sábado, 2 de febrero de 2013

Operación Cupido 5°


Capítulo 11

-Cass deberíamos hacer esto más seguido – dijo Maggie mientras tomaba un café.
-¿Engañar a mis hermanos?
-Eso también, pero me refería a pasar tiempo juntas, hace rato que no lo hacemos.Sé que lo del accidente fue muy duro para ti, pero me alegra que estés de vuelta.
-A mí también me alegra Mag –contestó chocando su taza con la de su amiga a modo de brindis.
-Y ya sabes, cuando quieras volver a salir con ese bombón, cuentas con mi ayuda –dijo guiñándole un ojo, Cassandra le había contado todo lo sucedido la noche anterior, por lo que se sonrojó ante el tono picaresco de su amiga.

-Te lo agradezco.Aunque…
-¿No piensas volver a salir con él?
-No es eso, me intriga lo que hacía Dylan en el restaurante anoche…
-Tal vez estaba haciendo una entrevista…-aventuró Maggie
-¿En uno de los restaurantes más concurridos de la ciudad?No, no es su estilo…
-Pregúntale.
-No puedo. A menos qué…-dijo ella y sacó su celular.
-¿Vas a llamarlos?, es muy temprano.
-Por eso mismo-contestó Cass y marcó el número de su casa.Garret respondió.
-Hola Cass,¿sucede algo? – preguntó medio adormilado.
-No sólo quería pedirle a Dylan que pase a buscarme por casa de Maggie.
-Ehh,no creo que él pueda, iré yo o le diré a Kenn…
-¿Por qué, le pasa algo a Dylan?
-No,nada.Sólo que se acostó tarde y no creo que quiera despertarse…
-¿Tarde?¿Salió a algún lado?
-No..bueno…sólo a dar una vuelta. Nada importante…¿a qué hora quieres que vaya?
-Ah, no olvídalo. Magg me hace señas de que me quede a comer, así que no será necesario que me busques, iré más tarde. Nos vemos..
-Ok, nos vemos CK.-contestó él  un poco desconcertado y colgó.
-¿Y, averiguaste algo?-preguntó su amiga mirándola divertida.
-Sí, que me mienten y no sé por qué. Juro que estoy intrigada sobre lo que se traen entre manos esos cinco…
-Cass, creo que estás exagerando.
-Te aseguro que no.
-¿Entonces te quedas a comer?
-Sip, vamos a ponernos al día.


Cuando Dylan se levantó , se encontró a los otro cuatro O’Bannon esperándolo para enterarse de las novedades.
-¿Y, alguno decente?-preguntó Garret.
-Sí un par, por lo pronto arreglé una salida con uno de ellos para el martes-contestó.
-¡Martes!....La gente no sale los días martes.-protestó Brendan.
-¡Él no podía otro día!...Y si lo piensas bien , es mejor…una salida en un día de semana le quita un poco de solemnidad.No es una “cita” exactamente –argumentó Dylan.
-Bueno…muy bien…pero ¿cómo vamos a convencerla?.-Dijo Liam mirando a sus hermanos.
-Tenemos un par de días para pensarlo, ¿todo listo para esta noche?-preguntó Garret.
-¡Oh no, se me olvidó decirle a Cass!-exclamó Kenn.
-¿No le dijiste?...¿Alguna vez vas a concertarte en algo que no sea un microbio?-atacó Brendan.
-Muy bien, sólo tenemos que llamarla a casa de Maggie y decirle…-intervino Liam.
-Bien, yo lo haré.-Dijo Kenneth y fue a hacer la llamada.



