2
de Agosto.-
El
aire fresco la rodeaba, al igual que las luciérnagas que había danzando por el
jardín. Una belleza tierna, pero sin nadie con quien compartirla. Algo
completamente incomprensible, al hallarse en un precioso hotel en Tahití en las
bodas de oro de sus padres.
Toda
la familia y amigos de ésta, había viajado allí. Ocupando prácticamente al
completo aquel maravilloso hotel.
Y
ella también lo creía.
Adoraba
a su familia. Todos eran unas personas maravillosas y trabajadoras, que habían
luchado siempre juntos por poder labrarse un camino en el mundo de los negocios,
como empresa exportadora de telas de seda.
Pero
a veces, sentía una sensación de falta de aire.
Tenía
que reconocerlo. Rondaba cerca de los veintiséis años y aún seguía soltera y
mortificadamente era virgen.
En
teoría, no podía quejarse como le decía su hermana Sofía. Quien era dos años
mayor que ella y también soltera, pero no virgen. Diciéndole todo el rato, que
era una magnifica diseñadora de telas. El amor, era cuestión de tiempo.
¿Pero
cuanto tiempo tenía que esperar?
Y
además, estaba segura que estando un mes entero en aquella isla con toda la
familia, no conocería el amor o lo que se conocía un amor de verano, para
quitarse el polvo de encima, por decirlo así mismo.
Pensó
con cierto sarcasmo, mientras volteaba sus ojos con largas pestañas al cielo
estrellado.
Si,
mirara donde mirara, se topaba con algún miembro de la familia o conocido de
ésta. Como iba a tener una aventura de una noche, si todo el mundo de allí
tenía su misma cadena de ADN.
Aquello,
iba a ser una pesadilla muy larga.
Por
ello, había salido después de cenar a caminar un rato a solas. Alejándose
bastante de su entorno conocido, pero dudando completamente de poder conocer a
alguien y menos en aquel lugar.
Quien
iba a dar un paseo por la noche al
enorme jardín. Seguro que alguna pareja en algún calentamiento sexual.
¡Dios,
que frustrante!
Un
ruido tras de sí, hizo que volteara su cuerpo entero algo encogido por el
susto, para enseguida volver a relajarlo al encontrarse a su maravillosa
bisabuela Simona, quien la miraba atentamente con gran cariño.
Amaba
aquella mujer. En realidad, no creía que hubiera nadie que la odiara.
Además,
observándola en aquel momento rodeada por las estrellas, las luciérnagas y las
flores, uno veía aún más fuerte el poder que vivía en el interior de ésta.
Sí,
podía verse la magia que vivía en su interior. Una magia, que en vez de dar
miedo te daba tranquilidad y esperanza.
-¿Por
qué ensombreces tu corazón pequeña mía? –Señaló acercándose a ella para acariciarle
su melena larga con ternura-. ¿Acaso no estas contenta de estar en un lugar tan
precioso con todos tus seres queridos?-Volvió a señalar con cierta sonrisa.
-Claro
que sí nona –Respondió con cierto quejido y mueca en sus labios-. Es solo…
-Que
quieres abrazar la misma felicidad que tus padres –Chascó la lengua con cierto
guiñó de ojos.
Rosalie,
sonrió ante la suspicacia de ésta.
-Pensé
que querías ser una mujer de negocios –Inquirió alzando una de sus cejas.
-Yo
también lo creí así –Suspiró con fuerza-. Pero me arrepiento de haber renegado
de mi destino como me dijiste aquel día. Nunca debía de haber huido –Su mirada
se perdió en las miles de estrellas que habían en el cielo.
-Debo
decir, que tú y Albert, sois los que más habéis renegado a mis premoniciones de
vuestro destino –Rió la mujer con cariño, obligándola a mirarla a la cara cuando
le sujetó la barbilla-. Comprendo que hay un mundo moderno muy distinto al mío
de cuando era una jovencita. Pero tenéis que tener en cuenta, que sea el pasado
o el presente, todo el mundo tiene un destino. Renegar de él, contrae ciertas
responsabilidades.
-Lo
se –Asintió Rosalie con un gesto de cabeza y el asomo de una pequeña lágrima.
-Si
os dije algo, no fue en sentido negativo. Al contrario, lo hice mirando de
forma positiva para vosotros, dado que veía como os ibais a perder en una
coraza solitaria.
Rosalie
volvió asentir con un gesto rápido de cabeza, al tiempo que alzaba una mano y
se limpiaba la pequeña lágrima que había clavada en su lagrimal.
-Ya
te avisé, que no tenías que ir aquel viaje de empresa –Siguió regañando con
ternura, sin ningún tono de reproche-. Recuerda, que te avisé que tenías una
cita importante por la noche en otra parte del mundo… -Suspiró con pesar-. Pero
decidiste no acudir a ella, prefiriendo alejarte todo lo posible de ella.
-Y
fui castigada a convertirme en una vieja solterona virgen para toda mi vida –Sollozo
con cierto sarcasmo, intentando poner algo de humor negro a su desgraciado
destino.
Simona
rió por las palabras de su bisnieta.
-Al
menos Albert supo rectificar a tiempo –Gruñó con un sentimiento de rabia y
alegría a la vez.
-Ese
nieto cabezón les trajo un buen dolor de cabeza –Rió su abuela-. Tuvieron que
ser duros con él.
