domingo, 20 de mayo de 2012

Blackdalion 4, El León encerrado


Les  dejo la cuarta historia de mi saga de los Blackdalion, con uno de mis chicos favoritos, Connor Blackdalion
 El león encerrado
Shara se despidió de sus hermanos, montó el viejo caballo , se arrebujó en su tosca capa y partió hacia Cetra a contratar a un mercenario.
Ella había vivido toda su vida en el pequeño poblado de Levany y aunque había cumplido veintiún años pocos días atrás , era la emisaria de todo un pueblo que confiaba en ella.
Levany estaba compuesto por campesinos y artesanos, eran gente sencilla y pobre que se habían empobrecido aún más a causa de las malas cosechas y la guerra que se había desatado en el continente.
Ellos no querían aliarse con el infame Tonan pero tampoco sabían pelear. Eran conscientes de que cuando la guerra llegara a Levany estarían perdidos. Serían victimas de la violencia y el saqueo y perderían lo poco que tenían en el mundo.

Estaban librados a su suerte , si bien formaban parte de un gran señorío , el Señor había muerto muchos años atrás y nadie había reclamado su herencia. Sólo un viejo castillo , abandonado y medio derruido quedaba como evidencia de mejores épocas. Nadie los protegería y en el último Consejo del pueblo habían tomado una decisión :  reunirían el poco dinero que tenían y enviarían a alguien a Cetra a contratar a un mercenario, alguien que pusiera la espada a su servicio y les enseñara a defenderse.
Shara había sido elegida para llevar a cabo la misión y la joven, que se caracterizaba por ser seria y responsable , aceptó el hecho con la misma resignación que había aceptado todas las dificultades en su vida.


-¡Déjalo ya Troy!. Si lo matas no podremos venderlo – gritó el repulsivo hombre a la vez que detenía el brazo de su camarada.
-Está bien, Lubon, esa subasta va a ser muy divertida –dijo el aludido dándole otro fuerte golpe al hombre que estaba caído a sus pies, luego se retiró de la miserable estancia.
  Connor pensaba que su pierna debía estar quebrada, al menos le dolía como si lo estuviera, aunque el dolor era la menor de sus preocupaciones.
Sabía que su padre y hermanos sabrían cuidarse pero el azaroso destino de su madre y hermana le angustiaba profundamente.
Él debería estar junto a los suyos , pero en cambio estaba encerrado y a punto de ser vendido como esclavo.
Había estado combatiendo en Roen junto a sus hombres pero los habían emboscado y cuando él regresó a rescatar a un compañero caído lo habían atrapado. Se había resistido peleando con todas sus fuerzas pero no había sido suficiente, luego lo habían trasladado a Cetra para ser vendido como esclavo. Allí había intentado escapar y una vez más se había batido con sus captores, desarmado había peleado con sus manos desnudas , se había  retorcido como un animal salvaje, como un león enjaulado. Aún así lo habían dominado y le habían hecho pagar con creces su osadía.
Todos sus ancestros Blackdalion debían estar retorciéndose avergonzados en sus tumbas, él siempre había sido un irresponsable , más preocupado por la diversión que los deberes, pero al menos había sido tan buen guerrero como cualquiera de su estirpe. Sin embargo se había dejado atrapar, estaba encadenado, herido y se sentía muy débil.

Cuando lo llevaron a la tarima para la subasta , Connor perdió el equilibrio y cayó sin fuerzas para levantarse, sentía que estaba perdiendo el conocimiento, pero el orgullo  de su linaje lo obligó a levantar su cabeza y fijar desafiante sus ojos grises en la multitud que se reunía alrededor. Lo último que vio antes de desvanecerse fue una increíble mirada dorada que  lo reconfortó.
Shara aborrecía  con toda su alma  la esclavitud, tanto como cualquier forma de opresión, aún así no pudo evitar detenerse frente a la subasta.
Si alguien le hubiese preguntado qué se le cruzó por la cabeza aquel día Shara lo justificaría diciendo que tuvo una corazonada, un aviso del sexto sentido heredado de su abuela. Lo cierto es que cuando sus ojos se cruzaron con la mirada plateada del hombre encadenado no pudo evitar pujar por él.
A pesar de yacer en el suelo se notaba que era un hombre alto , además tenía complexión de guerrero aunque estaba muy maltrecho, pensó la joven excusándose a  sí misma.
Ella había sido enviada a contratar a un mercenario no a comprar un esclavo moribundo, a pesar de eso ,quince minutos después de su llegada y mediante el desembolso de todo el dinero que tenía Shara era la dueña de Connor.
Sólo una vez que le entregaron los papeles de propiedad y le indicaron que podía llevárselo, la joven comprendió la magnitud de lo sucedido. El peso de sus acciones cayó sobre ella con toda su fuerza, más aún cuando tuvo que arreglárselas sola para mover al pesado hombre.
 En el momento que tuvo que sostenerlo y arrastrarlo sin ayuda hasta el caballo supo que se había vuelto loca, la sensata Shara finalmente había perdido el juicio.
Estaba más herido de lo que ella sospechaba, su estado era febril y apenas balbuceaba confusas palabras, por eso – ahora lo comprendía- no había tenido fuertes oponentes en la puja por comprarlo. Era incapaz de pelear contra alguien, seguramente su hermanito Kilcoy lo vencería sin esfuerzo alguno.
Con mucha dificultad la joven lo subió al caballo, cruzándolo sobre el lomo como si fuera un saco de cereal, y montó tras él encaminándose a Levany.
Cuando llegó a su casa era de noche. Kilcoy salió presuroso a recibirla y se quedó boquiabierto observándola .
-¡Vamos Coy, ayúdame! – lo llamó ella mientras trataba de bajar al hombre inconsciente.
-¿Quién es él?-preguntó el niño mientras la ayudaba.
-Nuestro defensor –contestó ella mordazmente
-¡¿Qué?!
-No te preocupes, con la suerte que tengo morirá antes de que los demás se enteren de lo estúpida que fui.-comentó mientras lo arrastraba al interior de la casa.
Entre los dos lo recostaron en la cama de Shara , estaba ardiendo en fiebre. La pequeña Leila se levantó y frotándose los ojos se quedó mirando a sus hermanos y al gigante rubio .
-Ve a dormir Leila – dijo Shara adelantándose a las preguntas de su hermanita- mañana te contaré todo.
-¿Lo prometes? – preguntó somnolienta la niña
-Sí , te lo prometo – corroboró la joven metiéndola en la cama y arropándola.
-Coy- llamó a su hermano- ve a buscar el ungüento de papá.
-Sí – contestó el niño sin cuestionar y salió presuroso.
El padre había sido herrero y tenía un  efectivo ungüento para curar sus frecuentes heridas y quemaduras, desde que había heredado su trabajo Shara seguía preparando el ungüento.
Cuando el niño volvió , ella  le pidió que le ayudara a quitarle la camisa al hombre y lo examinó.
Tenía una quemadura en el brazo , donde le habían marcado a fuego el símbolo de los esclavos , le aplicó el bálsamo para que lo curara. Tenía además una gran  mancha morada en sus costillas producto de un fuerte golpe y el pantalón raído dejaba al descubierto la inflamación de la pierna izquierda. La joven vendó y entablilló la pierna, por si estaba quebrada .Había también un corte en un hombro que parecía haberse infectado. Lo limpió cuidadosamente hasta que la herida estuvo limpia, luego  aplicó la pomada en cada golpe y corte que tenía. Finalmente  le refrescó la frente con paños de agua fría esperando que la fiebre remitiera.
Envió a su hermano a dormir y se quedó velando . A la mañana siguiente la fiebre había disminuido pero seguía inconsciente. 
Shara sabía que no podía retrasar más el enfrentamiento con sus vecinos y mandó a Coy que los buscara, debía dar las explicaciones pertinentes, aunque no tenía la más mínima idea de cómo hacerlo.
-¡Shara! ¿cómo pudiste gastar todo nuestro dinero en “eso”? – gritó Logan señalando al convaleciente Connor que permanecía ajeno al mundo que lo rodeaba.
-¡Estamos perdidos!, cuando lleguen  van a matarnos – fue el optimista comentario de Cami
-¡Confiábamos en ti! – se lamentó Selda
Durante varias horas la apesadumbrada joven escuchó los reclamos de sus amigos y vecinos mientras visualizaba en su mente el terrible futuro que les esperaba por su imprudencia.
Los había defraudado a todos pero ya no había vuelta atrás y sólo el tiempo diría cuál sería el precio que debería pagar.
Los habitantes de Levany se negaron a hacerse cargo de él y se lo  “cedieron” a Shara, después de todo los papeles de compra llevaban su nombre.
Así que repentinamente no sólo estaba a cargo de sus hermanos sino también del desconocido que dormía en su cama.
Shara se quedó despierta aquella noche. Además de la incomodidad de su lecho improvisado en el duro suelo, estaba demasiado inquieta para dormir. Podía escuchar las rítmicas respiraciones de sus hermanos, incluso vislumbraba sus pequeñas siluetas en la penumbra. También escuchaba otra respiración, un sonido diferente, era más potente pero ella sabía que su sueño no era tranquilo, era el de alguien que luchaba por vivir con todas sus fuerzas.
Estaba muy cansada , pero no tenía sueño, aquel silencio apenas interrumpido se prestaba para reflexionar. Shara sólo podía pensar con temor en el futuro, hubiese querido no tener tantas preocupaciones, poder disfrutar más, pero en cambio cada minuto del día estaba alerta tratando de detectar cualquier peligro, encargándose de la casa, el campo , la herrería y el bienestar de su hermanos.
¿Qué pasaría si el hombre moría? .¿Y si vivía? ,¿quién era ese extraño , qué clase de persona era la que ella había dejado entrar en sus vidas?. Así herido se veía  indefenso, pero sano debía ser imponente. ¿Podría defender a los suyos si él los atacaba? ¿Representaba algún peligro?
Hubiera deseado dormir tranquila mientras alguien vigilaba su sueño, dándole seguridad pero en aquella clara noche ni siquiera podía dormir, porque lo quisiera o no había tres vidas que dependían de ella. Sólo cuando empezó a amanecer Shara pudo dormir un par de horas.