Maggie sonrió al escucha a su amiga maldecir en gaélico mientras hablaba con Kenneth por teléfono.
-¡¿Esta noche?!-protestó Cass .
-Por favor, es por una buena causa –pidió su hermano.
-Está bien, pero me debes una Kenneth O’Bannon.-dijo y colgó.
-¿Qué pasa ahora?-preguntó Mag con curiosidad.
-Ken quiere que lo acompañe a una gala benéfica que organiza el área de investigación de la Universidad, es esta noche.
-¡Oh! ¿y eso es malo?-preguntó su amiga divertida
-¡Definitivamente!,implica vestirme de fiesta, bailar y aguantar charlas aburridas que no entiendo, hay un límite para la información científica que mi cerebro puede soportar. Además sólo a mi hermano se le ocurre avisarme con tan pocas horas de anticipación…
-No vayas…
-Bueno, eso quisiera…pero no tiene pareja, ¡cosa que no me extraña!...y quedará mal si va solo.
-Estoy segura que sobrevivirá…-opinó Maggie.
-Bueno, sabes que Kenneth no es muy bueno para los actos sociales. Lo sacas de su laboratorio y está perdido, si fuera alguno de los otros lo abandonaría sin piedad. Pero él…
-Entonces cariño, vuelve a tu casa,porque esta noche tienes una fiesta-sentenció su amiga y Cass gimió.

Los cinco O’Bannon quedaron hipnotizados viendo a Cass bajar la escalera. Kenneth incluso se acomodó los lentes para observarla mejor.Llevaba puesto el vestido largo color aguamarina que Brendan le había regalado, lo acompañaba con unas sandalias a juego ,también regalo de él, y unos largos pendientes que se apreciaban gracias a que llevaba el cabello recogido en alto.
-¿Cuándo creció?-preguntó Dylan mientras miraba a la bella muchacha en que se había convertido su hermana.
-Cuando nos distrajimos …-contestó Brendan con el ceño fruncido y no de muy buen humor.
-¡Estás preciosa!-observó Garret y ella tambaleó en los escalones.
-¡Oye Bren!, se nota que no eres tú quien debe usar tacones…créeme son muy bellos pero creo que me caeré en cualquier momento – dijo ella haciendo reír a sus hermanos.
-Yo voy a impedir que te caigas , cariño.-dijo Kenn y ella los observó a los cinco parados solemnemente al pie de la escalera.
-¿Saben?, parece que fueran mamá y papá el día de mi Baile de Graduación…
-C.K, tú no fuiste al Baile de Graduación.-comentó Liam
-¡Claro que no!.Ustedes me convencieron que  una excursión a las montañas era más divertido y me arrastraron  en su aventura.
-Te divertiste –se defendió Brendan .
-Sí es verdad.¿Ken, no preferirías ir de excursión?- preguntó a su hermano guiñándole un ojo.
-Creo que no Cass-contestó él y le ofreció el brazo.
De muy mala gana Cassandra tomó el brazo de su guapo hermano, mucho más  aun en traje de gala ,y se resignó a ir  a la fiesta.
 
