Les dejo la cuarta historia de mi saga de los Blackdalion, con uno de mis chicos favoritos, Connor Blackdalion
El
león
encerrado
Shara se despidió de sus hermanos,
montó el viejo caballo , se arrebujó en su tosca capa y partió hacia Cetra a
contratar a un mercenario.
Ella había
vivido toda su vida en el pequeño poblado de Levany y aunque había cumplido
veintiún años pocos días atrás , era la emisaria de todo un pueblo que confiaba
en ella.
Levany
estaba compuesto por campesinos y artesanos, eran gente sencilla y pobre que se
habían empobrecido aún más a causa de las malas cosechas y la guerra que se
había desatado en el continente.
Ellos no
querían aliarse con el infame Tonan pero tampoco sabían pelear. Eran
conscientes de que cuando la guerra llegara a Levany estarían perdidos. Serían
victimas de la violencia y el saqueo y perderían lo poco que tenían en el
mundo.
Estaban
librados a su suerte , si bien formaban parte de un gran señorío , el Señor
había muerto muchos años atrás y nadie había reclamado su herencia. Sólo un
viejo castillo , abandonado y medio derruido quedaba como evidencia de mejores
épocas. Nadie los protegería y en el último Consejo del pueblo habían tomado
una decisión : reunirían el poco dinero
que tenían y enviarían a alguien a Cetra a contratar a un mercenario, alguien
que pusiera la espada a su servicio y les enseñara a defenderse.
Shara
había sido elegida para llevar a cabo la misión y la joven, que se
caracterizaba por ser seria y responsable , aceptó el hecho con la misma
resignación que había aceptado todas las dificultades en su vida.
-¡Déjalo
ya Troy!. Si lo matas no podremos venderlo – gritó el repulsivo hombre a la vez
que detenía el brazo de su camarada.
-Está
bien, Lubon, esa subasta va a ser muy divertida –dijo el aludido dándole otro
fuerte golpe al hombre que estaba caído a sus pies, luego se retiró de la
miserable estancia.
Connor pensaba que su pierna debía estar
quebrada, al menos le dolía como si lo estuviera, aunque el dolor era la menor
de sus preocupaciones.
Sabía que
su padre y hermanos sabrían cuidarse pero el azaroso destino de su madre y
hermana le angustiaba profundamente.
Él debería
estar junto a los suyos , pero en cambio estaba encerrado y a punto de ser
vendido como esclavo.
Había
estado combatiendo en Roen junto a sus hombres pero los habían emboscado y
cuando él regresó a rescatar a un compañero caído lo habían atrapado. Se había
resistido peleando con todas sus fuerzas pero no había sido suficiente, luego
lo habían trasladado a Cetra para ser vendido como esclavo. Allí había
intentado escapar y una vez más se había batido con sus captores, desarmado
había peleado con sus manos desnudas , se había
retorcido como un animal salvaje, como un león enjaulado. Aún así lo
habían dominado y le habían hecho pagar con creces su osadía.
Todos sus
ancestros Blackdalion debían estar retorciéndose avergonzados en sus tumbas, él
siempre había sido un irresponsable , más preocupado por la diversión que los
deberes, pero al menos había sido tan buen guerrero como cualquiera de su
estirpe. Sin embargo se había dejado atrapar, estaba encadenado, herido y se
sentía muy débil.
Cuando lo
llevaron a la tarima para la subasta , Connor perdió el equilibrio y cayó sin
fuerzas para levantarse, sentía que estaba perdiendo el conocimiento, pero el
orgullo de su linaje lo obligó a
levantar su cabeza y fijar desafiante sus ojos grises en la multitud que se
reunía alrededor. Lo último que vio antes de desvanecerse fue una increíble
mirada dorada que lo reconfortó.
Shara
aborrecía con toda su alma la esclavitud, tanto como cualquier forma de
opresión, aún así no pudo evitar detenerse frente a la subasta.
Si alguien
le hubiese preguntado qué se le cruzó por la cabeza aquel día Shara lo
justificaría diciendo que tuvo una corazonada, un aviso del sexto sentido
heredado de su abuela. Lo cierto es que cuando sus ojos se cruzaron con la
mirada plateada del hombre encadenado no pudo evitar pujar por él.
A pesar de
yacer en el suelo se notaba que era un hombre alto , además tenía complexión de
guerrero aunque estaba muy maltrecho, pensó la joven excusándose a sí misma.
Ella había
sido enviada a contratar a un mercenario no a comprar un esclavo moribundo, a
pesar de eso ,quince minutos después de su llegada y mediante el desembolso de
todo el dinero que tenía Shara era la dueña de Connor.
Sólo una
vez que le entregaron los papeles de propiedad y le indicaron que podía
llevárselo, la joven comprendió la magnitud de lo sucedido. El peso de sus
acciones cayó sobre ella con toda su fuerza, más aún cuando tuvo que
arreglárselas sola para mover al pesado hombre.
En el momento que tuvo que sostenerlo y
arrastrarlo sin ayuda hasta el caballo supo que se había vuelto loca, la
sensata Shara finalmente había perdido el juicio.
Estaba más
herido de lo que ella sospechaba, su estado era febril y apenas balbuceaba confusas
palabras, por eso – ahora lo comprendía- no había tenido fuertes oponentes en
la puja por comprarlo. Era incapaz de pelear contra alguien, seguramente su
hermanito Kilcoy lo vencería sin esfuerzo alguno.
Con mucha
dificultad la joven lo subió al caballo, cruzándolo sobre el lomo como si fuera
un saco de cereal, y montó tras él encaminándose a Levany.
Cuando
llegó a su casa era de noche. Kilcoy salió presuroso a recibirla y se quedó
boquiabierto observándola .
-¡Vamos
Coy, ayúdame! – lo llamó ella mientras trataba de bajar al hombre inconsciente.
-¿Quién es
él?-preguntó el niño mientras la ayudaba.
-Nuestro
defensor –contestó ella mordazmente
-¡¿Qué?!
-No te
preocupes, con la suerte que tengo morirá antes de que los demás se enteren de
lo estúpida que fui.-comentó mientras lo arrastraba al interior de la casa.
Entre los
dos lo recostaron en la cama de Shara , estaba ardiendo en fiebre. La pequeña
Leila se levantó y frotándose los ojos se quedó mirando a sus hermanos y al
gigante rubio .
-Ve a
dormir Leila – dijo Shara adelantándose a las preguntas de su hermanita- mañana
te contaré todo.
-¿Lo
prometes? – preguntó somnolienta la niña
-Sí , te
lo prometo – corroboró la joven metiéndola en la cama y arropándola.
-Coy-
llamó a su hermano- ve a buscar el ungüento de papá.
-Sí –
contestó el niño sin cuestionar y salió presuroso.
El padre
había sido herrero y tenía un efectivo
ungüento para curar sus frecuentes heridas y quemaduras, desde que había
heredado su trabajo Shara seguía preparando el ungüento.
Cuando el
niño volvió , ella le pidió que le
ayudara a quitarle la camisa al hombre y lo examinó.
Tenía una
quemadura en el brazo , donde le habían marcado a fuego el símbolo de los
esclavos , le aplicó el bálsamo para que lo curara. Tenía además una gran mancha morada en sus costillas producto de un
fuerte golpe y el pantalón raído dejaba al descubierto la inflamación de la
pierna izquierda. La joven vendó y entablilló la pierna, por si estaba quebrada
.Había también un corte en un hombro que parecía haberse infectado. Lo limpió
cuidadosamente hasta que la herida estuvo limpia, luego aplicó la pomada en cada golpe y corte que
tenía. Finalmente le refrescó la frente
con paños de agua fría esperando que la fiebre remitiera.
Envió a su hermano a dormir y se quedó
velando . A la mañana siguiente la fiebre había disminuido pero seguía
inconsciente.
Shara
sabía que no podía retrasar más el enfrentamiento con sus vecinos y mandó a Coy
que los buscara, debía dar las explicaciones pertinentes, aunque no tenía la más
mínima idea de cómo hacerlo.
-¡Shara!
¿cómo pudiste gastar todo nuestro dinero en “eso”? – gritó Logan señalando al
convaleciente Connor que permanecía ajeno al mundo que lo rodeaba.
-¡Estamos
perdidos!, cuando lleguen van a matarnos
– fue el optimista comentario de Cami
-¡Confiábamos
en ti! – se lamentó Selda
Durante
varias horas la apesadumbrada joven escuchó los reclamos de sus amigos y
vecinos mientras visualizaba en su mente el terrible futuro que les esperaba
por su imprudencia.
Los había
defraudado a todos pero ya no había vuelta atrás y sólo el tiempo diría cuál
sería el precio que debería pagar.
Los
habitantes de Levany se negaron a hacerse cargo de él y se lo “cedieron” a Shara, después de todo los
papeles de compra llevaban su nombre.
Así que repentinamente no sólo estaba a
cargo de sus hermanos sino también del desconocido que dormía en su cama.
Shara se
quedó despierta aquella noche. Además de la incomodidad de su lecho improvisado
en el duro suelo, estaba demasiado inquieta para dormir. Podía escuchar las
rítmicas respiraciones de sus hermanos, incluso vislumbraba sus pequeñas
siluetas en la penumbra. También escuchaba otra respiración, un sonido
diferente, era más potente pero ella sabía que su sueño no era tranquilo, era
el de alguien que luchaba por vivir con todas sus fuerzas.
Estaba muy
cansada , pero no tenía sueño, aquel silencio apenas interrumpido se prestaba
para reflexionar. Shara sólo podía pensar con temor en el futuro, hubiese
querido no tener tantas preocupaciones, poder disfrutar más, pero en cambio
cada minuto del día estaba alerta tratando de detectar cualquier peligro,
encargándose de la casa, el campo , la herrería y el bienestar de su hermanos.
¿Qué pasaría si el hombre moría? .¿Y si
vivía? ,¿quién era ese extraño , qué clase de persona era la que ella había
dejado entrar en sus vidas?. Así herido se veía
indefenso, pero sano debía ser imponente. ¿Podría defender a los suyos
si él los atacaba? ¿Representaba algún peligro?
Hubiera
deseado dormir tranquila mientras alguien vigilaba su sueño, dándole seguridad
pero en aquella clara noche ni siquiera podía dormir, porque lo quisiera o no
había tres vidas que dependían de ella. Sólo cuando empezó a amanecer Shara
pudo dormir un par de horas.
La joven
estaba trabajando en los cultivos que rodeaban su pequeña casa, ese año no les
dejarían ganancias , pero con suerte alcanzarían para alimentarlos. Además
tenía algunos pequeños trabajos en la herrería que había heredado de su padre ,
que le ayudarían a sobrevivir el cruento invierno.
Su madre
había muerto al dar a luz a Leila y su padre
la había seguido meses después, por eso desde los quince años Shara se
había convertido en la responsable de sus hermanos. Si bien no había sido fácil
al menos habían vivido tranquilos. Pero con la guerra esa tranquilidad se había
esfumado.
-¡Shara,
él está despierto! – la llamó su hermano sacándola de sus pensamientos.
La joven
dejó sus herramientas y corrió hacia la casa.
Leila
estaba junto al hombre observándolo fascinada.
-Se mueve
– dijo la niñita como si aquello fuera un milagro.
Shara
llegó hasta él y vio que había entreabierto los ojos, le tocó la frente
percibiendo que ya no tenía fiebre.
-Agua...-
pidió él con voz espesa y entrecortada.
Coy le
alcanzó un vaso con agua a su hermana y ésta ayudó al hombre a incorporarse
para beberla.
-¿Dónde
estoy?, ¿qué pasó? – preguntó él con la voz más clara
-Está en
Levany ... en mi casa ¿recuerda la subasta?
- Sí...-
respondió él mientras las imágenes se sucedían en su mente-.¿Cuánto tiempo...?
– preguntó -
-Lo traje
aquí hace tres días ..-le explicó ella
-Gracias - respondió clavando sus ojos grises en la
muchacha. Connor recordó que aquella mirada era lo último que había visto antes
de quedar inconsciente, tenía además la sensación de haberlos contemplado
brevemente en sus horas de convalecencia – Gracias...- repitió – estoy cansado
– dijo y entrecerró los ojos para volver a dormirse.
“Al menos tiene modales “ pensó Shara y luego
se le antojó un pensamiento muy ridículo. Había reaccionado pero qué pasaría
cuando recordara su condición de esclavo.
Durante
los días siguiente su “huésped” se despertaba esporádicamente y hablaba un
poco. Así la joven supo su nombre. Poco a poco Connor iba recobrando fuerzas.
Dos días
después al entrar en la casa Shara lo encontró sentado en la cama, totalmente
lúcido y mirando hacia la puerta como si la esperara.
Había
llegado el momento de las respuestas.
-¿Cómo
llegué aquí?
-Yo te
traje...-respondió elusiva, la voz firme de él la intimidaba. Tenía la
sensación de que no le agradaría lo que ella tenía para decir y también
presentía que no debía enojar a aquel hombre.
-¿Cómo ? –
insistió él
-En Cetra,
en la subasta...yo te compré. – confesó y con la rapidez de un animal él se
levantó y se cernió sobre ella.
-¡¿Me
compraste?! – preguntó él enfatizando sus palabras y sujetándola con fuerza- Yo
no soy propiedad de nadie , menos tuyo.
¿Qué se supone que debo hacer, cultivar tus campos? – preguntó con ironía y
desprecio .
Shara
percibió la furia en sus palabras.
-Si mal no
recuerdo no te quejaste mientras te curé y asistí estos días. –respondió
ella reaccionando con la misma fiereza.
Connor
la soltó con rapidez y se quedó mirándola. Ella salió huyendo y cerró de
un portazo.
Ciertamente lo había cuidado y curado durante
varios días y debía reconocer que no parecía la clase de mujer que compraría a
una persona, sin contar con que obviamente era muy pobre. Había más en aquella
historia de lo que él entendía.
