Se
sentaba en la terraza junto a una Laura, que lo miraba en aquel momento con el
ceño fruncido, al tiempo que le mostraba la fotografía de la llave,
consiguiendo arrancarle una carcajada antes de coger su vermut negro y darle,
un buen trago a la fresca bebida.
-Si
ésta llave creo que es de quién es – habló con cierta condescendencia-. Me
podrías decir, como es que ha llegado a tu poder –Sonrió curiosa-. Y que sea
antes, de que te liquide ella, ya que la has invitado a que venga a recogerla.
¿Y cuándo ha ocurrido?
-Tu
querida hermana, se halla en la tienda ruidosa de allí delante –Laura abrió los
ojos por la coincidencia-. Yo la vi, ella a mí no –Se alzó de hombros-. Y
digamos, que me las ingenié para quitárselas sin que se diera cuenta y así,
pasara un rato con nosotros bajo éste agradable sol.
-Increíble
–Sonrió divertida mientras con su cabeza hacia un gesto negativo-. Sé que no me
lo estas contando todo –Lo señaló con el dedo índice-. Me hallo encantada con
tu decisión hacia ella –se llevó una mano al cuello-, pero creo que aún no has
comprendido lo complicada que puede llegar a ser. No quiere saber nada de los
hombres –Soltó un resoplido con actitud exasperada-. Ya te lo dije.
-Tranquila
–Le guiñó un ojo con gran confianza en sí mismo-. Ella solo tiene que aceptar
que yo aparecí y soy real.
-Real
el golpe que te va atizar –Masculló entre dientes, al ver llegar a su hermana
por detrás del hombre con actitud cabreada-. La tienes apenas a quince metros.
A
medida que se iba acercando a ellos dos, su enfado se iba disipando por la
cordura. Su subconsciente, le iba gritando por el camino, mientras trataba de
agarrarla por el jersey y detenerla, de que no serviría nada montarle un numero
allí, aquello es lo que parecía, que él quería.
Sacarla
de quicio.
De
modo, que comenzó a respirar profundamente, consiguiendo calmarse bastante
cuando ya se posicionó detrás de su objetivo, para soltarle un sonoro sopapo y
retener las ganas de continuar el ataque con su bolso, como haría una vieja
ante un degenerado de aquel calibre.
-
¡Auch! –Se quejó Oliver, al tiempo que se reclinaba hacia delante, pero sin
perder en ningún momento la sonrisa de su boca.
-Imbécil
–Gruñó al tiempo que se sentaba en una de las dos sillas libres que quedaban-.
Quiero mi llave –Expuso, alargando su mano hacia él sin quitar el fruncido de
su ceño.
-Después
de que nos acabemos de tomar algo relajadamente, te devolveré las llaves –Soltó
con cierta mofa, mientras pillaba una patata chip y se la introducía en su
boca.
Estela,
fue entonces cuando se dignó a mirar hacia su hermana con mal humor.
-Dime
que es por lastima, ante por su subnormalidad tan visible, que lo recogiste
como amigo –Soltó en tono quejumbroso-. Porque aún no logro comprender que
puñetas viste en él.
Tanto
Laura y Oliver, se echaron a reír ante aquella acusación.
-Tú
sí que viste ayer noche, pequeño duende –Le guiñó un ojo mientras soltó aquello
con tono ronco-. Que por ello, estas con las orejas agachadas.
-Que
yo sepa, ésta noche solo vi a un tio pagado de sí mismo-Soltó casi en un
gruñido.
-Ojo
que no te muerda mi hermana, que es capaz de pegarte hasta la rabia –Rio
divertida Laura, dando un trago a su bebida.
-Estoy
seguro, que cualquier mordisco de ella me gustaría –Se atrevió a señalar con
cierto tono cargado de sensualidad, causando que su hermana sonriera por lo
bajo, mientras que ella, trataba de calmar tono el erizamiento del bello de su
cuerpo al no entender porque se vio en un puñetero flash con él en su cama de
sábanas blancas.