Capítulo 12

La Gala de Beneficencia se hacía en uno de los edificios más antiguos y bellos de la ciudad, era un hermosísimo Palacete que había sido donado a la ciudad y se utilizaba para eventos culturales.
Había mucha gente, incluso en el segundo piso habían personas que se asomaban por la barandilla para observar que sucedía en el Salón principal que funcionaba como Salón de Baile.
-Toda la gente importante de la ciudad está aquí ,¿no te alegra haber venido? –preguntó Julian a su amigo Lucas.
-Sí, muero de alegría –respondió Lucas mientras le daba un sorbo a la copa que sostenía en la mano.
Por un momento, se asomó a la barandilla y miró hacia abajo, se estiró tanto para mirar que por poco cae. Allí abajo estaba Cassandra vestida de gala y acompañando a un nuevo hombre, diferente a todos lo que había visto antes.Este llevaba lentes y el pelo era casi tan rojizo como el de ella.
Lucas empezaba a creer que tenia un radar para detectar a la chica, sin embargo lamentaba que la mayoría de las veces, ella estuviera acompañada .
-¡Julian! – llamó a su amigo.
-¿Qué?
-Dime quién es esa chica y el hombre que la acompaña, dijiste que conocías a todos los que están aquí.
-Si son importantes seguro los conozco…a ver,¿cuál? –preguntó asomándose.
-La pelirroja-señaló Lucas desde atrás.
-No veo ninguna pelirroja –dijo Julian y el hombre volvió a asomarse. Cassandra ya no estaba.
-¡Diablos!-exclamó y su amigo lo miró sonriendo.
-¿Una chica y pelirroja?¿Quién es ella? Suéltalo ya Lucas….
-Cassandra Calahan –respondió Lucas
-No, me temo que no conozco a nadie con ese nombre. Así que deduzco que el objeto de tu interés debe ser acompañante de alguien esta noche.
-Eso me temo –masculló Lucas para sí mismo.-Voy a dar una vuelta –agregó y trató de que la mirada burlona de su amigo no hiciera mella en él.
Se apuró en alejarse de Julian, ya se sentía bastante tonto buscando a una mujer que estaba con otro,”otros”, mejor dicho, así que no necesitaba los comentarios de su  amigo.
Caminó entre la gente tratando de divisar la cabellera rojiza de la chica, aunque en realidad no tenía idea de que hacer cuando la encontrara.
¿Iba a apartarla del hombre que la acompañaba o seguiría fingiendo que ignoraba la situación?
Había tanta gente que era difícil moverse, siguió avanzando y creyó distinguir a Cass bailando en el salón principal.


Al menos Kenn era un buen bailarín, aquello consoló a Cass mientras su hermano la guiaba con gracia por la pista de baile.
Además estar bailando le permitía escaparse de los antiguos clientes que merodeaban por allí, al ser un evento de caridad las personas más ricas de la ciudad estaban allí y Cass había hecho diseños para muchos de ellos.Después de lo ocurrido le había costado volver a relacionarse con las personas para las que antes había trabajado, sin embargo esa noche la habían saludado muy amablemente y varios de ellos le habían hablado de posibles proyectos que querían que ella diseñara.
No quería pensar en trabajo aquella noche, así que los brazos de Kenneth eran el mejor refugio.
Por eso cuando su hermano le informó que debía ir a saludar a unas personas, Cass no pudo evitar mirarlo con enfado.
-Tranquila cariño, te dejaré en buenas manos. Hay un par de colegas míos que quieren conocerte, vamos, sólo será un momento – le dijo él y la sacó de la pista de baile.
-Este es Rick.Ella es mi hermana, Cass, cuídala un rato ,por favor.-dijo Kenn
-Será un gusto –dijo él hombre sonriéndole y la chica deseó que un terremoto los distrajera.
Tras quince minutos de charla sobre bacterias y afines, Cass entendió que si su hermano tenía esa misma clase de conversación con las mujeres era entendible que estuviera soltero.
La chica divisó a Kenneth cerca de ella y comenzó a hacerle señas para que la rescatase .Desde niños entre ella y sus hermanos había códigos de señas, rascarse la barbilla era la señal de  SOS y Cass ya estaba a punto de perforarse la piel, mientras su hermano la ignoraba. Probablemente debería echarle la copa de champán a aquel molesto colega de Kenn o tal vez echársela ella misma para poder huir al baño con una buena excusa.
Su hermano pareció adivinar el hilo de sus pensamientos y finalmente se dignó a rescatarla.
Cass estaba enojada y Kenneth no comprendía por qué.
Rick era uno de los tipos más inteligentes que conocía, era apuesto y obviamente se había interesado por ella .Además era uno de los candidatos de lista .Sin embargo Cassandra casi le había gruñido y ahora estaba alejándose de él, sin mirarlo.
Él no necesitaba recurrir a su maestría en ciencias para saber que aquello había sido un error, así que los más disimuladamente posible fue tras su hermana.

