-¡Buenos días! -saludó Marta, acompañada de Marcus.
-Hola... -Se acercó Susan a ella-. ¿Cómo lleváis los nervios?
-Por eso estamos aquí... -Rió Marcus-. Si no la llego a traer, en vez de una boda celebramos un funeral.
-¡OH! -Rió Susan.
-No veas, como son de pesadas nuestras madres, mi abuela y mi tía... -Sollozó Marta-. ¿No podrías raptarme y celebrar una boda solitaria? -Imploró al hombre haciendo pucheros.
-Entonces, sería nuestro propio funeral -Le guiñó un ojo a su prometida.
-Dios -Gruñó con impaciencia-. Yo simplemente quiero que acabe toda esta pesadilla...
-Querida amiga, simplemente te toca tener un poco de paciencia -Le indicó Susan divertida.
-Aún no haces muy buena cara -Observó Marta-. ¿Has ido ya al médico?
-No hace falta, es un simple virus de estomago.
-Pues date prisa en curarte -Bromeó-. Te quiero guapa para las fotos...
-Pero si aún queda una semana para la boda, antes de que llegue me habré curado...
-Eso espero -Le guiñó Marta un ojo a su amiga-. ¡Pero son muchos días! -Volvió a soltar en un quejido-. ¿Seguro que no tienes algún conocido que nos case en un abrir y cerrar de ojos? -Le volvió a implorar al hombre.
-Soy cantante e informático, no un capo de la mafia -Se defendió divertido.
-Hombres... -Bromeó Marta-. Pocas cosas hacen bien, lo demás son darte problemas constantemente...
-¡Oye! -Protestó Marcus, sabiendo que todo aquello no era más que una broma de su prometida.
-Perdona, perdona... Tú eres diferente... -Puso ojitos de cordero, mientras le sacaba la lengua en un gesto infantil.
-Porque hay muchos testigos -Le siguió el juego-. Que si no te encerraba en algún lugar y...
-¿Como por ejemplo el despacho de Sabrina? -Señaló divertida Susan.
-Se supone que eres mi amiga -Frunció el ceño Marta.
-Yo simplemente, le estoy dando tiempo al hombre de domarte... -Señaló ella-. Así, para después de la boda serás su dócil esposa.
--Graciosa -Le rebufó su amiga.
-Antes, creo que acabo capado -Rió Marcus-. Pero muchas gracias por la ayuda.
-Tranquilo, es mi forma de agradecerte que me quites a esta solterona pesada por un tiempo.
-¡Solterona yo! -Saltó la otra chica-. Pero si tú eres aquí la mayor de las tres...
-¿Te vas a venir a comer después? -Preguntó Marta.
-¿Sobre qué hora?
-Sobre las dos del mediodía -Informó Marcus-, vendrán Lucas, Sabrina, Karolaine, Helen, Thom ni idea y toda su familia...
-Es que no lo se, porque creo que hay que cerrar hoy varios tratos con clientes... Si aún no sabéis si Thom irá, yo me quedo en la misma situación que él...
-Intentar ir rápido... -Suplicó su amiga.
-Eso intentaré -suspiró-, pero no sé ni quien es el que viene a cerrar todo... Son dos trabajos cerrados... Yo espero que sea uno, que con ese se lo que me espera...
-¿Quienes son?
-Unos son los de Dulce Intima y el otro, es Zack... -Intentó parecer indiferente, sabiendo que todos estaban al corriente de lo ocurrido entre los dos.
-Si quieres, puedes evitar ese... -Comenzó Marta.
-Es mi trabajo Marta, pero muchas gracias -Le agradeció.
-Sí, cariño -Sonrió Marcus-. Deja a Susan, que es muy mayorcita para defenderse...
-Mejor no digas nada -Le guiñó un ojo su prometida-. Si no quieres casarte con un ojo morado.
-Mira que eres violenta -Le señaló él socarrón-. Pero tranquila, te amansaré en nuestra luna de miel.
-¡OH! -Rió Susan.
-¡Burro! -Dijo inclinándose hacia arriba, y propinándole una cachetada en la nuca del hombre.