La joven estaba trabajando en los cultivos que rodeaban su pequeña casa, ese año no les dejarían ganancias , pero con suerte alcanzarían para alimentarlos. Además tenía algunos pequeños trabajos en la herrería que había heredado de su padre , que le ayudarían a sobrevivir el cruento invierno.
Su madre había muerto al dar a luz a Leila y su padre  la había seguido meses después, por eso desde los quince años Shara se había convertido en la responsable de sus hermanos. Si bien no había sido fácil al menos habían vivido tranquilos. Pero con la guerra esa tranquilidad se había esfumado.
-¡Shara, él está despierto! – la llamó su hermano sacándola de sus pensamientos.
La joven dejó sus herramientas y corrió hacia la casa.
Leila estaba junto al hombre observándolo fascinada.
-Se mueve – dijo la niñita como si aquello fuera un milagro.
Shara llegó hasta él y vio que había entreabierto los ojos, le tocó la frente percibiendo que ya no tenía fiebre.
-Agua...- pidió él con voz espesa y entrecortada.
Coy le alcanzó un vaso con agua a su hermana y ésta ayudó al hombre a incorporarse para beberla.
-¿Dónde estoy?, ¿qué pasó? – preguntó él con la voz más clara
-Está en Levany ... en mi casa ¿recuerda la subasta?
- Sí...- respondió él mientras las imágenes se sucedían en su mente-.¿Cuánto tiempo...? – preguntó -
-Lo traje aquí hace tres días ..-le  explicó ella
-Gracias  - respondió clavando sus ojos grises en la muchacha. Connor recordó que aquella mirada era lo último que había visto antes de quedar inconsciente, tenía además la sensación de haberlos contemplado brevemente en sus horas de convalecencia – Gracias...- repitió – estoy cansado – dijo y entrecerró los ojos para volver a dormirse.
 “Al menos tiene modales “ pensó Shara y luego se le antojó un pensamiento muy ridículo. Había reaccionado pero qué pasaría cuando recordara su condición de esclavo.