Pero
una vez más, calmando sus nervios de no saltarle a la yugular, se fijó en el
vaso que había encima la mesa con bebida oscura, y sin pensárselo, lo agarró
para darle un gran trago y apaciguar sus nervios.
¡Joder,
suerte que era vermut! Porque si hubiese sido whisky, lo habría escupido al
notar su fuego por la garganta.
-
¡Estela! –La riño su hermana sin perder la risa-. No seas tan maleducada y
espérate a tú bebida.
-Mejor
que le haya robado un trago, a que le atizara fuerte con el cenicero de la mesa
–Achicó su mirada, para mirar a su hermana con un fuerte resoplido.
-Déjala
–Soltó con voz melódica Oliver, agarrando aquella vez el vaso él, para darle un
trago casualmente pro el mismo sitio que ella lo había hecho-. Me ha regalado
un beso indirecto –Le guiñó el ojo divertido-. En el fondo, me busca.
-Creo
la cagaste –Dijo con tono apenas audible Laura, haciendo un gesto negativo con
la cabeza hacia su amigo y jefe.
-Joder,
pues debe de ser un fondo muy hondo –Le respondió con tono borde-. Porque lo
veo muy negro, chaval –Alargó su mano derecha-. Mis llaves, quiero aprovechar
el día y dejar de perder el tiempo.
Oliver,
le aguantó la mirada por un segundo, para con media sonrisa ladeada introducir
su mano en el bolsillo derecho de su americana azul y sacar de allí su llave.
-Puede
que también te ocurra a ti –Soltó con mirada directa y dura-. Y cuando quieras
verlo, verás que el tiempo no está medido con un reloj de arena, no todas las
cosas vuelven a girar para el principio.
Y
dicho aquello, le dejó encima de su palma, la llave del coche, para girarse a
mirar a su hermana Laura, quien se veía apurada por el mensaje oculto en sus
palabras.
-Gracias
–Se puso en pie-. Pero las agujas del reloj, no corren igual para todo el mundo
–Escupió con rabia-. Nos vemos Laura, dale un beso a mi cuñado.
Y
dicho aquello, se alejó de allí a paso enfadado hacia su coche.
-Te
lo dije –Advirtió con cierto lamento Laura, una vez que su hermana ya no podía
escucharla-. Lo pasó realmente mal, a parte de otras cosas. Por ello, que se
puso una norma y ahora sé, que la va a cumplir a rajatabla –Su tono de voz era
de disculpas-. Me animé mucho cuando me dijiste que ibas a por ella -sus ojos se
anegaron un poco en lágrimas-. Me gustas para ella, sé que hacéis un equipo
perfecto... -Agachó la mirada por un momento-. Lo siento Oliver.
-Pues
yo no lo siento –Soltó con un pequeño suspiro, volviendo agarrar lo que quedaba
de su vermut-. Se lo que vi y sentí –Le guiñó un ojo-. Solo guardaré un pelín
las distancias, o eso intentaré –Se encogió de hombro con cierta sonrisa de
comisuras.
-
¿Nos vamos a buscar ésa documentación? –Propuso, sonriendo un poco por el
optimismo del hombre.
-Sí
–Carraspeó, alzándose de la silla.
¡Madre
de dios, lo desentrenada que estaba o lo mucho, que había cambiado el ambiente
de salir por la noche!
No
es que se quejara. Prefería mil y una veces su hijo, a todo eso. Pero sí que
era cierto, que de tanto en tanto el salir un poco, no hacía daño.
Al
final, se había puesto un vestido negro de gasa que ya tenía, con unos tacones
rojos, combinándolo con un semi recogido que le había realizado su amiga. Y
ahora, eran las doce y media de la noche, cuando acababan de entrar en un local
de música un tanto curioso, después de haber cenado en una masia todas juntas.
No
había pista de baile, todo eran mesas con sofás negros o rojos de dos o una
persona. Con dos barras encada lado del local. La música, sonaba alta, pero
podías hablar y escuchar a tus compañeros.