Lucas finalmente la localizó, ella avanzaba deprisa entre la gente como si estuviera huyendo, de repente vio como su acompañante la tomaba del brazo y la llevaba a un lugar apartado .Los siguió y se ubicó detrás de una columna que lo ocultaba perfectamente. No estaba seguro de que debía hacer, pero quería asegurarse que ella estuviera bien, desde donde estaba pudo oír fragmentos de la conversación.

-¿Cómo pudiste hacerme esto?- le preguntó ella al hombre que la acompañaba.
-Lo siento cariño…no fue mi intención…Pensé que estarías bien.
-¡¿Bien?!...Por todos los cielos, sólo faltaba que me pusieras un moño de regalo.¿Con qué derecho...?
-Cassandra…-la interrumpió el hombre.
-Quiero irme. – dijo ella con severidad y él asintió.
-Está bien, vámonos de aquí.-aceptó el hombre y la rodeó con un brazo guiándola hacia la salida..

Había estado más que tentado a intervenir , darle un buen puñetazo al tipo y tomarla a ella de la mano para llevársela de allí. Pero no lo había hecho.
Estaba preocupado por ella, así que hizo lo único que se le ocurrió, la llamó por teléfono.
Cass apenas había subido al auto cuando sintió que el móvil sonaba, revolvió en la cartera y contestó. Era Lucas y con Kenneth a su lado no era el mejor momento para hablar con él.
A su hermano no le haría ninguna gracia si sabía que ella había hecho una pataleta ante su intento de celestino con Rick  porque  ya tenía a alguien que le interesaba.
-Hola-contestó ella tratando de que el corazón no le latiera con fuerza al escuchar la voz de él.
-Hola Cassandra, quería saber si podíamos vernos.
-Lo siento, pero hoy no.
-¿Estás ocupada?
-Sí,me temo que sí.¿Podemos hablar en otro momento?
-Pero todo está bien, ¿verdad?-insistió él y ella esbozó una sonrisa ante su preocupación.
-Sí , todo está bien.
“¿Quién es?” sintió Lucas que preguntaba el hombre que la acompañaba y luego la voz de ella respondió por lo bajo “Sólo un amigo”.Eso lo hizo sentir muy tonto.
-Hablamos mañana –dijo ella volviendo a hablar con él.
-Sí, hasta mañana- respondió y cortó la comunicación.
“Sólo un amigo” – se repitió a sí mismo y se marchó del baile.

 

Capítulo 13

El primer pensamiento de Cass al despertar fue Lucas, tenía ganas de verlo y la noche anterior había notado algo extraño en él cuando le habló por teléfono.
Cuando le había preguntado si ella se encontraba bien, su voz tenía una inquietud inexplicable.
Así que cerca del mediodía lo llamó.
-Hola –contestaron y ella pudo percibir voces en el fondo, por lo visto estaba trabajando. Cass sintió un ataque de timidez, no recordaba la última vez que ella había tomado la iniciativa.
-Hola, yo .¿Estás muy ocupado? –preguntó.
-Hola Cassandra, me temo que sí.¿Necesitabas algo?-preguntó y su voz sonó algo distante.
-No .Sólo quería hablar contigo.
-Eso es bueno.-dijo él y ella pudo percibir un cambio en su tono.
-Sí, lo es.
-¿Y tú , estás muy ocupada?
-Un poco tengo que preparar algunas cosas para el trabajo – dijo mirando los planos que tenía dispersos sobre la mesa.
-¿Ese del que no podemos hablar?
-Ese, aunque  tengo que resolver unas cosas en unos días y entonces la próxima vez que nos veamos ya podré contarte –dijo ella pensando que después de la reunión con el cliente de Tom ya habría tomado una resolución sobre su vida laboral.
-Eso me gusta más aún, prometo que aun así no te aburriré con cuestiones laborales ¿También se acaba la veda en cuanto a asuntos familiares?
-No, eso aún no.-contestó ella pensando en los terribles deseos de cometer fraticidio. Intentaba acercarse a Lucas , por lo tanto mencionar a un entrometido quinteto de hermanos mayores no era buena idea.
-Bueno, algo es algo –dijo él y a ella le pareció adivinar que estaba sonriendo.
-Supongo que sí.
-¿Y mañana? ¿También estás ocupada?
-Sí, me temo que tengo un compromiso –contestó ella recordando que sus hermanos le habían pedido que los acompañara a cenar o algo así y que ella estaba demasiado distraída mirando tele por lo que había aceptado casi sin darse cuenta.
-Entonces…¿cuándo podremos vernos?
-El  viernes estoy libre –sugirió ella.
-Perfecto, entonces Cassandra Calahan ese día eres toda mía-dijo él y Cass se sonrojó, por suerte estaban al teléfono porque él hubiera tenido muy mala idea de ella al ver como se ponía ante aquellas palabras dichas al azar.
-Es un trato-contestó la chica  y después de saludarlo cortó la comunicación.

