salvo.
Las niñas se quedaron
contemplándola y supieron que aquella vez su travesura no pasaría inadvertida.
Salieron de su escondite
y se encontraron con la mirada gélida de
su hermana y con un Dominick empapado que salía del agua sosteniendo la muñeca,
tenía una extraña expresión mezcla de miedo y desconcierto.
De pronto él enfocó su
mirada y vio a las niñas, descubrió que había sido sólo una treta más y al
dirigirse hacia ellas se vio interceptado por Nayla
- Vamos, debes cambiarte
la ropa o vas a enfermarte – dijo la
mujer con dulzura mientras apoyaba sus
manos en los brazos de él.
-Pero ...- protestó él.
-Vamos Dominick, el agua
estaba helada y estás temblando ...- insistió ella
-Nayla – llamó Victorine y los dos adultos se volvieron a
mirar a las tres niñas que los miraban
expectantes
-Después Victorine,
después .Lo que han hecho es imperdonable y ahora no puedo lidiar con ustedes –
contestó Nayla con una voz que delataba
su furia. Sin más palabras arrastró a Dominick con ella mientras las niñas los
seguían a distancia.
-Lo siento – dijo
Nayla en voz baja al tiempo que le
pasaba una chaqueta a Dominick – No sé qué les pasa...trato de hacer lo que es
mejor para ellas y nos han dado un susto
de muerte
-Sólo querían bromear
conmigo, nunca pensaron que te asustarían a ti.
-No las justifiques. No
tenían derecho a hacerte eso...
-Ya pasó Nayla . Creo que
han aprendido la lección.
-Lamento no haberme dado
cuenta antes ,¿ te han hecho la vida imposible, verdad?
-Digamos que son muy
creativas – dijo él con una sonrisa
-¡Oh Dios! – gimió ella
-¿Tú eras igual cuando pequeña?
-No , me temo que era un
poco más aburrida. O tal vez no tenía la oportunidad de lucirme..pero todo lo
que ha pasado las ha afectado y...
-Y se han vuelto
luchadoras, yo creo que a ti te faltaron oportunidades , tienes el mismo
espíritu que tus hermanas...
-¿También yo he sido tan
insoportable?- él no contestó pero su mirada fue elocuente – lo siento
Dominick, tú has sido muy amable con nosotras y nos hemos portado
horriblemente.
-No tanto – dijo él
-Supongo que no me gustan
los guerreros, mi padre murió por la guerra .¿Sabes? , ver a alguien con espada
me hace pensar en eso .
-No todos somos
asesinos...
-Lo sé – dijo ella – Sé
que tú no eres así.
-Bueno , eso es algo.
-Sí . Voy a buscarte algo
de comer.
-Nayla...
-¿Sï?
-Por favor no dejes que Victorine se acerque a mi comida.
-Lo prometo – respondió
ella con solemnidad pero con una
sonrisa bailándole en los labios
Sin embargo no fue la
comida lo que llegó un rato después ,
sino tres niñas que parecían arrepentidas, sinceramente arrepentidas
-Perdón – dijo Victorine
– No pensé en las consecuencias, ni me di cuenta de que tan cruel era la broma.
-Nos asustamos de verdad
, la seguridad de ustedes no es broma – dijo Dominick serio tal como
correspondía a la seriedad de ellas
-Lo sé, no creí que ...-
repentinamente se echó a llorar.
La intrépida y dura
Victorine lloraba como la niña que era. Se vio envuelta por los cálidos brazos
del hombre y entendió por qué la
pequeña Vera lo adoraba y por qué Nayla lo miraba de una forma especial a veces.
-Tranquila Vicky , ya
pasó ...- la consoló él acariciándole el cabello. Al mismo tiempo llamó a las
otras niñas que también parecían a punto de largarse a llorar
-No queríamos lastimarte
, no de verdad – aclaró Marian.
- No volveremos a hacerlo
...- agregó Liselle
- Una tregua entonces –
propuso él mientras el llanto de Victorine se calmaba
-Tregua – aceptó la niña
mayor
-Me alegro, porque han
sido las mejores contrincantes que he
tenido , aunque me gustaría saber por qué.
-A Nayla , no le gustan los guerreros...
-Mataron a nuestro
papá...- musitó Liselle y Dominick sintió que se le rompía el corazón
-Pero tú si le gustas a
ella ...- aclaró Marian – y no queríamos que la lastimaras . Además tiene que
casarse con el conde.
