- ¿Llegarás tarde a casa? – Le preguntaba él, la forma en que decía casa le ponía la piel chinita. Casi vivía con él, cada vez que Luke iba por ella le insistía en que se llevara ropa puesto que siempre se quedaba en su casa a pasar la noche desde que había decidido darse una segunda oportunidad hacía tres semanas. Ella protestaba pero él acababa convenciéndola, tenía más ropa en casa de él que en la de ella.
- Eso me temo. Poner las luces de tal forma que quedaran bien fue todo un reto. – Las luces se miraban desde la habitación en la cual se haría la propuesta, estaba de más decir que las luces formaban letras y decían las palabras claves. Había quedado estupendo.
- Una novia feliz más gracias a ti.
- Así es, ¿soy genial, no?
- Eres más que genial.
- Adulador. No llegaré demasiado tarde, después de todo mañana tengo que ir al noticiero. – Lo oyó resoplar, él detestaba que ella trabajara allí por las miradas e insinuaciones que a su manera de ver le hacía el conductor. En realidad no estaba tan equivocado, pero ella ni loca se lo diría, aun así era algo divertido verlo celoso.
- Irás a renunciar ¿cierto?
- No. Deja tus celos paranoicos.
- ¿Quién rayos está celoso?
- Tú. – le dijo riendo.
- Es verdad, pero también es verdad que ese tipo te quiere saltar encima y terminaré rompiéndole todos los dientes.
- ¡Que salvajismo!
- Deja de burlarte.
- Llegaré pronto. – Le dijo ella aun riendo.
- Como siempre, te estaré esperando. – Y como siempre que le oía, que lo tenía cerca, que estaba a su lado, cuando no era así y un largo etc., ella suspiró y se estremeció.
- ¡Cielos! ¿Cuando se lo dirás? – Le dijo Natalia en cuanto vio que ella llegó a trabajar temprano al día siguiente antes de ir al foro del noticiero, era sumamente temprano y ya todos trabajaban, la mayoría tenia cara de muerto viviente pues la carga había sido tremenda en cuanto al trabajo, pero Krista andaba fresca como una lechuga, feliz, divertida y en general el amor se despedía por todos los poros de su piel.
- ¿Qué cosa?
- Que lo amas, claro.
- Así estamos bien Nat, ¿para que complicar las cosas?
- Él te quiere ¿lo sabes, verdad?
- No, no lo sé por que no me ha dicho nada.
- Eres de las que necesitan palabras, pero los actos cuentan y mucho.
- Me gustan las dos cosas, las palabras y los actos. Dejémoslo así, estamos bien, no quiero apresurar ni complicar nada innecesariamente.
- Como tú digas Krista. No diré una palabra, nada de nada. Me quedaré callada viendo como se comportan como un par de tontos, como desperdician esta nueva oportunidad, viendo impotente que ustedes…
- ¡Ay, ya por favor! Yo no te digo nada de Julio ¿no? Mira, que hacer que terminara con su novia… no sabía que eras toda una mujer fatal.
- ¡Yo no tengo nada que ver con él! Él es el que no me deja en paz.
- Si, si. Lo que tú digas.
- ¿Qué no ya es hora de que te vayas al noticiero? – Le dijo imperiosa logrando que Krista riera y se olvidara por un segundo de que Natalia tenía algo de razón en insistir en que le dijera a Luke que lo amaba, pero tenía tanto miedo de no ser correspondida, todo indicaba que él si sentía algo por ella, pero la inseguridad estaba arraigada en todo lo que concernía a él.
- Rompecorazones, levanta pasiones… - Siguió diciéndole a Nat mientras se dirigía a la salida, Nat le sacó la lengua con actitud de niña de párvulos belicosa.