Durante los días siguiente su “huésped” se despertaba esporádicamente y hablaba un poco. Así la joven supo su nombre. Poco a poco Connor iba recobrando fuerzas.
Dos días después al entrar en la casa Shara lo encontró sentado en la cama, totalmente lúcido y mirando hacia la puerta como si la esperara.
Había llegado el momento de las respuestas.
-¿Cómo llegué aquí?
-Yo te traje...-respondió elusiva, la voz firme de él la intimidaba. Tenía la sensación de que no le agradaría lo que ella tenía para decir y también presentía que no debía enojar a aquel hombre.
-¿Cómo ? – insistió él
-En Cetra, en la subasta...yo te compré. – confesó y con la rapidez de un animal él se levantó y se cernió sobre ella.
-¡¿Me compraste?! – preguntó él enfatizando sus palabras y sujetándola con fuerza- Yo no soy propiedad de nadie  , menos tuyo. ¿Qué se supone que debo hacer, cultivar tus campos? – preguntó con ironía y desprecio .
Shara percibió la furia en sus palabras.
-Si mal no recuerdo no  te quejaste mientras te  curé y asistí estos días. –respondió ella  reaccionando con la misma fiereza.
 Connor  la soltó con rapidez y se quedó mirándola. Ella salió huyendo y cerró de un portazo.
 Ciertamente lo había cuidado y curado durante varios días y debía reconocer que no parecía la clase de mujer que compraría a una persona, sin contar con que obviamente era muy pobre. Había más en aquella historia de lo que él entendía.
Se movió lentamente pues su cuerpo aún sufría las consecuencias del maltrato y la fiebre , le resultaba extraña aquella debilidad, él era un hombre fuerte y lleno de energía. Caminó despacio y observó el lugar. Era una casa pequeña , sencilla y con pocos muebles. Entonces notó que había dos camas pequeñas contra una pared y otra que él había estado ocupando. ¿Dónde había dormido la mujer? , adivinó que ella había yacido en el suelo  para permitirle estar cómodo. También notó la ropa, obviamente prestada y muy usada que le había conseguido . Por lo visto estaba en deuda con ella. Pasó un rato tratando de ordenar sus pensamientos, hasta que algo  le llamó la atención, una hermosa espada colgaba en la pared, obviamente para los habitantes de aquella casa era un adorno pero para él era mucho más
 Se acercó y cuidadosamente  deslizó sus dedos por la empuñadura y la hoja.
En ese momento Shara regresó , había decidido ser valiente y enfrentar lo que ella misma había causado, y lo vio explorando la espada, supo entonces que él era un guerrero. Había una reverencia especial en la forma en que sus manos acariciaban el metal, casi con amor. Él se volvió y la miró .
Por un segundo sus miradas se enfrentaron en una batalla invisible, Blackdalion percibió que  había una mezcla de sentimientos en la  mirada dorada, desafío , miedo, vergüenza y otros que Connor no se atrevió a indagar. Le debía una disculpa y con voz calma se dirigió a la muchacha.
-Es una espada hermosa...-comentó en tono sereno proponiendo una tregua
-La hizo mi padre, era herrero, pero nunca fue usada...- contestó precavida. Connor notaba la tensión en el cuerpo femenino. Como  si ella estuviera dispuesta a volver a huir o a atacar ante una agresión injusta.
- Siento la forma en que me comporté. No fue mi intención dañarte. Si quieres contarme me gustaría saber por qué me compraste – propuso y no se atrevió a moverse para no asustarla
La joven se sentía avergonzada de que pensara que ella era la clase  de persona que tenía esclavos , así que , aunque creía que había sido injusto y desagradecido aceptó su disculpa y le contó toda la historia.
Después del impacto inicial , mientras escuchaba atentamente a la joven , el enojo que Connor  aún  guardaba en su interior , empezó a disminuir. Pensó que si no fuera el protagonista sería una historia muy divertida. También comprendió que estaba en deuda con aquella familia, incluso era posible que le debiera la vida a Shara.¿Qué hubiera sido de él si alguien más lo hubiera comprado en la subasta?
Una vez que hubo escuchado toda la historia  se le ocurrieron un montón de preguntas, así con su mejor sonrisa y  con un tono de voz persuasivo empezó su interrogatorio.
-¿Buscabas a un  mercenario que los protegiera y me compraste a mi? , ¿por qué? – preguntó Connor intrigado
-Estabas herido...-respondió ella escuetamente
-A eso me refiero, no creo que sirviera de mucho – aclaró él divertido.
-Tuvo un presintimento , como nuestra abuela bruja – agregó Kilcoy que estaba junto a ellos. Desde que habían llegado de casa de un amigo los dos niños se habían sentado a escuchar el relato de su hermana.
-Se dice presentimiento y la abuela no era bruja – lo reprendió ella.
-Pero tú dices ...-continuó el niño pero la feroz mirada de su hermana lo calló
-¿Bruja? - preguntó Connor intrigado. Él siempre había amado las buenas historias y ésta se ponía cada más fascinante. La red de acontecimientos que lo habían llevado a Levany era más compleja de lo que pensaba en un principio.
Shara miró confusa a Connor , en poco tiempo había pasado del enojo a la diversión y ahora la miraba concentrado  y expectante como Leila cuando escuchaba un cuento.
-¿Tu abuela era bruja? – insistió Connor instándola a contarle
La expresión atenta  de su cara  tenía un efecto devastador, Shara se rindió y acomodándose frente a él le contó.
--Dicen que era bruja, lo cierto es que tenía dones, como los magos ¿sabes?. Ella llegó aquí siendo muy joven , estaba huyendo de algo o alguien, nunca lo supimos , la gente la trataba diferente – Connor pensó en su hermano Ennis e hizo un gesto de asentimiento para decirle que entendía de que hablaba- Dicen que era muy hermosa . Recuerdo que aun siendo  anciana había  en ella algo muy atractivo, algo que te envolvía. Tenía los ojos dorados  como los míos y  yo la quería mucho. – comentó con nostalgia -
Bueno continuando con mi historia , cuando ella llegó a Levany era joven y desconfiada. Podía ver lo que sucedería   en el futuro y curaba. Mi abuelo era  un joven campesino y se enamoró perdidamente, pero mi abuela lo rechazaba. Él decía que parecía un animalito asustado y que tuvo que ser muy paciente para acercársele .Él era de una vieja familia de Levany por lo que era muy respetado por los suyos, así que al ver su interés en la muchacha los demás fueron aceptándola . Cuando se dio cuenta que estaba  a salvo mi abuela cambió, y los conquistó a todos aunque tardó en aceptar a mi abuelo. Finalmente se casaron y tuvieron a mi padre. Él no heredó ningún don extraño, pero cuando yo era niña solía tener presentimientos, nada concreto, sólo fuertes sensaciones. Mi madre decía que era la herencia que me había legado mi abuela.
- Y ese presentimiento te llevó a comprarme – medio preguntó , medio reflexionó él-.
-Sí, sentí que debía hacerlo, aún cuando fuera algo totalmente ilógico
-Dime,-preguntó cambiando de tema- ¿Por qué tu abuela tardó tanto en aceptar a tu abuelo?¿no lo quería?
- Muchos creyeron que lo aceptó por la insistencia de él y que había encontrado en Levany un refugio perfecto, casada con un campesino, aquello de lo que huía no llegaría hasta ella, pero lo cierto es que amaba a mi abuelo. Cuando era anciana , yo le hice la misma pregunta que tú me haces y ella me dijo que lo rechazó porque le temía. Que mi abuelo era lo que más temía en el mundo porque  había tenido visiones de él desde niña y lo amaba con locura pero sabía que le pertenecería , que se adueñaría de su alma para siempre. Y que sólo cuando entendió que él le pertenecía en la misma medida supo que no había nada que temer, que al fin había llegado a su casa. Fueron muy felices.
- Es una buena historia- comentó él – a mi hermana le gustaría...
La joven se  quedó observándolo, él tenía familia y ella tenía muchas preguntas, sin embargo no se animaba a hacerlas.
Él a su vez su quedó contemplando la seria mirada de ella, algo la preocupaba y Connor le debía ayuda.
-Te debo mi vida...-dijo él - , estoy en deuda contigo dime cuál es el precio y lo pagaré...
Shara se sintió ofendida, la clase de ayuda que ella le había dado no tenía un precio y era injusto que él lo viera así. Sin embargo era una oportunidad que no podía dejar ir. Lo miró y habló con firmeza
- Enséñanos a defendernos, a mi y a la gente de la aldea...
-Yo..
-Eres un guerrero... – afirmó ella y él no pudo negarlo
-Sí , pero tengo que irme, no puedo quedarme a enseñarles nada...
-Entonces no ofrezcas lo que no puedes dar. Eres libre de irte cuando quieras ...
-No- dijo él con seriedad- .Tienes razón, me enseñaron a respetar mi palabra y eso haré. Les enseñaré, al menos hasta que esté totalmente recuperado y pueda irme...
-Bien – dijo ella – Tenemos un trato.
-Sí – dijo él y sonrió extendiendo la mano para estrechar  la de la joven , al tocarla sintió que había caído  en una trampa insalvable, que su destino acababa de sellarse al igual que aquel trato.


