jueves, 3 de octubre de 2013

Conociéndote 2



Helena logró que en la enfermería la  atendieran y que  también le dieran una constancia de que había estado allí sin hacerle muchas preguntas, quizás su mala fama tenía un alcance mayor de lo que pensaba. Al menos podría entrar al segundo período sin problema alguno.
Aunque cuando entró, no pudo evitar sentirse un poco avergonzada, aún así puso mala cara y se dirigió hacia el fondo del salón donde ella se sentaba.

Casi instintivamente miró hacia los asientos de adelante , hacia donde se sentaba  el delegado y para su sorpresa, él la estaba mirando así que sus miradas se entrecruzaron. Benedict la miró con curiosidad y la chica notó como su mirada bajaba y se centraba en el apósito que tenía puesto en la rodilla lastimada.
Lena se sintió incómoda ante el escrutinio y extremadamente consciente de su propia persona, de su uniforme desarreglado, de su cabello enmarañado e incluso de su pierna herida.
Se corrió el cabello que le caía sobre la cara con un gesto brusco,  levantó la cabeza y con su mejor expresión de “el mundo me importa tanto como yo a él” cortó la conexión fugaz con Benedict Cole y se sentó en su banco.
Y luego fue una larga e interminable clase de matemáticas que sólo contribuyó a empeorar el humor de Lena.
Apenas tocó el timbre intentó escabullirse, pero por lo visto él era más rápido porque apenas se levantó de la silla, el delegado estaba delante de ella.
-Son los apuntes de la clase del primer período, devuélvemelos mañana- dijo mientras dejaba un cuadernillo delante de ella, luego se marchó sin darle tiempo a contestar o rechazarlo.
“¿Quién rayos le había dado permiso a él para interferir?” pensó disgustada, pero teniendo en cuenta su ayuda de la mañana no podía decir nada. Tomó los apuntes de mala gana, los guardó en su mochila y luego salió al recreo. Se encaminó hacia los jardines dispuesta a conseguir un rato de tranquilidad lejos de las miradas prejuiciosas , las risitas tontas y la presencia de Benedict Cole.
 Aunque  al caminar por el pasillo no había podido evitar verlo, junto a una ventana, con un grupo muy selecto de “lo mejor de lo mejor de la escuela”
Ben, observó a Helena pasar delante de ellos, parecía dispuesta a morder a quien se le acercara, se la quedó mirando hasta que la conversación de sus compañero captó su atención.
-No entiendo cómo pudiste darle tus apuntes- dijo Lorena agitando su melena rubia como forma de reforzar sus palabras.
-Soy el delegado de la clase, se supone que es mi deber… - respondió quitándole importancia y se giró hacia la ventana para mirar hacia afuera.
-¿Vieron cómo apareció hoy en clases? Su estado era lamentable ¿Habrá vuelto a meterse en alguna pelea?– preguntó Thomas.
-Escuché que la echaron de dos escuelas antes de que viniera aquí. Tendríamos que tener alguna regla sobre aceptar gente así.- insistió Lorena con desprecio.
-Yo escuché que anda con tipos en los bares…se dicen muchas cosas sobre ella – agregó Ronald.
-¿Tú qué crees, Ben? – preguntó la chica con voz melosa.
-Yo sólo creo en lo que veo – respondió él sin girarse mientras con la mirada seguía la figura esquiva de Helena Wilder.








1 comentario:

  1. Por qué le haces ésto a mi pobre corazón.

    Ahora, ya no te disculpes. Ya me enganché a tu historia, con enormes ganas de pensar por done vas a continuar en el siguiente capitulo.

    ¿Sí conectaran de forma secreta, sin que lo sepa nadie? ¿Si al siguiente acercamiento del chico, ella le propinará un buen derechazo?

    Aich...

    En espera de más. Mala, Boli rojo, hacerme esperar así.

    jejeje

    Besos viejita.

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