-Creo
que la más cabezona he sido yo –Dijo en un hilo de voz, bajando la mirada al
suelo-. No he sabido apreciar el destino bello que le aguarda a ésta familia,
de tener el amor en sus vidas, trazado por la magia del universo desde cientos
de años atrás.
-¿Crees
que está todo perdido para ti, pequeña mía? –Preguntó su bisabuela con tono
lastimero.
-Sí
–Asintió otra vez con su cabeza de forma enérgica.
-Te
equivocas otra vez –Volvió a indicar con fineza-. ¿Cuándo aprenderéis a
escuchar a vuestro corazón de verdad? –Suspiró con fuerza, al tiempo que
soltaba un quejido-. ¿Acaso no notas la magia que hay en el aire? Porque no te
detienes por un momento de las prisas de tu vida, y miras lo que te rodea. Escúchalo,
pues lleva bastante tiempo llamándote.
Justo
en aquel momento, que miraba atentamente a los ojos de Simona y a sus
hipnotizadoras palabras, que lo sintió.
¡Su
nombre!
El
aire estaba susurrando su nombre con suma profundidad y calidez.
Abrió
los ojos como platos incrédula, no creyendo que pudiera realmente existir una
nueva oportunidad para ella.
Miró
a su alrededor nerviosa, intentando descubrir si acaso estaban portando aquella
voz las hadas del viento, de alguna figura masculina que se hallara cerca a
ella. Pero no veía nada.
Confusa,
se giró a Simona quien la miraba sonriente.
-Te
cuesta comprenderlo, lo se –Dio un paso a ella para sujetarla de las manos-.
Aquella noche que no fuiste hacia donde ellos querían, él se separó de tu
destino entrando su corazón en otra dimensión.
Las
lágrimas de un sentimiento solitario corrieron por su joven y tersa mejilla. Odiándose
así misma y a su deseo de anhelar un reconocimiento laboral, dentro de su grupo
familiar.
-Durante
unos días, la isla va ha estar rodeada por un aura de magia. Si quieres tener
una oportunidad de recuperar tu destino, debes ir en su búsqueda.
-¿Qué
debo hacer?
-Escoger
entre dos caminos –Se encogió de hombros-. Uno, en el mundo de los sueños yendo
a tu dormitorio. Y el otro –Sonrió bribona-. Bajando a la playa de ahí abajo y
pedirlo como antiguamente se hacía a las diosas y dioses. Ofreciéndoles un
baile desnuda ante la luna, como muestra de tu alma pura.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------Bien chicas; ahora os dejo a vosotras elegir el siguiente paso de Rosalie:
a) bajar a la playa y bailar desnuda ante la luna
b) Correr a la seguridad de su dormitorio y viajar en su mundo de sueños como hizo Albert, para recuperar su amor.
La opción que tenga más votos, será la continuación del siguiente capítulo.
Espero os gustara, lo hice directa al móvil sin libreta. A medida que surgía en mi mente lo transmitía. Sin repasarlo una y otra vez en mi libreta con mi bolígrafo.
Se hizo raro, pero me divirtió la experiencia.
Un fuerte saludo, prometiendo que ya mismo tenéis mi vuelta con ustedes.
Buena idea brujis!!! A ver me tienta mucho el mundo de los sueños pero ya lo hizo Albert y además, si hay una buena razón para bailotear desnuda es recuperar el amor, así que VOY POR EL BAILE!!
ResponderEliminarTe quiero...y sólo pido que si me toca a mí sea en verano no creo que me dejes bailotear en invierno, ¿verdad?
¡Que guay! Me recuerda a unos libros que leí en el cole que eligiendo que página seguir le daba una variación al libro (yo hice trampa y las hice todas jajajaja).
ResponderEliminarBueno, primero me gustaría saber cual es la historia de Albert, porque no recuerdo esa historia. Y segundo, me gusta la aventura así... que eligo la opción de bailar desnuda en la playuqui jijiji espero que no haga frío jajajaja.
Muchos besos
Yola, el de Albert era este http://creandopasiones.blogspot.com.ar/2014/01/cuento-para-celebracion-de-los-1000.html
EliminarMuchas gracias Nata.
EliminarVaya memoria tengo jajajaja claro que la había leído jajajaja. Pero me encantó volver a leerla jijiji.
Lo que hizo mucha gracia fue los comentarios jajajaja, supuestamente EJ no iba seguir con las historias de esta familia y su abuela jijijiji. Y aquí esta con una nueva.
Gracias EJ, por volver con magia y esperanza del amor verdadero.
Besitos a todas
Bueno, yo no lo haría pero ¿dónde está lo divertido de escribir si no es poner en situaciones embarazosas a tus protagonistas? Así que también voy por el baile en la playa jaja.
ResponderEliminarBesos Esther y cuidate mucho!!
Mirad que sois pillinas!!!!!
ResponderEliminarBien, al baile que la puse. Pero no como os pensabais jajajajjajja Y habrán capitulos, en donde os haré escoger el siguiente paso. Espero os guste este pequeño cuento.
Y si!!!! Debo de novelas, intentaré subir algo. Pero debo montar el dormitorio de mi niño en mis dos semanas de vacaciones, ir a comprar lo que me falta para el día del nacimiento.
Así que intentaré esforzarme.
Besazos