-Es como un príncipe ,
¿sabes? . Va a quererla mucho y a
nosotras– dijo Liselle y Dom deseó que aquello fuera verdad , aunque él lo
dudaba . Incluso pudo advertir que la misma Victorine compartía sus dudas, pero
necesitaba creer y él no iba a quitarle eso.
-Bueno , yo las llevaré
hasta Bree. Todo estará bien
-Victorine dijo que podíamos ser amigos - arriesgó Marian
-Es verdad ,somos amigos
– aseveró él y las vio sonreír.
Desde la distancia Nayla
observó el extraño concilio. Un hombre alto con porte de guerrero, de pelo
castaño rojizo y carácter efervescente , un hombre que con un mínimo gesto podía matar y sin
embargo estaba allí hablando con tres niñas pequeñas. Estaba allí cuidándolas y
entendiendo cuan vulnerables eran. Estaba allí pronunciando las palabras
correctas.
Había sido un día largo,
con demasiadas emociones. Las pequeñas finalmente se quedaron dormidas,
sabiendo que habían sido perdonadas. Y sintiéndose seguras por primera vez en
mucho tiempo.
Sólo Nayla y Dominick se
quedaron despiertos junto al fuego.
-Enséñame la canción que le cantas a Vera – pidió la joven
-¿Qué?
-Es lo único que la
tranquiliza ahora, quisiera saberla ..- dijo ella y evitó decir “para cuando tú
no estés para cantársela “ que era lo que tenía en la mente y en el corazón.
-Bien – dijo él con una
sonrisa que ocultaba su tristeza por aquello que ninguno de los dos mencionaba.
Dominick entonó la
canción y luego la invitó a cantarla juntos. Entonces ella cantó y él se vio
obligado a hacer silencio.
Tenía una voz hermosa,
llena de ricos matices que hacían que la historia de la canción cobrara vida
-¿Y? – le consultó ella confundida por su silencio
-No vas a hacer dormir a
nadie con eso...
-¿Por qué ?- preguntó
ella confusa
-Es bellísimo, nadie en
su sano juicio se dormiría si puede escucharte a ti Nayla – dijo él conmovido y
ella se sonrojó
-Gracias ...gracias por
todo Dominick
-Ha sido un placer.
-¿Incluso las travesuras
de mis hermanas? – preguntó ella tratando de romper el clima que se había
creado entre ellos.
-Me mantuvieron activo –
respondió él y Nayla río
Finalmente se quedaron
dormidos , aunque a los dos les costó conciliar el sueño.
Dominick tenía la
sensación de que aquella canción aun lo acunaba, pero en lugar de dormirlo,
despertaba sensaciones y sentimientos
que ni siquiera había sospechado que existieran.
-¿Es verdad que tienes
cuatro hermanas? – preguntó Liselle sentándose junto a él
-Sí, es verdad
-¿Y se parecen a
nosotras?
-Un poco, sobre todo la
menor . Se llama Jalany y tiene casi la misma edad de Victorine.
-Podrían ser
amigas....¿verdad?
-Creo que sí – respondió
pensando en lo peligrosa que podía ser aquella asociación-. También a mi madre
le encantaría conocerlas
-¿Y tu papá?
-Murió hace unos años –
dijo él con la voz tensa
-Lo siento – dijo la
pequeña y tomó la mano del hombre en un mudo gesto de consuelo. Dominick se
conmovió profundamente ya que nadie excepto Kyrios lo había consolado por
aquella pérdida . Su padre era un guerrero y estaba preparado para morir en
batalla pero eso no implicaba que su familia estuviese dispuesta a perderlo.
Los demás habían creído que él tenía la edad suficiente para aceptarlo pero no
era cierto, era muy joven aún y necesitaba a su padre. Ni siquiera su
madre lo había consolado, tal vez porque ella misma no tenía consuelo y trataba
de encontrar una forma de seguir viviendo en medio de su dolor
Por eso , sentir la
sinceridad del consuelo de Liselle y su pequeña mano confortándolo lo emocionó. Con suavidad apretó la manito
infantil y le sonrió.
Al levantar la mirada se encontró con unos ojos turquesa
que lo miraban en una forma indescifrable.