Se movió
lentamente pues su cuerpo aún sufría las consecuencias del maltrato y la fiebre
, le resultaba extraña aquella debilidad, él era un hombre fuerte y lleno de
energía. Caminó despacio y observó el lugar. Era una casa pequeña , sencilla y
con pocos muebles. Entonces notó que había dos camas pequeñas contra una pared
y otra que él había estado ocupando. ¿Dónde había dormido la mujer? , adivinó
que ella había yacido en el suelo para
permitirle estar cómodo. También notó la ropa, obviamente prestada y muy usada
que le había conseguido . Por lo visto estaba en deuda con ella. Pasó un rato
tratando de ordenar sus pensamientos, hasta que algo le llamó la atención, una hermosa espada
colgaba en la pared, obviamente para los habitantes de aquella casa era un
adorno pero para él era mucho más
Se acercó y cuidadosamente deslizó sus dedos por la empuñadura y la
hoja.
En ese
momento Shara regresó , había decidido ser valiente y enfrentar lo que ella
misma había causado, y lo vio explorando la espada, supo entonces que él era un
guerrero. Había una reverencia especial en la forma en que sus manos
acariciaban el metal, casi con amor. Él se volvió y la miró .
Por un
segundo sus miradas se enfrentaron en una batalla invisible, Blackdalion
percibió que había una mezcla de
sentimientos en la mirada dorada,
desafío , miedo, vergüenza y otros que Connor no se atrevió a indagar. Le debía
una disculpa y con voz calma se dirigió a la muchacha.
-Es una
espada hermosa...-comentó en tono sereno proponiendo una tregua
-La hizo
mi padre, era herrero, pero nunca fue usada...- contestó precavida. Connor
notaba la tensión en el cuerpo femenino. Como
si ella estuviera dispuesta a volver a huir o a atacar ante una agresión
injusta.
- Siento
la forma en que me comporté. No fue mi intención dañarte. Si quieres contarme
me gustaría saber por qué me compraste – propuso y no se atrevió a moverse para
no asustarla
La joven
se sentía avergonzada de que pensara que ella era la clase de persona que tenía esclavos , así que ,
aunque creía que había sido injusto y desagradecido aceptó su disculpa y le
contó toda la historia.
Después
del impacto inicial , mientras escuchaba atentamente a la joven , el enojo que
Connor aún guardaba en su interior , empezó a disminuir.
Pensó que si no fuera el protagonista sería una historia muy divertida. También
comprendió que estaba en deuda con aquella familia, incluso era posible que le
debiera la vida a Shara.¿Qué hubiera sido de él si alguien más lo hubiera
comprado en la subasta?
Una vez
que hubo escuchado toda la historia se
le ocurrieron un montón de preguntas, así con su mejor sonrisa y con un tono de voz persuasivo empezó su
interrogatorio.
-¿Buscabas
a un mercenario que los protegiera y me
compraste a mi? , ¿por qué? – preguntó Connor intrigado
-Estabas
herido...-respondió ella escuetamente
-A eso me
refiero, no creo que sirviera de mucho – aclaró él divertido.
-Tuvo un
presintimento , como nuestra abuela bruja – agregó Kilcoy que estaba junto a
ellos. Desde que habían llegado de casa de un amigo los dos niños se habían
sentado a escuchar el relato de su hermana.
-Se dice
presentimiento y la abuela no era bruja – lo reprendió ella.
-Pero tú
dices ...-continuó el niño pero la feroz mirada de su hermana lo calló
-¿Bruja? -
preguntó Connor intrigado. Él siempre había amado las buenas historias y ésta
se ponía cada más fascinante. La red de acontecimientos que lo habían llevado a
Levany era más compleja de lo que pensaba en un principio.
Shara miró
confusa a Connor , en poco tiempo había pasado del enojo a la diversión y ahora
la miraba concentrado y expectante como
Leila cuando escuchaba un cuento.
-¿Tu
abuela era bruja? – insistió Connor instándola a contarle
La
expresión atenta de su cara tenía un efecto devastador, Shara se rindió y
acomodándose frente a él le contó.
--Dicen
que era bruja, lo cierto es que tenía dones, como los magos ¿sabes?. Ella llegó
aquí siendo muy joven , estaba huyendo de algo o alguien, nunca lo supimos , la
gente la trataba diferente – Connor pensó en su hermano Ennis e hizo un gesto
de asentimiento para decirle que entendía de que hablaba- Dicen que era muy
hermosa . Recuerdo que aun siendo
anciana había en ella algo muy
atractivo, algo que te envolvía. Tenía los ojos dorados como los míos y yo la quería mucho. – comentó con nostalgia -
Bueno
continuando con mi historia , cuando ella llegó a Levany era joven y
desconfiada. Podía ver lo que sucedería
en el futuro y curaba. Mi abuelo era
un joven campesino y se enamoró perdidamente, pero mi abuela lo
rechazaba. Él decía que parecía un animalito asustado y que tuvo que ser muy
paciente para acercársele .Él era de una vieja familia de Levany por lo que era
muy respetado por los suyos, así que al ver su interés en la muchacha los demás
fueron aceptándola . Cuando se dio cuenta que estaba a salvo mi abuela cambió, y los conquistó a
todos aunque tardó en aceptar a mi abuelo. Finalmente se casaron y tuvieron a
mi padre. Él no heredó ningún don extraño, pero cuando yo era niña solía tener
presentimientos, nada concreto, sólo fuertes sensaciones. Mi madre decía que
era la herencia que me había legado mi abuela.
- Y ese
presentimiento te llevó a comprarme – medio preguntó , medio reflexionó él-.
-Sí, sentí
que debía hacerlo, aún cuando fuera algo totalmente ilógico
-Dime,-preguntó
cambiando de tema- ¿Por qué tu abuela tardó tanto en aceptar a tu abuelo?¿no lo
quería?
- Muchos
creyeron que lo aceptó por la insistencia de él y que había encontrado en
Levany un refugio perfecto, casada con un campesino, aquello de lo que huía no
llegaría hasta ella, pero lo cierto es que amaba a mi abuelo. Cuando era anciana
, yo le hice la misma pregunta que tú me haces y ella me dijo que lo rechazó
porque le temía. Que mi abuelo era lo que más temía en el mundo porque había tenido visiones de él desde niña y lo
amaba con locura pero sabía que le pertenecería , que se adueñaría de su alma
para siempre. Y que sólo cuando entendió que él le pertenecía en la misma
medida supo que no había nada que temer, que al fin había llegado a su casa.
Fueron muy felices.
- Es una
buena historia- comentó él – a mi hermana le gustaría...
La joven
se quedó observándolo, él tenía familia
y ella tenía muchas preguntas, sin embargo no se animaba a hacerlas.
Él a su
vez su quedó contemplando la seria mirada de ella, algo la preocupaba y Connor
le debía ayuda.
-Te debo
mi vida...-dijo él - , estoy en deuda contigo dime cuál es el precio y lo
pagaré...
Shara se
sintió ofendida, la clase de ayuda que ella le había dado no tenía un precio y
era injusto que él lo viera así. Sin embargo era una oportunidad que no podía
dejar ir. Lo miró y habló con firmeza
-
Enséñanos a defendernos, a mi y a la gente de la aldea...
-Yo..
-Eres un
guerrero... – afirmó ella y él no pudo negarlo
-Sí , pero
tengo que irme, no puedo quedarme a enseñarles nada...
-Entonces
no ofrezcas lo que no puedes dar. Eres libre de irte cuando quieras ...
-No- dijo
él con seriedad- .Tienes razón, me enseñaron a respetar mi palabra y eso haré.
Les enseñaré, al menos hasta que esté totalmente recuperado y pueda irme...
-Bien –
dijo ella – Tenemos un trato.
-Sí – dijo
él y sonrió extendiendo la mano para estrechar
la de la joven , al tocarla sintió que había caído en una trampa insalvable, que su destino
acababa de sellarse al igual que aquel trato.
Aún se
sentía demasiado débil para regresar al combate , no sería de gran ayuda en la
batalla, sin embargo sí podía ayudar allí. Encontraría la forma de contactar
con los suyos para informarles que estaba bien y mientras tanto se recuperaría.
Además tenía que cumplir su palabra
porque su padre se lo había enseñado y porque una joven tozuda y un par de
niños con miradas demasiado serias para su edad , lo impulsaban a hacerlo.
-¿Quieres
comer algo? – preguntó la joven sacándolo de sus pensamientos.
-Estaría
bien, gracias
Cuando se
sentaron a comer , los dos niños se acomodaron cerca de él para observarlo
atentamente , hacía mucho tiempo que ningún hombre vivía en la casa ,así que la
presencia de Connor era todo un acontecimiento. Sobretodo para Kilcoy que
estaba encandilado por la idea de tener un
guerrero que le enseñara a defender a sus hermanas.
-¿Vas a
enseñarme a usar la espada? – preguntó el niño esperanzado y Connor entrevió el
terror en la cara de Shara, la preocupación que reflejaba la joven le hizo recordar a su madre.
- Tú no
vas a usar una espada – dijo la joven a su hermanito y antes de que éste empezara a protestar Connor intervino
-Eres
pequeño aún para usar la espada – mintió ya que él había aprendido siendo mucho
menor- pero puedo enseñarte algunos golpes y trucos .
Él niño se
conformó con eso y Connor le guiñó un ojo a Shara. Hubo entre ellos un fugaz
instante de complicidad y la joven sintió que Kilcoy estaría seguro junto a ese
hombre .
Había en
él más de lo que parecía a simple vista, quienquiera que fuese no parecía el tipo de hombre que sería esclavo.
Era un hombre seguro de sí mismo, con la clase de seguridad que da ser dueño de
sus actos sin someterse a la voluntad de otros , se expresaba con propiedad e
incluso se veía muy desubicado vestido con aquella pobre ropa.
-¿Cómo te
hicieron esclavo? – preguntó aturdida por tantas dudas
-Soy
soldado y me apresaron en una batalla , fue un tonto descuido – dijo él
escuetamente dando por zanjado el tema
Shara
estuvo a punto de preguntar a qué bando pertenecía, si luchaba junto a Tonan o
a las fuerzas aliadas pero no lo hizo, de alguna forma sabía la respuesta.
Cuando
terminaron de comer hablaron sobre cosas
no demasiado importantes, ella le contó sobre la gente de la aldea y las
pocas noticias que tenía sobre el combate que se libraba .
El bostezo
de Kilcoy y los ojos semicerrados de Leila les recordaron que era tarde.
Coy se
despidió para ir a dormir y para asombro de Shara, Connor cargó con gentileza a la casi dormida Leila hasta su cama.
-Buenas
noches Connor – murmuró la niña
-Buenas
noches pequeña- susurró él y no vio la emoción de Shara ante ese pequeño gesto.
Al
volverse vio a la joven preparando una precaria cama en el suelo, junto a
Kilcoy . Pensaba volver a cederle su lugar.
-Tú
dormirás en tu cama, yo me arreglaré en el suelo
-Pero aún
no estás bien, las heridas...- murmuró avergonzada por la situación.
-Soy un
guerrero , ¿recuerdas? . ¿Acaso crees que nos mandan a batalla con un colchón
de plumas? .He dormido en sitios peores que el suelo .-En realidad pensó con añoranza
que sí habían mullidos colchones
de plumas en su casa pero dormir en el
suelo unos días no iba a matarlo y ser
caballeroso tampoco.
-Supongo
que es verdad...
-Estaré
bien, ya has hecho suficiente... no voy a romperme.
-Te traeré
otras mantas ...- dijo la joven poco convencida
al ver el semblante de él, aún tenía rastros de dolor y fatiga.
Esa noche
fueron dos a los que les costó conciliar el sueño.
Uno de
ellos angustiado porque estaba dividido entre la lealtad que debía a los suyos,
la necesidad de ayudar a los que amaba y
entre el honor de cumplir su palabra y ayudar a los que lo necesitaban
Porque era obvio que la gente de Levany era incapaz de defenderse ante un
ataque de Tonan.
La otra
insomne estaba preocupada porque había
descubierto que aquel hombre le inquietaba más despierto que inconsciente.
Sentía que habría cambios en su vida y Shara no estaba convencida de que fuera
algo bueno.
A la
mañana siguiente , Connor despertó por el olor a comida pero para su sorpresa
era Kilcoy quien estaba haciendo el desayuno y no Shara.
-¿Tu hermana?
– preguntó al levantarse
-Fue a
trabajar al campo ...¿Quieres desayunar?
- Sí,
gracias – dijo acercándose a la mesa.
La avena
tenía el peor aspecto que hubiera visto en su vida, pero comió todo lo que el
niño le sirvió. No quería herir sus sentimientos y además tenía que recobrar
fuerzas. Además si una niña de seis años
lo podía comer sin quejarse, él también podía.
Aprovechó
aquella ocasión para saber más detalles sobre la vida de aquella familia, para
suerte suya Kilcoy era bastante charlatán así que obtuvo toda la información
necesaria. Para cuando Shara llegó él sabía todo lo que podía saberse sobre la
joven de ojos dorados.
La tarde
les deparó una sorpresa y fue la completa delegación de vecinos y amigos de
Shara apostados en la puerta esperando ver al “mercenario”. Por lo visto la charla de Coy no se limitaba a las paredes
de su casa.
-¡Oh
cielos Kilcoy! ¿no podías esperar un poco más para abrir tu boca?.Él ni
siquiera está curado
-Pero dijo
que iba a ayudarnos y la última vez ellos estaban tan enojados contigo por
traerlo...yo pensé...- se excusó el niño
alterado por el enojo de su hermana.
-No te
preocupes Coy , supongo que es lo mismo ahora que mañana ¿verdad? – dijo Connor
mirando a Shara con una sonrisa sesgada – He enfrentado cosas peores.
-Oh no,
créeme que hay pocas cosas peores - dijo
ella resignada.
Un par de
horas después Connor estuvo totalmente de acuerdo.
