lunes, 21 de mayo de 2012

Ocultándose Al Amor.- cp9


El día comenzaba abrirse en aquel momento. Pero ella, había llegado antes que él y que nadie. Ahora, es cuando el silencio que reinaba en el circuito, era interrumpido por la llegada de los tráileres que portaban los coches. ¿Cuánto llevaba allí? Tal vez unas dos horas, meditando con el agradable fresco que hacía en aquel lugar al estar en una llanura tan abierta. Eran las cuatro de la mañana, cuando había salido de su habitación y dejado una nota bajo la puerta a su tío, diciéndole que ella ya estaría allí.

Cuando había llegado, el guarda la había saludado reconociéndola. Aquella vez, no había hecho falta saltar el vallado. Pues se había encargado Jeremy de entregarle un pase nuevo, cuando había sucedido aquel pequeño contra tiempo.


Y allí estaba. Igual que cuando había llegado unas horas atrás. Impaciente y nerviosa. Tenía unas ganas enormes de meterse dentro de su mono de mecánica. Y comenzar a ensuciarse las manos con los cambios y arreglos de los motores. Pero también tenía miedo. No sabía como iba a ser realmente su rendimiento con todo lo que tenía ahora encima. Dentro de unas horas, suponía que es cuando sabría si toda aquella tapadera se descubriría, dejándola completamente vulnerable ante Santino. Y ni que hablar, cuando la llamarían su padre o madre, al enterarse de que el piloto estaba allí.

Sabía que se sorprenderían bastante, al ver que no huía de aquella ciudad para poner distancia entre Santino y ella. Pero estaba decidido. No quería volver a quedar como una cobarde delante de sus padres. De acuerdo, que podía considerarse así al ocultar su identidad, pero eso lo veía un tanto diferente. Simplemente se estaba preparando y conociendo, si todo aquello era cierto. ¡Exacto! Pensó con determinación, aquello era como un experimento de física por así decirlo.

Aunque podía decirse que atracción física ya había. En las tres ocasiones que se había topado con el hombre, no había podido ignorar la forma en que la miraba. De ella hacia él, era difícil negarlo. Aquel cabello alborotado que le llegaba un poco largo hasta la nuca. Sus ojos grises, que te hacían temblar las piernas con su sola observación. El largo cuerpo bronceado, que seguro tenía bien fibrado…

-Buenos días –Interrumpió Henrí, abrazándola por detrás y observando como descargaban los coches-. ¿Desde cuando estás aquí?

-Un buen rato –Sonrió, acariciando una de las manos que la rodeaba.

-¿Cómo va el dolor de tu lindo trasero? –Sonrió un poco.

-De maravilla, pero con moretón de varios colores –Hizo una mueca.

-¿Sabes si han descargado los nuestros?

-Aún no –Negó con la cabeza.

-Perfecto –Se apartó de ella frotándose las manos-. Como hoy va ha ser todo jaleo en organizar el equipo –Comenzó a explicar-. Me preguntaba, si no te importaría hacer una cosilla antes…

-¿Qué es? –Frunció el ceño con sus cinco sentidos en alerta.

-Pues hay un amigo de Jeremy, que tiene un Aston Martin Vantage –Se frotaba la nuca un poco nervioso-. Para ser concretos, el N420.

-Buen gusto –Silbó Jaimie.

-Resulta que tiene un fallo y quiere ver si se lo solucionamos –Siguió explicando-. No acaban de dejárselo bien, que digamos… -Mostró una mueca-. Pero si queda satisfecho, nos dejará echarles mano a sus Mercedes C111 y C111 IX.

-¡Cómo! –Exclamó poniéndose en pie-. Lo dices en serio… -No podía esconder su emoción-. Podré meter mi cabeza en su motor V8 que alcanza 402 km/h –Daba saltos de alegría.- Por no decir mi sueño de tocar el otro con motor rotativo.

-¿Te parece bien? –Preguntó Henrí-. Sabes que vamos a tener faena con el campeonato.

-Sabes que trabajo muy bien bajo presión –Caminaba extasiada de arriba abajo-. Además, el día tiene veinticuatro horas. Son más que suficientes para poder abarcar con todo.

