Al despertar Kate sintió un lejano sonido de voces, aún se sentía extraña despertando en una casa que no era la suya, por suerte se sentía mucho mejor. Se levantó, se dio una ducha rápida y se puso un camisón que le había prestado la Sra. Bliss, claro que como la mujer era mucho más grande de cuerpo que ella, le sobraba por todos lados.
A nadie se le había ocurrido traerle su ropa y no se animaba a pedírselo a Nick. Además no pensaba quedarse mucho tiempo más, iba a volver a su departamento.
Finalmente se secó un poco el cabello y bajó.
Era muy temprano y las únicas voces provenían de la cocina, Kate siguió los sonidos y se encontró a Nicholas y Thery desayunando, mejor dicho, aprovechando que era sábado , él estaba preparando el desayuno para su hija.
-¡Mami! – gritó la niña al verla asomada y Kate sonrió, nunca se cansaría de escuchar que la llamaran así. Nick también se giró para verla.
-Buenos días. ¿ te sientes mejor?
-Sí, gracias. Buenos días – respondió ella y se acercó a Thery para darle un beso en la frente.
-¿No hay nadie que cocine? – preguntó algo extrañada viendo como él preparaba tostadas.
-No hoy tienen día libre y la Sra. Bliss me pidió el fin de semana para ir a ver a su sobrina, como estoy en casa , dije que sí. Así que sólo estamos nosotros.
-Ahhh...-respondió sin saber que decir.
-Listo – exclamó él y acercó un plato de tostadas. Luego le trajo una taza con chocolate caliente a Thery,
-Gracias – dijo la niña.
-Está caliente, no lo bebas aún- le advirtió y ella asintió, luego se dirigió a Kate - ¿Chocolate o café con leche? En un rato te toca el medicamento.
-Café con leche, gracias – respondió sin poder quitarse la incomodidad por aquella situación tan cotidiana y tan extraña al mismo tiempo.
Nick le alcanzo una taza grande de café con leche y luego se sirvió café negro. Finalmente trajo algunas galletas caseras y se sentó desayunar.
En forma automática empezó a prepara las tostadas con mermelada y manteca para Thery, y también le alcanzó a Kate unas galletas.
-Come, tienes que alimentarte si quieres mejorar- le dijo cuando ella lo miró extrañada.
- Tienes que comer mucho –dijo Thery pasándole una tostada. Kate la tomó pero Nick se la quitó.
-A tu mamá no le gusta la mermelada – le explicó a la niña y ella se sorprendió de que él aún lo recordara.
Iba a decirle que quería marcharse, pero de pronto aquella escena hogareña fue demasiado tentadora. Quería seguir escuchando los comentarios de su hija, quería compartir el fin de semana con ella y, aunque fuera contradictorio, quería ver un poco más a Nicholas.
-Eso es para ti – dijo él cuando acabaron el desayuno y Kate encontró bolsas con ropa de marca. Eras prendas casuales y sencillas, acordes a su gusto.
-Gracias.
-Lamento no haberlo pensado antes –se disculpó.
-Nicholas...
- Ahora sólo recupérate , Kate. Lo que sea déjalo para más adelante.- pidió serio y ella asintió, después de todo necesitaba recuperar sus fuerzas
Fueron dos días tranquilos, ella y Nick hicieron una tregua tácita y convivieron en paz, como si fuera un tiempo robado.
Katherine se permitió disfrutar y descansar, su cuerpo necesitaba recuperarse de la enfermedad así que depuso las armas.
Miró películas con su hija, dibujaron juntas, le ayudó con las tareas de la escuela, y Nick cocinó y las acompañó. También se encargó de que ella tomara el medicamento a tiempo.
El lunes temprano, la rueda del tiempo volvió a girar.
Cuando despertó Kate se encontró con que el personal de la casa y la Sra. Bliss ya habían regresado, la niña ya estaba lista para ir a la escuela y Nicholas caminaba de un lado al otro hablando por su celular mientras se preparaba para ir al trabajo.
-¿Ya te levantaste? – preguntó él al notar su presencia.
-Sí – respondió ella y en un gesto que ya era natural se acercó a abrazar a Thery y darle un beso.
-Debo irme a la empresa, desayuna y nos vemos luego en el almuerzo..-dijo él disponiéndose a salir y Kate lo frenó.
-Nick..
-Sí.
-Regreso hoy a mi departamento- dijo con seriedad y evitó mirar a su hija, estaba segura que la niña estaba desilusionada pero ella no podía continuar allí.
-Está bien. No puedo impedirlo, ¿verdad? – preguntó él y su voz resonó con un tono de amargura.
-No puedo quedarme.
-Lo sé.
-Quisiera ir a buscar a Thery a la escuela hoy, y almorzar juntas en casa.
-Está bien, así será más fácil para ella – asintió y luego de saludar a la niña se fue. Apenas quince minutos después la Sra. Bliss se llevó a la niña al colegio y Kate se quedó sola en la casa.
