El domingo Leonora dio vueltas en su
cama sin poder dormir durante gran parte de la noche. A la mañana tenía ojeras
y mucho dolor de cabeza, empeorado porque no sabía cómo enfrentar a Bastian Cavendish
después del beso.
¿Se suponía que no le diera importancia?
¿Qué se hiciera la ofendida?
No tenía idea qué debía hacer una
secretaria seria cuando su jefe, que era un mal chico, la besaba. Menos aún si
las circunstancias eran tan poco claras, ¿había querido escarmentarla , era su
donjuanismo habitual o algo más?.
-No sé, no sé…-repitió en voz alta Leo
para sí misma mientras agitaba la cabeza..
Fuera lo que fuera no podía dejar que
perturbara su decisión de ser eficiente y enderezar a su jefe.
Sin embargo, no podía quitarse de la
cabeza lo que la inquietaba más que el beso en sí mismo, y era verlo tan
preocupado, tan enfadado y sobre todo actuando como un adulto hecho y derecho..
Había visto al Bastian Cavendish hombre
aquella noche, y eso la hacía ser mucho más consciente de su propia femineidad.
Antes de salir al trabajo , tomó su
bolso, que él había criticado, y se
aferró a él como un talismán, no iba a dejar que aquel hombre inútil influyera
sobre ella.
Al llegar a la oficina, Leo maldijo en
voz baja., él había llegado temprano.
¿Por qué tenía que llegar a horario aquel
día?
A regañadientes, la joven se asomó a la
oficina de Bastian y se llevó una sorpresa. Tenía muchos papeles tirados en el
suelo y él estaba sentado allí, analizándolos según parecía como si fueran un
rompecabezas. Levantó la mirada y la fijó unos instantes en ella Por un
instante Leo pensó que iba a preguntarle algo, su mirada era profunda e
intensa, pero luego pareció como si cambiara.
-Buenos días, Pandita – le dijo en tono
de broma refiriéndose a sus ojeras.
-Buenos días, ¿se puede saber qué está
haciendo?
-Ven aquí y ayúdame…
-¿Con qué?
-Tenemos que comparar estos documentos –
dijo señalando los papeles que estaban en un lado del piso- con aquellos y
encontrar tantas diferencias e irregularidades como podamos.
-¿Hay premio? – preguntó ella y supo
inmediatamente que había cometido un error cuando él la miró de nuevo y sonrió
en forma seductora.
-Puede haberlo si lo ganas.
-Yo…yo…
-Vamos Leonora, no seas cobarde y ven
aquí a ayudarme. Imagina que yo soy tu propia Cruzada…
-Usted es mi castigo- murmuró ella por
lo bajo pero Bastian la escuchó y se obligó a contener la risa. Tenía algo
importante entre manos y no quería distraerse, pero le resultaba casi imposible
teniendo a Leonora cerca.
-Eres la cruza de León con Panda más
adorable que he visto- le dijo y ella murmuró algo por lo bajo- Ahí vuelves a
gruñir…
-¿Qué estamos buscando?- preguntó Leo.
-Ya te dije, diferencias…
-¿Pero por qué?
-La curiosidad mató al León, ¿nunca lo
escuchaste?
-No y como no soy león tampoco me
interesa.
-Habrá una reunión de la Junta Directiva
en un mes y necesito tener toda la información que pueda.-se explicó él.
-De acuerdo, a buscar entonces – dijo
ella y se sentó en el suelo.
-Toma esto – dijo él pasándole un
resaltador y ambos se pusieron a leer y
comparar documentos.
Un par de horas después, Leo flexionó
los brazos y hombros para relajar los músculos.
-Necesitamos un descanso…-dijo Bastian.
-Claro que no, podemos seguir un poco
más.
-Ya llevamos más dos horas…
-Ya me resultaba extraña tanta
dedicación al trabajo, debí imaginar que no duraría…- protestó Leo.
-Descansemos para comer algo. ¿No tienes
hambre?
-¿Cree que puede convencerme con comida?
-De nuevo respondes preguntas con
preguntas, y si no es con comida algún día encontraré como convencerte.
-Siga soñando…-murmuró Leo por lo bajo.
-Soy un paciente anémico en
recuperación, ¿recuerdas? Necesito comida.- dijo sonando todo lo lastimoso que
pudo y ella lo miró censuradora.
-No juegue con eso, además se ve
bastante saludable. Pero está bien, descansemos y comamos.
- Ha vuelto mi Leoncito sensato- comentó
él levantándose y cuando extendió su
mano para ayudarla, Leo lo ignoró y se levantó por sí misma.
-Bueno, dígame que quiere comer y se lo
busco.
-No, necesito un poco de aire, vamos a
algún lugar cercano a que nos hagan unos sándwiches.- propuso y ella suspiró
ruidosamente.
Cuando Leo agarró su bolso para seguir a
Bastian, éste la miró y elevó una ceja recordándole con el gesto lo que pensaba
de su accesorio y lo que había sucedió el viernes, ella se sonrojó levemente,
apretó los labios y le dedicó una mirada fulminante.