-Sobrina –rió ante la ilusión de ella-. Te recuerdo, que debes comer y dormir.

-Vale, nos quedan unas dieciocho horas –Dijo pensativa.

-Dios, cualquiera rechaza ahora la petición –Se lamentó el hombre al ver como repartía las horas del día.

-No-Rió-. Tu fallo, fue el decírmelo.

-Pues será bajo unas ciertas normas –Se cruzó de brazos poniéndose serio.

-¿Qué normas? –Preguntó un tanto desconfiada.

-Diversión –Dijo con tono amenazante-. También quiero que te diviertas. No se trata de acabar agotada, luego me matará tu madre –Renegó éste-. Impondremos un horario.

-No lo dirás en serio –Señaló un tanto ofendida.

-Por supuesto que sí –Siguió afirmando con terquedad-. Estas bajo mi responsabilidad y soy tu vigilante.

-Me siento como una delincuente juvenil –Frunció los labios.

-Lo siento –Se alzó de hombros su tío-. Pero nos conocemos muy bien preciosa. Y acabarías dedicándote de lleno, sin apenas disfrutar del verano.

-Esta bien –Acabó por aceptar con cierta resignación-. ¿Cuándo lo traen?

-Es lo que hay que decidir –Indicó Henrí-. Ver si se puede arreglar el Aston en su garaje, o traerlo aquí.

-A mi me da igual –Se alzó de hombros.

-Pues mira de que alguno de los chicos te  acerque–Le entregó un trozo de papel-, te llevas unas pocas herramientas. Nunca se sabe.

-¿Qué le falla? –Aceptó el papel y miró la dirección.

-No lo se –Resopló.

-Bueno, ya me las apañaré –Sonrió acercándose a él y besándolo en la mejilla-. Luego te llamo y te digo lo que tenga que hacer. Adiós –Se despidió alegre saliendo de allí con paso apresurado.

A las nueve de la mañana, abandonaba el comedor con Sandro y más pilotos, para dirigirse al circuito. Era momento de reunirse todos y organizar horarios, pistas y arreglos con los mecánicos y entrenadores. Quería llegar allí lo más rápido posible, para tener un momento a solas con el jefe de mecánicos que iba ha llevar su escudería. Tenía que conseguir algo de información.

-¿Quieres que vayamos en un coche o dos? –Preguntó su amigo Sandro-. Lo digo por si acaso te surge algo ahí –Subrayó con tono burlón.

-Si no te importa, prefiero que cada uno se lleve un coche.

-Ningún problema –Aceptó el chico-. Te comprendo perfectamente. ¿Nos vamos?

Cuando llegaron a las pistas, aquello parecía un lío entre tanto coche, piloto y mecánico. Le iba de maravilla, que su mecánico fuera el mismo hombre con quien vio a Jaimie hablar y despedirse en la noche. A medida que se acercaban a su box, miraba a toda persona que se moviera. Pero nadie era ella, todos eran monos de mecánicos y algunos pilotos vestidos ya. Hoy no estaba allí. ¿Se habría quedado en el hotel tomando el sol? ¿O tal vez, paseando nuevamente por la ciudad? Eran dos opciones lógicas, si lo quería evitar a toda costa. Era obvio, que la mayor parte del día lo pasaría allí.

Una vez en su box, quien se les acercó primero fue el entrenador. Indicándoles que aún habían muchas cosas por concretar. Era el primer día y había formado un pequeño caos con todo. De modo, que se podían quedar por allí un rato y después, si deseaban marcharse no habría ningún problema. Aquello le pareció perfecto. No hacía falta que le dijeran dos veces, que podía desaparecer de allí.

