Hace meses hubo un concurso por parte de la Editorial de novela romántica, he recibido un correo donde se mencionaban los finalistas de un concurso digital y me imagino que es el mismo asunto, he aquí las historias finalistas y ganadora por si no lo habían leído.
Sí, un hombre finalista ¿Quién dijo que no podían escribir romántica?
Hay cosas que un hombre jamás debería consentir. No debería permitir que se le cayera el pelo antes de los treinta, que dejaran de echar el fútbol por la tele, que una chica le ganara a los videojuegos, que alguien comprara su ejemplar reservado de la revista Playboy en el kiosco de la esquina o que, de pronto, su madre se negara a hacerle la colada. Está claro que esto es completamente inaceptable; pero, aun así, por encima de estas cosas, aún hay algo que un hombre no debería pasar por alto: Nunca, jamás en la vida, bajo ningún concepto, en ninguna ocasión, cualquier hombre que se vistiera por los pies debe aceptar que su novia y su mejor amigo más guapo, más listo y con más éxito que él se conozcan. Mucho menos que hablen a escondidas. Y mucho, muchísimo menos, que acaben acostándose. Soy Carlos Martínez, la novia de la que hablo es la mía, el mejor amigo también y eso que he contado antes me ha pasado a mí. Pero afortunadamente no estoy solo en todo este melodrama. Por un lado tengo a Rey, amiga, consejera espiritual y apoyo permanente; y por otro tengo a Óscar, bombero raudo cuando arrecia algún que otro incendio personal o afectivo. Porque que tu novia se haya liado con uno de tus mejores amigos es, definitivamente, no ya un incendio, sino una bomba atómica que requiere de atención especializada; y mis amigos son expertos en eso: en aguantar estoicamente mis explosiones de dramatismo. Claro, que no todo es lo que parece y a lo mejor estoy equivocado en esta historia. Y es que esto es lo que suele ocurrir cuando somos los hombres los que las contamos. Que nos perdemos entre tanta parafernalia emocional. O a lo mejor es lo que ocurre cuando soy yo el que la cuenta, que soy hombre y encima soy yo. No lo sé. De cualquier manera, solo hay que leer para comprobar.
2 finalista:
La vida de la periodista Marianne Cabani está en una encrucijada. Siguiendo un impulso, renuncia a su empleo y se va de viaje intentando poner sus ideas en orden. Llega a Londres sin tener claro qué va a hacer con el resto de su vida. Quiere ser una persona diferente... y decide irse de un bar con un extraño, que resulta ser Sergei Petrov, “el chico malo del ballet”, el bailarín con más talento desde Baryshnikov. Gracias a él, conoce al misterioso Vadim, un hombre que no duda en expresar a los cuatro vientos un odio irracional hacia todos los periodistas del planeta y que mantiene una férrea protección en torno a Sergei. Tratando de ocultarle a Vadim lo que hasta hace unos meses fue su ocupación, Marianne se deja llevar por la atracción que los une y empieza a descubrir que la pasión no es un sustituto del amor, pero puede ser una puerta para dejar entrar sentimientos que prácticamente había olvidado.
3er finalista:
Hugo D’Argel, duque de Fleurus, pertenecía a una de las grandes familias que lo controlaban todo en el mundo: las corporaciones, los recursos, el sistema bancario y comercial… Eva Villena era una joven farmacéutica ajena a todo el gran mundo del duque. Sin embargo, era la única persona que podía ayudarle a lograr su mayor deseo sin desvelar su secreto. Convencer a Eva no fue fácil, pero Hugo estaba dispuesto a todo por conseguir lo que quería. Sin embargo, cuanto más tiempo pasaban juntos más difusos se volvían los límites de sus mundos y más real se convertía la pregunta de si estaban dispuestos a embarcarse en la más apasionante, inesperada y peligrosa de las aventuras: el amor.
GANADORA
Cuando el coronel Schwartz fue a recoger al nuevo doctor se llevó una incómoda sorpresa: en vez del hombre que esperaba, se encontró frente a una atractiva mujer de aspecto frágil. La presencia de una doctora, joven y brillante, en un pueblo perdido del Congo era un misterio que el implacable militar, acostumbrado a no pasar nada por alto, estaba decidido a desentrañar. Para Alexandra, África era un sueño cumplido y, al mismo tiempo, una huida hacia adelante. Trabajar en el pequeño dispensario, velando por la salud de sus agradecidos pacientes le encantaba; la única pega que le encontraba a su nueva existencia era la presencia del inquietante y severo coronel Schwartz que, a pesar de sus esfuerzos por mantenerlo alejado, amenazaba con derribar las barreras que tanto le había costado erigir a su alrededor.
En lo particular me gustaría leer la del finalista masculino, me gustan todas las sinopsis y quisiera leerlas todas para ver el por qué han sido las finalistas y el por qué Isabel Keats ganó, seguro que son excelentes, pero necesito leerlas para confirmarlo. ¿Alguien las ha leído ya? Me gustaría saber lo que opinan.
Por lo pronto Harlequin digital sigue recibiendo manuscritos: hqndigital@harlequiniberica.com
¿Donde comprar? http://www.harlequinibericaebooks.com/
lei la de Erika Fiorucci y la de Gema Samaro, muy buenas las dos, las otras aun no , tengo la de Fernando Alcala como mi proxima lectura .
ResponderEliminarGracias por compartir y si gustas hacer una reseña, avisanos, saludos.
Eliminar