Con una sonrisa, Cass se puso a trabajar nuevamente .En ese momento Garreth se asomó a su cuarto.
-¿Quieres algún bocadillo? Dylan se preparó unos sandwichs muy tentadores, puedo robar un para  ti…-propuso con una sonrisa endiablada.
-Sí, tengo un poco de hambre.
-Y estás sonriendo, parece que de verdad necesitabas volver a trabajar –comentó y ella no lo sacó de su error. Su sonrisa no se debía al trabajo.


“Algo huele mal en Dinamarca” – se dijo Cass a sí misma la noche siguiente.
Sus hermanos habían hablado de llevarla a cenar, pero algo no cerraba.
Le habían dicho que a las 9 .30  debía esta lista y llevaban un rato urgiéndola a que se arreglara, sin mencionar que todo el día habían estado insoportables.
Tanto preparativo  era extraño, mucho más cuando ellos parecían no tener apuro por prepararse para la cena, lo que era totalmente inaceptable en Garreth. Ante una salida , él se pasaba por lo menos una hora “arreglándose”.Le llevaba tiempo lograr aquel estilo descuidado y sexy que enloquecía  a las mujeres.
Lo otro que le extrañaba era que sobre su cama estaba dispuesto su atuendo para esa noche. Un vestido estampado liviano y no muy revelador que Brendan había elegido, era elegante pero al mismo tiempo casual, de líneas puras y buena caída.
Junto al vestido estaban unas sandalias color natural, con poco tacón, una cartera y accesorios a juego.
Cass lo observó sospechosamente, tendría que hablar con Brendan sobre ese nuevo hobby de ser su estilista personal.
¿Quién diablos le mandaba elegirle la ropa?
“Paciencia” se dijo a sí misma ,era bueno pasar tiempo con sus hermanos. Pronto cada uno volvería a sus ocupaciones diarias y  pasaría mucho tiempo hasta que pudieran reunirse todos nuevamente. Tenía que aprovechar la oportunidad para disfrutar de aquellos cinco hombres que adoraba, aun cuando debiera usar un vestido floreado para complacerlos.
La chica se dio una ducha rápida, se dejó el cabello suelto y se aplicó maquillaje ligero. Luego echó sus pertenencias personales en la cartera, incluyendo el celular y la billetera .
Salió de su cuarto y comenzó a caminar por el pasillo, hasta que sintió un coro bajo de voces.Entre ellas había una que no podía identificar.¿Quién estaba con sus hermanos?
Se sacó  las sandalias y caminó sigilosamente hasta asomarse un poco a la barandilla de la escalera.
Estaban sus cinco hermanos , vestidos de  entre casa y un sexto hombre ,joven y atractivo, que iba vestido de traje y escuchaba atentamente las recomendaciones.
Le llegaron las frases entrecortadas.
-..ya debe estar por  bajar…-comentó Brendan nerviosamente
