sábado, 25 de junio de 2011

¿Leer y reír, o leer y llorar?

¿Qué tipo de novelas prefieren? A mí me resulta algo confuso, porque es verdad que elijo los finales felices y amo leer un texto  que me arranque carcajadas, entonces ¿por qué son más memorables las historias trágicas?
Amamos las risas, pero hay una intensidad única en los amores imposibles.
Disfruto con Kleypas, Quinn y Devereaux pero la intensidad de Cumbres Borrascosas me estremece a pesar de  los años.
Ay corazón mío que ni siquiera sabes que quieres...


Las primeras historias de amor que leí en mi adolescencia eran trágicas, Romeo y Julieta, Cyrano de Bergerac, Cumbres Borrascosas, Mujercitas...había algo atractivo en esos grandes amores truncados.
Tal vez porque eran una llama que ardía en todo su fulgor porque estaban destinados a extinguirse. En el fondo, guardamos el temor que si duraran no se mantendrían igual, probablemente Romeo hubiese dejado a Julieta para ir tras otra...
Y el humor estuvo presente con otras maravillosas historias las  de Anne de Green Gables ( o Anna de los Tejados Verdes), allí aprendí a disfrutar de las risas en un texto.
Ya un poco mayor, no mucho, recuerdo muy bien la novela romántica que me llevó al mundo de las risas  fue “No olvides el pasado” de Jude Devereaux. La refrescante personalidad de la protagonista sumado a que era cocinera y el libro rebosaba de buena comida, me hizo ver el lado claro del romance.
Recuerdo que me lo leí en una noche y soltaba carcajadas  mientras me levantaba a buscar algún bocadillo por el hambre que me despertaban las descripciones de los platos.
Desde entonces han desfilado muchísimas historias de ese estilo y se han vuelto mis preferidas, me gusta que los personajes tengan “chispa”. Que caigan en situaciones ridículas , que tengan la contestación rápida e ingeniosa, y que el amor se acompañe de una buena dosis de humor porque es una receta infalible.
Sin embargo cada tanto caigo en historias tortuosas , con protagonistas taciturnos y trágicos que sin embargo aman con pasión.
Otro tanto me pasa con las películas...ya lo dije , vi cientos de pelis románticas, pero las dramáticas ( léase Ghost, Corazón Valiente,Love Story,entre otras) han dejado una huella imborrable.
En cuanto a la escritura, me he volcado por las historias con humor, aunque cada tanto necesito escribir algo con un poquito de drama, pero siempre con final feliz, que para eso están las novelas.
Esta dualidad creo que se debe a que tal vez en el fondo queremos un poco de ambas, la pasión furiosa e intensa con que se viven los amores destinados a perecer y la felicidad con que se viven los amores eternos.

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