Había
sido examinado como un animal de cría,
le habían hecho más preguntas que en todos sus veintitrés años de vida,
preguntas cuyas respuestas había eludido sagazmente. Finalmente lo habían aceptado, aunque con notorias
reservas, y se había encontrado con un
bien dispuesto grupo de aprendices, aprendices que sólo sabían manejar
herramientas y que no contaban con ningún tipo de armas. Al saber aquello
Connor hizo un gesto de exasperación demasiado parecido a los de su hermano Caleb, pero él era tan
obstinado como cualquier Blackdalion así que se propuso convertir en guerreros
a aquel grupo. Aunque eso fuera lo último que hiciera. Y estuvo a punto de
creerlo cuando le dio un desvanecimiento que le recordó que aún estaba
convaleciente.
-Bien, ya
fue demasiado, vuelvan a sus casas. Cuando él esté recuperado empezará el
entrenamiento...- dijo Shara echando a sus vecinos al tiempo que pasaba un
brazo de Connor sobre su hombro para sostenerlo.
Con
sonidos de disgusto todos se retiraron y Connor descubrió asombrado el ascendiente que tenía esa joven sobre los
demás.
De alguna
manera parecía la única adulta poniendo orden entre un montón de niños y cuando
ella lo miró ofuscada por el esfuerzo que él había hecho se sintió el niño más
desobediente de todos.
La joven
lo ayudó a entrar y lo acomodó en una silla.
-Todavía
no estás bien – le dijo seria, él
parecía no entender que había estado grave, ni siquiera hacía caso a su
renquera .Su pierna tardaría un tiempo en curar- Yo no te ayudé para que ahora
te mates tú solo.
-Te doy mi
palabra de que no voy a extralimitarme – dijo él poniéndose la mano en el
corazón en un gesto muy dramático.
-Eso
espero , porque sino voy a dejarte a merced de la muchedumbre de Levany – dijo
ella seria
-¡No por
favor !Ten piedad ..-rogó exageradamente
él y ella se encontró riendo
-Te ríes
poco – comentó Connor y la joven se lo quedó mirando
-Y tú te
tomas todo muy a la ligera – se defendió aunque sabía que no era cierto
-Eso
dicen... – comentó él con una extraña sonrisa en la que había más pesar que
alegría.
Se había
creado un extraño clima pero Leila llegó justo a tiempo para cambiarlo
-Cuéntame
un cuento ..- exigió tirando la manga de Connor
-Leila...
Connor ...- intervino la joven.
-Connor
sabe muy buenos cuentos – terminó él mientras levantaba a la niña y la ponía en
su regazo. Luego empezó a contar una historia sobre una joven encerrada en una
torre y Shara quedó tan hipnotizada como su hermanita escuchando la voz
profunda y melodiosa.
Se sentía
extraña cerca de él , su presencia la hacía sentir adulta
pero de una manera agradable y al mismo tiempo en ocasiones como aquella
se sentía tan pequeña como Leila. Pero más que nada ,sentada escuchando a aquel hombre contar la
historia, se sentía segura.
Los días
pasaron tan lentos como la recuperación de Connor, aún así él empezó con el
entrenamiento y más de una tarde Shara
tuvo que echarlos de su tierra antes de que aplastaran su siembra y sus plantas
en medio de las prácticas.
Connor
había tomado prestada la espada de su
padre para enseñarle a los campesinos algunas técnicas de ataque , también habían readecuado algunas
herramientas para que sirvieran de armas.
El
propósito inicial de Connor de contactarse con su familia se había visto
retrasado indefinidamente, no había ningún caballo que le sirviera y aún no
podía irse, todavía no había cumplido con su tarea. Tampoco había mensajeros,
nadie se iba de Levany y nadie llegaba. Aunque
no habían noticias alarmantes, lo que lo llevaba a suponer que su
familia estaba bien. Estaría un tiempo más en Levany y luego partiría. Sólo un
tiempo más.
Shara echó
el último leño al fuego y se frotó los brazos en un gesto vano de ahuyentar la sensación de frío.
-¿No hay
más leña? – preguntó Connor que la había visto estremecerse
-Hay unos
troncos en el cobertizo, luego los cortaré ...- respondió ella con aire
ausente.
-Lo haré
yo...-se ofreció él
-Pero...-
musitó ella y su mirada se dirigió a la pierna herida de Connor
-Mis
brazos están bien, puedo usar un hacha
-dijo él entendiendo la preocupación de la joven
-Voy
contigo – se ofreció Kilcoy que no perdía ocasión de estar cerca del rubio
caballero.
-Gracias –
dijo Shara no muy convencida , él aún no
se recuperaba y ella no se acostumbraba a recibir ayuda.
Cuando tiempo después Connor entró cargando un atado
de leña vio que Shara estaba acompañada por una de sus amigas
-Shara ,
juro que no volveré a dudar de tus habilidades para contratar un mercenario
o comprar esclavos –comentó Cami lanzándole una mirada apreciativa a
Connor- Es magnifico – agregó divertida mientras Shara se ruborizaba intensamente.
-¿Dónde
pongo esto, mi ama?.- preguntó él intencionadamente con los ojos plateados
brillando de diversión.
-Allí está bien – señaló ella un rincón..sumamente avergonzada no captó el
tono divertido en la voz del hombre y se sintió muy mortificada, por lo que le
dirigió una mirada asesina a su amiga que se encogió de hombros.
-Bueno ,
supongo que es hora de que me retire. Buenas noches Shara, buenas noches
Connor...- saludó Cami antes de tomar su capa y marcharse.
-¿Estás
bien? – preguntó él
-Yo lo
lamento, tú no eres esclavo ...ni tampoco un mercenario...
-Hey , no
te preocupes tanto , sé que estaba bromeando y créeme que me han llamado cosas
peores – le tranquilizó él .
- Shara ,
ahora tenemos suficiente leña – dijo Coy que entraba con otro pequeño atado
-Sí, ahora
hay suficiente - aseveró ella mientras
iba a ayudar al niño.
Era de noche , se sentía agotada pero
estaba en la herrería arreglando el eje
de una rueda para el carro de Uris. No era mucho pero le daría unas gallinas
como pago y Shara agradecía cualquier pequeño ingreso que les ayudara a
sobrevivir. Sin embargo los ojos se le cerraban del cansancio.
-¿Por qué
no dejas eso para después? –preguntó Connor mientras entraba.
-Porque
mañana van a venir a buscarlo – respondió la muchacha con impaciencia.
-¿Puedo
ayudarte?- preguntó él
-¿Acaso
sabes algo de herrería? – preguntó algo irritada ella.
Connor
tuvo que admitir a regañadientes que no sabía nada y por lo tanto no era de gran ayuda. No estaba
acostumbrado a reconocer que era inútil.
-¿Te
molesta si me quedo y te hago compañía? -
ofreció un poco amedrentado por ella.
-No, eso
estaría bien- aceptó y Connor pudo reconocer un brillo de agradecimiento. Tal
vez no podía ayudarla pero a veces la compañía era igual de necesaria.
El muchacho se la quedó observando mientras
trabajaba. Algo de ella le recordaba a sus hermanos Kalymera y Caleb pero si
analizaba la situación el parecido era mínimo ya que las circunstancias de su
crianza eran muy distintas.
Era
decidida como Kaly pero mientras su hermana había vivido rodeada de lujos y
mimos, Shara no había tenido nada de eso.
También
era responsable y seria como Caleb pero si su hermano parecía cargar con la
responsabilidad de salvar al mundo él
solo , lo cierto era que siempre había tenido una familia que lo apoyara y su
apego al deber era más propio de su carácter que una verdadera obligación. En
cambio Shara tenía verdaderas responsabilidades y sólo contaba con ella misma
para salir adelante. Ese día se había encargado de arar la tierra, cuidar de
sus hermanos , atender la casa y ahora ,al borde del agotamiento ,estaba trabajando
en la herrería. Además nunca pedía ayuda, él trataba de colaborar en todo lo
posible pero a veces tenía la sensación de que sólo estorbaba. Como si no
tuviera suficiente , sus vecinos y amigos acudían a ella llevándoles todo tipo
de problemas para que la joven los resolviera. Connor había estado tentado de
echarlos y exigirles que la dejaran en paz, pero no tenía derecho alguno para
interferir en su vida porque pronto se iría .
Era la
joven más autosuficiente que había conocido y al mismo tiempo la más necesitada
de protección. Era llamativo que nadie notara lo frágil que era y lo sola que
estaba.
Shara
levantó la mirada y miró al hombre que la observaba, le daba serenidad saber
que no estaba sola. Aquel hombre con sus extraordinarios ojos grises ,su sonrisa
perezosa llena de luz y su largo cuerpo estirado en la pequeña silla
parecía un ángel custodio y ella no estaba acostumbrada a que la cuidaran.
Aunque le gustaba mucho, se sentía segura con el rubio joven y su
presencia le daba una paz que ni siquiera
sabía que necesitaba hasta que él había llegado para proporcionársela.
“Se irá
pronto” resonó el pensamiento en su
mente y ella volvió a concentrase en su trabajo golpeando el metal con renovada
fuerza.
Aquella
tarde, después del entrenamiento Connor se dirigía a casa de Shara cuando la
vio labrando la tierra. Sabía que la joven había estado trabajando hasta tarde
en la herrería y que estaba demasiado cansada para aquel trabajo, aún así
estaba allí haciéndolo. Pocas cosas la amedrentaban.
-Déjame ayudarte
– le dijo llegando hasta ella
-No sabes
arar la tierra...
-Puedo
aprender si tú me enseñas , soy bastante dócil para recibir órdenes ... – dijo
él y la joven lo miró burlona, Connor podía ser muchas cosas menos dócil..y
estaba segura de que no aceptaba órdenes muy a menudo- Vamos Shar, déjame
ayudarte
El tono de
voz de él sumado al apócope de su nombre la persuadieron.
-Bien, ven
aquí – dijo ella enseñándole cómo tomar la herramienta- ¡Es tierra Connor no
puedes aporrearla como si fuera un enemigo!
-¿No? –
preguntó él confuso
-No - afirmó enseñándole el modo correcto.
Luego de
unos minutos la convenció de que entrara a descansar mientras él se ocupaba de
la faena. Poco convencida ella le obedeció.
Connor era
un gran espadachín y jinete, también era un hombre culto ya que aunque no había
prestado la misma atención que sus hermanos a las lecciones de sus tutores ,
había aprendido lo suficiente. Era un buen navegante, gracias a la instrucción
de su tío Axel y era un músico bastante decente. Tenía , además, otra serie de habilidades que lo llenaban de
orgullo pero sus días en Levany habían significado un duro golpe a su ego.
No sabía
nada de manejar una casa , criar niños, herrería y ahora descubría que tampoco
tenía habilidades como campesino.
Pensó que
debería haber ayudado a su padre cuando trabajaba junto a los aldeanos en época
de labranza y cosechas. Todos sus hermanos colaboraban, pero él huía de aquel trabajo y sólo aparecía
para los festejos. Estaba seguro de que Caleb sabría como trabajar la
tierra, era demasiado arrogante para que
existiera algo que no fuese capaz de hacer, Ennis sabría porque siempre estaba
dispuesto a colaborar y le gustaba aprender cosas nuevas y Kalymera porque era
lo suficientemente curiosa como para meterse en todo aunque no la invitaran.
Si lo
pensaba bien, él era el único inútil de la familia.
Sin
embargo , no iba a darse por vencido , menos aún cuando significaba que Shara
tendría que encargarse sola de todo, eso definitivamente iba en contra de sus
códigos. Y aunque muchos lo dudaran Connor Blackdalion tenía códigos muy
estrictos..
En la
aldea se estaba por celebrar una fiesta en honor del cumpleaños de Logan y Shara estaba invitada.
-¿No vas a
ir? – preguntó Connor
-Ella no
va a fiestas – dijo Coy
-¡Eso no
es cierto ! - se defendió Shara pero sus hermanos la miraron acusadores. No
quería parecer aburrida, lo cierto es que a ella le gustaba reír y bailar pero
en general las obligaciones la sobrepasaban y terminaba muy cansada como para ir a fiestas. A veces
llevaba a los chicos pero ella siempre tenía la cabeza en otro lado, a veces sentía que había
crecido antes de tiempo. Cuando las jóvenes de su edad se ocupaban en diversión
y novios ella estaba a cargo de sus hermanos, nada era más importante que eso,
pero con Connor frente a ella invitándola a ir , deseó algo más.
-Vamos –
dijo él extendiendo la mano para renovar la invitación – un poco de diversión
no te hará mal...
La sonrisa
de Connor la convenció, por una noche un poco de diversión sin pensar en todo
lo malo que los acechaba, sin pensar en que la presencia de aquel hombre era
algo fugaz en su vida...Ella tomó la mano de él y se dejó guiar hasta la
fiesta. Kilcoy y Leila iban correteando confiados junto a ellos.
-Me temo
que no voy a ser una gran compañía, no estoy en condiciones de bailar todavía-
aclaró él tratando de aligerar el evidente nerviosismo de Shara.
-No
importa, estará bien si nos quedamos disfrutando de la música y charlando con
la gente, todos sienten mucha curiosidad por ti...
-Entonces
trataré de evitarlos tanto como pueda – dijo él alegremente y ella recordó cuán
renuente era a hablar sobre sí mismo.
Los niños
se encontraron con sus amigos y se pusieron a jugar. Shara y su acompañante
fueron bien recibidos . La joven era
querida por su gente y habían aprendido a querer a Connor de la misma manera.
Los hombres respetaban sus habilidades y las mujeres estaban encantadas con su
apostura.
Pronto se
vieron sumergidos en la fiesta. Aunque Connor no podía bailar , Shara se vio
danzando en brazos de varios de sus conocidos
pero inconscientemente siempre estaba buscando una mirada color gris
plata y cuando sus ojos se encontraban ella sentía que una calidez
reconfortante le invadía el alma.
