jueves, 20 de noviembre de 2014

"Gabriela Ruiz" Definitivamente Amor 7

Los Ángeles, 2 años después

Emma tomó asiento frente a sus dos compañeras de clase y sonrió exhausta. Había sido una prueba un tanto complicada y la práctica siempre era un asunto delicado. Suspiró y puso en blanco los ojos.

- ¿Lo he hecho muy mal? –preguntó insegura. Becca negó- ¿segura?

- Lo has hecho bien –asintió Rachel con vehemencia- eres increíble, Emma.

- Exageradas –rió Emma y negó lentamente- ¿por qué hemos cambiado de cafetería en este día?

- Por ningún motivo en especial –se encogió de hombros Becca- queríamos venir hace tiempo ya…

- Está bien –Emma miró alrededor y no notó nada fuera de lugar. Todo se veía bastante acogedor y normal, algo que se agradecía en esa enorme ciudad. Tan ruidosa, populosa y nada privada.


Emma había llegado hacía apenas dos semanas para el curso que marcaría su nivelación antes de iniciar la especialización que había elegido. Cardiología era una rama apasionante de la medicina que había descubierto hacía un año, al asistir con Alessandra a un curso dictado en Estados Unidos. Habían viajado juntas, aprovechando sus vacaciones de la Universidad y sincronizando sus guardias, para que no interfirieran. A ella le había encantado. A Alessandra no tanto, pero había conocido a un cardiólogo muy interesado en ella, John. Se veían muy lindos juntos y hacía poco habían empezado su noviazgo.

Eso había sido una señal verde para que Emma tomara su camino y buscó qué podría hacer. John le había recomendado el programa de cardiología en Los Ángeles, si podía acostumbrarse a la ciudad. Ella podría. O al menos creía que podría hacerlo.

- ¿Sigues con nosotras, Emma? –inquirió con curiosidad Rachel- ¿en quién estás pensando? Estás sonriendo…

- Lo dices como si eso fuera algo extraordinario –puso en blanco los ojos Emma.

- Ciertamente no, pero era diferente…

- Sí, es que pensaba en mi mejor amiga y su novio… están muy enamorados.

- ¡Oh, eso es muy lindo! –Becca suspiró sonoramente- ¿y tú estás enamorada?

- ¿Yo? No, no tengo tiempo para eso –rió Emma divertida. Antes, aquella pregunta habría sido contestada con un feroz ceño de su parte, pero desde… desde Nick, eso no era posible. Increíblemente, él había cambiado su mundo. ¿Quién lo habría dicho?

- Sí, es una lástima que las clases consuman tanto tiempo –bufó por lo bajo Rachel- además que el ejercer… ni se diga.

- Sí, si no es con un médico… creo que no hay otra manera de que funcione –Becca se encogió de hombros y rieron.

- ¿Eso significa que debemos ir tras nuestros compañeros de clase? –Emma simuló pensarlo- no creo que sea la mejor de las ideas.

- Sí, hay mucha competencia entre nosotros –Rachel se pasó una mano por el cabello- creo que sospecharían de nuestras buenas intenciones.

- Muy buenas intenciones –confirmó Becca y volvieron a reír.

- ¿Qué debemos hacer para que en este lugar nos sirvan un café? –Rachel cruzó sus brazos con impaciencia- llegaremos tarde a la hora siguiente.

- ¿Creen que deberíamos acercarnos a la caja? –inquirió Emma, girándose a mirar hacia uno de los meseros.

- Quizás ya viene hacia aquí –comentó Becca con voz esperanzada.

Emma giró y miró nuevamente. No parecía venir hacia ellas pero es que el lugar aún estaba bastante abarrotado. Se desvió.

- Lamento decirte que no –Emma negó brevemente- ¿por qué no vamos a otro lugar? –ofreció mirando su reloj- aún tenemos como…

- ¿Emma? –ella se silenció al sonido de su voz. ¿No podía ser…?

- ¡Nick! –se giró, levantándose con sorpresa- ¿qué haces aquí?

- ¿Yo? ¡¿Qué haces tú aquí?! –protestó él con una gran sonrisa- lo último que supe de ti fue que vivías en Italia ¿no?

- Sí, bueno… eso fue hace tiempo ya –contestó Emma, incrédula aún por la coincidencia- ¿cómo es posible que tú…?

- El estudio en que estoy grabando está cerca. No pensé que por la hora hubiera mucha gente pero… me equivoqué –señaló, mirando a su alrededor- es un caos.

- Increíble. Yo estoy haciendo mi especialización aquí. Cardiología –explicó.

- Me alegro mucho –Nick volvió a sonreírle radiantemente. Emma escuchó unos insistentes carraspeos y recordó que, a pesar de lo que pudiera sentir, no estaban solos sino en medio de una cafetería abarrotada y ella estaba con dos compañeras de estudios.

- Qué descortés de mi parte –Emma miró a sus compañeras que la miraban con estupefacción- Becca, Rachel les presentó a Nick.