Había vuelto al hotel, una vez comprobado que su presencia no era recurrente aún en el circuito. Podía decirse, que había paseado por el hotel completo, sin dejarse ningún rincón salvando los dormitorios. Y por mala suerte la suya, volvía hallarse la simpática recepcionista que no iba ha soltarle prenda de lo que le preguntara. De modo, que optó por ir a probar suerte a la ciudad. Puede que se hallase dando una vuelta.
Estaba impaciente. Al menos, hablando con un par de mecánicos pudo obtener la suficiente información, para animarse un poco. No era novia de nadie de los que había allí. Y al parecer, se trataba como una sobrina política de Henrí. Ahora comprendía el que se hallara allí y que tuviera acreditación. Lo que aún seguía sin comprender, era el por que huía de él. Llevaba prácticamente dos horas dando vueltas. Y su desesperación aumentaba. Necesitaba poder verla. Tenía que averiguar muchas cosas y había tan poco tiempo. Bueno, si una vez acabado el campeonato no había obtenido nada, miraría de seguirla. Y le importaba una mierda lo que le dijeran los demás- Estaba muy seguro de sus sentimientos. Se pertenecían. Pero antes había que solucionar cierta barrera incomprensible en aquel momento.

Se detuvo en un semáforo completamente agobiado. Reconociendo que lo mejor era volverse al hotel con Sandro. Por más vueltas que diera, no iba ha toparse con la moto conducida por ella.  Volvió a tener vía libre, cuando el semáforo cambió a verde dando paso a que por la derecha, le adelantara un Aston Martín color negro casi rozándolo por culpa del otro coche, que iba mal puesto en el carril de la derecha del todo. Pero igualmente no era motivo para ir de aquel modo, así que iba a pitarle cuando tubo una pequeña visión de un cabello lacio color miel asomarse por la ventanilla abierta. Aquello no era posible, no creía que fuera ella montada en aquel coche y menos aquella  velocidad. Un momento… ¿Acaso no había sido imprudente tres veces? Sí, podía caber la posibilidad de que fuera ella. Así que también pisó el acelerador con fuerza para poder darle alcance. Daba gracias, al haber buenos coches de alquiler en aquel hotel.

La conducción de aquel coche era una maravilla. Estaba contenta, sabía que en menos de tres horas calculaba tenerlo listo… Y entonces, podría meter mano a los mercedes. Aún con una sonrisa, no prestó atención en el siguiente semáforo a los coches que se detuvieron a cada lado suyo. En aquel momento, tenía sus cinco sentidos puestos en aquella preciosidad, por si notaba algún fallo más mientras lo conducía de camino al circuito.

Se hallaba muy concentrada, tanto que no prestaba atención hacia la izquierda, en donde la observaba atentamente con media sonrisa en su rostro. ¿Acaso estaba escuchando el motor del coche? Se preguntó frunciendo el ceño por un momento. Puede que hubiera escuchado algún ruido raro. ¿Le preguntaba si todo iba bien? No, mejor no… Soltó un profundo suspiro. El semáforo aún seguía en rojo y no tenía ganas de volver ha sufrir de manera tonta, cuando podía evitarlo si se quedaba por el momento al margen.  Solo tenía que tomárselo con calma y seguirla de forma tranquila. Y por ello, lo mejor iba a ser quedarse unos coches atrás. Si seguía a su lado, puede que en cualquier momento acabase notando su presencia y volviera ha salir huyendo exaltándole el corazón y tres exaltos, ya llenaban el cupo por un día.

Fue el abandonar la gran autopista y adentrarse en un carril más solitario, que prestó atención a un ferrari azul dos coches más atrás del de ella. ¡Santino!  Se alarmó de forma desmesurada tensando la espalda, y depositando su mirada en los espejos retrovisores para intentar ver algo. ¿Era posible aquella coincidencia por segunda vez?  Tal vez podía ser otro huésped del hotel que llevara aquel coche. Si mal no recordaba, en el parquin vio que había dos ferraris más de color azul. ¿La habría visto? No lo creía. Él seguramente pensaba que se movía siempre con la moto. ¿Pero no tendría que estar el hombre en el circuito? Menuda mala suerte que tenía.  Acaso no era lo suficientemente grande Alemania, para que se lo encontrara por las carreteras.  ¿Cuándo iba ha tener la suerte de su parte? Tampoco pedía mucho, pensó frustrada tomando la siguiente desviación para asegurarse que la seguía aquel deportivo.  Pero por su pequeña distracción, tubo que esquivar a un coche patrulla que marcaba el accidente de un pequeño camión medio volcado en el arcén. Redujo la velocidad, prestando atención en todo momento al espejo retrovisor cuando de repente una pequeña explosión la sacudió.