Estando con Luke se sentía como en casa, segura, protegida, como si estar a su lado era lo que su alma y su corazón habían estado esperando todo ese tiempo. Cada noche y cada día durante esas tres semanas le habían confirmado que era el único hombre que había amado y el único que amaría, sí, así de cursi sonaba pero cuan cierto era. Esa noche se atrevería a decírselo, tenía que hacerlo. Si él no la amaba podría aceptarlo aunque doliera, pero al menos no se esforzaría más en ocultarlo, en morderse la lengua cada vez que salían las palabras temidas: te amo. Sacó su teléfono para hacer una reserva en un hotel de la ciudad, la suite llamada Las Mil y una noches era sensacional y la preferida de los dos, desde que hubieran pasado su primer noche juntos después de cinco años allí. Con decepción escuchó que la suite ya estaba reservada y que estaría libre hasta el lunes, era viernes. Tendría que esperar todo el fin de semana. Ella quería ir allí y decírselo todo. Pero no podía esperar más tiempo, se lo diría esa noche en casa.
Llegó al set y le entregaron el guión que ella misma había elaborado. Ese día hablaría de los sitios más románticos del país, el destino ideal para celebrar aniversarios y cosas por el estilo. Aun no se acostumbraba al teleprompter* [1] prefería improvisar que ir leyendo sentía que se notaba que leía y no que solamente miraba hacia la cámara, pero en fin, las reglas eran las reglas.
- ¿Algún día me dejarás llevarte a uno de esos lugares? – Le dijo Carlos cuando hubo una pausa para un comercial.
- ¿Qué pensaría tu actual novia de tu propuesta? – le dijo sin siquiera mirarlo.
- No es mi novia, solo una amiga. Tú sí serías algo formal.
- Que honor. – Le respondió con sarcasmo. – Si quieres que sigamos siendo amigos, te recomiendo no seguir por ese camino.
- ¿Por ese tal Luke?
- Exacto. – No pudo decir nada más pues les indicaron que en segundos estarían al aire de nuevo.
- Nunca hemos hecho esto antes, pero hemos pensado que nuestro amable auditorio tiene muchas preguntas para la Srita. Love, así que llámennos y ella encantada les responderá sus dudas románticas. – Carlos no le había avisado nada sobre eso, ella compuso su mejor sonrisa. – Mientras tanto dinos Krista ¿Qué tiene de encantador el Caribe?
- Les recomiendo ampliamente seguir la ruta Maya, hay cabañas rodeadas del mar y de vegetación, atendidos por personal discreto y eficiente, casi sentirán que están en una Isla desierta. – El teleprompter parpadeó y se apagó, Carlos frunció el ceño y checó sus notas, ella no se puso nerviosa pues en realidad prefería seguir únicamente el guión impreso.
- Vamos a las llamadas telefónicas. – Dijo Carlos. Que mejor manera de hacer pasar el tiempo mientras el condenado aparato funcionaba pensó Krista. - ¿A quien tenemos en la línea? – Preguntó él.
- Carolina. – Dijo una suave voz femenina.
- ¿Qué pregunta tienes para Miss. Love, Carolina?
- Me gustaría saber como le hace para tener tantas buenas ideas románticas.
- Bueno, toda mujer es romántica, aún la que dice que no. Nacemos con ello, es cuestión de ahondar en esa parte de nosotras. Tú puedes hacerlo igual de bien.
- No lo creo Miss. Love. ¿Puedo preguntar otra cosa?
- Claro.
- ¿Está usted enamorada? – Krista se paralizó completamente, sabía que Luke miraba su sección en el noticiero las veces que ella aparecía, ¡Dios!
- ¿Por qué esa pregunta Carolina? – Le dijo con una risa que esperó no sonara nerviosa.
- Creo que solo una mujer enamorada puede tener tantas ideas para declarar el amor. Entonces, dígame ¿lo está?