Dominick comprendió que
se había enamorado y no sólo de Nayla , sino también de aquella pequeña
familia. Amaba a la mujer y sus hermanas habían despertado un instinto paternal
en él, eran inteligentes, valientes y adorables, cuando no estaban haciéndole
la guerra.
Sin embargo Nayla ya
había planeado su vida y él no formaba parte de aquellos planes. No podía
hacer nada sin que ella le diera una señal , sólo llevarlas hasta Bree y
asegurarse de que el Conde de Derruac supiera
la clase de tesoro que se le entregaba. Y si no era así, bueno en ese
caso Dom tendría que actuar con la aprobación de Nayla o sin ella .
- ¿Es Bree? – preguntó
Marian señalando la ciudad que se extendía frente a ellos
-Sí – respondió Dominick
aunque deseaba con todo su ser que no lo fuera
Horas después se
encontraban en la casa del Conde de Derruac.
-¿Y estas niñas? –
preguntó el hombre mirando con desdén a las hermanas de Nayla
-Mis hermanas – respondió
ella apretando con más fuerza a Vera que sollozaba sin cesar
-Bueno , no me las
esperaba ...ya veremos qué hago con ellas. ¿Y tú quien eres? –preguntó mirando
a Dominick que estaba detrás de la joven con los brazos cruzados y el gesto
ceñudo
-Yo las cuido – respondió
escuetamente.
-Así que tú las cuidas ,
ya veo – respondió con una mirada burlona – Bien pueden instalarse, luego
hablaremos de la boda – dijo y se retiró sin
darles importancia
Nayla le dirigió una fría mirada al tiempo que le hacía una reverencia. El
conde era un hombre joven, aristocrático , apuesto y no le gustaba.
En realidad su desagrado
no tenía que ver con el frío trato que les había dado, ni con que él pensara
“que había que hacer algo con sus hermanas”,
con total perplejidad había comprendido que no le agradaba porque no era
Dominick.
No era Dominick pero sería su marido.
Al caballero pelirrojo
tampoco le agradaba el Conde y presentía que era algo mutuo, de hecho no le agradaba desde antes de conocerlo. Pero
verlo en persona había hecho que tuviera ganas de rebanarle el cuello.
Los sirvientes del conde
acomodaron a las mujeres en dos de los dormitorios principales y a él lo enviaron a la sección de servicio.
Dominick se encaminó
murmurando hacia donde lo había
instalado, no importaba lo que sucediera ni que el condecito estuviese decidido
a humillarlo, él no iba a marcharse hasta después de la boda.
De paso podía investigar
un poco más a Derruac, ver que pensaban
los sirvientes de su amo era un buen paso...el trato que una persona daba a los
demás siempre era una buena forma de conocerlo.
Al llegar la noche , Dom
estaba convencido de que no podía permitir que Nayla conociera a aquel hombre,
aunque a ella parecía no importarle.
Victorine estaba
deambulando por la casa , en sus ilusiones
infantiles había creído que
llegar a Bree solucionaría sus problemas pero al ver al conde había entendido
que no sería así. Ese hombre no amaba a su hermana, la trataba como a una cosa
y estaba segura de que planeaba deshacerse de ellas.
Al andar sumida en sus
pensamientos no prestó atención por
donde caminaba y se llevó por delante una mesa con estatuillas. Los adornos
cayeron al suelo rompiéndose estruendosamente, la niña tampoco se percató de la
presencia del conde hasta que estuvo frente a ella.
-¡Mocosa torpe! – le
gritó al tiempo que levantaba la mano para pegarle
-¡No te atrevas a
tocarla! – rugió Dominick y detuvo la mano del hombre en el aire
-¡Qué crees que haces!
- No voy a permitir que
toques a ninguna de ellas – contestó Dom con un claro desafío en la mirada
-¡Fuera de mi casa!
-No tienes que repetirlo
– dijo el pelirrojo y tomando la mano de Victorine se retiró.
-¿Dominick...? – lo llamó
la niña mientras tomaba su mano con más fuerza
-¿Humm?
-Vas a evitar que Nayla
se case con él , ¿verdad?, porque es un hombre espantoso.
-No te preocupes, yo voy
a encargarme ...-le respondió guiñándole
un ojo y la niña le sonrió aliviada.
Al entrar a la habitación
vio a Nayla llorando aunque la joven se pasó la mano por el rostro tratando de
borrar sus lágrimas.
