miércoles, 17 de agosto de 2011

Ganar el perdón, sexta parte


La jueza los miró a los dos, se acomodó los lentes y habló en forma pausada como si quisiera tranquilizar a aquellos que la escuchaban.
-Sr. Laurent, Sra Holly, ya tengo los resultados de los análisis y también de las pruebas que ordené, efectivamente la niña es hija biológica de ambos...
-No se necesitaba hacer el análisis para saber eso – contestó Nicholas con altanería.
-Sr. Laurent, le agradecería que evitara esos comentarios, sobre todo porque con los recientes descubrimientos su situación no es muy buena.
-¿A qué se refiere? – preguntó el abogado de Nick.
-Según los peritos, la firma que figura en ese papel donde la Sra Holly cede la tenencia de su hija, es falsa.

-¡¿Qué?!- preguntó Nicholas.
-Y eso no es todo, la exhumación de la tumba ha dado como resultado que no hay ningún cuerpo allí, estaba vacía.
-¡Cielos! - exclamó Katherine con un jadeo y se llevó una mano al pecho. No podía creer que hubiera pasado años llorando  frente a fraude.
-No lo entiendo, pero no puede responsabilizarme a mí, yo ni sabía de ese lugar. Es ella quien ha ido allí, es ella quien necesitaba explicar de alguna manera la desaparición de su bebé después de dar a luz y regalarla. Si la tumba es falsa, es a ella a quien debe investigar…-sentenció furioso, no podía creer hasta donde era capaz de llegar aquella mujer. Sin embargo al girarse la vio, la palidez era real, parecía a punto de desmayarse como si las palabras de la jueza la hubieran impactado profundamente.
-Mi clienta no puede ser inculpada, luego del parto, ella estuvo…enferma durante un tiempo y cuando pudo sobreponerse se encontró con que su hija había sido sepultada allí, nadie supo explicarle quien había realizado los trámites y ella lo atribuyó al hospital. Hasta hoy – explicó el abogado de Katherine y la agudeza de Nicholas hizo que percibiera la indecisión en el hombre cuando había mencionado la enfermedad.
-¿Enferma? ¿O simplemente estaba gastando el dinero que había conseguido?
-¡Señor Laurent! Ellos han presentado las pruebas respectivas, así que le ruego que se calle. Si piensa  que atacar a la otra parte es bueno para su defensa, le recomiendo que tenga una nueva charla con su abogado – dijo la Jueza.
-Su Señoría, si tiene esas pruebas en su poder, nos gustaría verlas – intervino el abogado de Nicholas.
- No es algo que les incumba, pertenece a la esfera intima de la Sra. Holly y ella debe decidir si quiere o no revelar esa información. Sin embargo, necesito que su cliente me explique muchas cosas.
-No tengo nada que explicar.
-Se equivoca , Señor Laurent. Y si no puede explicarlo será imputado por el delito de secuestro y fraude.
-Su señoría…-intentó intervenir el abogado.
-Por lo pronto mi decisión en otorgarle custodia compartida de la niña a usted y a la Srta. Holly.
-¡Nunca! – rugió Nicholas y su abogado le tocó el brazo para calmarlo.
-Su Señoría, dadas las circunstancias, mi cliente solicita la custodia completa de su hija. Ha perdido cinco años de la vida de la niña y quiere recuperarlos, sin mencionar que el Señor Laurent es el responsable directo de negarle a su hija, haciéndole creer que estaba muerta. – intervino el abogado de Kathe.
-No te acercarás a mi hija..- siseó Nick con furia y Katherine se volvió a mirarlo.
-Eres tú quien no se acercará a ella, una bestia como tú no tiene derecho a criarla…- le contestó con patente odio.
-Por el momento, no son ustedes quienes deciden. Comprendo que la situación será complicada para la niña, así que hasta que las circunstancias queden totalmente aclarada y resuelta y pueda tomar las medidas legales correspondientes, compartirán la custodia. La Sra. Holly tendrá derecho a un régimen de visitas y contará con todos los privilegios correspondientes. La situación de la niña será monitoreada por una asistente social que designaré y ante cualquier novedad tomaré  medidas inmediatas. No hay más que decir – sentenció la jueza y Nicholas se levantó exaltado.
-Nicholas…puedes perderla si te comportas sí- lo calmó el abogado. Y finalmente él salió del despacho. Una vez afuera le propinó un golpe a la pared, en ese momento, Katherine también salió.
- No puedo creer que mi hija esté en tus manos …- susurró ella y él  se giró repentinamente y la agarró por los hombros.
-¡Cállate!
-Hazlo, Nicholas, golpéame y entonces tendré todo lo que quiero…
-¿Y dices querer a Thery?. Sólo vas a destruirla – le dijo él soltando el agarre.
-Tú la destruiste al negarle a su madre, ¿lo entiendes?. Le quitaste la madre a un bebé…ninguna  condena es suficiente para ti. No voy a dejarte ir Nicholas, y ya escuchaste lo que dijo la jueza. Mañana mismo voy a ver a mi hija.
- No te atrevas a aparecerte.
-Mátame Nicholas, porque sólo muerta podrás detenerme – le dijo ella y luego se marchó.