- Esta no es una sección sobre mí si no acerca de…
- El público está interesado Krista, así que dinos. – La interrumpió Carlos, maldito fuera. Bueno, más valía tarde que nunca ¿no? Iba a decir la verdad aunque lo hiciera en cadena nacional y delante de no se cuantas personas. La vida no podía ser más complicada e impredecible. De pronto una sensación de paz le llegó de lo mas profundo de su ser. Lo amaba y no pondría reparos en decirlo a los cuatro vientos, sonrió y dijo simplemente…
- Sí, estoy enamorada Carolina y él es el hombre de mi vida. – Murmullos de risas entusiasmadas por parte del personal técnico y de los demás que trabajaban delante de las cámaras resonaron por todo el estudio.
- Gracias, es todo lo que quería saber. – Y la mujer cortó la comunicación.
- Después de esta revelación seguimos adelante – Dijo Carlos. – Aunque me temo queridos televidentes que nuestro teleprompter esta fallando. - ¿Por qué lo decía a todo el mundo? Se dijo Krista, aun sin reponerse de lo que acababa de decir. – Por favor que la cámara dos enfoque la cámara una que es de donde leemos las notas para que comprueben que este aparato no esta funcionando. – El camarógrafo lo hizo y luego los enfocó a ellos. ¿Qué rayos hace? Seguía pensando Krista. – Krista sigue con tu sección, este es un noticiero honesto así que les mostraremos a nuestro público el problemita que tenemos aquí y lo profesional que eres y que somos al seguir adelante.
- Claro. – carraspeó y siguió mencionando las ventajas de celebrar un aniversario en el Caribe mexicano cuando fue interrumpida de nuevo por Carlos.
- Ya funciona Krista, puedes utilizarlo en lugar de tus notas.
- Gracias. – Dijo más confundida que nunca ¿Qué conductor profesional hacía eso? ¡Ninguno! Pero en cuanto dirigió su vista al aparato se quedó más paralizada y conmocionada que nunca, no se dio cuenta de que la cámara enfocó su reacción, ni que mostraron lo que decía el teleprompter. La maquina decía con grandes letras:
La primera vez me salió terriblemente mal el intentar decirte cuanto te amaba. Cinco años sin ti no fueron suficientes para que mi corazón te olvidara. Te amo más que nunca y no pienso dejarte ir esta vez. No sé si esta declaración es la mejor del mundo, lo único que quiero es que jamás dudes de que te amo. Una vez dijiste que no importaba como era la declaración siempre y cuando el novio no estuviera borracho, bueno, no lo estoy así que… ¿QUIERES CASARTE CONMIGO? DI QUE SI … LUKE.
Krista no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, buscó con la mirada a Luke y no lo vio. El teleprompter volvió a parpadear con nuevas palabras.
¿SÍ O SÍ? CARIÑO DI ALGO, ESTAMOS EN TELEVISION NACIONAL, ¿NO TE ATREVERAS A RECHAZARME ENFRENTE DE MILLONES DE PERSONAS, VERDAD?
Krista empezó a reír y a llorar.
- Está esperando una respuesta. – Dijo Carlos inclinándose hacia ella. Todos parecían estáticos, esperando que ella hablara.
- ¿Dónde estás? – Preguntó ella y él salió detrás de un camarógrafo. La cámara no perdía movimiento alguno.
- Aquí. – Dijo él. - ¿Entonces…? – Ella se levantó y se secó las lágrimas.
- ¿Te gustaría trabajar para mí? – Le preguntó y Luke rió quedamente.
- No me tortures más amor. – Krista no esperó más y corrió el pequeño tramo que los separaba, se echó en sus brazos y se besaron, a lo lejos escuchó risas y aplausos. La voz de Carlos se coló y oyó que le preguntaba.
- ¿Eso es un sí? – Ella volteó a verle, era mejor persona de lo que creía.
- ¡SI! – exclamó y Luke la levantó en brazos y se la llevó.
- ¿Quién dice que un hombre no puede tener excelentes ideas románticas? – Preguntó Carlos. - ¿Quieren saber que más pasó? Entonces no olviden sintonizarnos mañana. – La canción Love is in the air empezó a sonar y el noticiero finalizó. – Tengo que admitir que con esto nos llevamos el rating de la mañana…
- ¿Todo salió bien, no? – Preguntó Julio a Natalia.