Aún se sentía demasiado débil para regresar al combate , no sería de gran ayuda en la batalla, sin embargo sí podía ayudar allí. Encontraría la forma de contactar con los suyos para informarles que estaba bien y mientras tanto se recuperaría. Además tenía  que cumplir su palabra porque su padre se lo había enseñado y porque una joven tozuda y un par de niños con miradas demasiado serias para su edad , lo impulsaban a hacerlo.
-¿Quieres comer algo? – preguntó la joven sacándolo de sus pensamientos.
-Estaría bien, gracias
Cuando se sentaron a comer , los dos niños se acomodaron cerca de él para observarlo atentamente , hacía mucho tiempo que ningún hombre vivía en la casa ,así que la presencia de Connor era todo un acontecimiento. Sobretodo para Kilcoy que estaba encandilado por la idea de tener un  guerrero que le enseñara a defender a sus hermanas.
-¿Vas a enseñarme a usar la espada? – preguntó el niño esperanzado y Connor entrevió el terror en la cara de Shara, la preocupación que reflejaba la joven  le hizo recordar a su madre.
- Tú no vas a usar una espada – dijo la joven a su hermanito  y antes de que éste empezara a  protestar Connor intervino
-Eres pequeño aún para usar la espada – mintió ya que él había aprendido siendo mucho menor- pero puedo enseñarte algunos golpes y trucos .
Él niño se conformó con eso y Connor le guiñó un ojo a Shara. Hubo entre ellos un fugaz instante de complicidad y la joven sintió que Kilcoy estaría seguro junto a ese hombre .
Había en él más de lo que parecía a simple vista, quienquiera que fuese no  parecía el tipo de hombre que sería esclavo. Era un hombre seguro de sí mismo, con la clase de seguridad que da ser dueño de sus actos sin someterse a la voluntad de otros , se expresaba con propiedad e incluso se veía muy desubicado vestido con aquella pobre ropa. 
-¿Cómo te hicieron esclavo? – preguntó aturdida por tantas dudas
-Soy soldado y me apresaron en una batalla , fue un tonto descuido – dijo él escuetamente dando por zanjado el tema
Shara estuvo a punto de preguntar a qué bando pertenecía, si luchaba junto a Tonan o a las fuerzas aliadas pero no lo hizo, de alguna forma sabía la respuesta.
Cuando terminaron de comer hablaron sobre cosas  no demasiado importantes, ella le contó sobre la gente de la aldea y las pocas noticias que tenía sobre el combate que se libraba .
El bostezo de Kilcoy y los ojos semicerrados de Leila les recordaron que era tarde.
Coy se despidió para ir a dormir y para asombro de Shara,  Connor cargó con gentileza  a la casi dormida Leila hasta su cama.
-Buenas noches Connor – murmuró la niña
-Buenas noches pequeña- susurró él y no vio la emoción de Shara ante ese pequeño gesto.
Al volverse vio a la joven preparando una precaria cama en el suelo, junto a Kilcoy . Pensaba volver a cederle su lugar.
-Tú dormirás en tu cama, yo me arreglaré en el suelo
-Pero aún no estás bien, las heridas...- murmuró avergonzada por la situación.
-Soy un guerrero , ¿recuerdas? . ¿Acaso crees que nos mandan a batalla con un colchón de plumas? .He dormido en sitios peores que el suelo  .-En realidad pensó  con añoranza  que  sí habían mullidos colchones de plumas en su casa pero  dormir en el suelo  unos días no iba a matarlo y ser caballeroso tampoco.
-Supongo que es verdad...
-Estaré bien, ya has hecho suficiente... no voy a romperme.
-Te traeré otras mantas ...- dijo la joven poco convencida  al ver el semblante de él, aún tenía rastros de dolor y fatiga.

Esa noche fueron dos a los que les costó conciliar el sueño.
Uno de ellos angustiado porque estaba dividido entre la lealtad que debía a los suyos, la necesidad de ayudar a los que amaba y  entre el honor de cumplir su palabra y ayudar a los que lo necesitaban Porque era obvio que la gente de Levany era incapaz de defenderse ante un ataque de Tonan.
La otra insomne estaba  preocupada porque había descubierto que aquel hombre le inquietaba más despierto que inconsciente. Sentía que habría cambios en su vida y Shara no estaba convencida de que fuera algo bueno.