-Mejor nos alejamos a buscar a Sabrina y Lucas... -Rió, mientras la cogía por el brazo y se alejaba.
-Adiós -Se despidió Marta-. Espero verte en la comida.
-Lo intentaré.
Susan, salía del despacho de Thom de dejar unos documentos para la reunión con los de ropa interior, cuando se topó con Helen.
-Buenos días Susan -Le sonrió-. ¿Cómo te encuentras?
-Ahora un poco mejor, pero aún sigo un poco...
-¿Me vas hacer al final caso?
-No, tú simplemente estas un poco paranoica... -Soltó con humor.
-Lo digo en serio -Se golpeó el bolso-. Traigo dos pruebas aquí...
-¿Dos pruebas? -Frunció el ceño.
-Son dos pruebas de embarazo, papanatas... -Soltó un tanto exasperada.
-¡Qué! ¡Tú estas majara! -Volvió a encararse a ella-. Largate de mi vista ahora mismo... eres una mala amiga... Solo me quieres complicar la vida...
-¡OH, eres más testaruda que una mula! ¿Por qué no puedes aceptar esa posibilidad, de que sea la culpable de tu malestar?
-Porque se, que es un simple malestar de mi estomago...
-¿Te ha bajado hoy el periodo?
-No, aún no -La miró con cara de pocos amigos.
-Muy bien -Sonrió traviesa-. Cuando quieras buscarme, hazlo en donde se halle el grupo de las chicas o con mi marido, pero hoy no me muevo de este edificio.
-Te aseguro, que estoy por dejar a Thom viudo... -Soltó con cierto sarcasmo.
-Bruta -Le sacó la lengua.
-Paranoica desquiciada -Le remitió en broma.
***
Se acercaba la hora, y el muy imbécil aún no había aparecido. ¿Y por que se preocupaba? Pues por que durante aquella semana, había pensado en las palabras de Karolaine.
***
Las puertas se abrieron con su acostumbrado timbre, dejándolo en la planta de Thom. Salió de él, con el aire contenido. Aún recordaba la última vez que estuvo allí, y lo mal que le sintió verla haciendo carantoñas con aquel motorista.
Aquella semana lejos, había sido para evadirse de todo. Pero había sido imposible... Lo único que había logrado, era estar de mal humor constantemente. Y sin contar, con las imágenes grabadas en su retina de ella.
Había intentado quedar con alguna mujer, pero en el último momento siempre había cancelado la cita. Recriminándose, que lo que iba hacer no estaba nada bien.
Y entonces, la llamada de Helen le abrió los ojos. ¿Cómo se había podido olvidar de un detalle como aquel? Por fin, había encontrado un modo de llegar a ella y cazarla... Se había acabado el ser tan escurridiza. Miró por encima de su hombro, para informarles a los hombres que iban con él, que esperasen unos segundos allí.
Un primer vistazo a la ajetreada oficina, le indicó que Susan no se hallaba por allí. No creía que fuera una cobarde y se escondiera, al saber que acudiría a firmar. Seguramente, estaría dando vueltas por ahí, con bastante faena.
-Hola Zack -Lo saludó Lucas, saliendo del despacho de Thom.
-Hola... -Lo saludó-. ¿Se encuentra Thom libre?
-Acaba de coger una llamada, pero me ha dicho que venías a firmar unos papeles, de un acuerdo...
-Sí, así es. Para mis pastelerías...
-Por que no te vienes un momento conmigo, al despacho de Sabrina. Estamos todos ahí, haciendo tiempo para ir a comer juntos.
-¿Todos? -Preguntó con curiosidad.
-Menos Karolaine y Susan -Sonrió divertido Lucas-. Se encuentran en archivos, solucionando un pequeño lío...
-Muy bien... -acabó por aceptar, siguiendo a su amigo.
-Hola a todos -saludó serio y educado.
-Hola Zack -Respondió Sabrina-. Te presento a Marta y Marcus...
-Mucho gusto en conocerte -se le acercó Marcus ofreciéndole su mano-. Eh, escuchado mucho de ti en éstos últimos días...
-Vaya -Sonrió divertido-. Espero que fuera todo bueno... -Le guiñó un ojo al hombre.
