lunes, 21 de mayo de 2012

Magia En Nottingham 1


1.        Apagó el ordenador completamente decidida, tras haber leído el correo electrónico. El momento había llegado. Si no daba aquel paso, estaba segura que siempre seguiría con las mismas dudas. Al menos, quería probar suerte a realizarse nuevamente en lo que era. Sus tías creían en ella, pero ella empezaba a flaquear en ello. Había estudiado, investigado, preguntado y probado… Pero nada la ayudaba a su problema. Estaba segura, que si se tomaba un año sabático lejos de allí, tal vez, solo tal vez podría ser una más de la historia.

Quería mostrar a su creadora, que ella también era digna de ser su hija. Cosa que hasta el momento, seguro que Medea bajaba la mirada avergonzada. Y por ello, a escondidas de sus tías había escogido seguir un camino en su vida que nada tenía que ver con el suyo. Pero lo necesitaba, había algo dentro de ella que la impulsaba a realizar aquel viaje. Estaba segura, que dentro de aquellas paredes no podía crecer en confianza para crecer en lo que era. Una bruja del siglo XXI.


Soltando un profundo suspiro, salió de su dormitorio para bajar a la planta de abajo en busca de las dos mujeres mayores que habían cuidado de ella desde los catorce años, cuando fallecieron sus dos padres en un accidente. Y con quien se topó primero fue con su tía Amalie, que estaba tejiendo sentada en el sillón del comedor.

-Me marcho...

-¿Vas al cine, hija? –Preguntó su tía Amalie, sin levantar la mirada del jersey que estaba tejiendo.

-No, tía… -Suspiró profundamente, antes de ir a soltar las palabras que sabía que cambiarían su vida por una temporada-. Me marcho a trabajar a Nottingham, por una temporada…

-¡Qué! –Chilló, mientras fallaba un par de puntos.

-Acabo de aceptar por internet, un trabajo en un internado.

-¡Estas loca! –Se levantó del cómodo sillón, dejando de cualquier forma el jersey a medio terminar.

-Necesito un cambio… -Imploró con cierta desesperación.

-Es que no puedes quedarte aquí en Bélgica, Ziria… Vete a la capital, coge el coche y ves a divertirte a Bruselas…

-No –Dijo con testarudez.

-¿Que se debe tal vez a que estas sufriendo algún bache de creatividad, mi niña? –Se le acercó y le acarició 
la mejilla.

-No es eso, tía… Estoy harta… -Miró al suelo, para que no viera un comienzo de lágrimas.

-¡Giselle! –Chilló de repente su tía  a pleno pulmón-. ¿Dónde se ha metido ésta hermana mía?

-No vais hacerme cambiar de idea, ya está decidido… -Susurró.

-Dichoso internet… -Susurró por lo bajo la mujer mayor-. ¡Giselle!

-¡Aquí me tienes! –Comentó la otra anciana, apareciendo con la cara toda manchada de negro…

-¿Pero qué estabas haciendo? –Preguntó su hermana mayor-. No, déjalo… No quiero saber, en que locura andabas metida…

-Nada raro… -Le sacó la lengua-. Solo limpiando bien la chimenea de la cocina…

-Tú sobrina, se marcha a trabajar a Nottingham…

-¿Nottingham?  -Soltó con risa irónica-. Mira que hay muchos sitios donde ir a exponer… Ya sabes, lo que opino de ese lugar…

-No va a exponer –La interrumpió su Amalie.

-¿Entonces? –Juntó las cejas sin comprender nada.

-Eh aceptado trabajar, por una temporada… -Comenzó a explicar con cierto nerviosismo sabiendo que se avecinaba un desacuerdo entre ellas.

-¡En un internado! –La interrumpió una vez más su tía impaciente.

-¿Vas a  dar clases de pintura en un internado? Pero no comprendo… Eres una famosa pintora, que expone sus cuadros bajo un seudónimo… ¿Cómo ahora?...

-No voy como calidad de profesora… -Resopló, porque no la dejaban explicarse-. Voy en calidad de secretaria-conserje…

-¡Qué! –Exclamó Giselle abriendo los ojos del todo.

-¿Perdona? –Se sorprendió Amalie.

-Me da igual si estáis en desacuerdo…

-¡Por supuesto que estamos en desacuerdo! –Exclamaron al unísono las dos mujeres mayores.