- Mejor, imposible. Gracias Carolina. – Carolina era nueva en la empresa y la usaron para hacerle admitir a Krista que amaba a Luke. La idea había sido en su totalidad de Luke, la llamada, el teleprompter. Convencer a Carlos y al productor no había sido tan difícil. Natalia había estado encantada de colaborar, lo mismo que Julio. Ambos se habían estado comiendo las uñas literalmente al ver la escena.
- No la dejé por ti. – Dijo Julio de pronto.
- No quiero saberlo.
- Espera. – La detuvo al ver que se iba. – Emily quiere a otro. Por eso terminamos.
- ¿Ah si? ¿Y te dejó muy herido?
- Para nada. ¿Quieres salir conmigo?
- No.
- ¡Por favor! Sólo un café ¿sí? Por favor, por favor, por…
- ¡Está bien! Sólo un café.
- Es justo lo que necesito.- susurró Julio para si.
- ¿Qué dijiste?
- Que un café es justo lo que necesito ahora.
- Mmm…
- Conozco una cafetería que te va encantar…
Seis meses después…
- ¿Nervioso? – Le preguntaba Luke a Julio.
- Siento que voy a estallar. ¡No te rías!
- No lo hago, así estuve cuando se lo propuse a Krista.
- Con estas mujeres uno se tiene que quebrar la cabeza para saber como proponerlo. Con eso de que son expertas…
- Sí, pero la intención es lo que cuenta. No importa si es algo elaborado o no.
- Lo dice quien se declaró en televisión nacional…
- Esto es único tienes que admitirlo, mira que lograr que el cantante favorito de Natalia diga en pleno concierto que la amas y te haga pasar al escenario, ella no se lo espera es sensacional.
- Calla, ahí vienen las dos. ¿Krista sabe algo?
- No, nada.
- Bien.
- Me encanta como canta ¿A poco no es divino? – Le decía Natalia a Krista una hora después en pleno concierto.
- A mi también me gusta mucho.
- Estamos aquí por si no se han dado cuenta. – Refunfuñó Luke, Krista se rió y lo besó.
- Tengo que ir al baño. – Dijo Julio y se fue. Lo que pasó después Natalia no lo iba a olvidar en su vida, durante la canción favorita de Nat, Julio pasó al escenario y se declaró desde allí, Natalia casi se desmayó de la impresión. La subieron al escenario y allí Julio se arrodilló y se lo propuso, Krista se encontró llorando igual que Nat.
- Has estado muy sensible últimamente. – Le dijo Luke abrazándola.
- Oye, esto es increíble, Julio es sensacional. Mira a Natalia está súper emocionada.
- Mira, ya dijo que sí. Más le vale. ¿A que no se lo esperaban, verdad?
- No, para nada. Pero como que tenemos las mismas ideas.
- ¿A que te refieres?
- ¿No quieres trabajar para mí? ¡Lo digo en serio!
- ¿Por qué las mismas ideas? – Insistió Luke.
- Ya lo verás. – Una vez que Julio y Nat bajaron. El cantante mencionó que una buena amiga también le había pedido un favor.
- Felicidades a Luke y a Krista por que van a ser papas. – Anunció. Luke se tambaleó ligeramente, Krista tuvo que sostenerle. Pasada la sorpresa inicial la apretó con fuerza en sus brazos.
- Tú si que sabes como sorprenderme. – Le dijo. – Te amo Krista. ¿Siempre me amarás? Di que sí.
- Sí. Ahora y siempre Luke…
J.J que historia fascinante me reí mucho enserio es tan impresionante que...¿de donde sacas tantas ideas?...jajaja... me encanto definitivamente si
ResponderEliminarATT: Lari
Esta idea viene de que en realidad hay agencias dedicadas a esto, una vez vi una entrevista a la dueña de una y de pronto empecé a imaginar cosas jajaja.
EliminarAtte. Yo... osea J.J XDDDDD
Mi sis ahora anda en la clandestinidad!!!
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