-No creo que resultes tan dulce como tus pastelerías -Habló Marta-. Digamos, que cuesta creer eso...
-Cariño, no seas así... -Le regañó Marcus.
-Eso es una petición muy difícil -Dijo Lucas-. Si me disculpáis un segundo, voy al baño...
-Por que no vas al de Sabrina -Sugirió Helen-. No hace falta, que salgas al corredor...
-Es verdad tesoro... -Se disculpó su esposa-. Perdona mi despiste, pero tenía la cabeza en otro sitio...
-Imaginándote como mi verdugo -Sugirió Zack, pasando del enfado de las mujeres.
-Eso, querido amigo... -Lo miró con malicia-. Sería una tortura rápida y poco satisfactoria.
-Señalo, que en la cama es todo carantoñas... -rió Lucas, desapareciendo en el baño, no sin antes guiñarle un ojo a Helen.
-¡OH! Piérdete en el baño pesado -ironizó Sabrina.
-¿Cómo te ha ido en el viaje? -Preguntó Helen, para romper el silencio que se había creado en aquel momento.
-Bien, me dio tiempo hacer unas cosillas necesarias -Sonrió travieso.
-Seguro, que ha tenido la conciencia muy tranquila -Bramó Sabrina por lo bajo.
-¿Es que no debería de tenerla? -Se atrevió ha decir, sabiendo que con aquellas palabras, lo único que hacia era cavarse su propia tumba.
-¡OH! -Lo miraron todos sorprendidos.
-¡Eres un cerdo! -Soltó Sabrina furiosa.
-¡Maldito engreído! -Lo insultó Marta, avanzando un paso, pero siendo sujeta veloz por Marcus.
-Quietecita mona... -Le dijo él-. Y Zack, mejor cerraría el pico...
-¡No lo defiendas! -Le gritó la chica.
-No lo defiendo -soltó exasperado-. Pero ésto es un problema entre él, y Susan...
-¡No nos jodas! -Interrumpió Sabrina-. Es nuestra amiga.
-¡Uy, es verdad! Estoy tratando con la secta de las super chicas -Soltó socarrón, viendo como las dos mujeres achicaban sus ojos en venganza.
-Sera... -Susurró Marta.
-Juro que ahora mismo te... -Amenazó Sabrina, mientras se acercaba a él.
-¡Por que no me dijiste nada tesoro! -Salió a la volada Lucas del baño, sujetando a su esposa entre sus brazos.
-¡Suéltame Lucas! Prometo no dejarle señales... -Gruñía, mientras hacia el intento de zafarse.
-Ya lo mataras más tarde -Rió-. Pero ahora bésame, como es debido y dame la noticia delante de nuestros amigos.
-¿Qué? -Se detuvo y lo miró con el ceño fruncido.
-Mira que eres vergonzosa -Siguió Lucas con su teatro-. Sabes lo feliz que me haces...
-¡Pero de que narices me estas hablando!
-De esto vida mía -Y con mucho orgullo, enseñó una prueba de embarazo-. Ha dado positivo.
-¿Cómo que no? -Frunció las cejas-. Se encontraba en la papelera de tú cuarto de baño.
-Pues no es mío -Volvió a señalar.
-¿Segura? -Insistió él, poniéndole el bolígrafo con la ralla rosa en sus narices.
-Sí, tarugo -Soltó molesta-. Utilizamos protección...
-Te recuerdo, que desde hace unas dos semanas que no.
-Que hacemos hablando de ésto, delante de ellos -Soltó sonrojada-. Eso no es mío -Volvió afirmar cruzándose de brazos.
-¡OPS! -Lo dejó caer al suelo de sopetón-. Eh tocado eso, que vete a saber de quien es... -Se refregó las manos en los pantalones-. Me voy a lavar las manos... Si me disculpáis... -Y volvió al baño, guiñándole una vez más el ojo a Helen, quien intentaba disimular una risa, sin quitarle tampoco la vista a Zack. El cual, parecía que le faltaba un poco de aire en aquel preciso momento.
-¿Quién suele utilizar tu baño? -Preguntó Helen a su amiga.
-No será por... -Empezó a la vez Sabrina.
