miércoles, 4 de febrero de 2015

Becaria Pueblerina 19

-Mmm… Sí –Se levantó del sofá-. Estaba pensando que a lo mejor me daba un baño de burbujas. Pero según el hambre que traigas, puedo aplazarlo para más tarde –Se alzó de hombros con aire desenfadado.

Sebastián, soltó un gemido en su mente solo para él. 

-Si quieres, llamamos para encargar la cena –Sugirió el hombre carraspeando un poco y intentando apartar de su retina, la imagen que se le había venido de ellos dos en una bañera con burbujas.

-Muchas gracias –Sonrió divertida Karolaine-. Pero hace horas que tengo la cena preparada.

Él alzó las cejas con cierta sonrisa traviesa. 

-¿En serio? Vaya, debo decir que estas hecha toda una ama de casa –Se mofó de forma vaga.

-Increíble verdad –Soltó desdeñosa-. Y eso que solo soy una jovencita de veinte años.

-Mira que eres puntillosa –Marcó yendo a sentarse en el sofá.

-Porque tú me obligas –Indicó aún de pie, pero cruzando sus brazos.- ¿Y bien? 

-Si quieres cenar ahora o me doy mi baño, para ponerme ya el pijama –Dijo con tono exasperado ante la lentitud del hombre.

-Hombre… -Se calló unos segundos-. Un poco de hambre tengo, pero puedo esperarme a que tú te pongas cómoda.

 -Y dejar que piques porquerías y luego, no comas la cena –Le replicó con fastidio-. Ni hablar, mejor cenamos ahora. Pon la mesa mientras me pongo el pijama.

-karolaine no me importa esperar un poco.

-Y a mí, me da igual aplazar el baño -Habló dirigiéndose ya de camino al pasillo-. Esta tarde ya me he duchado.

-Muy bien -Soltó con tono resignado, ante no conseguir disuadir a la chica de mantenerse tal como estaba, sin entender el porqué tenia la necesidad de cambiarse de ropa para cenar. Estaba seguro, que así su sistema nervioso iba a seguir sufriendo del mismo grado, al verla con aquella camiseta que llamaba pijama. Le pegaba más el nombre de tortura -. Iré poniendo entonces los cubiertos.



                                                                       ***

Si a Sebastián, le diera por entrar en aquel momento en el dormitorio de Dereck. Puede que le diera un pequeño infarto de perro guardián, al hallarla envuelta en delicada seda color blanco.

Estaba segura, que aquel conjunto de ropa interior semi-transparente  quitaba la respiración hasta el monje más puritano.

Ahora, solo faltaba decidirse entre aquellas dos camisetas. Una era la habitual, de cada día. Y la otra, era de algodón fino semi-transparente, sin dibujo alguno en la parte delantera y lo más importante, un palmo y medio más corta.

¿Y bien? Soltó un suspiro enfrente del largo espejo.

Se hallaba indecisa en quedarse siendo la misma mojigata, o empleaba el sentido de aventura que había prometido sacar de la maleta. 


                                                                                ***
¿Tanto tardaba una mujer en ponerse una maldita camiseta larga?

Pensó enfurruñado, sentado a la mesa del comedor, intentando ocultar su verdadero estado de agitación, mientras tamborileaba con los dedos en la gruesa madera. Cuando de pronto, su media concentración fue interrumpida por el sonido del timbre de la puerta.

Frunció el ceño, no comprendiendo quien podía ser a aquellas horas.

Levantó su largo cuerpo de la pequeña silla de madera, para dirigirse con cierta calma hacia el recibidor, cuando quien estuviera esperando al otro lado de la puerta, hizo volver a sonar el timbre.

Aquella impaciencia, causó que torciera los labios en una mueca de disgusto. Pues odiaba la gente que no sabía esperar un simple minuto, cuando uno podía estar ocupado en el baño o en la cocina, para no poder acudir de forma inmediata a la llamada. 


Con cierta energía agresiva, agarró el pomo de la oscura puerta y de un fuerte tirón la abrió de par en par, hallando a un hombre trajeado que lo miraba con el ceño fruncido.

Su ceño también se arrugó como nunca lo había hecho.

¿Quién era aquel individuo?

Seguro se había equivocado, o bien podía venir buscando a Dereck. Por ello que lo mirase con aquella mirada.

Tenía que ser aquello, porque aquel traje era como los suyos. Exclusivos de diseño. Por lo tanto, indicaban que era un hombre adinerado de negocios y venía, en busca de los consejos de su amigo.

-Buenas noches –Habló tratando de no sonar tosco.


-Buenas noches –Sonrió levemente el desconocido-. Creo que me han facilitado la dirección errónea, pues venía buscando a Karolaine.

¡Perdona!

Gritó su mente de forma alarmada, mientras cambiaba su actitud receptiva, por una de perro guardián.

¿Cómo que aquel hombre la venía buscando? ¿Qué había hecho cuando salía a pasear? Se suponía que era una joven inocente y tímida, pero viendo la presencia de aquel individúo, comenzaba a cuestionar su opinión personal sobre su amiga de la infancia.

Aquel tipo, si no se equivocaba mucho, debía rondar su misma edad. Por lo tanto… ¿Dónde estaba su moralidad? ¿Es que no veía que era una adolescente?

Sí. Y realmente preciosa…

Sus ojos se iban achicando por milésimas de segundo, cuando volvieron a expandirse por completo al ver aparecer por el rabillo del ojo a la chica por el recibidor, con un atuendo que no era nada apto, para las visitas externas y menos masculinas.

-¿Matt?


Dijo ella en un hilo de voz lleno de incredulidad. 



8 comentarios:

  1. Jajaj ahora entiendo por qué te imaginabas que yo protestaría...¡¡¡¿EEEEEEEEEEEENNNNNNNNNNN SERIOOOOOOOOOO ME DEJARÁS ALLÍ?!!! Justo en lo más interesante, dos chicos y ropa transparente.
    Yo cuido a mi sobri virtualmente, me lo pones frente a pantalla y le cuento cuentos mientras tú escribes ¿qué tal?

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    1. acepto!!!!!!
      Estoy segura que te mostraría sonrisas todo el rato. Pues ya mira los videos de baby einstein y pocoyó. Riendose el muy pillín!!!!

      Seguro que al ver un bufón loco como tú, se descojona mas!!!!!

      Jajaja sí, soy mala contigo jajajja Segurisimo qu eme echabas de menos boli rojo

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  2. holaa, mmm... donde puedo encontrar la historia de Helen y Thom? :D
    muy divertida la serie de estas amigas de oficina
    espero no tarde el siguiente capitulo

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    1. Puedes encontrar el resto de las historias de la saga, aquí https://espanol.groups.yahoo.com/neo/groups/creaciones_apasionadas/info o pedirlas a nuestro correo creandopasiones@gmail.com

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. bien, gracias, pero para acceder desde yahoo me dice que es necesario unirse al grupo

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    4. Sí así es, tienes que registrarte para aceder a los archivos, es sencillo y no hay mayor requisto que ese.

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    5. No me había dado cuenta que la historia no estaba aqui. Mil disculpas!!!

      Y no, semana que viene tienes un nuevo capitulo.

      Y ahora arreglo de Helen. Indicando que es otra de la saga que tambien debo corregir.

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