Helena logró que
en la enfermería la atendieran y que también le dieran una constancia de que había
estado allí sin hacerle muchas preguntas, quizás su mala fama tenía un alcance
mayor de lo que pensaba. Al menos podría entrar al segundo período sin problema
alguno.
Aunque cuando
entró, no pudo evitar sentirse un poco avergonzada, aún así puso mala cara y se
dirigió hacia el fondo del salón donde ella se sentaba.
Casi
instintivamente miró hacia los asientos de adelante , hacia donde se
sentaba el delegado y para su sorpresa,
él la estaba mirando así que sus miradas se entrecruzaron. Benedict la miró con
curiosidad y la chica notó como su mirada bajaba y se centraba en el apósito
que tenía puesto en la rodilla lastimada.
Lena se sintió
incómoda ante el escrutinio y extremadamente consciente de su propia persona,
de su uniforme desarreglado, de su cabello enmarañado e incluso de su pierna
herida.
Se corrió el
cabello que le caía sobre la cara con un gesto brusco, levantó la cabeza y con su mejor expresión de
“el mundo me importa tanto como yo a él”
cortó la conexión fugaz con Benedict Cole y se sentó en su banco.
Y luego fue una larga
e interminable clase de matemáticas que sólo contribuyó a empeorar el humor de
Lena.
Apenas tocó el
timbre intentó escabullirse, pero por lo visto él era más rápido porque apenas
se levantó de la silla, el delegado estaba delante de ella.
-Son los apuntes
de la clase del primer período, devuélvemelos mañana- dijo mientras dejaba un
cuadernillo delante de ella, luego se marchó sin darle tiempo a contestar o
rechazarlo.
“¿Quién rayos le
había dado permiso a él para interferir?” pensó disgustada, pero teniendo en
cuenta su ayuda de la mañana no podía decir nada. Tomó los apuntes de mala
gana, los guardó en su mochila y luego salió al recreo. Se encaminó hacia los
jardines dispuesta a conseguir un rato de tranquilidad lejos de las miradas
prejuiciosas , las risitas tontas y la presencia de Benedict Cole.
Aunque
al caminar por el pasillo no había podido evitar verlo, junto a una
ventana, con un grupo muy selecto de “lo mejor de lo mejor de la escuela”
Ben, observó a
Helena pasar delante de ellos, parecía dispuesta a morder a quien se le
acercara, se la quedó mirando hasta que la conversación de sus compañero captó
su atención.
-No entiendo
cómo pudiste darle tus apuntes- dijo Lorena agitando su melena rubia como forma
de reforzar sus palabras.
-Soy el delegado
de la clase, se supone que es mi deber… - respondió quitándole importancia y se
giró hacia la ventana para mirar hacia afuera.
-¿Vieron cómo
apareció hoy en clases? Su estado era lamentable ¿Habrá vuelto a meterse en
alguna pelea?– preguntó Thomas.
-Escuché que la echaron
de dos escuelas antes de que viniera aquí. Tendríamos que tener alguna regla
sobre aceptar gente así.- insistió Lorena con desprecio.
-Yo escuché que
anda con tipos en los bares…se dicen muchas cosas sobre ella – agregó Ronald.
-¿Tú qué crees,
Ben? – preguntó la chica con voz melosa.
-Yo sólo creo en
lo que veo – respondió él sin girarse mientras con la mirada seguía la figura
esquiva de Helena Wilder.
Por qué le haces ésto a mi pobre corazón.
ResponderEliminarAhora, ya no te disculpes. Ya me enganché a tu historia, con enormes ganas de pensar por done vas a continuar en el siguiente capitulo.
¿Sí conectaran de forma secreta, sin que lo sepa nadie? ¿Si al siguiente acercamiento del chico, ella le propinará un buen derechazo?
Aich...
En espera de más. Mala, Boli rojo, hacerme esperar así.
jejeje
Besos viejita.