-Que no beba mucho alcohol…-sugirió Garreth.
-No le hables de su trabajo por ahora...-apuntó Dylan.
-…antes de medianoche –casi ordenó Kenneth.
La chica ni siquiera esperó a escuchar a su quinto hermano, se apartó rápidamente con el corazón latiéndole deprisa por la furia contenida.
¡¡Los muy cretinos le habían armado una cita!!
Y allí estaban , aconsejando al tipo como si ella fuera una colegiala. Lo peor era que se sentía  como animal en el matadero, no le habían dejado mucha opción, por más que odiara la situación no podía bajar allí y hacer un escándalo. Eso sólo la pondría al mismo nivel de estupidez que ellos…y ellos lo sabían. Habían contado con eso, con que finalmente tendría que rendirse y aceptar ir a cenar con el hombre que habían escogido para ella.
Parecían salidos de alguna historia medieval, faltaba que  negociaran la dote.
Regresó a su  habitación para intentar enfriar su cabeza y pensar con calma en una solución que le permitiera escarmentar a los entrometidos O´Bannon.
Recorrió la habitación varias veces caminando con nerviosismo.
No pensaba hacer el papel de novia sacrificada, ¿pero entonces qué?
Abrió la ventana para tomar aire , y entonces sonrió, tenía la solución frente a ella.
Allí seguía estando el gran árbol que trepaba de niña, de hecho lo usaba en su infancia para escaparse de la vigilancia de sus hermanos y aún seguía allí, tan firme como siempre.
De sólo imaginar sus caras cuando no la encontraran…se sentía estallar de alegría.
Trepó la ventana y con un poco de esfuerzo alcanzó una rama, entonces se lanzó hacia ella , sin mirar. Hacía años que no lo hacía, pero su cuerpo parecía conservar la memoria de aquellas acrobacias, comenzó a descender con cautela, no era tan difícil pensó, pero casi cuando llegaba abajo pisó mal y empezó a caer entre las ramas,  instintivamente cerró los ojos y eso la salvó ya que un par de ramas chocaron fuertemente contra su cara en la caída.
Por suerte pudo sostenerse antes de  llegar al suelo y terminar el último tramo de descenso tranquilamente.
Aunque cuando  pisó la tierra, no necesitó de un espejo para saber que era un desastre.
El pelo se le había enredado por las  ramas que se le habían enganchado, probablemente tenía un par de hojas como adorno, el vestido tenía varios desgarrones, un pie se le había torcido, las medias destrozadas y tenía una serie de pequeños cardenales  y arañazos que marcaban  su piel clara.
¡Maldición! Exclamó, pero no estaba dispuesta a dejarse abatir, aquella caída no sería en vano, empezó a caminar tan rápido como le fue posible para alejarse de  sus hermanos y la cita.




