Se
sentaba en la terraza junto a una Laura, que lo miraba en aquel momento con el
ceño fruncido, al tiempo que le mostraba la fotografía de la llave,
consiguiendo arrancarle una carcajada antes de coger su vermut negro y darle,
un buen trago a la fresca bebida.
-Si
ésta llave creo que es de quién es – habló con cierta condescendencia-. Me
podrías decir, como es que ha llegado a tu poder –Sonrió curiosa-. Y que sea
antes, de que te liquide ella, ya que la has invitado a que venga a recogerla.
¿Y cuándo ha ocurrido?