A la mañana siguiente , Connor despertó por el olor a comida pero para su sorpresa era Kilcoy quien estaba haciendo el desayuno y no Shara.
-¿Tu hermana? – preguntó al levantarse
-Fue a trabajar al campo ...¿Quieres desayunar?
- Sí, gracias – dijo acercándose a la mesa.
La avena tenía el peor aspecto que hubiera visto en su vida, pero comió todo lo que el niño le sirvió. No quería herir sus sentimientos y además tenía que recobrar fuerzas. Además si  una niña de seis años lo podía comer sin quejarse, él también podía.
Aprovechó aquella ocasión para saber más detalles sobre la vida de aquella familia, para suerte suya Kilcoy era bastante charlatán así que obtuvo toda la información necesaria. Para cuando Shara llegó él sabía todo lo que podía saberse sobre la joven de ojos dorados.
La tarde les deparó una sorpresa y fue la completa delegación de vecinos y amigos de Shara apostados en la puerta esperando ver al “mercenario”. Por lo visto  la charla de Coy no se limitaba a las paredes de su casa.
-¡Oh cielos Kilcoy! ¿no podías esperar un poco más para abrir tu boca?.Él ni siquiera está curado
-Pero dijo que iba a ayudarnos y la última vez ellos estaban tan enojados contigo por traerlo...yo pensé...-  se excusó el niño alterado por el enojo de su hermana.
-No te preocupes Coy , supongo que es lo mismo ahora que mañana ¿verdad? – dijo Connor mirando a Shara con una sonrisa sesgada – He enfrentado cosas peores.
-Oh no, créeme que hay pocas cosas peores  - dijo ella resignada.
Un par de horas después Connor estuvo totalmente de acuerdo.
Había sido  examinado como un animal de cría, le habían hecho más preguntas que en todos sus veintitrés años de vida, preguntas cuyas respuestas había eludido sagazmente. Finalmente  lo habían aceptado, aunque con notorias reservas,  y se había encontrado con un bien dispuesto grupo de aprendices, aprendices que sólo sabían manejar herramientas y que no contaban con ningún tipo de armas. Al saber aquello Connor hizo un gesto de exasperación demasiado parecido a  los de su hermano Caleb, pero él era tan obstinado como cualquier Blackdalion así que se propuso convertir en guerreros a aquel grupo. Aunque eso fuera lo último que hiciera. Y estuvo a punto de creerlo cuando le dio un desvanecimiento que le recordó que aún estaba convaleciente.
-Bien, ya fue demasiado, vuelvan a sus casas. Cuando él esté recuperado empezará el entrenamiento...- dijo Shara echando a sus vecinos al tiempo que pasaba un brazo de Connor sobre su hombro para sostenerlo.
Con sonidos de disgusto todos se retiraron y Connor descubrió asombrado  el ascendiente que tenía esa joven sobre los demás.
De alguna manera parecía la única adulta poniendo orden entre un montón de niños y cuando ella lo miró ofuscada por el esfuerzo que él había hecho se sintió el niño más desobediente de todos.
La joven lo ayudó a entrar y lo acomodó en una silla.
-Todavía no estás bien – le dijo seria,  él parecía no entender que había estado grave, ni siquiera hacía caso a su renquera .Su pierna tardaría un tiempo en curar- Yo no te ayudé para que ahora te mates tú solo.
-Te doy mi palabra de que no voy a extralimitarme – dijo él poniéndose la mano en el corazón en un gesto muy dramático.
-Eso espero , porque sino voy a dejarte a merced de la muchedumbre de Levany – dijo ella seria
-¡No por favor !Ten piedad ..-rogó  exageradamente él y ella se encontró riendo
-Te ríes poco – comentó Connor y la joven se lo quedó mirando
-Y tú te tomas todo muy a la ligera – se defendió aunque sabía que no era cierto
-Eso dicen... – comentó él con una extraña sonrisa en la que había más pesar que alegría.
Se había creado un extraño clima pero Leila llegó justo a tiempo para cambiarlo
-Cuéntame un cuento ..- exigió tirando la manga de Connor
-Leila... Connor ...- intervino la joven.
-Connor sabe muy buenos cuentos – terminó él mientras levantaba a la niña y la ponía en su regazo. Luego empezó a contar una historia sobre una joven encerrada en una torre y Shara quedó tan hipnotizada como su hermanita escuchando la voz profunda y melodiosa.
Se sentía extraña cerca de él , su presencia la hacía sentir  adulta  pero de una manera agradable y al mismo tiempo en ocasiones como aquella se sentía tan pequeña como Leila. Pero más que nada  ,sentada escuchando a aquel hombre contar la historia, se sentía segura.
Los días pasaron tan lentos como la recuperación de Connor, aún así él empezó con el entrenamiento y  más de una tarde Shara tuvo que echarlos de su tierra antes de que aplastaran su siembra y sus plantas en medio de las prácticas.
Connor había tomado  prestada la espada de su padre para enseñarle a los campesinos algunas técnicas de ataque  , también habían readecuado algunas herramientas para que sirvieran de armas.

El propósito inicial de Connor de contactarse con su familia se había visto retrasado indefinidamente, no había ningún caballo que le sirviera y aún no podía irse, todavía no había cumplido con su tarea. Tampoco había mensajeros, nadie se iba de Levany y nadie llegaba. Aunque  no habían noticias alarmantes, lo que lo llevaba a suponer que su familia estaba bien. Estaría un tiempo más en Levany y luego partiría. Sólo un tiempo más.
Shara echó el último leño al fuego y se frotó los brazos en un gesto  vano de ahuyentar la sensación de frío.
-¿No hay más leña? – preguntó Connor que la había visto estremecerse
-Hay unos troncos en el cobertizo, luego los cortaré ...- respondió ella con aire ausente.
-Lo haré yo...-se ofreció él
-Pero...- musitó ella y su mirada se dirigió a la pierna herida de Connor
-Mis brazos están bien, puedo usar un hacha  -dijo él entendiendo la preocupación de la joven
-Voy contigo – se ofreció Kilcoy que no perdía ocasión de estar cerca del rubio caballero.
-Gracias – dijo Shara  no muy convencida , él aún no se recuperaba y ella no se acostumbraba a recibir ayuda.
Cuando  tiempo después Connor entró cargando un atado de leña vio que Shara estaba acompañada por una de sus  amigas
-Shara , juro que no volveré a dudar de tus habilidades para contratar  un mercenario  o comprar esclavos –comentó Cami lanzándole una mirada apreciativa a Connor- Es magnifico – agregó divertida mientras Shara se ruborizaba intensamente.
-¿Dónde pongo esto, mi ama?.- preguntó él intencionadamente con los ojos plateados brillando de diversión.
-Allí  está bien – señaló ella  un rincón..sumamente avergonzada no captó el tono divertido en la voz del hombre y se sintió muy mortificada, por lo que le dirigió una mirada asesina a su amiga que se encogió de hombros.
-Bueno , supongo que es hora de que me retire. Buenas noches Shara, buenas noches Connor...- saludó Cami antes de tomar su capa y marcharse.
-¿Estás bien? – preguntó él
-Yo lo lamento, tú no eres esclavo ...ni tampoco un mercenario...
-Hey , no te preocupes tanto , sé que estaba bromeando y créeme que me han llamado cosas peores – le tranquilizó él .
- Shara , ahora tenemos suficiente leña – dijo Coy que entraba con otro pequeño atado
-Sí, ahora hay suficiente  - aseveró ella mientras iba a ayudar al niño.