Era
un lugar agradable, pensó dando un volteo con la mirada por un lado del local,
mientras se dejaba arrastrar por sus amigas a la barra.
En
verdad, se alegraba bastante de que nadie fuera a bailar allí. De aquel modo,
se evitaba de hacer el ridículo después de tanto tiempo.
Pues
nada, a disfrutar de una noche agradable de risas con sus amigas, se dijo
cuándo con botella de champan en mano, se dirijan a sentarse en una de las
mesas.
-
¡No, no Soraya! –Clamó alzando un poco la voz, cuando su amiga marchaba
nuevamente a la barra a buscar otra ronda de chupitos. Y como la ignoró, no le
quedó más remedio que alzarse e ir tras ella, mientras las otras se
descojonaban.
-No
me seas mojigata –Rio su amiga cunado la alcanzó en la barra, ya con la
siguiente ronda pedida-. Estás sola sin tú hijo el fin de semana y no tienes
que conducir. Qué importancia tiene que te pongas un poco chispa –Se alzó de
hombros divertida.
-Porque
ya lo voy de chispa –Resopló divertida-. Mis movimientos son más lentos que mi
vista –Frunció el ceño-. O algo así…
-Pues
un chupito más no te va a emborrachar –Volteó los ojos-. Además, estamos todas
juntas. No dejaremos que te ocurra nada malo –Le sonrió con cariño.
-Vale
–Alzó rindiéndose las manos al aire-. Solo que no mezclemos por favor –Gruñó
por lo bajo.
-Puedes
estar tranquila –Le guiñó un ojo-. Que no saldremos del tequila.
-Borrachas
–Soltó un suspiro, al tiempo que se giraba a inspeccionar un poco más a la
gente que había por allí. Para al instante alargar su mano y agarrar a su amiga
del brazo.
-
¡Auch! –Se quejó Soraya, girándose a mirar a su amiga para reprenderla, pero al
verla clavada con mirada de asombro cambio de plan-. ¿Qué ocurre?
-No
me lo puedo creer –Susurró Estela-. Es él.
-OH
–Se sorprendió muy interesada su amiga-. ¿Quién, en dónde está? –Preguntó
mirando en dirección a donde lo hacia su amiga.
-El
del traje negro, con camisa blanca que está sentado con una pareja mayor –Dijo
largando un movimiento con su barbilla.
-
¡Joder! –Silbó su amiga-. ¿Cómo coño rehúyes de un tío así?
-Es
un idiota creído –Soltó en un gruñido.
-Pero
tiene pinta de ser muy bueno en la cama, nena –Rio-. Y un favor o varios de
ése, creo que te alegran un poco los meses –Se giró a mirarla-. ¿Cuánto hace
que nadie entra ahí abajo?
-
¡Soraya! –La reprendió riéndose-. Ya sabes cuál es mi postura.
-Sí
–La miró a ella y luego a él, para soltar un gruñido-. Y créeme, uno a pilas no
te da el mismo gusto que uno a temperatura corporal.
-
¿En serio? –Soltó con sonrisa torcida, consiguiendo que la mujer volteara los
ojos.
-En
mi vida me han hecho falta –Bufó-. Pero créeme, ése tiene pinta de estar muy
bien en todo.
-Es
un ego andante tocapelotas –Se quejó.
-Pues
yo lo veo muy formal –Dijo tras observarlo por un momento más.
-Porque
apuesto a que son sus padres –Indicó pensativa.
-Estela…
-Arrastró su nombre en una advertencia, conociendo que algo tramaba su cabeza.
-Creo
que voy a saludarlo –Reveló sonriendo de forma malévola.
-Pues
deja que me lleve los chupitos a la mesa y ponga al tanto a las chicas –Dijo
desesperada, sabiendo que iba a reírse seguro.
No puedo evitar ponerme loca cuando veo al amor de mi vida aquí.
ResponderEliminarJajaja
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