Nicholas Laurent miró fijamente a su abogado.
-Dame una razón para que no te despida...
-La razón es que es posible que necesites un abogado muy pronto, tu situación se complica y pareces no ser consciente de ello. Todas las pruebas están en tu contra.
-Soy inocente.
-Bien, deberemos probarlo. Por lo pronto tendrás que aceptar que Thery se encuentre con su madre. Y reza porque ese investigador tuyo averigüe algo que incline la balanza a tu favor,  porque por ahora tienes todas las de perder.

También Katherine estaba ansiosa. El día que ni siquiera se había atrevido a soñar, estaba al alcance de su mano y estaba aterrada.
-Cálmate Katherine, todo saldrá bien. Descansa, mañana verás a tu hija.
-¿Y si él lo impide? ¿Si se la lleva?
-Debes estar tranquila, ya te he dicho que Laurent no es tan tonto. No hará algo así. Además, quieras o no, él crió a la niña, ellos tienen una relación, tienes que tratar de no confrontar con él porque podría poner a la niña en tu contra.- le dijo el abogado y ella jadeó. No había pensado en aquella posibilidad. ¿Qué le había dicho Nicholas a su hija sobre ella? ¿También le había dicho que estaba muerta? ¿Y si la niña la odiaba?
-¿Qué voy a hacer? No sé nada sobre ella, no sé nada sobre mi propia hija...
-Dale todo tu amor , eso bastará. Yo me encargaré de lo demás. La Jueza designó a la asistente social que nos acompañará, y  se acordó que el lugar de encuentro será la casa de Laurent para no alterar a la niña. Tú y Thery se encontrarán mañana, finalmente. No pienses en nada más.
Katherine asintió y se despidió de su representante legal.
Aún estaba muy nerviosa, así que salió a dar un paseo, también quería comprarle algo a su hija, el primer regalo que le daría. Pero al mirar las vidrieras se dio cuenta que no sabía que podría gustarle a la pequeña, además siendo la hija de Laurent era probable que nada le faltase. ¿Cuál será el mejor regalo para una niña criada como una princesa?
Finalmente eligió un oso de peluche, era algo clásico, un bonito muñeco color blanco con un gran lazo rojo al cuello. Recordaba haber comprado uno similar cuando había sabido que su hija vendría en camino. Después de perderla, se lo había quedado y había pasado muchas de sus angustiantes noches aferradas a aquel animal de peluche en busca de consuelo como si fuese un ancla que le permitía atarse al mundo.
Sí , era un buen regalo, algo que su hija pudiera abrazar cuando lo necesitara, aunque , pensaba estar siempre allí para ella. Iba a darle algo que no podía comprar el dinero de Nicholas Laurent, iba a darle el amor , la calidez y la protección de una madre.
Iba a entregarse ella misma.









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