Era de noche , se sentía agotada pero estaba en la herrería  arreglando el eje de una rueda para el carro de Uris. No era mucho pero le daría unas gallinas como pago y Shara agradecía cualquier pequeño ingreso que les ayudara a sobrevivir. Sin embargo los ojos se le cerraban del cansancio.
-¿Por qué no dejas eso para después? –preguntó Connor mientras entraba.
-Porque mañana van a venir a buscarlo – respondió la muchacha con impaciencia.
-¿Puedo ayudarte?- preguntó él
-¿Acaso sabes algo de herrería? – preguntó algo irritada ella.
Connor tuvo que admitir a regañadientes que no sabía nada y  por lo tanto no era de gran ayuda. No estaba acostumbrado a reconocer que era inútil.
-¿Te molesta si me quedo y te hago compañía? -  ofreció un poco amedrentado por ella.
-No, eso estaría bien- aceptó y Connor pudo reconocer un brillo de agradecimiento. Tal vez no podía ayudarla pero a veces la compañía era igual de necesaria.
 El muchacho se la quedó observando mientras trabajaba. Algo de ella le recordaba a sus hermanos Kalymera y Caleb pero si analizaba la situación el parecido era mínimo ya que las circunstancias de su crianza eran muy distintas.
Era decidida como Kaly pero mientras su hermana había vivido rodeada de lujos y mimos, Shara no había tenido nada de eso.
También era responsable y seria como Caleb pero si su hermano parecía cargar con la responsabilidad de salvar al mundo  él solo , lo cierto era que siempre había tenido una familia que lo apoyara y su apego al deber era más propio de su carácter que una verdadera obligación. En cambio Shara tenía verdaderas responsabilidades y sólo contaba con ella misma para salir adelante. Ese día se había encargado de arar la tierra, cuidar de sus hermanos , atender la casa y ahora ,al borde del agotamiento ,estaba trabajando en la herrería. Además nunca pedía ayuda, él trataba de colaborar en todo lo posible pero a veces tenía la sensación de que sólo estorbaba. Como si no tuviera suficiente , sus vecinos y amigos acudían a ella llevándoles todo tipo de problemas para que la joven los resolviera. Connor había estado tentado de echarlos y exigirles que la dejaran en paz, pero no tenía derecho alguno para interferir en su vida porque pronto se iría .
Era la joven más autosuficiente que había conocido y al mismo tiempo la más necesitada de protección. Era llamativo que nadie notara lo frágil que era y lo sola que estaba.
Shara levantó la mirada y miró al hombre que la observaba, le daba serenidad saber que no estaba sola. Aquel hombre con sus extraordinarios ojos grises ,su sonrisa perezosa llena de luz  y  su largo cuerpo estirado en la pequeña silla parecía un ángel custodio y ella no estaba acostumbrada a que la cuidaran. Aunque le gustaba mucho, se sentía segura con el rubio joven y su presencia  le daba una paz que ni siquiera sabía que necesitaba hasta que él había llegado para proporcionársela.
“Se irá pronto” resonó  el pensamiento en su mente y ella volvió a concentrase en su trabajo golpeando el metal con renovada fuerza.


Aquella tarde, después del entrenamiento Connor se dirigía a casa de Shara cuando la vio labrando la tierra. Sabía que la joven había estado trabajando hasta tarde en la herrería y que estaba demasiado cansada para aquel trabajo, aún así estaba allí haciéndolo. Pocas cosas la amedrentaban.
-Déjame ayudarte – le dijo llegando hasta ella
-No sabes arar la tierra...
-Puedo aprender si tú me enseñas , soy bastante dócil para recibir órdenes ... – dijo él y la joven lo miró burlona, Connor podía ser muchas cosas menos dócil..y estaba segura de que no aceptaba órdenes muy a menudo- Vamos Shar, déjame ayudarte
El tono de voz de él sumado al apócope de su nombre la persuadieron.
-Bien, ven aquí – dijo ella enseñándole cómo tomar la herramienta- ¡Es tierra Connor no puedes aporrearla como si fuera un enemigo!
-¿No? – preguntó él confuso
-No  - afirmó enseñándole el modo correcto.
Luego de unos minutos la convenció de que entrara a descansar mientras él se ocupaba de la faena. Poco convencida ella le obedeció.
Connor era un gran espadachín y jinete, también era un hombre culto ya que aunque no había prestado la misma atención que sus hermanos a las lecciones de sus tutores , había aprendido lo suficiente. Era un buen navegante, gracias a la instrucción de su tío Axel y era un músico bastante decente. Tenía , además,  otra serie de habilidades que lo llenaban de orgullo pero  sus días en Levany  habían significado un duro golpe a su ego.
No sabía nada de manejar una casa , criar niños, herrería y ahora descubría que tampoco tenía habilidades como campesino.
Pensó que debería haber ayudado a su padre cuando trabajaba junto a los aldeanos en época de labranza y cosechas. Todos sus hermanos colaboraban,  pero él huía de aquel trabajo y sólo aparecía para los festejos. Estaba seguro de que Caleb sabría como trabajar la tierra,  era demasiado arrogante para que existiera algo que no fuese capaz de hacer, Ennis sabría porque siempre estaba dispuesto a colaborar y le gustaba aprender cosas nuevas y Kalymera porque era lo suficientemente curiosa como para meterse en todo aunque no la invitaran.
Si lo pensaba bien, él era el único inútil de la familia.
Sin embargo , no iba a darse por vencido , menos aún cuando significaba que Shara tendría que encargarse sola de todo, eso definitivamente iba en contra de sus códigos. Y aunque muchos lo dudaran Connor Blackdalion tenía códigos muy estrictos..
En la aldea se estaba por celebrar una fiesta en honor del cumpleaños de  Logan y Shara estaba invitada.
-¿No vas a ir? – preguntó Connor
-Ella no va a fiestas – dijo Coy
-¡Eso no es cierto ! - se defendió Shara pero sus hermanos la miraron acusadores. No quería parecer aburrida, lo cierto es que a ella le gustaba reír y bailar pero en general las obligaciones la sobrepasaban y terminaba  muy cansada como para ir a fiestas. A veces llevaba a los chicos pero ella siempre tenía la cabeza  en otro lado, a veces sentía que había crecido antes de tiempo. Cuando las jóvenes de su edad se ocupaban en diversión y novios ella estaba a cargo de sus hermanos, nada era más importante que eso, pero con Connor frente a ella invitándola a ir , deseó algo más.
-Vamos – dijo él extendiendo la mano para renovar la invitación – un poco de diversión no te hará mal...
La sonrisa de Connor la convenció, por una noche un poco de diversión sin pensar en todo lo malo que los acechaba, sin pensar en que la presencia de aquel hombre era algo fugaz en su vida...Ella tomó la mano de él y se dejó guiar hasta la fiesta. Kilcoy y Leila iban correteando confiados junto a ellos.
-Me temo que no voy a ser una gran compañía, no estoy en condiciones de bailar todavía- aclaró él tratando de aligerar el evidente nerviosismo de Shara.
-No importa, estará bien si nos quedamos disfrutando de la música y charlando con la gente, todos sienten mucha curiosidad por ti...
-Entonces trataré de evitarlos tanto como pueda – dijo él alegremente y ella recordó cuán renuente era a hablar sobre sí mismo.
Los niños se encontraron con sus amigos y se pusieron a jugar. Shara y su acompañante fueron  bien recibidos . La joven era querida por su gente y habían aprendido a querer a Connor de la misma manera. Los hombres respetaban sus habilidades y las mujeres estaban encantadas con su apostura.
Pronto se vieron sumergidos en la fiesta. Aunque Connor no podía bailar , Shara se vio danzando en brazos de varios de sus conocidos  pero inconscientemente siempre estaba buscando una mirada color gris plata y cuando sus ojos se encontraban ella sentía que una calidez reconfortante le invadía el alma.
Más tarde sentada cómodamente y aprovisionada de bebida y comida descubrió que alguien le pasaba un violín a Connor .El joven subió a la tarima donde estaban los demás músicos y la melodía empezó a sonar.
La música que arrancaban los esbeltos  dedos del instrumento era enérgica y alegre, “como él” pensó Shara y miró hipnotizada como aquel hombre creaba mágicos sonidos con sus manos
 Espadas, instrumentos musicales, cuentos infantiles todo se aunaba en aquel hombre. Seguía siendo un extraño y al mismo tiempo lo conocía tan bien como a sí misma, Shara se dejó ir, invadida por aquella música que era también parte del alma de él.
Con suerte aquel instante podría engañar al tiempo y durar lo suficiente como para reparar los años de soledad que le esperaban cuando él se fuera, porque él se iría, tan cierto como que el sol saldría al día siguiente. Había llegado el momento de la partida y ella debería dejarlo ir.
Connor la miró y una sonrisa cruzó su cara. Luego cuando la fiesta llegó a su fin , los cuatro caminaron hasta la casita.
Leila en brazos de Connor y Kilcoy de la mano de Shara con un montón de comentarios  infantiles que les causaban risa. Había sido una noche para atesorar.
Contempló absorto el paisaje que lo rodeaba. Era la mañana y el silencio que había en la aldea le daba un aire irreal. Connor sentía que allí lo necesitaban .
No estaba acostumbrado a sentirse así, en su casa siempre estaban su padre y Caleb para resolver los problemas, Ennis para dar consejos y su madre  para guiarlos.
Él siempre estaba para brindarles su apoyo, sobre todo a Kaly, pero usualmente era él quien necesitaba de los demás, para que lo sacaran de problemas. Sin embargo en aquel lugar, lo necesitaban y le gustaba esa sensación.
 Además allí no era el menor de los Blackdalion, el hijo o el hermano de nadie, en Levany él sólo era Connor.
Aún así sabía que había llegado el momento de partir. Ya estaba bastante bien físicamente  ,había dado algo de instrucción a la gente de Levany y pensaba mandar  una tropa de soldados para protegerlos tan pronto llegara a los dominios Blackdalion.
Tenía que irse para responder al llamado  que había estado ignorando tanto tiempo pero no sabía cómo hacerlo.
No sabía cómo abandonar a la gente que contaba con él , cómo renunciar al pequeño hogar en el que estaban las risas y travesuras de Kilcoy, la dulzura de Leila y ...Shara. Shara que completaba todo de una manera que él no podía explicar.