Tenía que hacer algo y
pronto, estaba tentado de cargarla en sus hombros y alejarla de allí tan rápido
como fuera posible, sin embargo sabía que debía
ser más sutil si quería tener éxito.
-¿Estás bien? – le
preguntó desde el umbral y ella lo miró
con una tenue sonrisa.
-Sí , estoy bien - contestó la joven y se detuvo a mirar detenidamente
al hombre que cubría con su cuerpo la salida. Últimamente parecía estar siempre
en pie de guerra, el poderoso cuerpo tenso y la espada presta. Era un hombre
temible , con una personalidad desbordante y el fuego en el alma...excepto
cuando sostenía con ternura a Vera o soportaba
con estoicismo las infantiles provocaciones de sus hermanas o cuando la
miraba como lo hacía en ese instante.
Nayla se sintió vencida,
ya no tenía fuerzas para mentirse.
-¿Nayla? – la llamó él
notando que sus pensamientos estaban lejos de allí.
-Oh Dominick, es
horrible. Estaba dispuesta a cualquier cosa por mis hermanas, juro que sí, pero
es demasiado. Ese hombre es horrible y
no me refiero a su aspecto físico – aclaró al ver la acusadora mirada de él – es
insoportable, vulgar y cruel. No lo
quiero cerca de mí , ni de mis hermanas . Él nunca podría quererlas– dijo
caminando hacia él – Llévame de aquí Dominick, por favor...
-Pensé que nunca lo
pedirías, estaba planeando un secuestro ...-confesó aliviado por no tener que
recurrir a la fuerza bruta
-Dominick – dijo ella
riendo pero su risa estaba teñida por las lágrimas – no va a ser fácil
-Nunca lo es, pero todo
saldrá bien Nayla, no te preocupes.... – dijo él y ella le creyó –Vamos a
buscar a las chicas – agregó tomándola de la mano
-Dom... espera- lo llamó
ella
-¿Sí? – se volvió él
angustiado pensando que había cambiado de opinión
-Yo te amo – confesó ella
avergonzada
-Creo que puedo vivir con
eso , porque te amo más que a mi vida Nayla – contestó él emocionado
-¿En serio?
- Muy – dijo él y la
atrajo para besarla quitándole todas las
dudas.
Buscaron a las niñas y
salieron disimuladamente de la casa del conde. Uno más apurado que otro por
alejarse de aquel lugar.
-¿Qué vamos a hacer ahora
? - preguntó Victorine con un gesto preocupado en su carita infantil. Si bien
estaba contenta por el rumbo que habían tomado las cosas, estaba angustiada por
el dinero. Aún a su edad sabía que esa había sido la principal motivación de su
hermana mayor para aceptar el compromiso
con Derruac, sin embargo ahora volverían a tener problemas.
-Encontraremos una
salida, seguro hay algún trabajo que ...- empezó a decir Nayla pero se vio
interrumpida por Dominick
-No tienen que
preocuparse, soy rico así que...- dijo él y las cuatro mujeres se volvieron a
mirarlo.
-¿Eres rico? – preguntaron a la vez.
-Bueno , sí – contestó el sumamente avergonzado.
-¿Por qué no lo dijiste? – preguntó Nayla sorprendida
-No me pareció importante.
-No me pareció importante.
-En realidad no lo es –
dijo Nayla sonriendo y en verdad no le
importaba. Lo único que valía era que amaba a aquel hombre y que él la amaba a
ella. Lo único importante era que Vera reía en brazos de Dom, que Victorine y
Marian lo adoraban , que Liselle tomaba
su mano con confianza.
Lo único importante era
que formaban una familia.
Habían recorrido pocos
kilómetros cuando se vieron rodeados por los hombres del conde y por él mismo.
-No nos va a dejar ir ...quiere el dinero de mi padre –
musitó Nayla apretándose contra Dominick
-Tranquila – respondió él
-¿Dónde creen que van? –
preguntó el hombre
-Nos vamos, eso es todo –
respondió Dom
-No vas a llevarte nada
mío.
-No veo nada tuyo por
aquí.
-Ella...- empezó
señalando a Nayla pero se vio interrumpido por Nayla.
-No soy tuya , ni lo
seré. Rompo nuestro compromiso.