-Pues el puesto ya lo acepté… Salgo mañana… -Se cruzó de brazos completamente resuelta a no cambiar en su decisión.

-Eso, lo puedo deshacer en un plis… -Comentó Amalie, mientras levantaba ya su mano derecha al aire.

-¡No! –La detuvo Ziria con gran enfado-. ¡Basta! No vais a interferir…

-Pero… -Quiso señalar Giselle, siendo interrumpida por su sobrina una vez más.

-Nada de magia –Les suplicó-. Necesito cambiar mi vida… Me siento agobiada. No me sale nada bien…

-Querida, aún te quedan muchos años por delante… -Le reconfortó Giselle-. No hay nada de malo, porque a tus veinte tres años seas una negada con la magia…

-Es cierto –Siguió Amalie empleando el mismo tono reconfortante-. Muchas brujas importantes, también les costaba aprender a funcionar los hechizos…

-¡OH, por favor! –Alzó los ojos al cielo-. Que os cuesta admitir que soy torpe… Muy torpe…Lo único que eh logrado, en siete años es bajar con la mirada los pantalones a cualquiera…

-Sí, prácticamente este pueblo ha enseñado casi todos los traseros masculinos… -Se rió Giselle-. El mejor, el de Rupert…

-Y además, de las tres relaciones que eh intentado…  -Siguió señalando sus de fortunios-. Me han salido muy mal… Por no decir fatal…

-Por que los hombres de ésta época son unos imbéciles… -Inquirió Giselle.

-El último, lo espantó Sam… -Renegó mostrando su desagrado ante aquel episodio.

-Si tú gato espantó al último pretendiente, es porque veía algo inadecuado… -Rió Amalie.

-Mi gato, no ve a ninguno adecuado… ¡Pero no cambiemos de tema! –Pidió exasperada-. Me marcho a ese internado, necesito un cambio completo en mí vida… Por suerte la mía, allí los únicos hombres que hay son chicos de cinco  a dieciséis años… Y el director, un hombre de setenta años…

-¿Es guapo? –Preguntó Giselle curiosa.

-¡Tía! –Se enfadó al ver que no la estaban tomando en serio-. Ya tienes suficientes hombres aquí, como para que vayas ahora al Reino Unido, a buscarte más…

-Vale… -Aceptó con resignación.

-Todo lo demás, son profesoras… Así estaré bien por una larga temporada… Me ofrecen alojamiento en el mismo colegio. No tengo que pagarme nada más, que la comida…

-Ni que eso fuera un problema para ti… -Dijo Amalie en tono escéptico.

-Me da igual, voy a vivir a razón de mi sueldo… -Gruñó por ser todo el rato interrumpida.

-No estoy de acuerdo… -Interrumpió otra vez Amalie.

-Podéis quejaros  todo lo que queráis, pero no os queda más remedio que aceptarlo… -Mostró una sonrisa-. Y ahora vengo, me voy a comprar un par de cosas… Portaros bien, y no hagáis ninguna travesura que os conozco muy bien.

-¡OH! No te fías de la palabra de tus queridas tías… -Dijo medio ofendida Giselle.

-No. Sois dos brujas muy traviesas… Me marcho, vendré en una hora ¡Hasta ahora!
Hasta que las dos ancianas, no escucharon cerrase la puerta principal de la casa. No se movieron de donde su sobrina Ziria, las había dejado.  Después, salieron corriendo hacía la cocina, en donde cogieron su olla, y empezaron a buscar un montón de ingredientes que tenían en un armario…

-¡Diantres! –Exclamó Giselle-. No nos queda Diente de Dragón…

-Tendremos que ir a buscar.

-NO, no nos va a dar tiempo de hacerlo para antes de que vuelva –Soltó aire irritada-.  Utiliza cola de rana…

-Pero sabes, que la información que obtendremos no será al completo –Recordó su hermana Amalie.

-Bueno, si obtenemos solo un sesenta por ciento me vale… La información, si es cien por cien fiable… -Se alzó de hombros Giselle.

