¿Por qué el Romance? Siempre el Amor....

¿Por qué leemos novelas románticas? ¿Por qué las escribimos?

¿Alguna vez se lo han preguntado?

Lo cierto es que la historia de las mujeres y la literatura romántica es mucho más compleja de lo que podemos pensar.

En primer lugar, leer y escribir Novela romántica sigue teniendo algo de privado, e incluso de vergonzoso. Es decir, no reconocemos de la misma manera que leemos clásicos de la literatura como que coleccionamos las novelas de Harlequin.

Tampoco contamos con tanta facilidad que escribimos historias de este tipo.

Tal vez porque alguna vez estuvo mal visto, tal vez porque la sociedad lo ve como un género menor o tal vez porque los sueños románticos pertenecen a una esfera demasiado íntima como para andar compartiéndolo con otros que, muchas veces, no lo entenderían.

Y sin embargo el Romance siempre ha estado allí, incluso en las obras clásicas y reconocidas de la literatura...está en Shakespeare y sus eternos amantes trágicos “Romeo y Julieta”, está en la imperecedera historia de Jane Austen con su “Orgullo y Prejuicio” o en la tormentosa “Cumbres Borrascosas” de Emily Bronte.

El amor fue , es y será uno de los grandes temas de la literatura...incluso de la “literatura seria e intelectual”.

Aquí también hay que mencionar lo que nos pasa al escribir literatura romántica, porque muchas veces quienes escribimos afrontamos la crítica de los demás: que la prosa es simplista, personajes estereotipados y trama idealista, entre otras cosas. Obviamente la literatura romántica no es el camino al Nobel.

Pero, en realidad, muchos de los personajes de estas historias llegan a estar más vivos que otros seres que nos cruzamos por ahí, si podemos considerarnos amigas de las “Floreros” o hablamos sobre Mr. Darcy como si lo conociéramos, ¿no es prueba del talento de la autora que les dio vida?

Tal vez nunca sea reconocida, quizá ni conozcamos su verdadero nombre oculto tras un seudónimo, tal vez siguiendo la tradición de las mujeres permanezca escribiendo en las sombras, pero eso no cambia el hecho de que puede escribir grandes historias.

Buena y mala literatura existe en cualquier lado...y sigo prefiriendo un libro que me hace reír, soñar y emocionarme a uno que me aburre.

Y si se trata de lo que yo escribo, tampoco puedo olvidar que simplemente prefiero escribir sobre gente que se ama, en un mundo muchas veces lleno de dolor y violencia, me gusta que las palabras puedan crear “AMOR”.

Y por eso aquí seguimos leyendo y escribiendo “grandes historias de amor”, y si son improbables, imposibles e ideales...MUCHO MEJOR.

Porque además El Amor mismo, es de las emociones más complejas que tenemos...

La tristeza, el odio, la alegría suelen ser emociones más simples, pero el amor las reúne a todas , las mezcla, las confunde, las pone bajo su propia lógica. Y por lo tanto sumergirnos en estas historias románticas es sumergirnos en lo más complejo de nosotros mismos.

Leer novelas románticas, escribirlas es ser parte del misterio más encantador de los seres humanos.

Así que aquí estamos, románticas incurables, esperado compartir la lectura y la escritura con ustedes...