-No es tan fácil querida
– respondió el hombre y dio la señal para que los atacaran. Dominick era muy
bueno luchando pero eran muchos, además él tenía demasiadas personas a quien
proteger. Por primera vez temió perder una batalla, si él no ganaba
el conde se llevaría a Nayla.
Repentinamente sintió el
ruido de los cascos de caballos, de espadas desenvainadas y algo más. La
presencia de alguien a su lado.
-¿Llego a tiempo? –
preguntó Kyrios que venía acompañado de varios hombres
-Nunca más oportuno –
respondió Dominick sonriendo al tiempo que esquivaba una estocada .
En cuestión de minutos
vencieron a sus contrincantes, aunque el conde siguió con las amenazas
-El Rey va a enterarse de
esto – gritó el hombre que se había mantenido al margen del combate
-Eso mismo – respondió Kyrios
con una terrible sonrisa – sabrá que tú has atacado a Dominick Navarre y a
Kyrios Blackdalion, los hombres que gozan de su amistad y favor...los hombres a
los que otorgó títulos y tierras por defender su causa. Sí , el rey lo
sabrá.-Finalizó Kyrios y el conde
palideció, luego volvió su montura y se marchó
-Creo que no volveremos a
saber de él – dijo el León Negro con una sonrisa feroz.
-Eso parece .
-Sabes Dom, podrías haber
hecho esto antes ....hubiera sido más fácil
-Supongo, pero había algo
que yo no podía decidir – respondió y se volvió a Nayla que los miraba
incrédula -¿ Aún quieres casarte conmigo?
-Bien, tendré que hacerlo
dado soy una mujer de palabra – respondió ella.
-Acabas de romper un
compromiso – le recordó él.
-Sí , pero nunca le había
dado mi corazón... como a ti – expresó al tiempo que se echaba en brazos de
Dom.
Un año y unos meses
después estaban todos reunidos en el Castillo de Navarre
esperando la llegada del primer hijo de Dominick.
Kyrios estaba
tranquilamente sentado sosteniendo a su
nuevo bebé, Ennis ,quien dormía ajeno a lo que sucedía a su alrededor .
Caleb estaba sentado en una alfombra jugando con Vera que reía, como siempre .
En ellos se detuvo la mirada de Dominick que
caminaba de un lado a otro sin cesar.
-Kyrios – dijo de pronto
– será mejor que alejes a tus hijos de
mis niñas, no quiero problemas
El León Negro se rió , iba a contestar cuando
su esposa entró al Salón.
-Vamos Dom, es la
hora - dijo Elady empujando al gigante pelirrojo
-¿Quieres que te acompañe?
, por si te desmayas...-lo provocó
Kyrios
-Cállate Blackdalion – le
gritó su amigo que no podía dejar de temblar.
Un rato después Dominick
sostenía una hermosa bebé de ojos verdes
,mientras su mujer agotada pero feliz ,lo observaba.
-¿Estás desilusionado
porque es una niña? – preguntó su esposa y él la miró , sus ojos eran verdes
intensos y estaban cargados de lágrimas
-No mi amor. Estoy
agradecido, agradecido por Madeleine y por ti y por tus hermanas. Son mi
bendición.
-¡Oh Dominick! –
respondió ella al tiempo que él se le acercaba cargando a su hija.
-Gracias amor – dijo y se inclinó para besarla
con dulzura.
Hermanas, cuñadas e
hijas, sin lugar a dudas eran demasiadas mujeres pero teniendo en cuenta el amor que le tenían, lo
preciosa que era su hija y el amor en los ojos de Nayla cada vez que lo miraba
, él podía aguantar varias más.
Tal vez algún día hubiese
un niño corriendo por la casa, pero por el momento sus mujeres lo hacían muy feliz.
Amo estos personajes!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEnamorada de esta saga!!!!
ResponderEliminarjajajaja si, hay que tener cuidado con lo que se desea, pobresito cuando todas crezcan...
ResponderEliminarQue genial que haya historia de Dom, me encanta este personaje!
Gracias Nata!
Lu
Gracias Lu!!! Besos
EliminarEsto es encantador nata esto es divino... ese Dominick es un amor completamente.... pobresito, lleno de mujeres hermanas, cuñadas y ahora una hija jajaja esta saga es alucinante!!!!
ResponderEliminarATT: Lari
Gracias Lari , me alegra que te gustara y espero te gusten los siguientes.Pobre Dom, pero lo miman mucho! Besos
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