Capítulo 14

Definitivamente ya no estaba en edad de hacer esas cosas, era aceptable a los quince pero no a los veinticinco y las puntadas  que sentía en el tobillo cada vez que daba un paso eran un claro recordatorio.
En un primer momento había pensado ir a casa de Maggie  pero se sentía demasiado avergonzada para hacerlo, si sus hermanos habían hecho una tontería ella había actuado mil veces peor. Había hecho una niñería y ni siquiera le daba la cara para enfrentar a su mejor amiga, por suerte algo de la suerte irlandesa de sus ancestros la acompañaba, lo que le permitió encontrar rápidamente un taxi.
Cuando subió el hombre la miró de arriba abajo con una expresión algo tosca, por lo visto se veía peor de lo que ella esperaba. La chica le sonrió y aquello pareció aligerar el  ánimo del taxista.
-¿A dónde ?-preguntó y ella dudó un momento.
-Al Hotel Venezzia –respondió.
Había escuchado muy buenos comentarios de aquel lugar, era uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, se regalaría a ella misma una noche de comodidad y lujo, se lo merecía y de paso podría apreciar el lugar que la crítica había alabado tanto.
El hombre sonrió, por lo visto el hecho de que hospedara en un lugar tan exclusivo lo reconciliaba con el mal aspecto de su pasajera.
Cuando llegaron ,Cass  sacó la billetera y le pagó, luego bajó apresurada.
Se pasó las manos por el cabello intentando acomodarlo y quitarle cualquier rastro de hojas o ramitas que le hubieran quedado. Estaba ingresando a un hotel carísimo con el aspecto de una vagabunda, sin embargo la perspectiva de un baño caliente, una cama mullida y una cena deliciosa le infundieron valor.
Se acercó hasta el mostrador y saludó a la chica de recepción que la miró como si fuera un bicho.
-Hola,¿podría darme una habitación?-preguntó ella.
-¿Tiene reservas?
-No, pero seguramente tendrá algo disponible.
-Sí, espere un momento...tengo  dos habitaciones y una de las suites libres-dijo la chica y le informó los precios. Eran elevados, pero por suerte llevaba su tarjeta de crédito con ella. Eligió una y luego la chica le pidió su identificación.
Cass empezó a buscar en su cartera y entonces maldijo en gaélico.
Su billetera con el dinero, el documento y las tarjetas de crédito no estaba, tampoco su celular.
Obviamente se le habían caído en el taxi, había bajado deprisa del vehículo sin asegurarse de guardar bien sus pertenencias, de hecho llevaba la cartera abierta.¿qué iba a hacer ahora?
Intentó convencer a la joven de que la esperase, si le prestaba el teléfono podría llamar a la compañía de taxis y recuperar sus pertenencias pero era obvio que la mujer no le creía.
Por lo visto tendría que volver a casa  con la cabeza gacha , sin embargo ni siquiera tenía para regresar, aunque podía tomar un taxi y pagarlo al llegar. Todo su ser se rebelaba contra aquella posibilidad, si volvía derrotada sus hermanos se creerían con más derechos que nunca a meterse en su vida.
-¡¿Cassandra?!-la llamó una voz familiar y cuando ella se giró vio a Lucas mirándola sorprendido.
-¡Lucas!-exclamó aliviada
-¿Qué haces aquí? ¿Qué te sucedió? – preguntó al acercarse y estudiar su estado..
-Me caí, es una larga historia…quería una habitación, pero perdí mi billetera en el taxi y..
-Está bien, cálmate –dijo él y se acercó al mostrador.
-Dale la habitación 150 a la señorita Calahan.
-Ella no tiene identificación, ni …-dijo la empleada y Lucas la miró ceñudo.
-Ella no lo necesita.
-Bien- dijo la mujer y le entregó una llave magnética.
-Vamos Cass-dijo él y la tomó del brazo para guiarla.
-¿Cómo hiciste?-preguntó ella
-Conozco a los dueños – dijo él  y la miró con seriedad-Dime , estás bien.¿No te atacaron?
-Ya te dije, me caí, y preferiría no hablar más de ello…-comentó  y él notó que le costaba caminar, la guió con cuidado hasta el ascensor.
¿Qué clase de caída la había dejado así? Llevaba la ropa desgarrada y tenía rasguños varios, sin mencionar el ojo casi en tinta que parecía haber recibido un tremendo golpe y la herida junto al labio. Él no podía evitar pensar que alguien le había hecho aquello y por un segundo imaginó que lo  había hecho alguno de los ocasionales acompañantes de la chica.