Más tarde
sentada cómodamente y aprovisionada de bebida y comida descubrió que alguien le
pasaba un violín a Connor .El joven subió a la tarima donde estaban los demás
músicos y la melodía empezó a sonar.
La música
que arrancaban los esbeltos dedos del
instrumento era enérgica y alegre, “como él” pensó Shara y miró hipnotizada
como aquel hombre creaba mágicos sonidos con sus manos
Espadas, instrumentos musicales, cuentos
infantiles todo se aunaba en aquel hombre. Seguía siendo un extraño y al mismo
tiempo lo conocía tan bien como a sí misma, Shara se dejó ir, invadida por
aquella música que era también parte del alma de él.
Con suerte
aquel instante podría engañar al tiempo y durar lo suficiente como para reparar
los años de soledad que le esperaban cuando él se fuera, porque él se iría, tan
cierto como que el sol saldría al día siguiente. Había llegado el momento de la
partida y ella debería dejarlo ir.
Connor la
miró y una sonrisa cruzó su cara. Luego cuando la fiesta llegó a su fin , los
cuatro caminaron hasta la casita.
Leila en
brazos de Connor y Kilcoy de la mano de Shara con un montón de comentarios infantiles que les causaban risa. Había sido
una noche para atesorar.
Contempló
absorto el paisaje que lo rodeaba. Era la mañana y el silencio que había en la
aldea le daba un aire irreal. Connor sentía que allí lo necesitaban .
No estaba
acostumbrado a sentirse así, en su casa siempre estaban su padre y Caleb para
resolver los problemas, Ennis para dar consejos y su madre para guiarlos.
Él siempre
estaba para brindarles su apoyo, sobre todo a Kaly, pero usualmente era él
quien necesitaba de los demás, para que lo sacaran de problemas. Sin embargo en
aquel lugar, lo necesitaban y le gustaba esa sensación.
Además allí no era el menor de los
Blackdalion, el hijo o el hermano de nadie, en Levany él sólo era Connor.
Aún así
sabía que había llegado el momento de partir. Ya estaba bastante bien
físicamente ,había dado algo de
instrucción a la gente de Levany y pensaba mandar una tropa de soldados para protegerlos tan
pronto llegara a los dominios Blackdalion.
Tenía que
irse para responder al llamado que había
estado ignorando tanto tiempo pero no sabía cómo hacerlo.
No sabía
cómo abandonar a la gente que contaba con él , cómo renunciar al pequeño hogar
en el que estaban las risas y travesuras de Kilcoy, la dulzura de Leila y
...Shara. Shara que completaba todo de una manera que él no podía explicar.
Shara
estaba cepillando el húmedo cabello de Leila cuando él entró.
-¿Cuándo ?
– preguntó ella que había leído la inminente partida en sus ojos plateados.
-Mañana.
-Bien...trataré
de conseguirte un caballo
-No es
necesario...
-Sí,
viajarás lejos y me temo que el mío está demasiado viejo ya. Además no puedes
ir caminando, tu pierna no ha terminado de curar...
-Shara –
la llamó él tratando de aproximarse.
-Está
bien. Hicimos un trato y tú ya cumpliste tu parte. Debes irte a tu casa ..
-¡No!
–protestó Leila que finalmente había
entendido de que hablaban , la niña se aferró con fuerza a la pierna de Connor.
-¿Qué
pasa? – preguntó Kilcoy que entraba a la casa y percibió la tensión.
-Connor se
va – le contestó su hermanita sollozando
-¿Te vas?
– preguntó mirando a Connor fijamente y los ojos dorados del niño adquirieron
la misma expresión seria que los de su
hermana mayor.
-Sí –
contestó el hombre con sinceridad y Coy apenas escuchó la respuesta antes de
salir corriendo
-¡Kilcoy!
– lo llamó él pero Shara lo detuvo
-Yo voy
por él – le dijo y Connor sintió que lo dejaban de lado, que le recordaban
dolorosamente que ya no pertenecía allí.
Incluso Leila se había apartado y lo observaba acusadora desde lejos.
Shara tuvo
una larga charla con su hermanito para convencerlo de aceptar la partida , lo
peor era que ella misma no creía en las
palabras que le decía y aunque Coy sólo tenía diez años era lo suficientemente
inteligente para adivinar lo que ella sentía.
Se habían
encariñado demasiado con aquel hombre pero es que era imposible no hacerlo,
parecía un hechicero que los envolvía a
todos en su red, en el mágico encanto de su personalidad.
La joven
se recordó a sí misma que nada los vinculaba a él y aunque Connor siempre había
sido agradable con ellos eso no significaba nada especial, él era agradable con
todo el mundo.
Finalmente
Shara consiguió un caballo para Connor, no era un animal veloz pero era fuerte
y le serviría para regresar a su hogar, dondequiera que quedase.
Se lo
había vendido Makensy dándole la
posibilidad de pagarlo de a poco, pero ella le dijo a Connor que se lo habían
regalado.
Estuvo a
punto de ofrecerle la espada de su padre, pero pensó que algún día sería de Kilcoy
y tuvo además la sensación de que el
rubio caballero no la aceptaría.
Coy
colaboró con los preparativos pero estuvo terriblemente hosco, apenas le habló
a Connor. Leila fue mucho más expresiva y lloró amargamente todo el día, sin
que nadie pudiera consolarla.
La gente
del pueblo también vino a despedirse y Cami le dirigió una dulce mirada a Shara
y la estrechó en sus brazos tratando de confortarla, pues sabía que la joven
estaba conmocionada aunque no lo dijera.
Llegado el
momento , Shara le dio a Connor un atado
con ropa limpia, una vieja capa y comida que le había preparado para el viaje.
-Gracias ,
no era necesario ...-dijo él apenado
-Es un
viaje largo supongo...
-Sí lo
es...
-También
te conseguí esto , no es mucho pero si
te topas con alguien puede servirte – le dijo ella dándole una daga.
-Siempre
piensas en todo
-Trato –
dijo la joven que no sabía muy bien que decir
Connor
quería decirle muchas cosas, por ejemplo que encontraría la forma de
protegerlos aún estando lejos...y hacerle muchas promesas a aquella joven y a
sus hermanos porque Shara había llegado donde ninguna otra lo había hecho, pero
no dijo nada.
“No
ofrezcas lo que no puedes dar” había dicho ella una vez y eso lo detuvo ya que
no sabía lo que le esperaba en el camino
que emprendía.
-Adiós
Shara – dijo él y ella le dio la mano.
-Adiós
Connor – contestó sonriéndole
fugazmente.
-Salúdalos
por mí ...- dijo refiriéndose a los niños que se habían escondido y se habían
negado a despedirse-
-Lo haré,
no te preocupes...se les pasará pronto –contestó sabiendo que mentía, él no era alguien que se pudiese olvidar
fácilmente.
Sin más
que decir pues las palabras estaban demás Connor se montó al caballo y partió,
tuvo la sensación de que se desprendía de algo vital para él pero siguió
adelante.
Shara lo
observó recorrer el camino cabalgando lento, de pronto Coy salió de la casa y
corrió un trecho por la senda que el
hombre había tomado. Los ojos del niño tenían lágrimas y cuando ella vio a la
pequeña silueta parada impotente observando la lejana figura que se perdía en
el horizonte sintió que ella también lloraba.
“ No nos
pertenece” pensó y se regañó a sí misma por haber deseado que fuera distinto.
Al
alejarse Connor se dio vuelta y vio a la distancia la figura de Kilcoy detrás del niño vio a Shara. Casi creyó
distinguir los ojos dorados de ella.
Espoleó al
caballo y se alejó deprisa pero aún así la mirada de la joven lo acompañó un
trecho largo.
Shara escuchó el bullicio y supo que lo que tanto
habían temido estaba a las puertas de su hogar. Por la ventana vio acercarse a
su casa una partida de hombres, podía escuchar el sonido de los cascos de los
caballos, los gritos y bromas. Los matarían a todos y ella no podría
defenderlos, pero aún así lo intentaría, se volvió para buscar a sus hermanos
pero sólo vio a Leila acurrucada detrás de la mesa.
-¿Dónde
está Coy? – preguntó temiendo escuchar la respuesta.
-Dijo que
iba a defendernos , él tomó la espada de papá y salió.
-No –
gimió la muchacha- Leila, ve y escóndete debajo de la cama , ¿me escuchas? y
pase lo que pase no salgas.
Su
hermanita asintió con la cabeza y corrió a esconderse, Shara tomó la hoz que se
encontraba detrás de la puerta y salió.
Entonces ,
espantada pudo ver como las imágenes se yuxtaponían en su mente.
Kilcoy estaba parado en el camino,
sosteniendo dificultosamente la pesada espada mientras los forajidos se cernían
sobre él con sus armas en alto. Shara
supo que no llegaría a tiempo para salvar a Coy , pero un fuerte brazo le
arrebató la espada al chico y lo arrojó al suelo.
Connor estaba allí interponiéndose entre su hermano y los
asesinos, blandía con facilidad la espada de su padre como si la hubieran
forjado para él. Shara corrió hasta ellos y abrazó a su hermano sacándolo del medio al tiempo que Connor
combatía con los hombres. Eran cinco hombres a caballo pero él los derribó como
si nada.
Se movía
con precisión y rapidez, esquivando los ataques. Las heridas anteriores no
dificultaban los movimientos de Connor, desprendía una energía descomunal .
Increíblemente había una feroz belleza en las embestidas de aquel hombre.
Shara
nunca había observado un combate así y nunca había observado a alguien tan
letal como el rubio caballero. Sostuvo a Coy contra su cuerpo, evitando que él
viera la matanza, pero ella no podía dejar de mirar a Connor, era tan diferente
al hombre que había estado con ellos, tan diferente al que se había ido una
pocas horas atrás. Se movía con precisión y elegancia , la sangre de
generaciones de guerreros se evidenciaba en sus maniobras. Medía cada ataque,
se adelantaba a las estocadas del enemigo valiéndose de sus acerados
reflejos y devolvía cada golpe. Shara se
sentía cautiva de un fatal hechizo al verlo luchar.
-¿Están
bien? – preguntó una profunda voz a su lado y sólo entonces ella fue conciente
de que todo había acabado y que Connor estaba agachado junto a ellos.
-Sí.. -
alcanzó a balbucear la joven- Volviste – medio afirmó , medio preguntó-
-Los
escuché venir por el camino pero pensé que no llegaría a tiempo – dijo él ayudándola a levantarse- . ¿Estás bien Coy? –
le preguntó al niño
-Ajá –
contestó él mirándolo asombrado
-Nunca
vuelvas a hacer una estupidez así, me oyes- le dijo fieramente al niño que aún
lo contemplaba atónito
-Tenía que
defender a mis hermanas – se excusó él recuperando el habla.
-Lo sé,
entremos a la casa Leila debe estar asustada.
-Pero...-
interrumpió Shara dirigiendo una fugaz mirada a los cuerpos que yacían en el
camino.
-Vamos
adentro , después me encargaré.
-¿Y tu
familia..?
-Nunca los
sacrificaría a ustedes Shara, un día más no hará la diferencia – dijo él dejando entrever la preocupación que había
sentido.
La joven
se dejó guiar al interior y por una vez permitió que otra persona se hiciera
cargo, se permitió ser cuidada.
Connor
estaba contándole un cuento a Leila, era una historia que su madre siempre le
contaba a Kalymera y que se había convertido en la favorita de la niña.
.Ella lo escuchaba atentamente. Coy
estaba en la casa de unos vecinos, para disgusto de Shara se había pasado los
dos últimos días narrando el episodio del ataque.
El joven
Blackdalion estaba llegando al final de la historia cuando sintió el llamado de
Shara proveniente desde el jardín. Se levantó y Leila le extendió los brazos,
el joven la alzó automáticamente y cargando a la niña salió a ver qué sucedía.
La
chica estaba parada estática en el medio
del jardín mirando hacia el camino ,él pudo percibir la tensión en su postura y
cuando ella lo miró vio el miedo en sus ojos. Se acercó y vio lo mismo que ella
veía, un gran ejército se dirigía hacia Levany
-Son
demasiados...-susurró la joven acercándose inconscientemente a él. El hombre le
pasó el brazo libre por los hombros acercándola más en un vano gesto de protegerla.
La mente
de Connor trabajaba con rapidez tratando de pensar cómo salvaría a la gente del
inminente ataque cuando vio el estandarte. Dos leones se enfrentaban en el
emblema, uno negro y otro blanco. Eran los suyos , estaban a salvo.
-Son
amigos...-le dijo a Shara-
-¿Amigos?-
preguntó turbada
-Sí , los
esperaremos – contestó él mientras su sonrisa se ampliaba- Estaremos bien.
El hombre
que iba frente al grupo se adelantó acercándose a ellos.
Al llegar
a la cerca, Dominick desmontó y se
aproximó al muchacho rubio que había visto crecer. Connor dejó a Leila en el
suelo y se arrimó a su amigo para estrecharlo en un apretado abrazo.
-Te
buscábamos , estábamos muy preocupados por ti – dijo el hombre cuando se
separaron- Me alegra verte muchacho – agregó con una amplia sonrisa.
-A mi
también Dom.
El hombre
miró con suspicacia a la pequeña niña
que estaba aferrada a la pierna de Connor y a la joven que lo acompañaba.
-¡Y
nosotros creyendo que te habían esclavizado! – exclamó significativamente- Tu
padre dice que ya nada le sorprende de ti pero cuando sepa que lo hiciste
abuelo sin avisarle...
-¡Dominick
!, deja las tonterías – dijo el muchacho ruborizado – Leila es la hermanita de
Shara y ella es...bueno ella me compró en la subasta de esclavos.
-¿Te
compró? – preguntó asombrado
-Es una
larga historia, pero me salvó la vida. – explicó el muchacho mientras Shara los
miraba en silencio. Dominick miró divertido a la joven.
-Vaya
señorita,- comentó admirado - ¿usted
compró a un Blackdalion en una subasta de esclavos?
