Emma caminó lentamente el trecho que faltaba para llegar a su departamento, enumerando las razones por las que esa salida había sido una mala idea y, lo que más le sorprendió, es que había tenido razón de antemano. No le gustó. Y había sabido que no le gustaría.
Se sentía tan fuera de lugar en lugares así, donde todos parecían listos para saltar unos sobre otros, bebiendo y discutiendo a grandes voces. Ella ya no era una adolescente y todas las personas que estaban ahí tampoco lo eran… entonces, ¿por qué se comportaban como si lo fueran?
No, no lo entendía. Y jamás comprendería por qué Rachel y Becca habían supuesto que esa sería una gran idea, o una que a ella personalmente le gustaría. De ninguna manera. No y no. Doblemente erróneo.
Suspiró, pensando en la risueña actitud de Nick cuando le había comentado a dónde iría. Claro, él debía conocerlo o haber escuchado de ese lugar. ¿Habría sabido que no le gustaría? Esa impresión le había dado… o ahora le daba, ya que lo pensaba.
Quizás debería llamarle y contarle su noche. O quizás no. Bueno, quizás sí. Es que bueno, ¿por qué no? Eran amigos y él se divertiría mucho escuchando sus desatinos de la noche y a ella no le importaba que lo hiciera. Necesitaba comentarlo con alguien. Y la razón de que Nick fuera el primero en aparecer en su mente no la comprendía, pero tampoco le iba a dar vueltas… lo llamaría.
Sí, lo haría. Mañana. No, mañana en la tarde. O mejor, en la noche. No. Lo llamaría. Ahora. ¿Era muy tarde? Cerca de medianoche. Sí, era bastante tarde. ¿Para Nick sería tarde? Probablemente no.
Abrió la puerta del departamento, dejó las llaves en la mesita y escuchó el mensaje que tenía en el contestador.
“Emma, soy Nick. Veo que aún no estás en casa así que eso lo tomo como una buena señal. ¿Me llamarás para contarme como fue todo? Un beso.”
Lo escuchó una vez más, incrédula por lo que le habían sucedido en aquellos meses. ¿Realmente era amiga de Nick Wright, el increíblemente encantador y guapo actor? ¿Él le llamaba a casa y le preguntaba por su día? Era tan… dulce.
Definitivamente, lo llamaría. En ese momento. ¿Por qué no hacerlo?
- ¿Diga?
- ¡Nick, espero no haberte despertado!
- Emma, claro que no –sonrió levemente- ¿cómo estás?
- Cansada. Terriblemente decepcionada –suspiró- ¿y tú?
- Un poco cansado pero satisfecho. Tuve un buen día.
- ¿Ah sí? ¿Y por qué? –Emma rectificó- es decir ¿te desperté? –repitió, evitando la verdadera pregunta que se le vino a la mente: ¿estás solo?
- No, en absoluto. Estaba repasando el guión para pasado mañana. Dormí un poco al llegar a casa.
- ¡Oh! ¿El guión para pasado mañana? ¿Destino? –inquirió con entusiasmo.
- Sí, así es –Nick se encogió de hombros- pensé haberlo memorizado pero…
- Te asegurabas –completó Emma y él confirmó- me muero de curiosidad ¿sabes?
- Ya me lo habías dicho –recordó Nick divertido- ¡ah, pero hay un giro!
- ¿Qué giro? –exclamó con emoción.
- No lo sé. No dice aún… -se pasó una mano por la barbilla, pensativo.
- ¡¡Nick!! ¿Por qué me intrigas? –bufó Emma decepcionada. Nick rió.
- Pensé que te gustaría saberlo –soltó con una pizca de burla- Emma ¿por qué no te gustó el lugar?
- ¿Por qué? ¿Por dónde empiezo? –se dejó caer en un sofá cercano- demasiado ruido, personas, alcohol… lo detesté.
- Ya veo –murmuró.
- Ah, es que tú no lo entiendes ¿cierto?
- Ahora sí –contestó con tono seco.
- Nick… no te enfades… -susurró Emma.
- No estoy enfadado –la voz de Nick volvió a ser risueña- solo que… no sé…
- ¿Nick? –habló Emma, tras varios segundos de silencio.
- ¿Sí?
- ¿Qué me puedes contar de Dante? –optó Emma por cambiar el tema, al personaje de Nick en Destino. Si Nick había dejado de hablar, significaba que no quería ser interrogado más sobre lo que sentía.
- Dante… -Nick rió levemente- sigue siendo el menor, el único que está soltero aún y… bueno, quizás eso cambie.
- Como tú –espetó Emma- es decir, está soltero como tú. Eres el único ¿cierto?
- Cierto –confirmó Nick- pero, contrariamente a Dante, yo no estoy comprometido.
- ¡Oh! ¿Quieres decir que Dante está comprometido? ¿Lo estará?
- Lo estará –contó Nick- al menos es lo que parece.
- ¿Con quién? ¿Se ha mantenido con Christie o…?
Christie era el personaje de Vicky en la serie. Nick sonrió levemente.
- Sí, sigue con Christie y es con ella con quien me comprometeré. Es decir, Dante.
- Sí –Emma cerró la boca instintivamente. ¿¿Qué había estado a punto de decir??
- Emma…
- ¿Si Nick?
- ¿Qué querías añadir? –preguntó y algo en su tono denotaba total seguridad. Era más que una pregunta. Prácticamente, era una afirmación.
- Tú… -¿cómo le iba a preguntar eso?- sé que no eres Dante, no creas que yo…
- Emma, solo dilo –pidió Nick impaciente.
- ¿Tú y “Christie” salieron? –preguntó y escuchó una carcajada de Nick. Afortunadamente, no se había molestado.
- No, nunca salí con Vicky –contestó Nick- que es la actriz que hace el papel de Christie.
- Ah… -Emma dejó salir el aire lentamente- no sé por qué tenía la idea de que…
- No eres la única –interrumpió Nick, sabiendo a qué se refería. La última temporada había estado plagada de rumores sobre la supuesta relación que él y Vicky habían mantenido, llegando a influir inclusive en los guiones (un disparate, por supuesto) que los había unido al concluir la serie- no dejé de escuchar durante meses aquello.
- Es que ustedes dos en pantalla… ¡Cielos! –exclamó Emma con un suspiro y Nick sonrió- son bastante increíbles.
- Gracias –Nick se encogió de hombros- supongo que eso de la química en pantalla tiene algo de verdad, después de todo.
- Supongo que sí –Emma cerró los ojos lentamente- me encantaría leer el guión.
- No sé qué tan interesante te resulte pero puedes leerlo conmigo –ofreció Nick, sin detenerse a considerar lo que proponía.
- ¿Estás hablando en serio? ¡Me encantaría! –aseguró Emma entusiasmada- ¿cuándo y dónde? ¡No puedo esperar! ¿Será como ayudarte con tus líneas, cierto?
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