Sin embargo , tal vez había otra explicación, no quería pensar que ella fuese la clase de mujer que se dejaba maltratar así. Claro que también estaba el hecho de que había ido a refugiarse a un hotel, en lugar de ir a su casa. Además estaba el hecho de que ella no llevara dinero, era verdaderamente extraño.
Pero lo cierto era que lo único en que podía pensar era en los sentimientos que ella le despertaba, quería protegerla, no le gustaba verla así y si alguien había provocado que estuviese en tal estado quería destriparlo con sus propias manos. Este último sentimiento lo sorprendió, no era un hombre  violento, pero ella le despertaba el instinto protector.
La acompañó hasta  el interior de la habitación.
-Gracias …-dijo ella.
-Me alegra haber estado aquí…
-A propósito, ¿ qué haces en este lugar?
-Ocupo la habitación de al lado…-contestó él con una sonrisa.
-¿Vives aquí? – preguntó sorprendida.
-Temporalmente, me trasladé hace poco a la ciudad y mi departamento aún no está terminado, tengo una enorme cama y nada más, así que hasta que tenga tiempo de hacerlo un lugar habitable, me hospedaré aquí.
-Eso es una suerte para mí.-dijo ella.
-Bueno, date un baño y descansa, aunque volveré en un rato con algo para curarte esas heridas.
-Son sólo raspones…
-Aún así –dijo él y se retiró.
Cuando Cass se miró en el espejo del baño, casi soltó un grito. Estaba espantosa, no le extrañaba la reacción del taxista, la recepcionista o la preocupación de Lucas.El ojo que le había golpeado la rama había adquirido un tono oscuro, tenía un cortecito en la frente y el pelo enmarañado .Esto sumado a la ropa desgarrada y las rodillas raspadas la convertían en la víctima perfecta de un ataque.Claro que el atacante había sido su propia estupidez ,un árbol y el paso de los años, pero imaginaba que era mucho más verosímil decir que la habían asaltado.
Le dio risa y se metió a la ducha, pero el agua caliente sobre la piel herida borró cualquier rastro de diversión, Brendan la atormentaría por años cuando se enterara y no había dudas de que se enteraría.
Se vistió de nuevo con su ropa interior y miró desanimada el bonito vestido que se había arruinado con su aventura, luego se envolvió en una gruesa bata de toalla.
Se sentó en la cama y medio se adormiló, hasta que unos golpecitos en la puerta la  despertaron.
Allí estaba Lucas, vestido casualmente y con un botiquín en la mano. Lo hizo pasar.
Él le ordenó que se sentara en el borde de la cama y pese a las protestas Cass obedeció. Luego el hombre empezó a poner desinfectante en sus heridas, algunas bandas adhesivas y un poco de crema en los cortes más profundos.
Lucas tuvo que recurrir a todo su poder de concentración para no dejarse tentar por el aroma fresco de Cass y por el conocimiento de su escasez de ropa, sin embargo no pensaba aprovecharse de ella cuando se encontraba en tal estado, aunque la idea de besarla  no lo abandonaba.
-¡Listo!-exclamó él triunfante cuando terminó de curarle la rodilla y ella lo recompensó con un gracias.
-No es nada – dijo incorporándose pero antes de que se levantara totalmente Cass se inclinó hacia él y lo besó suavemente.
Fue él quien rompió el contacto preocupado por perder el control, si continuaba le daría rienda suelta a su deseo y tenía la sensación de que no era el mejor momento.
-Iré a buscar algo  para comer-le dijo y le acarició el cabello que le caía sobre la frente.
-Está bien-aceptó Cassandra agradecida de que él actuara con más sensatez que ella.

Cass se quedó mirando por la ventana, mientras esperaba que Lucas regresara. Desde allí se apreciaba muy bien el panorama, le verdad que era una habitación muy agradable.
Sintió unos pasos y que la puerta, que había dejado sin llave, se abría. Se dio vuelta con una sonrisa seductora y se quedó pasmada.
-¡¿Qué rayos haces aquí?!,¿Y qué te pasó? – preguntó Brendan enfadado mientras se acercaba a ella dando grandes zancadas.
-Sólo me caí…-empezó a decir ella pero él apenas la escuchó.
-¡¿Sabes lo que sentí cuando no te encontré en casa?! – la increpó él.
-¿Cassandra…?- preguntaron y  la chica vio que Lucas estaba parado en la puerta.
-¡¿Fuiste tú?! – inquirió Brendan acercándose peligrosamente al hombre que acaba de entrar.











1 comentario:

  1. Ya lo había leído pero no había podido comentar, por fa publica pronto que se ha quedado muy bueno el ultimo cap...
    Saludos

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