Wimbledon (Amor en Juego) 2004

Quizás el hecho de que sea una producción anglo-franco-americana hace de esta película algo diferente pese a contar una historia de amor, y digo pese por que las comedias románticas no parecen aportar nada nuevo, fresco o minimamente diferenciable de las demás.

Tal como reza el título, la historia va de tenis. Deporte desgastante pero a mi parecer muy estético (excepto cuando una bola va directo a tu cara).

La sinopsis va así:

Peter es un deportista inglés que ocupa el puesto de 119 en el ranking de tenis. Se presenta al torneo de Wimbledon con escasas expectativas. Pero allí conoce a la tenista americana Lizzie y se enamora de ella. Peter se supera a sí mismo en la pista y su destreza y una racha de buena suerte le catapultan de una ronda a la siguiente, poniéndole al alcance su viejo sueño de ganar el título en la categoría masculina.

Peter es inglés y tenista de profesión, nunca le ha ido particularmente bien pero es profesional, uno que se quiebra bajo presión y por eso nunca ha escalado en el ranking colocándose en los lugares más bajos a nivel mundial.

Lizzie es estadounidense y la nueva promesa del tenis, alegre, deshinhibida y decidida  a ganar en su primera vez en Wimbledon, conoce a Peter y se gustan casi de inmediato cuando se conocen de una manera bastante particular en el Hotel donde están concentrados todos los participantes del torneo. 

Empiezan una relación en la cual el padre de ella no está de acuerdo pues significa distracción para ella y la verdad, tiene toda la razón. A la par que ella empieza a tener fallos,  Peter comienza a mejorar en cada partido pasando las rondas, quizás no se trataba de falta de habilidades sino, de confianza, la cual se la da el amor que siente por Lizzie. 

Es genial cuando ella se da cuenta de que a la vez que él mejora gracias a la relación, ella empeora al punto de que pierde y es sacada del torneo donde a todas luces se veía su victoria. Enfadada se va de Wimbledon jurando no verle de nuevo y dejándolo solo y abatido justo cuando él llega a la final y su confianza se viene abajo. 

Por lo general las historias románticas, no ponen al chico en las peores condiciones, las que hacemos el ridículo somos nosotras y de igual manera somos las que necesitamos que nos rescaten, aquí es alreves totalmente y eso me gustó.

Quizás ya la vieron, si no es así les animo a hacerlo. Las escenas finales son geniales y pese a que son hechas para manipular nuestras emociones, en mi caso lo lograron sin que me diera cuenta (jaja) el partido final donde oímos sus pensamientos nos da nervios, risa y angustia y por supuesto el broche de oro muy acorde a la trama. Un final rosa que me encantó y no destruyó para nada todo lo creado por la película. Super recomendada.