-¿Un
Blackdalion ? – preguntó confusa
-Nuestro
león más pequeño – respondió Dominick palmeando el hombro del turbado Connor-
Shara
comenzó a comprender, el estandarte de los dos leones, las habilidades de
Connor...
-¡Oh Cielos! – exclamó la joven cubriéndose la
boca.
En ese
momento ,Coy llegaba corriendo. Ella lo detuvo antes de que el niño se
abalanzara sobre Connor
-¿Connor?
– preguntó Coy confuso por la acción de su hermana y la presencia de extraños
-Tranquilo
Coy, son mis amigos
-Los
dejaremos solos , así pueden hablar- interrumpió Shara tomando a los niños por
las manos y retrocediendo presurosa.
-¡Shar! –
la llamó Connor yendo en pos de ella
mientras Dominick los miraba divertido- ¿A dónde vas? – preguntó el joven
deteniéndola
-Seguramente
tienen cosas que hablar y yo no quiero molestar, iré a casa de Cami...
-No seas
tonta – le dijo con impaciencia
-¿Por qué
no me lo dijiste? ¿Por qué no me contaste quién eras?- le reclamó ella
perdiendo su habitual compostura.
-Tú sabes
quien soy...
-Ahora lo
sé, uno de los Cuatro Leones, un Blackdalion...¡Y yo te compré como esclavo
para que nos defendieras! – exclamó incrédula
-Shar...
-Llegué a
creer que..-se detuvo bruscamente y lo miró- Es hora de que vuelvas a tu hogar
Connor, han venido por ti.
-¿Vas a
irte de nuevo? – intervino Coy
-Vamos a
la casa Shara, tú puedes escuchar cualquier cosa que Dominick deba decirme.
Entra ya – le ordenó impaciente y ella
obedeció , convencida por el tono de él, parecía furioso.
Connor se
detuvo junto a Coy y le habló con suavidad
-Debo ir a
mi casa a proteger a los míos , así como tú debías cuidar de tus hermanas el
día que saliste con la espada, ¿lo entiendes verdad?.
Kilcoy
asintió pero bajó la mirada.
Una vez
que Shara entró con sus hermanos, Connor le dio indicaciones a los hombres para
después guiar a Dominick al interior de la precaria casa.
-¡¿Cómo
que Kalymera despareció?! – rugió Connor al escuchar lo que había sucedido en
su casa durante su ausencia
-Ya la
encontraron , está bien viajaba junto a un mago y Ennis la encontró
-¿Un mago?
-Sí , pero
ella ya está a salvo, tu hermano la dejó en Winterday junto a Elady.
Seguramente te darán los detalles, después.
-¿Pero
está bien?
-Sí
Connor, nada le sucedió, sabes que tu
hermana tiene la habilidad de meterse en problemas y librarse milagrosamente.
-¿Y dónde
fue Ennis?
-Fue a
proteger el Castillo de los Cerezos y a su gente
-¿Mi padre
y Caleb?
-Causando
problemas como siempre, están bien pero no es fácil luchar contra Tonan ,el
mago que lo acompaña, Deveró, no nos
deja acercarnos lo suficiente .¿Qué vas a hacer?
-Primero
iré a buscar a mi madre y a Kalym ...
-Están a
salvo en Winterday , Connor.
-¿Acaso no
las conoces Dom? . No estarán a salvo mucho tiempo, ninguna de las dos nació
para estar encerradas, quiero asegurarme de que están bien...luego iré junto a
mi padre.
-Está bien
. Mi hijo te espera a poca distancia de
aquí. Trajo a su gente y a tus hombres, pueden ir juntos hasta Winterday, yo iré al este .Esa es la posición que me asignó tu
padre
Shara
escuchó la conversación atentamente. Todas las preguntas que no había hecho,
eran contestadas por la charla que sostenían Connor y Dominick. Supo sobre su
familia y mucho más. Además pudo ver cómo cambiaba la expresión de él al recibir las noticias, sus ojos plateados
cambiaron al gris del acero, casi como si él mismo fuera convirtiéndose en alguien
más duro, más temible.
También
descubrió los planes del joven y no pudo evitar el pesar que le causaba su
inminente partida. Aquella desazón se mezcló con el alivio al saber que aún así
pensaba en proteger a la gente de Levany.
-Necesito
que algunos hombres se queden aquí.
-Bien
puedo enviar por algunos de los tuyos y dejarte un grupo de los míos.
-Quiero
fortificar lo que queda del antiguo Castillo , la gente de Levany podrá
refugiarse allí.
-Es una
buena idea , nos encargaremos de eso antes de partir.
La gente
de Levany no salía de su asombro, había un ejército en la aldea y guiado nada
menos que por Connor quien además, había resultado ser uno de los Cuatro Leones
Blackdalion.
Shara se
mantenía todo lo alejada que podía mientras el muchacho y su gente se
encargaban de fortificar el viejo Castillo del Señorío.
Ciertamente
Connor había nacido para dar órdenes y no para recibirlas, se encargó de que
los aldeanos se organizaran llevando sus pertenencias y provisiones al
Castillo. Formó una guardia con aquellos que él había entrenado, dándole
instrucciones específicas en caso de ataque y apostó a sus hombres en lugares
estratégicos.
Allí
montado en un brioso corcel, vestido con la cota de malla que le había llevado
su gente y armado con su propia espada era formidable, formidable y lejano
pensó Shara desalentada.
Connor apenas se dirigía a ella y una vez que ultimó
los detalles junto a Dominick se dispuso
a partir nuevamente.
-Aquí
estarán protegidos por un tiempo. Todas sus necesidades estarán cubiertas así
que no deben alejarse de la fortificación...- le dijo a Shara
-Pero
nuestras casas, nuestros campos...
-Lo
siento pero me temo que se acercan las
horas decisivas en el combate Shara y la aldea no es segura. Lo que pasó con
esos hombres que nos atacaron fue sólo el principio, no podemos arriesgarnos...
Ella sabía que tenía razón pero aún así no
pudo evitar una mueca de disgusto.
-Por favor
Shara. Tengo que partir pero necesito saber que harás lo que pedí y que estarán
seguros. Ellos dependen de ti y no sólo los niños ...también los demás...como
siempre – agregó él pensando que la joven siempre se hacía responsable por el
bienestar de los demás.
-
Estaremos bien – dijo ella a regañadientes y él le sonrió. Pero era sólo una
sombra de la verdadera sonrisa de Connor, ahora tenía demasiadas preocupaciones
.
Una vez más llegaron las despedidas. Todo fue
muy vertiginoso esta vez e incluso Coy saludó a Connor , conmocionado por verlo
irse en medio de un batallón de hombres.
Dominick
también se detuvo a saludar a la joven. Era muy amable y estaba claro que
quería al joven como a un hijo.
-Él estará
bien...no debes preocuparte – le dijo a Shara
-Mientras
no vuelvan a atraparlo los esclavistas – comentó ella con acritud y lo vio reír.
-Oh ,
claro que no querida , nuestro Connor nunca
comete dos veces el mismo error , aunque siempre encuentra nuevos...
- Espero
que no se deje matar...
-No
pequeña, lo conozco desde niño y ama la vida . Me atrevo a decir que igual que
todos los de su linaje es bastante difícil de matar, lo volverás a ver
pronto - dijo el hombre y partió detrás
de Connor Blackdalion.
-Pronto...-susurró
ella soltando al viento sus mejores deseos para el rubio guerrero.
Cuando le
avisaron que un jinete se acercaba al campamento , Connor pensó que el don de
la abuela de Shara era contagioso ya que el tenía la certeza de que era la joven quien se acercaba. No pudo evitar emitir un gruñido de
exasperación. Su amigo Lukan , hijo de
Dominick, lo miró extrañado. Connor estaba bastante irritable últimamente y no
era propio de él, imaginó que era a causa del cautiverio sufrido pero luego intuyó que tenía que ver con su
estancia en Levany
-¿Lo
interceptamos? – preguntó el joven que le llevó la noticia
-No, yo me
encargo - respondió Connor
Montó su
caballo y se apresuró para ir a su encuentro
-Connor...-
musitó la joven cuando lo vio acercarse.
-¿Qué
haces aquí? – la interrogó él poniendo su caballo a la par del de ella.
-Vine a
avisarte, les espera una emboscada cerca de aquí, ayer llegó un mensajero a
Levany con la noticia, él esperaba encontrarte
aún allí.
-Pudiste
enviar a alguien a avisarme – la reprendió insensiblemente- es muy peligroso
que vinieras sola hasta aquí. ¡¿Qué diablos tienen mis hombres en la cabeza
para dejarte venir?!
-Me
escapé. Yo...tenía que proteger mi inversión – contestó ella evitándole decir
lo que verdaderamente la había llevado hasta allí sin medir los riesgos.
-Ve a la
fortaleza Shara, allí estarás a salvo. Ve a cuidar de tu gente. Yo estaré bien.
– respondió ofuscado. Volvió la vista atrás y vio un par de sus soldados
siguiéndolo a corta distancia, los llamó
y les ordenó acompañar a Shara hasta la fortaleza.
-Pero... –
protestó ella-
-¡Ve
Shara! No tengo tiempo para esto. Sé cuidarme solo no necesito que estés aquí.
Ella ni siquiera
se dignó a contestar, dio media vuelta y cabalgó deprisa dejando atrás a los hombres de Connor.
-¡Rayos! –
exclamó él al darse cuenta de lo brusco
que había sido. Pero había sentido un miedo atroz al imaginarla corriendo
peligro por protegerlo a él.
Había
dicho que podía cuidarse a sí mismo y sin ella probablemente estaría muerto.
Espoleó a
su caballo y fue detrás de la joven , pasara lo que pasara no podía dejar que
lo último entre ellos fuera una estúpida pelea. No podía soportar que ella lo
odiara por su comportamiento.
Alcanzó a
sus hombres y les hizo señas para que se retrasaran, luego llegó hasta ella.
-Detente
Shara...- le gritó pero lo ignoró . Pensó en cruzar su caballo pero podría dañarla, así que corrió junto a
ella.-¡Shara! – insistió y se inclinó peligrosamente en su caballo tratando de
llegar hasta ella.
Arriesgar
su cabeza era una buena treta para llamar la atención de la joven. Shara frenó
al caballo y se detuvo mirándolo dolida.
-Lo
siento...- dijo él- Sabes que no quise
lastimarte , sólo me preocupé.
-Yo
también me preocupé por ti.
-Lo sé –
dijo él con una media sonrisa – pero la próxima sólo envía a uno de mis hombres
a avisarme . ¿Sí?
-Huff –
protestó ella y él sonrió.
-Ahora
vuelve a casa Shar y mantente a salvo . Deja que te escolten y quédate allí,
por favor...
-Está bien – asintió ella
-Buena
chica – le contestó Connor y rozó levemente sus labios con un beso antes de
darse vuelta y marcharse.
Shara lo
vio partir mientras el corazón le latía con fuerza, sólo cuando sus escoltas
llegaron hasta ella recuperó el uso de la razón. Había sido sólo un gesto de
reconciliación, una caricia tan leve como el roce de una mariposa pero era más
de lo que ella se había atrevido a soñar.
-¿Y bien?
– Preguntó Lukan a su amigo al verlo regresar
-Nos
espera una emboscada adelante.
- ¿ Y qué
haremos?
-Lo de
siempre, acabaremos con ellos .Luego iremos hasta Winterday .
-Es un
buen plan...-dijo el pelirrojo dirigiéndole una sombría sonrisa .
Tres días
después Connor llegó a Winterday durante el atardecer.
Lukan se
había adelantado para ir a Durken . Connor y sus hombres fueron recibidos y atendidos
por la gente de Winterday, cuando el joven se dirigía a ver a su madre unas
voces en el jardín le llamaron la atención. Era su hermana y había un hombre
con ella sosteniéndola por los brazos .
Connor no
se puso a pensar en que la charla era bastante tranquila, ni siquiera en que
ningún enemigo salvaba las defensas de Winterday, sólo pensó en que Kalymera
estaba en peligro.
Extrajo la
daga que Shara le había dado y se acercó
sigilosamente , pudo ver la alegría brillar en los ojos azules de su
hermanita al descubrirlo e imaginó que
llegaba justo a tiempo para liberarla.
-Suéltala
– siseó presionando el filo del arma contra las costillas del hombre.
“Sé gentil” escuchó murmurar a su hermana y presionó aún
más la daga contra la espalda del extraño
Instantáneamente
sintió que el arma que sostenía le
quemaba la mano , el dolor fue agudo y lo obligó a soltar la daga en medio de
maldiciones.
Antes de
que pudiera pedir explicaciones, su hermana se lanzó contra él , abrazándolo
con fuerza.
-¡Conn!
Estaba tan preocupada. Ennis dijo que estabas prisionero o algo así, nadie
sabía de ti. – exclamó ella
-Kalymera
– dijo él desprendiéndose de su abrazo y mirando con desconfianza al hombre que
lo observaba con una mueca divertida.-¿Qué pasa aquí? ¿Quién es este tipo?
-Es Dionis
– dijo ella como si eso bastara.-Es una larga historia Conn, pero te aseguro
que no tienes que matarlo. Vamos adentro . Mamá estará contenta de verte, ha
sufrido mucho por ti y podrás contarnos lo que te sucedió.
Confuso Connor obedeció a su hermana . No
sabía que pasaba allí, más allá de las palabras de su hermana no confiaba en
aquel hombre de ojos claros. Y lo que menos le gustaba era como miraba
Kalymera a aquel Dionis.
Los vio
retrasarse mientras hablaban bajo y el
esperó ceñudo a Kalym, luego le pasó un
protector brazo por los hombros y la guió al interior para encontrarse con su
madre.
Pudo
escuchar un gruñido y una risa masculina
a sus espaldas.