-Mío -Acabó la frase ella-. No. Yo ya me hice mis análisis... Es de idiotas -Habló un poco acelerada por los nervios-. Ha de ser de alguna chica, que suela entrar aquí...
-Solo somos nosotras -Informó Sabrina-. Yo, Karolaine, Marta...
-¿Cariño? -Habló Marcus, interrumpiendo a Sabrina.
-¡Estas loco! -Le cacheteó en la cabeza.
-¡HAY! -Se quejó este-. Pero no hacía falta pegarme -Señaló, frotándose en el golpe.
-Por sugerir idioteces...
-¿También entra Susan? -Se atrevió a preguntar Zack, haciendo que todos se volvieran a callar. Señalando aquello como una afirmación.
-Pero Zack... -Fue hablar Helen, pero la aparición de su amiga Susan con la joven becaria, hizo que cerrara sus labios.
-Hola -Saludó sonriente Karolaine a todos, pero abandonando rápido su sonrisa al darse cuenta que se hallaba allí su enemigo por el momento. Miró veloz a Susan, para ver como esta se había detenido de sopetón.
-Thom, te esta buscando -Habló ella con gran frialdad-. Hay que ir a firmar.
-Bien, ya voy -Dijo serio, y sin disimular en ningún momento que la observaba detenidamente de arriba a abajo.
-¿Susan, podrías decirme una cosa? -Le preguntó apresurada Sabrina.
-No, lo siento -Respondió aún seria. Era obvio, que la presencia de Zack le afectaba-. Quiero que éste...
-Ojo con lo que dices, cielo... -Bromeó Zack, con un brillo especial en la mirada.
-¡Maldito imbécil! -Lo fulminó ella-. Como te atreves ha...
-¿Ocurre algo? -Apareció Thom.
-No -Sonrió seductoramente Zack-. Susan había venido a buscarme, y simplemente me estaba retractando mis maneras de dirigirme a ella...
-Bien, eso podéis dejarlo para más tarde -Indicó, mientras miraba un tanto extrañado a todos. Era obvio, que allí ocurría algo más-. Vamos a firmar el contrato que has traído tú...
-¿Leíste el que te mandé pro el correo electrónico? -Preguntó con suma curiosidad.
-Si, me parece todo correcto. Por eso firmamos ahora, que veo que te has traído un buen equipo de gente.
-Ni que fuera el mismísimo gobernador -Susurró por lo bajo Susan, mientras daba unos pasos hacia Thom.
-Susan, no empieces... -Suspiró Thom.
-déjala, si así se queda más a gusto -Pidió Zack-. Yo también me quedaré a gusto, cuando se firme todo...
-Más lo haré yo -Volvió a escupir la mujer-. Al saber que así te perderé de vista en esta oficina, por una buena temporada.
-Susan, me gustaría decirte un segundo una cosa -Volvió a insistir Sabrina.
-Ahora no puede ser Sabrina -Ordenó Thom.
-Pero es... -Nada, los tres desaparecieron por la puerta. Dejándolos aún a todos más preocupados-. ¡Madre de dios!
-¿Qué ocurre? -Preguntó Karolaine, al observar la cara de todos.
-¡Tú no estarás embarazada! -Soltó Marta de sopetón.
-¿Qué? -Se quedó sin palabras la joven.
-Es obvio que no, miren su cara -Dijo Helen.
-Pero había que averiguarlo, esta ha mutado mucho últimamente... -Señaló Sabrina con ironía.
-¡Que estoy delante! -Protestó la joven-. No habléis como sino existiera.
-Susan esta embarazada -Dijo Helen.
-¡Que! -Exclamó-. ¡Me estáis tomando el pelo!
-No, eh hallado la prueba en este baño -indicó Lucas, el bolígrafo que había en el suelo.
-¡OH, dios mío!
-Y Zack lo sabe -Dijo Sabrina.
-Por eso, ese malestar de esta semana -Susurró Karolaine.
-Yo me voy delante del despacho... -Dijo Marta-. Quiero estar presente si Zack dice algo...
-Yo también voy... -Dijo alguien más.
Y todos fueron a la puerta de Thom.
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