Shara estaba cepillando el húmedo cabello de Leila cuando él entró.
-¿Cuándo ? – preguntó ella que había leído la inminente partida en sus ojos plateados.
-Mañana.
-Bien...trataré de conseguirte un caballo
-No es necesario...
-Sí, viajarás lejos y me temo que el mío está demasiado viejo ya. Además no puedes ir caminando, tu pierna no ha terminado de curar...
-Shara – la llamó  él tratando de aproximarse.
-Está bien. Hicimos un trato y tú ya cumpliste tu parte. Debes irte a tu casa ..
-¡No! –protestó Leila que  finalmente había entendido de que hablaban , la niña se aferró con fuerza a la pierna de Connor.
-¿Qué pasa? – preguntó Kilcoy que entraba a la casa y percibió la tensión.
-Connor se va – le contestó su hermanita sollozando
-¿Te vas? – preguntó mirando a Connor fijamente y los ojos dorados del niño adquirieron la misma expresión seria  que los de su hermana mayor.
-Sí – contestó el hombre con sinceridad y Coy apenas escuchó la respuesta antes de salir corriendo
-¡Kilcoy! – lo llamó él pero Shara lo detuvo
-Yo voy por él – le dijo y Connor sintió que lo dejaban de lado, que le recordaban dolorosamente  que ya no pertenecía allí. Incluso Leila se había apartado y lo observaba acusadora desde lejos.
Shara tuvo una larga charla con su hermanito para convencerlo de aceptar la partida , lo peor era que ella misma no  creía en las palabras que le decía y aunque Coy sólo tenía diez años era lo suficientemente inteligente para  adivinar lo que  ella sentía.
Se habían encariñado demasiado con aquel hombre pero es que era imposible no hacerlo, parecía un hechicero que  los envolvía a todos en su red, en el mágico encanto de su personalidad.
La joven se recordó a sí misma que nada los vinculaba a él y aunque Connor siempre había sido agradable con ellos eso no significaba nada especial, él era agradable con todo el mundo.
Finalmente Shara consiguió un caballo para Connor, no era un animal veloz pero era fuerte y le serviría para regresar a su hogar, dondequiera que  quedase.
Se lo había vendido Makensy   dándole la posibilidad de pagarlo de a poco, pero ella le dijo a Connor que se lo habían regalado.
Estuvo a punto de ofrecerle la espada de su padre, pero pensó que algún día sería de Kilcoy y tuvo  además la sensación de que el rubio caballero no la aceptaría.
Coy colaboró con los preparativos pero estuvo terriblemente hosco, apenas le habló a Connor. Leila fue mucho más expresiva y lloró amargamente todo el día, sin que nadie pudiera consolarla.
La gente del pueblo también vino a despedirse y Cami le dirigió una dulce mirada a Shara y la estrechó en sus brazos tratando de confortarla, pues sabía que la joven estaba conmocionada aunque no lo dijera.
Llegado el momento , Shara le dio a Connor  un atado con ropa limpia, una vieja capa y comida que le había preparado para el viaje.
-Gracias , no era necesario ...-dijo él apenado
-Es un viaje largo supongo...
-Sí lo es...
-También te conseguí  esto , no es mucho pero si te topas con alguien puede servirte – le dijo ella dándole una daga.
-Siempre piensas en todo
-Trato – dijo la joven que no sabía muy bien que decir
Connor quería decirle muchas cosas, por ejemplo que encontraría la forma de protegerlos aún estando lejos...y hacerle muchas promesas a aquella joven y a sus hermanos porque Shara había llegado donde ninguna otra lo había hecho, pero no dijo nada.
“No ofrezcas lo que no puedes dar” había dicho ella una vez y eso lo detuvo ya que no sabía lo que le esperaba  en el camino que emprendía.
-Adiós Shara – dijo él y ella le dio la mano.
-Adiós Connor – contestó  sonriéndole fugazmente.
-Salúdalos por mí ...- dijo refiriéndose a los niños que se habían escondido y se habían negado a despedirse-
-Lo haré, no te preocupes...se les pasará pronto –contestó sabiendo que mentía, él  no era alguien que se pudiese olvidar fácilmente.
Sin más que decir pues las palabras estaban demás Connor se montó al caballo y partió, tuvo la sensación de que se desprendía de algo vital para él pero siguió adelante.
Shara lo observó recorrer el camino cabalgando lento, de pronto Coy salió de la casa y corrió un trecho por la senda  que el hombre había tomado. Los ojos del niño tenían lágrimas y cuando ella vio a la pequeña silueta parada impotente observando la lejana figura que se perdía en el horizonte sintió que ella también lloraba.
“ No nos pertenece” pensó y se regañó a sí misma por haber deseado que fuera distinto.
Al alejarse Connor se dio vuelta y vio a la distancia la figura de Kilcoy  detrás del niño vio a Shara. Casi creyó distinguir los ojos dorados de ella.
Espoleó al caballo y se alejó deprisa pero aún así la mirada de la joven lo acompañó un trecho largo.