Elady
Blackdalion estaba tan bella como siempre y Connor agradeció que su madre
estuviera a salvo. Era la única persona que podía someter con una mirada a todo
el feroz clan Blackdalion. Bueno casi la única
reflexionó pensando en Kalym y en otra joven que tenía un extraño poder
sobre él.
Cuando la
mujer rubia lo abrazó , volvió a sentirse niño y feliz , alcanzó a ver unas
lágrimas en los ojos de ella y lamentó haberle causado pesar con su ausencia.
- Mi
Connor ...– musitó ella contemplándolo atentamente , lo examinó como buscando
cualquier rastro de heridas...
-Estoy
entero mamá – dijo él con una sonrisa y ella le sonrió a su vez. Entonces
Connor sintió que aquellos ojos plateados iguales a los suyos podían ver más
allá de sus palabras.
- Eso veo
amor, vamos tienes mucho que contarme ...- dijo ella y luego se detuvo a
conocer al hombre que acompañaba a su hermana. El brillo en los ojos de su
madre le dijo a Connor que ella conocía la existencia de Dionis.
Durante
las horas siguientes la menuda mujer que lo había traído al mundo los interrogó
tenazmente tanto a él como al mago, hasta que su curiosidad maternal estuvo
completamente satisfecha.
Así fue
como Connor descubrió que Dio era el mago que había viajado junto a su hermana
y a su pesar , observándolos, descubrió
que había otra clase de sentimientos que unía a aquellos dos. Aunque tanto
Kalym como su madre se veían complacidas con la presencia del joven, él le
dedicó sus miradas más amenazantes. Podía
vislumbrar el reproche en los ojos de Kalymera pero él no iba a ceder
tan fácilmente. Si de verdad aquel hombre quería a su hermana iba a tener que probarlo.
Elady decidió ir a Durken donde estaba su marido tal como Connor lo había supuesto, así que dos días después abandonaron Winterday. El mago fue con ellos, por lo visto no era muy fácil deshacerse de él y Connor tuvo que aceptar su compañía.
Los
hombres de Connor habían tomado la delantera y sólo una pequeña escolta los
acompañaba, así que cuando una patrulla enemiga los persiguió Connor maldijo su
imprudencia.
Él no
quería detenerse a luchar, los superaban en número y además pondría en peligro
la seguridad de su madre y hermana. Cuando pensaba que no tendría más opción
que enfrentar a sus enemigos , el mago
salvó la situación.
Dionis
desplegó su poder y se libró de los enemigos . Abrió una zanja en la
tierra , coartándoles el avance a los
perseguidores.
El joven
Blackdalion tuvo que reconocer que el mago
tenía valor y poder , además intuyó que aquel hombre haría cualquier
cosa por proteger a Kalymera. Connor siempre había sido un gran observador y supo a ciencia cierta que nunca se
desharían de Dionis porque Kalymera lo amaba .Pensó que si hacía feliz a su
hermana , lo aceptaría. Claro que lo tendría un par de años a prueba. Después
de todo Kalymera era la joya más preciada de los Blackdalion.
Siguieron
camino durante otra jornada cuando un mensajero los alcanzó. Tanto Dionis como
él estuvieron a punto de matarlo pero Connor lo identificó como uno de sus
hombres.
Era uno de
los soldados que había dejado en Levany y una alarma sonó en la mente de
Connor.
Sintió que
la sangre abandonaba su cuerpo porque
adivinó el mensaje que le traían.
Una
cuadrilla enemiga estaba atacando Levany.
Connor
palideció visiblemente , tanto que preocupó a su familia que estaba junto a él
escuchando las novedades. Nunca se había sentido así, su corazón quería correr
hasta Levany pero no podía dejar a su madre y hermana a la deriva. Además su
padre estaba por enfrentar la batalla decisiva y su deber era estar junto a él.
-Debes ir,
te necesitan...-dijo Elady a su hijo como si adivinara la disyuntiva en la que
se encontraba
-Debo ir a
Durken , ese es mi deber – aclaró él con los ojos oscurecidos y la voz
inexpresiva- Tengo que acompañarlas y mi lealtad está con ustedes- agregó y
supo que aquella decisión le costaría el alma
-Ya no
Connor, ahora está dividida...y ellos te necesitan. Nosotras estaremos bien y
sabes que tu padre estará bien, Caleb,
Dominick, y nosotros estaremos allí. –
respondió Elady dulcemente
-Mamá...-dijo
él con el corazón apesadumbrado y a la vez agradecido porque ella entendiera
-Yo me
encargaré de que lleguen a salvo – dijo
Dionis de pronto
Connor que había vislumbrado el poder del mago
supo que podía confiarle la seguridad de las mujeres que amaba
-Ve hijo,
responde al llamado ...– insistió Elady
Connor le
sonrió fugazmente a su madre porque sus palabras nunca habían sido más justas,
su corazón escuchaba un llamado que no podía ignorar, la besó y también a
Kalymera.
Luego
miró a Dionis y en los ojos claros del hombre encontró la
respuesta que buscaba, las protegería con su propia vida.
Connor le
estrechó la mano y le dio las gracias.
Luego sin perder más tiempo se lanzó en una feroz carrera hacia Levany.
Apenas se detuvo en Winterday para solicitar
ayuda y cambiar de caballo .
Con los soldados de Winterday siguiéndolo
continuó su viaje y cada segundo fue un pedido , una plegaria para que se le
permitiera llegar a tiempo.
-Resistan...-
rogó en voz alta y cabalgó como nunca en su vida.
Al llegar
vio que la fortaleza estaba rodeada, sus hombres luchaban contra la gente de
Tonan, incluso varios aldeanos estaban combatiendo.
El
Castillo aún permanecía resguardado pero varios enemigos se estaban
infiltrando. Connor se abrió camino hasta allí, la mayoría de la gente de la
aldea estaba adentro y él tenía que saber qué había sucedido.
La niña
estaba rodeada, se acurrucaba en un rincón y pronto llegarían hasta ella. Sin
perderla de vista Connor se abrió camino
eliminando a sus enemigos.
-Leila ,
cariño– la llamó al llegar junto a ella y la pequeña levantó la vista, el
alivio se reflejó en sus ojos castaños- Bien, vayámonos – le dijo y la levantó .
La pequeña
rodeó su cuello con fuerza, para asegurarse de que era real.
-Leila
quiero que pongas tu cabeza en mi hombro y que cierres los ojos, ¿me escuchas?
– la niña asintió con un movimiento de cabeza- No los abras Leila, vamos por
tus hermanos.
Leila hizo
lo que Connor le pedía y aferrándola con un solo brazo, Connor avanzó
blandiendo su espada.
Aliviado
vio que Shara y Coy venían hacia él acompañado por tres de sus hombres, pero el
alivio le duró poco, Shara tenía una herida en un brazo.
Se
aproximó a ella y aún sosteniendo a
Leila examinó la herida con su brazo libre.
Era un
profundo corte, causado por una espada
-Llegaste
– dijo ella y él tuvo ganas de abrazarla , pero había cosas más importantes ,
por ejemplo su herida
-¿Cómo
estás?
-Es sólo
un raspón – dijo ella pero estaba totalmente pálida.
-Es mucho
más que eso – contestó él y le dio la
niña a Kilcoy, luego se agachó para arrancar un trozo de tela de la falda de la
joven y le vendó el brazo para detener la hemorragia.
-Quédate
aquí .Tendrás que resistir un poco más
Shara , iré a terminar con esto – le dijo serio y luego se volvió a sus hombres
–Protéjanlos con sus vidas – ordenó -
Un rato
después Connor Blackdalion había cumplido su palabra y Levany estaba libre de
enemigos. Nadie había visto nunca tan enfurecido a Connor como en aquella
batalla, tan ferozmente letal. Nadie supo nunca cuánto tenía que ver con una
muchacha herida.
La
mayoría de los invasores estaban
muertos, otros prisioneros y algunos habían huido.
Antes de
ir hasta Shara, Connor se deshizo de su cota de malla y su casaca manchada, no
quería asustarla. Le habían atendido la herida pero aún estaba pálida, yacía
recostada con los ojos cerrados, sus
hermanos la rodeaban y él pudo ver el miedo en los niños a pesar de que se
hacían los fuertes.
-Shar
–dijo suavemente al llegar hasta ella. La joven entreabrió los ojos y lo miró –
Todo está bien ya, están a salvo.
-Gracias...-
musitó ella
-Coy ,
¿por qué no buscas a Cami así atiende a tu hermana...? – dijo Connor y Kilcoy
asintió inmediatamente.
-No es
necesario...- dijo ella
-Shh,
quédate tranquila, además él necesita distraerse – le susurró Connor.
-Yo estoy
bien – insistió la joven pero al intentar incorporase se mareó y Connor la
sostuvo.
-Has
perdido sangre Shara y fue un corte profundo . Necesitas descansar, cuando Cami
llegue yo iré a ver como está todo. No tienes nada de que preocuparte.
Así fue
como durante los tres días
siguientes Connor tomó el mando. Se
aseguró que patrullaran las cercanías de Levany hasta tener la certeza de que
no quedaba ningún enemigo.
Reorganizó
y tranquilizó a los aldeanos, se encargó de que los heridos fuesen atendidos ,
y aunque sólo había habido tres muertos entre su tropa acompañó a sus soldados
para trasmitirles fuerza. También se
ocupó de que se distribuyera la comida sin problemas y su presencia logró mantener el orden y la tranquilidad.
Pero la
principal ocupación de Connor fue cuidar de Shara , Coy y Leila.
La herida
de la muchacha había sido bastante grave , incluso había tenido un poco de
fiebre que los había preocupado, si el corte se infectaba podía ser muy peligroso. Sin embargo la fiebre no duró y tanto Cami como Connor
sintieron que les sacaban un peso de encima. Aún así tardaría un tiempo en
recuperase y el dolor la incomodaba. Lo peor de todo era lograr que estuviera
quieta.
Al cuarto día después del ataque Connor
recibió un mensajero. La guerra había acabado.
Su padre
había derrotado a Rog Tonan y Dionis había acabado con Deveró, el mago aliado
del traidor.
Supo
también que toda su familia estaba a salvo aunque una terrible noticia opacó la
felicidad. Los enemigos habían atacado Delfas matando a todos su habitantes,
incluso a Maris , la prometida de su hermano Caleb. También le contaban que
Caleb había acabado con los culpables y luego había vuelto a Durken .
A Connor
nunca le había gustado Maris para esposa de su hermano pero sintió un profundo
pesar por la muerte tan injusta de la joven y por el dolor que seguramente
desgarraba a Caleb.
Sus padres
le avisaban también que todos volverían al Castillo Blackdalion y que allí esperaban
noticias suyas.
Connor tomó una resolución y se encomendó a los
dioses porque sabía que lo más difícil seria convencer a Shara.
-¡Claro
que no ! – protestó ella cuando él le contó su plan.
-Shara sé razonable , es lo mejor.
-Ya has
cumplido aquí Connor puedes irte cuando quieras pero yo me quedo en Levany.
-No puedas
hacer nada por ti misma , ¿Quién cuidará de Kilcoy y Leila?
-Yo lo
haré como siempre y si no Cami o
cualquier otro me ayudará.
-Ellos
tienen sus propias ocupaciones , no pueden estar pendientes todo el tiempo...
por favor ven conmigo a mi hogar hasta que estés recuperada.
-Connor
...no tiene sentido.
-Estás
herida y quiero asegurarme de que estés
bien...tú lo hiciste por mi...
-No es lo
mismo... – le discutió ella pero Connor recibió ayuda.
-Por favor
Shara di que sí...- intervino Coy
-Yo quiero
ir – se sumó Leila
- Sólo
hasta que te recuperes...- insistió Connor y Shara fue vencida. Vencida incluso
por sus propios deseos ya que anhelaba conocer el hogar y la familia de Connor.
Una advertencia resonó en su mente , pero la ignoró. Sabía que después le
dolería más cuando él saliera de sus vidas pero todavía no había llegado el
momento.
El
Castillo de los Cerezos era un lugar impresionante y Shara sabía que ella tenía
la misma expresión de infantil asombro de sus hermanos. Connor les sonrió
divertido y al entrar al patio principal un hombre se les
acercó. Connor desmontó, bajó a Shara que venía con él y luego se adelantó para
saludar al hombre.
-Hola
pequeño...- dijo el hombre moreno al acercarse
-Hola
anciano ...- respondió Connor abrazando
con fuerza a su hermano mayor, luego al encontrar su mirada vio el dolor
en los ojos oscuros- ¿Estás bien?- preguntó escuetamente. Sabía que él también
podría estar en la misma situación, podría haber llegado tarde a Levany...pero
ni siquiera quiso contemplar esa posibilidad.
-Lo estaré
...- respondió el otro y Connor supo que Caleb debería encontrar la redención
solo...nadie más que él mismo podría darle paz .Sabía también que si había un
hombre con voluntad de acero ese era su hermano, saldría adelante.
-Sí, lo
estarás...-le respondió y pasándole un brazo por los hombros lo llevó hasta
Shara para presentársela .
Shara
esperaba junto a sus hermanos, se sentía un poco amedrentada pero al ver la
sonrisa de Connor se tranquilizó.
El hombre
que lo acompañaba era más joven de lo que ella pensó en un primer momento , , Shara dedujo que era
Caleb , un poco por las descripciones de Connor y otro poco por la enorme
tristeza que percibió en el joven moreno.
Él fue muy
amable y luego los acompañó al interior mientras le contaba hechos recientes a
su hermano menor. Entre las novedades estaba el próximo casamiento de Kalymera
con Dionis, Shara sonrió al ver la mirada que intercambiaron los dos hombres.
Por lo
visto aunque su padre hubiera aceptado
la boda, los hermanos aún tenían sus dudas.
Caleb
entró y Connor se retrasó para esperarla. Leila tomó una mano del hombre y Coy
tomó la de hermana mayor. A su vez Connor pasó un brazo por la cintura de Shara
para trasmitirle confianza y ella supo que él había percibido su inquietud.