Fueron a una cafetería cercana, pidieron
sándwiches de pollo y juego de frutas. Leo comió de prisa, ignorando la
presencia de su jefe.
-¿Tenías hambre o sólo quieres marcharte
de prisa? – le preguntó él que comía lentamente para exasperarla más.
-Lo segundo, y se supone que usted tenía
hambre, ¿piensa seguir tratando a ese sándwich como si fuera algo que quiere
conservar por mucho tiempo? Se supone que lo muerda, no que lo contemple.
-Prefiero comer lento, se absorben mejor
los nutrientes y evita problemas digestivos – le dijo él y ella bufó en
respuesta, lo que provocó que Bastian riera.
Cavendish sabía que no era buena idea
llevarla al límite así que se apresuró un poco a terminar su sándwich y
regresaron a la oficina.
Los dos se concentraron en la tarea y no
se dieron cuenta del pasar de las horas, cada tanto Leonora levantaba la mirada
de los papeles y observaba a Bastian. El tenía el marcador en la boca y leía
concentrado, casi como si estuviera realmente comprometido con el trabajo, como
si fuera muy importante para él hacerlo bien. Era muy atractivo verlo así,
cuando descubrió que estaba mirándolo más de lo que era aceptable para ella
misma volvió a bajar la mirada, y concentrarse en los papeles, así que no pudo
ver a su jefe mirándola a su vez.
-Mire esto – dijo Leonora pasándole unos
papeles.
-¿Qué sucede?
-La diferencia es mucha, aquí hay algo
raro- comentó y cuando él se acercó se rozaron sus cuerpos y la chica dio un
salto apartándose de golpe.
Bastian le dio una breve ojeada a los
papeles y luego la miró a ella.
-Leonora, ¿reaccionaste así por lo del
viernes?
-No..yo…
-¿Vas a saltar cada vez que me acerque o
te toque? - preguntó y su voz sonaba como si estuviera controlándose para no
ser brusco.
-Claro que no…- dijo ella pero bajó la
mirada.
-Tendremos que solucionar esto de una
buena vez – dijo y antes de que Leo pudiera actuar la tomó del brazo y la movió
hacia él , después la besó. Fue diferente al beso anterior, fue suave,
persuasivo e incrementó de intensidad poco a poco. Fue tan repentino que Leo no
supo cómo actuar, sobre todo porque estaba derritiéndose bajo los labios de
Bastian Cavendish, hasta que aquel nombre resonó como una alarma , la estaba
besando un mujeriego de primera categoría, y lo apartó de ella.
-Siga trabajando solo, no quiero jugar sus juegos….-dijo levantándose y se dirigió
hacia la salida. Antes de llegar a la puerta, Bastian la abrazó desde atrás y
la retuvo contra él.
El primer impulso de Leonora fue
forcejear para apartarlo, pero recordó lo sucedido el viernes y que su fuerza
física era inferior a la de él, no podía apartarlo por la fuerza. Así que no
tenía más opción que permanecer entre sus brazos, escuchas sus tonterías de “Leoncito…”
y luego alejarse. Se puso rígida y él la acercó más apretándola contra sí, bajó
su cabeza hasta poner su boca a la
altura de su oído y empezó a hablar.
-Leonora…-inició y aquello la turbó,
raramente la llamaba por su nombre y menos de aquella manera, usando un tono de
voz suave, casi como si tranquilizara a un animal peligroso, él continuó
hablando- lo siento, no debí besarte el viernes, pero estaba realmente asustado
de que te sucediera algo y estaba enfadado contigo por ser tan temeraria. Verte
en peligro fue más de lo que pude soportar y se mezcló todo, mi enojo, la
preocupación y mis sentimientos por ti. Porque tengo sentimientos por ti, y por
eso te besé ahora. No quiero que malentiendas mis acciones, me gustas, Leonora,
me gustas mucho y de verdad- le dijo y la soltó de golpe dando un paso hacia
atrás- Ahora escapa Leoncito, vete y piensa en lo que te dije porque quiero que
seas mucho más que mi secretaria…
Leonora salió de prisa de la oficina sin
mirar atrás.
Y volvieron Leo y Bastian!!!!! Aaaay me encantó, realmente la escena final... aaah me encanta y quiero más. No tardes Nata, te quedó increíble.
ResponderEliminarSiiii estan regresando mis novelas favoritassss, gracias por otro capitulo.
ResponderEliminarOh por diossss.. desde el no se, no se de ella me pareció genial.. casi sentí que decía:bula, bula jajaja... esos dialogos sis, wauuu son.. bueno, ya lo sabes verdad??? verdad??? me encantan!!!! Y coincido en la escena final... donde esta mis Bastian????
ResponderEliminarSi no lo quiere ella, me lo quedo yo!!!!! Por mi no hay nigún problema...
ResponderEliminarDios, que capitulo tan emocionante. Y su continuación aún masd..... Te falta mcuho??????