-¡Pero qué! –Exclamó, notando al momento como el coche iba a medio arrastre-. ¡Y una mierda! –Golpeó enfadada el volante antes de pararse a un lado de la carretera y viendo como se le acercaba uno de los agentes.

-Me temo que ha pinchado señorita –Le dijo el hombre llegando a la ventanilla del  copiloto pero en su idioma.

-Mmm… -Lo miró intentando calmar su enfado-. ¿Habla inglés? –Preguntó con amabilidad.

-No te preocupes, yo se algo de alemán –Dijo Santino, apareciendo junto al agente y sonriendo al ver como ella lo miraba con veneno, en vez de sorpresa. Aquello significaba, que temía que la estuviera siguiendo, y por ello se había desviado por aquel segundo camino más largo.

-Genial –Gruñó por lo bajo, bajando del coche para cambiar la ruda-. Tenía que ser él… No hay nadie más… -Seguía gruñendo cuando abrió el maletero, para buscar la rueda de repuesto.

-Por lo visto –Se le acercó Santino-. Has pichando con algún clavo que se les ha pasado de todos los que han volcado del camión.

-Que bien… -Soltó con cierta ironía-. Me quedé con el uno por ciento… -Lo miró un segundo, para después inclinarse y levantar la tapa del maletero-. ¿Dónde demonios está la rueda de repuesto?

-Me temo que no tiene –Sonrió Santino.

-¡Y una mierda! –Volvió a exclamar, pero aquella vez en francés y cerrando de un golpe seco el maletero-. ¡Y quita esa sonrisa de tu cara! 

10 comentarios:

  1. Tenía que haberlo subido la semana pasada lo se!!!!!!!! Pero culpad al dichoso blog... grrr No me dejaba hacer acciones, para configurar.

    Bueno aquí lo tenéis. Espero os guste. Esta semana también tendréis el 10.

    ResponderEliminar
  2. Si tendrías que haberlo hecho, pero como estuvo bueno, te perdono....y más aún con la promesa del 10!! Pobres chicos, nunca les toca una chica bien arriada...y yo quiero un auto de esosssssss, y de yapa a Santino, obvio!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. no comiences a replicarme vieja bruja!!!! jejejeje

      Pues ves vendiendo un riñon para un coche de esos jejeje y no existen en tono rosa juasjuasjuas

      Besos guapa!!!!

      Eliminar
    2. ¡¡¡PERDONADA E.J.!!! Pero prontito el 10 jiji.
      Nata, no te preocupes, te lo puedes comprar, dona lo que quieras jiji, y luego te pasamos los exprays de color y tonalidad que prefieras, eso sí, lo pintas tú porque yo no tengo ganas de salir pintadita de rosita jajaja.
      Besos

      Eliminar
    3. Que no me gusta TODO rosa, si se trata de un auto de estos el color es ROJO!!! así que ya saben....

      Eliminar
    4. Yola, coge colores diferentes y le dibujamos cosas . Luego se lo firmamos de color rosa Por mi parte, yo le dibujaría dibujos obscenos. Por mala!!!! jajaja

      Eliminar
  3. te la pasamos EJ solo por la promesa del 10 jaja, esperaremos con ancia igual que el de inocencia robada. saludos

    ResponderEliminar
  4. Nata, tu tienes la culpa de que ahora estén ellas también así!!!! Reclamando por el diez!!!!! grrrr

    Desde luego, no estamos cuerdas ninguna... Y digo NINGUNA!!!! jejeje

    ResponderEliminar
  5. Oye yo tb quiero un deportivo rojo pasión jajaja... cuando el diez?? cuando? cuando? cuando?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. viernes el diez!!!!!! y a ti, te daré uno negro a topos rosas!!!! para que te calles!!!

      y te recuerdo, que haces pululando por aqui... te quedan 23 horas y media... si no te salgo con el post de amenaza!!!!

      Eliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...