Los cuatro
juntos atravesaron las puertas del
Castillo hasta llegar al Gran Salón
donde estaban los demás miembros de la familia.
Elady vio
entrar al menor de sus hijos acompañado por
dos niños y una muchacha de cabello oscuro, entonces su mirada gris se
cruzó con la de la joven, ella tenía ojos dorados.
“Las
hebras se cruzan ” pensó Elady para sí misma y sonrió pues acababa de encontrar
la respuesta a una pregunta que se había hecho durante veintiocho años.
Fue la
primera en dirigirse hacia Shara para
darle la bienvenida.
La familia
de Connor era encantadora y los recibieron muy bien.
Caleb era
muy amable aunque estaba poco tiempo con su familia , seguramente su dolor lo
llevaba a buscar la soledad. Era un
joven bastante introvertido y serio .
Ennis
también era muy agradable y era mucho más expresivo que Caleb , la única que
parecía tener reservas era Kalymera, a veces Shara descubría que la joven la
observaba con una mirada indescifrable.
Por otro lado los padres de Connor eran los
anfitriones perfectos, Kyrios le agradeció que rescatara a su hijo y la trató
como a una princesa. A pesar de tener un aspecto intimidante era muy gentil e
incluso era muy tierno con los niños que
estaban igualmente fascinados con él. Kilcoy caminaba en las nubes
pensando que podría contarle a sus
amigos que había conocido al legendario León Negro.
Elady
Blackdalion, además de ser muy parecida
físicamente a su hijo tenía su misma
calidez, integró inmediatamente a la joven y
se encargó personalmente de supervisar su recuperación.
También
los hermanos Dionis y Bladian eran amables aunque reservados y Shara adivinó
que estaban tratando de adaptarse tanto como ella misma.
Las
mujeres de la casa estaban reunidas en una de las habitaciones preparando el ajuar
de Kalymera. Los ojos grises de Elady brillaban emocionados con cada puntada
que bordaba, la próxima boda de su hija
la conmovía.
Bladian
trabajaba en silencio y su serena
belleza aumentaba cada día que pasaba, la joven había estado en cautiverio y
aún estaba recuperándose.
Kalymera parecía siempre iluminada por la felicidad del amor y su risa lo inundaba todo, Shara las acompañaba aunque no podía trabajar pues su brazo seguía curándose y Leila las asistía mientras las demás mujeres contestaban a sus curiosas preguntas.
Kalymera parecía siempre iluminada por la felicidad del amor y su risa lo inundaba todo, Shara las acompañaba aunque no podía trabajar pues su brazo seguía curándose y Leila las asistía mientras las demás mujeres contestaban a sus curiosas preguntas.
Elady incluso le había enseñado algunas
puntadas que la pequeña practicaba tenazmente.
Cuando
Connor entró a ver cómo estaban ,la niña se arrojó en sus brazos pidiéndole un
cuento y el joven aceptó gustoso. Todas
dejaron sus labores y se dedicaron a escuchar la historia favorita de la niña,
la de la joven encerrada en la habitación de la torre.
A Shara le
encantaba escuchar el sonido de la voz de Connor, así que recostada cómodamente
contra el respaldar del sillón se
sumergió soñadora en la historia.
Kalymera
había escuchado muchas veces aquel cuento, pero cuando su hermano llegó a la
parte donde la joven derrotaba con inteligencia al monstruo que la había
encerrado y lograba escapar ,se dio cuenta de algo y se volvió asombrada hacia
su madre.
-¡Es tu
historia! – exclamó acusadora la joven y
Connor dejó de hablar para mirar a su
madre- Tú eres la joven encerrada en la habitación de la Torre y papá es el monstruo
que te encerró
-También
es el príncipe...- contestó Elady con
chispeantes ojos grises - no hay que
olvidar ese detalle , pensé que tu padre entendería la moraleja del cuento pero me temo que no es
bueno con las indirectas – dijo la mujer esbozando una traviesa sonrisa mientras todos reían ante el descubrimiento.
Shara averiguó de dónde había heredado Connor aquella sonrisa mezcla de inocencia y
travesura.
La
joven ya se sentía bien y añoraba su
hogar en Levany, sobretodo porque sabía que cada día en aquel lugar le haría
más difícil la partida.
Connor era
encantador con ella pero nunca pasaba los límites de la amistad y allí rodeada
por el amor familiar de los Blackdalion ella
aprendía a amarlo cada día más. Y
cada día aumentaba su sensación de no pertenecer allí.
Estaba
recorriendo los jardines admirando los
rosales cuando se encontró con Elady.
-Son muy
hermosas – dijo con sincera admiración mientras acariciaba un pimpollo.
-Sí lo
son...Kyrios y yo reconstruimos este lugar...Yo tenía un jardín en mi casa y
luego él me trajo los rosales para que no añorara tanto.
-¿Y
extrañaba su hogar?
-Un poco
al principio , pero este es mi verdadero lugar en el mundo...¿extrañas tu hogar
Shara?
-Sí,
mucho...
-Supongo
que es tu verdadero hogar, tienes
vínculos profundos con aquel lugar...¿vas a irte entonces?
-Sí...
-¿Ya le
dijiste a mi hijo?
-Todavía
no
-Entiendo
– dijo la mujer y Shara estuvo a punto de preguntarle qué entendía porque en su
interior todo era confusión.
-Yo voy a
acompañarte – dijo Connor cuando ella le habló de volver a Levany.
-No Connor. No hay necesidad y además sería peor
para los niños , ya han vivido demasiadas despedidas – “Yo también “ pensó pero
no lo dijo, después de todo había salido adelante sola, había sobrevivido
veintiún años sin Connor Blackdalion y podría seguir haciéndolo.
-¿Mañana
entonces?
-Sí .
-Bien –
dijo él y se retiró
Shara
estaba preparando las cosas de sus hermanos para la partida, cuando Kalymera
entró a la habitación . La hermana de
Connor siempre se había mostrado reservada con ella como si la evaluara y
después de todo el tiempo compartido Shara no lograba dilucidar cuál era el
juicio que la joven tenía sobre ella.
Los inquisitivos ojos azules se clavaron en ella
y sin preámbulos Kalym preguntó
-¿Lo
quieres ?
-Sí - contestó Shara sorprendida por la pregunta
.
-Mi
hermano es un hombre muy especial y sólo
alguien tan especial como él puede ser digna de su amor ¿ Entiendes eso
verdad ?- preguntó la joven y Shara no
supo si aquello era una advertencia o qué.
-Sé que él
es muy especial...
-Siempre
han habido muchas mujeres a su alrededor
pero nunca estuvo enamorado y el día que lo haga será para siempre
.Pocas mujeres están a su altura...y mi familia sólo aceptará a aquella que él
elija ...cuando llegue el momento.
-Entiendo
– dijo la joven sabiendo que ella nunca sería esa mujer.
-No, no lo
entiendes pero supongo que una vez que te vayas y el tiempo pase lo
entenderás.- le contestó enigmática -Aún así, mi casamiento será en dos meses y
me gustaría que vinieras.
-Gracias
–contestó Shara ya que percibió que la invitación era sincera – pero creo que
no volveré aquí...
-Adiós
Shara y gracias por cuidar de Connor -
dijo Kalymera despidiéndose con un beso en la mejilla.
Cuando la
jovencita se retiró Shara se sintió sumida en la tristeza.
“ Nunca
regresaré aquí” volvió a repetirse a sí misma.
Al día
siguiente , sin volver la vista atrás e ignorando la dolida mirada de sus
hermanos , emprendieron el regreso a Levany .
Había
transcurrido un mes y Elady desde el refugio seguro de los brazos de Kyrios
pensó en sus hijos.
Kalymera
estaba feliz y ella sabía que Dionis merecía el amor de la muchacha , estaba
tranquila de que su hija hubiese hallado
la felicidad. Sin embargo sus tres hijos varones eran otra cuestión. Ennis parecía ser el
mismo de siempre, sin embargo a veces ella sorprendía un rastro de pesar en sus
ojos azules...sentía que había un vacío en él tras la perdida de su poder.
Caleb
simplemente vagaba de un lado al otro como un animal herido sin dejar que nadie
se le acercara, el dolor de su hijo mayor , la impotencia y la culpa que él
sentía estaban destrozándola porque no encontraba como ayudarlo.
Y
Connor...bueno el menor de sus hijos siempre le había traído dolores de cabeza.
Unos meses atrás había creído que nunca lo volvería a ver y ahora...ahora
extrañaba su risa y su desbordante energía. Rondaba por la casa con un humor
tan sombrío como el de su hermano mayor y aunque Elady sí sabía como solucionar
este problema no pensaba intervenir.
Connor debía encontrar la solución por sí mismo.
El menor
de los leones Blackdalion no tenía dudas sobre sus sentimientos, pero por
primera vez tenía miedo. Miedo de ser rechazado porque aunque tenía el impulso
de salir corriendo hacia Shara temía no
tener suficiente que ofrecerle . Ella había llevado una vida difícil y no quería causarle ningún tipo de aflicción,
ella era bastante independiente y había logrado sobrevivir sin él. Sin embargo
sabía que él no sobreviviría sin ella, el mes que había estado lejos había sido
una tortura y aquel pensamiento lo hizo
decidirse.
Fue a
buscar a Kalymera, si alguien era capaz de entenderlo era su hermanita.
Sin
embargo cuando le habló de sus planes la reacción de su hermana fue totalmente
inesperada
-No puedes
casarte con ella. – aseveró la joven con firmeza.
-¿De qué
hablas Kalymera? – preguntó confuso .
-Me
prometiste que no te casarías a menos que yo
lo aprobara, ¿recuerdas?, y no apruebo a Shara. Ella no es adecuada para ti, no te merece. Es sólo
una campesina Conn y qué harás con los niños ¿ acaso vas a hacerte cargo de
ellos?. Tú no estás preparado para eso.
-¡Basta
ya! – estalló él - no voy a permitirte
esto, ¡¿ me escuchas?!. Tú no la conoces y no vas a hablar de ella. Soy dueño de mi vida Kal y no sabía
lo que prometía cuando lo hice.
Ni tú ni
nadie va a entrometerse, además soy yo quien no la merece. Es valiente y leal,
inteligente , justa, dulce. Es fuerte y frágil al mismo tiempo. Leila y Coy son
maravillosos , me enorgullecería hacerme cargo de ellos. Yo... la necesito...– farfulló él levantando la mirada y sólo entonces se dio cuenta de la amplia
sonrisa de su hermana.
-En verdad
la amas – dijo ella maravillada mientras se acercaba a él- Oh, Connor no hay
nadie tan digna de ti, ella también te
ama , no la dejes ir.
Connor comprendió que Kalymera le había tendido una trampa , lo había obligado
a decir todo lo que sentía en su corazón
, su enojo se convirtió en diversión y
alivio .
-Gatita – dijo abrazando a su hermana- me la hiciste
pasar mal.
-Lo sé,
pero tú trataste de apuñalar a Dio.
Considero que estamos a mano.- dijo con una sonrisa angelical que sin embargo
aterrorizó a Connor .Por un momento compadeció al mago de ojos celestes que
sería su cuñado, seguramente no sabía con quién se estaba metiendo.
Connor
estaba acodado en un muro cuando Caleb llegó hasta él.
-¿Estás
pensando en ella? ¿Cuál es tu problema Conn?
- ¿Y si no
puedo hacerla feliz? – preguntó mirando con sus ojos plateados a su hermano
mayor
-Connor tú
siempre sabes como hacer feliz a los demás-dijo con seriedad aturdido por la
angustia que veía en el rubio joven-Vamos, hermanito me he pasado la vida
rescatándote de las damas no imaginé que algún día tendría que empujarte a los brazos de una.
-Cal...
-¿Acaso
hay concilio familiar y no me avisaron? – preguntó Ennis llegando hasta ellos .
- ¿Tienes
algún consejo para nuestro hermanito? – preguntó Caleb olvidando sus propias
preocupaciones .
-Mientras
no la ahuyente como a las otras....
-¡Ennis
amo a Shara!, no es una más... – gritó indignado Connor.
- Yo sabía
que algún día toda esa bebida te haría
mal – les respondió su hermano que había decidido provocarlo- Yo que tú no me
preocuparía tanto, según escuché la
chica es bastante independiente , así que puede soportar a un marido
inútil...si eso es lo que te inquieta.
-¿No
pueden dejarme en paz? . No me están ayudando.
-¿Bueno de
qué sirve que seas el menor si no te podemos molestar...?-Inquirió Caleb, pero
al ver la furibunda mirada de su hermano , le pasó un brazo por los hombros-
Tranquilo Conn, lo harás bien...
-Si es la
mujer que amas , sólo ve a ella Connor –
agregó Ennis mirándolo con seriedad.
El rubio
alzó su mirada agradeciendo a sus hermanos . Sabía que podía contar con ellos y
lo reconfortó saber que , más allá de
las bromas, ellos creyeran en él y le dieran su apoyo.
Sólo le
faltaba hablar con sus padres .
-¿Cuándo
vas a irte Connor? – preguntó su madre al verlo llegar.
-¿Cómo la
sabías?
-Bueno ,
pensé que ya era hora de que hicieras
algo correcto
-Te he
defraudado mucho madre, ¿ no he cumplido con lo que esperabas de mí , verdad?
- ¡Oh
cariño ! Te quiero mucho y nunca podrías defraudarme. Sólo espero que alguien
te ame de verdad y vea lo que nosotros vemos en ti. Tu belleza no sólo se
limita a tu exterior Connor.
-Madre...
-Ely, este
cachorro ya es bastante engreído como
para que tú lo empeores...-interrumpió Kyrios pero al ver a madre e hijo juntos
agradeció que alguno de los cuatro se pareciera a su amada esposa. Se acercó a
su hijo menor .- Siempre me han
compadecido por tu poca inteligencia, Connor . No me defraudes, ve a buscarla y
no vuelvas sin ella hijo, demuestra que
eres más inteligente de lo que creen los demás – agregó con una sonrisa burlona
mientras abrazaba a su hijo . Connor agradeció la aprobación y el amor que se escondían detrás de aquellas palabras.