Desayunó en la cocina y sintió nostalgia de los momentos que habían pasado allí el fin de semana. Ahora parecía haber vuelto a la realidad, bebió un poco de café, luego fue a cambiarse y se marchó a su departamento.
Luego de poner sus cosas en orden, tras sus días de ausencia, al mediodía fue a buscar a Thery al colegio. Tuvo la extraña sensación de que la observaban, pero no descubrió nada extraño.
Al salir del colegio fueron a comprar los ingredientes para preparar el almuerzo, después volvieron al departamento, donde cocinaron, rieron y comieron hasta llenarse.
Después durmieron un rato juntas, jugaron y casi al acabar la tarde, Nicholas pasó a buscar a Thery.
-Creí que vendría la Sra. Bliss – expresó ella al abrir la puerta y encontrarlo a él.
-Quise venir yo para ver como seguías.
-Bien, gracias. Pasa, Thery está esperando – dijo ella cohibida. Pero la niña se adelantó y salió a recibir a su padre, así que él no entró.
-Está bien, Kate...
-¿Sí?
-Si necesitas algo, llámame. No te quedes sola...- dijo mirándola fijamente. Kate quería rebelarse, contestar que no se entrometiera, pero tampoco podía olvidar que era él quien la había sacado de allí en brazos mientras desfallecía por la fiebre.
-Gracias – contestó finalmente y luego a pedido de su hija los acompañó hasta la salida del edificio.
Al día siguiente, apenas llegó a la oficina, Nick recibió una llamada de su abogado.
-¿Qué quieres que hagamos con lo de la revista? – preguntó y Nick quedó desconcertado.
-Si me dices de que hablas tal vez pueda responder.
-Las fotos de Katherine y Thery que salieron en la edición de hoy...
-No he visto nada, espera, dime el nombre y cuando vea lo que es, te llamo. – dijo Nicholas y una vez que el abogado le dio los datos mandó a que le trajeran la revista.
Un rato después estaba mirando las fotos publicadas. Eran de Katherine llevando a Thery al colegio y luego otras de ellos. Lo peor no eran las fotografías sino los titulares que las acompañaban.
“¿Apareció la madre de la hija del heredero Laurent?”
“¿Quién es la misteriosa mujer?”
“¿Cuál es la verdad oculta en la relación secreta?”
Nick maldijo en voz baja, las cosas ya eran demasiado complicadas como para que la prensa sensacionalista se entrometiera, además en una semana habría otra audiencia con la jueza , no era momentos para escándalos. No tenía idea quien estaba detrás de aquello, pero iba a averiguarlo, por lo pronto tenía que encargarse de proteger a dos personas, a su hija y a Katherine.
Salió deprisa de la oficina mientras hablaba por teléfono con su abogado para darle instrucciones.
Kate abrió la puerta y se quedó desconcertada, no esperaba encontrarse a Nicholas, de hecho nunca esperaba verlo, cada vez que lo hacía era un impacto.
-¿Nicholas? ¿Le paso algo a Thery? – preguntó asustada por el repentino pensamiento.
-No, no, tranquila. Todo está bien, sólo que necesito hablar contigo. ¿Puedo pasar?- preguntó revolviéndose el pelo nervioso y ella accedió.
Nicholas le contó lo sucedido y le mostró las fotos.
-La culpa es mía – dijo Nick- siempre trato de que haya custodios cerca de Thery, pero esta vez como quería que estuvieran cómodas he bajado la guardia.
-Sí, eres bastante famoso e importante – dijo ella con un deje de amargura.
-Ven a mi casa, quédate allí, es más seguro y evitaremos que cualquier intruso se entrometa .
-No creo que sea necesario, estoy bien aquí.
-No se trata solo de ti, también quiero proteger a Thery. –dijo él apelando a lo único que ella no podía rechazar, el bienestar de su hija.
- Vivir en tu casa no es una situación cómoda para ninguno, Nicholas.
-Podrías estar más tiempo con Thery.
-Tengo miedo de que ella se confunda.
-Por ahora debemos preocuparnos sólo por lo urgente, al menos hasta que pase la audiencia quiero que tengamos un poco de paz. Además quiero tiempo para descubrir quien está detrás de esto y puedo maniobrar tranquilo si ustedes están fuera de alcance.
-Nicholas...- lo llamó interrumpiendo lo que decía.
-¿Sí?
-¿No se te ocurrió que la autora detrás de esas fotos puedo ser yo? – preguntó y él la miró fijamente-
-No, ni por un minuto – contestó con firmeza.
-¿Por qué? Piensas que vendí a mi hija y no se te ocurrió que tal vez esté tratando de ensuciar tu imagen. ¿De verdad no dudaste de mí?
-No, Kate, no dudé. Sé que no lo hiciste. No expondrías a Thery.- respondió con seriedad y siendo totalmente sincero.
-Bien, iré a quedarme a tu casa – aceptó ella.
-De acuerdo, avísame cuando tengas todo listo y enviaré por ti.
-Está bien- aceptó Katherine aunque no estaba totalmente convencida, de hecho estaba segura de que cometía un error.
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