- ¡Oh Dios mío! –Becca pronunció con voz bastante aguda y audible. Emma puso en blanco los ojos.

- ¿Estamos soñando? –fue Rachel quien habló esta vez. Emma ya no tuvo ánimo de poner en blanco los ojos siquiera.

- Y ese es el saludo que normalmente les dan a las personas –explicó Emma con tono bromista a Nick- ¿extraño no?

- Bastante –Nick rió divertido y les extendió la mano. Las dos lo miraron fascinadas, como si pensaran que en cualquier momento se iba a desvanecer frente a sus ojos.

- ¿Y en qué estás trabajando actualmente? Escuché que la serie terminó con la octava temporada –Emma le sonrió levemente- he leído sobre ti.

- Ya veo que sí –Nick se sintió halagado- pues he hecho un par de películas y estoy haciendo un piloto para una nueva serie. A ver qué sucede… no tengo prisa.

- Supongo que no –Emma miró la mano de Nick, que sostenía una taza de humeante café- ¿cómo lograste que te atendieran tan pronto?

- No tengo idea –Nick se encogió de hombros- ¿quieres algo? ¿Tus amigas?

- Sí, pero no hemos tenido suerte con…

Nick le separó la silla, señalándola para que Emma se sentara. Sin esperar invitación, él se sentó a su lado y alzó una mano. El mesero vino de inmediato.

- ¿Le puedo ayudar en algo, señor Wright? –inquirió con cortesía.

- Sí, las chicas aquí quieren ordenar –Nick les dirigió una sonrisa- ¿qué desean?

Nick y Emma continuaron charlando, como si fueran viejos amigos que no se veían hacía bastante tiempo. De vez en cuando, Rachel o Becca hacían un comentario breve, pero en general se dedicaban a mirarlos con interés y sorpresa. ¿Quién imaginaría que Emma tenía esos amigos?

- Chicos, lamento interrumpir su reencuentro pero… -Rachel habló incómoda- debemos irnos, Emma.

- ¿Tan pronto? –la miró con extrañeza. Observó la hora y se sorprendió- ¡es tardísimo! –se levantó junto con las otras chicas y Nick también lo hizo- debemos irnos, Nick –repitió, como si él no hubiera escuchado.

- Es una lástima, me ha encantado volver a verte –Nick miró su reloj- mmm, supongo que no haré el piloto este día –se encogió de hombros- qué se puede hacer.

- Debes tomarte las cosas más seriamente, Nick –Emma lo regañó pero una sonrisa jugueteó en sus labios- ha sido un gusto verte también.

- Y que placer conocerlas –Nick habló hacia las amigas de Emma- no, yo invito –tomó la cuenta cuando las 3 a la vez la iban a recoger- de verdad, permítanme.

- No lo sé, Nick –Emma lo miró dubitativa- no sé si…

- Insisto –clavó sus ojos verdes en ella por un largo momento, antes de girar hacia Becca y Rachel- ¿les importa?

- No, claro que no –Becca contestó impaciente. ¡Nick Wright le invitó un café! ¿Cómo iba a importarle? ¡No podía esperar para contarlo!

- Perfecto entonces –Nick se despidió de las 3, pero tomó la mano de Emma deteniéndola- me gustaría volver a verte. Ya que estarás por aquí…

- No es necesario, Nick –negó divertida- no te sientas comprometido a…

- De ninguna manera. Me gusta estar contigo y creo que si hubiéramos tenido más tiempo en Italia, habríamos sido buenos amigos –soltó con seguridad.

Emma lo pensó. Sí, quizás sí. En solo dos días, él había hecho que sonriera y riera más que en los últimos 5 años. Podría funcionar… si tan solo él lo dijera porque realmente era lo que quería. De todos modos, asintió.

- Bien, dame tu número. Te llamaré –Nick sacó su celular y anotó los números que Emma le dictó- espero que las grabaciones no me acaparen –no era una excusa, pero Emma así lo sintió- adiós Emma.

- Adiós Nick –se alejó de él unos pasos, antes de sentir que la detenía nuevamente- ¿sucede algo?

- No te he dado mi número –frunció el ceño, como si no pudiera creerlo- ¿tienes en qué anotarlo?

Emma sacó su teléfono con sorpresa. ¿Entonces hablaba en serio? Increíble. Nick quería volver a verla. Quería que fueran amigos… realmente lo quería.

- Solo por si no logro llamarte… aunque sé que no me llamarías –Nick torció el gesto y luego sonrió- ¿cierto Emma?

- Cierto Nick –confirmó con una leve sonrisa- te veo luego.

- Adiós Emma –le besó en la mejilla y tomaron caminos separados.

1 comentario:

  1. Dos años. guau. que lindo nick. él la saludo y todo. genial ademas de saber de alessandra. sigue con esta historia gaby, sabes que me encanta. que conste que siempre los leo. aunque no comente siempre estoy ahi para leer las hostorias

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