Kyrios
observó a su hijo marcharse para hacer
los preparativos del viaje y pensó que había madurado mucho últimamente. Era
como si el verdadero Connor finalmente hubiese salido a la luz.
-¿Recuerdas
a la mujer que conocí antes de casarnos, la que veía el futuro? – le preguntó
Elady llamando su atención.
-Claro, siempre estaré en deuda con ella,
te empujó a mis brazos... ¿Por qué me los preguntas?
-Bueno tal
vez podamos pagar esa deuda...tengo una historia que contarte.
-Tengo la
sensación de que va a ser muy interesante
-Mucho...
– contestó ella
-Hablando
de historias amor mío ¿me puedes decir cómo es eso de que soy el afortunado
protagonista de un cuento que has narrado durante años a nuestros hijos?
Elady sólo río y abrazó con fuerza a su
esposo.
El menor
de los Blackdalion tenía listo todo para
partir, incluso había recibido consejos de cortejo de casi todos los miembros
de su familia. Pero aún tendría que esperar un día para irse ya que sus padres habían insistido en que compartiera la cena con la familia . Connor aprovechó la velada para compartir con ellos algunas de sus
preocupaciones.
-¿Padre no
sabes quién es el heredero de Levany ? – le preguntó a Kyrios
-No ,
conocí al anterior Señor , pero no sé quien es su heredero...¿Por qué te
preocupa?
-Esa gente
está desprotegida y quisiera poder hacer algo...si supiera quién es tal vez
pudiera hablar con él y encontrar alguna solución.
-Yo lo
conozco...- interrumpió Caleb que había
seguido concentrado la conversación entre su hermano y su padre.
-¿En
serio? ¿Quién es Caleb? ¿ Crees que tenga algún interés en Levany?
-Tranquilo
cachorro, ¿ acaso estás tan ansioso por
tener un Señor? Porque deberás someterte a sus decisiones....- lo
provocó su hermano mayor.
-Habla
Caleb...- lo urgió Connor que en realidad no había contemplado la posibilidad
de que alguien más le dijera que hacer. Su hermano sonrió adivinando sus
pensamientos.
-Caleb ...
– lo amonestó su padre - ¿puedes dejar de jugar?
-Sí queremos saber – insistió Kalymera que no soportaba el suspenso.
-Estás
mintiendo , no lo conoces – lo presionó Ennis
-Ah, sí que lo conozco, no siempre me agrada pero
lo conozco muy bien – dijo mientras reía
-¡¡Caleb!!
– lo reprendieron varias voces a la vez
- Suéltalo
ya... – dijo Connor con sus ojos grises brillando amenazantes
-Tú – dijo
Caleb sonriente.
-¿Qué ?
-Tú eres
el Señor de Levany...
-Imposible
– dijo Kyrios paseando su mirada entre sus dos
hijos.
- ¿Cómo ?
– preguntó Connor incrédulo.
-“Levany”...el
nombre me sonaba , luego lo recordé ...se lo ganaste en un juego de cartas al
heredero un par de años atrás.
-¿ Ganó un
Señorío en un juego de cartas? – preguntó Elady sorprendida
-No puede
ser legal ...- comentó Kyrios divertido
por el rumbo que tomaba todo, Connor siempre les deparaba alguna sorpresa.
-Lo es ,
yo estaba allí y les hice firmar los papeles .Toma Señor de Levany , los
encontré esta mañana – dijo Caleb alcanzándole unos papeles a su hermano
-Durante
dos años he sido el Señor de Levany , increíble – exclamó Connor y todos
estuvieron de acuerdo.
A pesar de
que todo estaba preparado para su
partida Connor aún tenía una preocupación.
-¿Y si no
me quiere? – preguntó dubitativo ante los gestos de fastidio de su familia.
-¡Connor!
– lo reprendió su madre
-En ese
caso no es tan inteligente como creímos – dijo su hermana acercándosele con una
sonrisa y antes de que él se pusiera en marcha ella le susurró algo al oído.
Connor le
dio un beso en la mejilla y la miró agradecido, la menor de su familia le había
dado la respuesta que buscaba.
“Ofrécele
tu amor, es lo único que importa” le había dicho Kalymera y Connor deseó que
fuera cierto.
Cabalgó
deprisa a Levany, hacia su lugar en el mundo donde
residía su corazón.
Había pasado toda la tarde bajo el sol
trabajando la tierra, tenía el pelo desordenado, la piel sonrojada, las manos
magulladas y seguramente tenía más tierra encima de la necesaria.
Entonces
lo vio llegar y el cansancio se esfumó siendo reemplazado por un montón de
pensamientos .
Lo primero
que pensó fue que se había recuperado completamente , se veía fuerte y había ganado algunos
kilos. También notó que llevaba ropa cara y fina , la cual le sentaba de
maravillas. Él había nacido para esa vida, sin necesidades ni penurias , sin
mencionar que era el hombre más atractivo
que ella hubiera conocido, porque aunque desde el primer día ella
hubiera tratado de ignorarlo Connor Blackdalion era majestuoso.
Lo último
que notó fue que había estado
conteniendo la respiración mientras lo miraba porque había creído que nunca
volvería a verlo y eso le había provocado un dolor innombrable.
Conocía
cada faceta de aquel hombre. Lo había visto totalmente vulnerable, estaba
segura que muy pocos habían visto la fragilidad de Connor Blackdalion como ella
; había contemplado al guerrero feroz y al hombre cálido y alegre capaz de
crear música o jugar con niños. Ella había amado cada aspecto de él sabiendo
que no lo podría tener.
Sin
embargo, ahí estaba observándola con sus ojos grises mientras esbozaba una de
sus asombrosas sonrisas.
-Hola Shar – dijo casualmente
-Hola
Connor – le contestó ella en el mismo tono
-Tanto
tiempo trabajando bajo el sol te hará
mal – comentó acercándose y ante la mirada evaluadora de él, la joven deseó encontrar la manera de retenerlo.
-Estoy
acostumbrada. ¿Qué haces aquí?
-Soy el
Señor de Levany – le dijo él como si fuera un mero comentario
-¡¿Cómo?!
– preguntó sorprendida.
-Parece
que lo “heredé”hace un tiempo sólo que no lo recordaba hasta que Caleb me lo
dijo.
-¿Lo
heredaste ? - preguntó intrigada por la sonrisa de él , lo conocía lo
suficiente como para saber que había algo más.
-Algo así,
luego te cuento los detalles – dijo él con una media sonrisa y la joven supo
que sería una buena historia.
Se lo
quedó mirando.
Era el
Señor de Levany , eso significaba que
estaría siempre cerca y siempre lejos. Shara sintió como si le
arrebataran una estrella de las manos, recordándole que ella no podía
alcanzarla. Nunca tendría a Connor, pertenecían a mundos diferentes . Ella era
una simple muchacha de aldea, ni siquiera
tenía la belleza deslumbrante de las mujeres que lo rodeaban ...ella no
tenía nada para ofrecerle a Connor Blackdalion, Señor de Levany. Nada excepto
el amor que sentía, pero él jamás lo
reclamaría.
-Shar...¿podemos
hablar?- le peguntó sacándola de sus pensamientos.
-Lo
siento...¿quieres pasar?
-No ,
prefiero estar aquí afuera...
-Entiendo
– dijo ella aunque no tenía la más mínima idea de que sucedía.
-Me
preocupa que me falte el aire si entramos – aclaró y ella lo miró interrogante-
aunque te agradecería que soltaras el azadón , me sentiría más seguro...
-¿Sucede
algo? – preguntó alarmada por el semblante de él.
-No...o
sí. Tengo que decirte algo.
-Connor me
estás asustando...
-Bueno ,
eso nos pondría en igualdad de condiciones...
- Connor
¿puedes hablar de una vez?
-Bueno te
dije que era el Señor de Levany, así que voy a necesitar ayuda y compañía.
-Supongo
que sí , el lugar donde vivirás es un desastre. Seguramente podemos conseguirte
gente y una buena casera que te ayude a ponerlo en condiciones.
“¡Bendita mujer! “, él estaba tratando de declararse y
ella pensaba en personal de servicio...
-En
realidad tenía otra cosa en mente ...- dijo él divertido – algo que tenga que
ver con abrazos y besos, muchos besos...
Shara se
lo quedó mirando sin entender ,¿ acaso quería que ella lo ayudara a conseguir
una novia o algo por el estilo?. Estaba muy confundida y el sol y la cálida
sonrisa de Connor no estaban mejorando la situación.
-No te
entiendo- dijo ella
-Ya veo
que no me lo vas a hacer fácil, nada de subterfugios...La verdad, simple y
directa-dijo él como si hablara consigo mismo.
-¿Te
sientes bien? – preguntó la muchacha.
-Oh Shar,
eres única. Lo que he venido a decirte, pedirte mejor dicho es que te cases conmigo . Quiero que seas mi
esposa.
-¿Qué? –
preguntó tontamente pensando que estaba empezando a alucinar. Alucinar con que
Connor le pedía casamiento.
-¿Shara,
te casarías conmigo? – repitió él
-Soy solo
una campesina. ¿Qué va a pensar tu familia? – fue lo único que se le ocurrió
decir. Ser la esposa de Connor iba más allá de cualquier sueño, ni siquiera se
atrevía a considerarlo .
Él esbozó
una tenue sonrisa y habló lentamente.
-Mi madre
cree que eres perfecta, de hecho está muy rara, me dijo que yo le gustaba a tu
abuela...-ella lo miró extrañada pero él continuó implacable- Kalymera te
adora, mi padre dice que si te dejo ir soy más estúpido de lo que todos creen.
Y mis hermanos me prohibieron volver sin ti.
-Eres un Blackdalion...-insistió
tercamente, muerta de miedo ante la
posibilidad que le ofrecían-
-No
significa nada, tú eres la más respetable de los dos. Yo soy la oveja negra,
Caleb es el premio mayor, así que no quiero que te hagas ilusiones. Si me
aceptas te llevarás a la vergüenza de la familia – dijo serio pero con la
sonrisa bailándole en los ojos-, aunque
puedes reformarme...
-Pero...-dudó
ella.
-Shara –
dijo él y había miedo en su mirada plateada – no importa quién soy , porque si
mi familia te quiere o no ,es irrelevante. Si soy o no un Blackdalion tampoco
importa. Lo único importante es que soy
tuyo...
-Tú no
eres mío , lo de la subasta ...-murmuró confusa
-No hablo de la subasta - la interrumpió con impaciencia , luego un
brillo travieso iluminó sus ojos -aunque debería averiguar qué clase de poder
sobre mi te dan esos papeles .
Shara – insistió serio - te pertenezco
desde que nuestras miradas se cruzaron, eres mi dueña porque te amo y no me
imagino sin ti. Y amo a tus hermanos, quiero ayudarte a criarlos , aunque
seguramente Coy va a darnos muchos dolores de cabeza y voy a tener que
perseguir a los pretendientes de Leila. Quiero tener hijos contigo, aunque por
mi bien espero que hereden tu sentido común porque si se parecen a mí...
– continuó parloteando asustado por la
posibilidad de que ella lo rechazara
-¿Mi
sentido común...?¿Hablas de la mujer que te compró en una subasta?- preguntó
ella interrumpiéndolo, su voz temblaba por la emoción. Era cierto, Connor la
amaba tanto como ella a él- Sabes... yo
prefiero que se parezcan a ti – dijo sonriendo
mientras se le acercaba– porque harían mi vida más interesante , la
iluminarían como tú- dijo al tiempo que apoyaba una mano en la mejilla de él.
-Mucho más
interesante... .Entonces, ¿me aceptas ? - preguntó titubeando como nunca antes en su vida
-Sí. Voy a
ser tu esposa. Te amo Connor Blackdalion , te amo , -pronunció como una letanía
-¡TE AMO! – repitió mientras él la estrechaba contra sí y la besaba .
-¿Ya
podemos ir con ellos? – preguntó la pequeña a su hermano mientras desde la
ventana observaban a la pareja que se besaba.
-Todavía
no Leila , dejémoslos solos otro rato.
-¿Esta vez
él va a quedarse con nosotros?
-Sí .Esta
vez va a quedarse para siempre – contestó Coy con los ojos dorados brillando de
felicidad. Casi tanta como la que brillaba en los ojos de su hermana mayor.
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Como me encantó la historia de Connor, pero Caleb... Hay Caleb!!!!!
ResponderEliminarJejejejje
Me encanta tu mundo medieval!!!
Besos preciosa
No sabía que Caleb era tu debilidad, jajaj. Cre que nunca me lo comentaste...
EliminarMe la pones tan difícil Nata jajaja... quiero leer de nuevo toda la Saga (pero el tiempo ahora mismo es escaso!). Me cuesta resistir la tentación pero a ver qué se puede hacer... me ha encantado la imagen elegida a propósito!
ResponderEliminarSis debes ponerlas todas aki, aunque cuentes con tu grupo de todas maneras jejeje... como siempre orgullosa de ti ;)
ResponderEliminarNata me llenas de sorpresas, me encanta que las historias no son monótonas.... que gran saga... ME ENCANTA!!!!!!!!!
ResponderEliminarLari
Graciasssssss! he tratado de qu ecada una sea diferente aunque con tantos alrededor algunas cositas siempre se repetirán. Besos
EliminarNataaaaaa!!
ResponderEliminarJajajaja sonrisas en medio de una guerra que maravilla!
Jaja Ganarse un señorío en un juego de cartas?? OMG! empezaré a jugar esas cosas?!! Esa no me la esperaba, que buena sorpresa.
Gracias Nata!
Lu
Gracias!! Y de Connor se puede esperar cualquier cosa, ese niño es de mis favoritos. Gracia spor disfrutar su historia.
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