-Muy bien… -Suspiró Amalie-. Vamos allá…

-Diosa Osiris… Perdona que te molestemos. Pero solo lo hacemos para querer asegurar la vida de una de tus hijas pequeñas… -Habló con tono suave y claro al aire-. Muéstranos, porque Ziria  debe abandonar con tanta rapidez la seguridad y felicidad de ésta casa…

 Por unos momentos, la cocina seguía igual como cualquier cocina cotidiana de cualquier hogar normal… Pero entonces, la luz fluorescente empezó a parpadear con cierta timidez, para después hacerlo con un ritmo muy acelerado hasta apagarse del todo…

-Ya empieza… -Susurró Giselle, asomándose a mirar dentro de su olla, en donde el agua comenzaba a reflejar poco a poco con poca nitidez una imagen.

-No alcanzo a visualizarla bien… -Protestó nerviosa Amalie.

-Yo tampoco… -Gimió Giselle.

-Seguro, que la cola de  rana estaba caducada. Como hace mucho, que no la utilizamos… -Dijo con fastidio Amalie.

-Lo más seguro… -Suspiró la otra mujer-. Trae un poco de rabo de cerezas…

-Bien pensado… -Dijo risueña Amalie, mientras abría nuevamente la alacena y sacaba el recipiente, en donde tenían los rabos de cerezas-. ¿Cuántos hecho? ¿Cinco?

-Mejor seis…

Removieron bien, con el cucharon de palo mientras observaban con mucha atención la imagen fija, que les mostraba el espejo del agua.

-¡Ya empieza aclararse! –Exclamó feliz eh impaciente Amalie.

-Sí… Veamos que nos muestra… ¡OH! –Soltó un quejido de sorpresa la hermana mayor.

-¡OH! –Se agarró a los bordes de la olla-. ¡Un hombre! ¿Quién es?

-No lo se… -La miró un momento desesperada-. ¡Malditas colas de rana! Los productos caducados, son muy lentos…

-¡Pues que se dé prisa! –Refunfuñó Amalie impaciente-. En veinte minutos, vuelve Ziria…

-¡A mí no me grites! No tengo la culpa, de que la despensa se halle medio vacía… -Replicó Giselle.

-La culpa es de Ziria… Por no parar de practicar conjuros. Teníamos que haberle dicho, que lo que gastara, que lo repusiera…

-Da igual ahora… -Apresuró Giselle-. ¡Mira, la imagen empieza a cambiar!

-¡Bien! –Se inclinó, nuevamente encima de la olla… -¿Qué es eso?

La siguiente imagen que vieron, fue un anillo de plata, con una preciosa piedra turquesa en el centro y otras más diminutas por el resto del anillo de diferentes colores… Se encontraba reposando en una caja fuerte, que a continuación se veía como cerraba el mismo hombre atractivo, que había aparecido antes. Después, la imagen comenzó a desaparecer…

-¿Qué significa todo esto? –Preguntó Amalie-. No me gusta nada…

-Ese anillo… No es un anillo cualquiera… -Meditaba Giselle.

-Lo se, me suena mucho. Ya sabemos, que tenemos deberes que hacer… -Dijo Amalie con tono serio.

-Sí, pero antes recojamos esto.  Que no encuentre nada raro –Metió prisa su hermana.

-Muy bien, yo meteré algo en el horno de cena para que desaparezca el olor de las plantas… -Sugirió ingeniosa Amalie.

-Bien pensado… -Chascó los dedos Giselle sonriendo. 

8 comentarios:

  1. Me gusta la magia, y si es buena mejor jiji.
    Besos

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    1. Espero que llegue a ser buena Yola!!!!! Tu me dirás a medida que vaya avanzando. Pero te aviso, que muchos trucos de magia no habrán... jejej Digamos que es un tanto diferente.

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    2. ¿Pero a que seguro que esta la magia del amor? jiji y esa es bueniiiiiiiiiiiiisima jiji.
      Besos

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  2. Me gusto mucho este primer cap. y si el inicio fue así como de bueno sera lo demás.

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    1. Eso tendremos que averiguar. ¿NO? jejejjee

      Muchas gracias Ashes!!!! Y recuerda que si quieres leer novelas, pasame tu email!!!!!

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  3. Qué bien, arrancó la Magia...ya sabes lo mucho que amo esta historia, y sube más antes de que te convierta en algo....

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    1. A ti te voy a convertir en una ciruela como no et calles!!!!! jajajajjaa

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  4. Y luego te quejas que se te apode Brujis jajaja

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