Shara  escuchó el bullicio y supo que lo que tanto habían temido estaba a las puertas de su hogar. Por la ventana vio acercarse a su casa una partida de hombres, podía escuchar el sonido de los cascos de los caballos, los gritos y bromas. Los matarían a todos y ella no podría defenderlos, pero aún así lo intentaría, se volvió para buscar a sus hermanos pero sólo vio a Leila acurrucada detrás de la mesa.
-¿Dónde está Coy? – preguntó temiendo escuchar la respuesta.
-Dijo que iba a defendernos , él tomó la espada de papá y salió.
-No – gimió la muchacha- Leila, ve y escóndete debajo de la cama , ¿me escuchas? y pase lo que pase no salgas.
Su hermanita asintió con la cabeza y corrió a esconderse, Shara tomó la hoz que se encontraba detrás de la puerta y salió.
Entonces , espantada pudo ver como las imágenes se yuxtaponían en su mente.
Kilcoy estaba parado en el camino, sosteniendo dificultosamente la pesada espada mientras los forajidos se cernían sobre él con sus armas  en alto. Shara supo que no llegaría a tiempo para salvar a Coy , pero un fuerte brazo le arrebató la espada al chico y lo arrojó al suelo.
 Connor estaba allí  interponiéndose entre su hermano y los asesinos, blandía con facilidad la espada de su padre como si la hubieran forjado para él. Shara corrió hasta ellos y abrazó a su hermano  sacándolo del medio al tiempo que Connor combatía con los hombres. Eran cinco hombres a caballo pero él los derribó como si nada.
Se movía con precisión y rapidez, esquivando los ataques. Las heridas anteriores no dificultaban los movimientos de Connor, desprendía una energía descomunal . Increíblemente había una feroz belleza en las embestidas de aquel hombre.
Shara nunca había observado un combate así y nunca había observado a alguien tan letal como el rubio caballero. Sostuvo a Coy contra su cuerpo, evitando que él viera la matanza, pero ella no podía dejar de mirar a Connor, era tan diferente al hombre que había estado con ellos, tan diferente al que se había ido una pocas horas atrás. Se movía con precisión y elegancia , la sangre de generaciones de guerreros se evidenciaba en sus maniobras. Medía cada ataque, se adelantaba a las estocadas del enemigo valiéndose de sus acerados reflejos  y devolvía cada golpe. Shara se sentía cautiva de un fatal hechizo al verlo luchar.
-¿Están bien? – preguntó una profunda voz a su lado y sólo entonces ella fue conciente de que todo había acabado y que Connor estaba agachado junto a ellos.
-Sí.. - alcanzó a balbucear la joven- Volviste – medio afirmó , medio preguntó-
-Los escuché venir por el camino pero pensé que no llegaría a tiempo – dijo él  ayudándola a levantarse- . ¿Estás bien Coy? – le preguntó al niño
-Ajá – contestó él mirándolo asombrado
-Nunca vuelvas a hacer una estupidez así, me oyes- le dijo fieramente al niño que aún lo contemplaba atónito
-Tenía que defender a mis hermanas – se excusó él recuperando el habla.
-Lo sé, entremos a la casa Leila debe estar asustada.
-Pero...- interrumpió Shara dirigiendo una fugaz mirada a los cuerpos que yacían en el camino.
-Vamos adentro , después  me encargaré.
-¿Y tu familia..?
-Nunca los sacrificaría a ustedes Shara, un día más no hará la diferencia – dijo él  dejando entrever la preocupación que había sentido.
La joven se dejó guiar al interior y por una vez permitió que otra persona se hiciera cargo, se permitió ser cuidada.




Connor estaba contándole un cuento a Leila, era una historia que su madre siempre le contaba a Kalymera y que se había convertido en la favorita de la niña. .Ella  lo escuchaba atentamente. Coy estaba en la casa de unos vecinos, para disgusto de Shara se había pasado los dos últimos días narrando el episodio del ataque.
El joven Blackdalion estaba llegando al final de la historia cuando sintió el llamado de Shara proveniente desde el jardín. Se levantó y Leila le extendió los brazos, el joven la alzó automáticamente y cargando a la niña salió a ver qué sucedía.
La chica  estaba parada estática en el medio del jardín mirando hacia el camino ,él pudo percibir la tensión en su postura y cuando ella lo miró vio el miedo en sus ojos. Se acercó y vio lo mismo que ella veía, un gran ejército se dirigía hacia Levany
-Son demasiados...-susurró la joven acercándose inconscientemente a él. El hombre le pasó el brazo libre por los hombros acercándola más  en un vano gesto de protegerla.
La mente de Connor trabajaba con rapidez tratando de pensar cómo salvaría a la gente del inminente ataque cuando vio el estandarte. Dos leones se enfrentaban en el emblema, uno negro y otro blanco. Eran los suyos , estaban a salvo.
-Son amigos...-le dijo a Shara-
-¿Amigos?- preguntó turbada
-Sí , los esperaremos – contestó él mientras su sonrisa se ampliaba- Estaremos bien.
El hombre que iba frente al grupo se adelantó acercándose a ellos.
Al llegar a la  cerca, Dominick desmontó y se aproximó al muchacho rubio que había visto crecer. Connor dejó a Leila en el suelo y se arrimó a su amigo para estrecharlo en un apretado abrazo.
-Te buscábamos , estábamos muy preocupados por ti – dijo el hombre cuando se separaron- Me alegra verte muchacho – agregó con una amplia sonrisa.
-A mi también Dom.
El hombre miró con suspicacia a la  pequeña niña que estaba aferrada a la pierna de Connor y a la joven que lo acompañaba.
-¡Y nosotros creyendo que te habían esclavizado! – exclamó significativamente- Tu padre dice que ya nada le sorprende de ti pero cuando sepa que lo hiciste abuelo sin avisarle...
-¡Dominick !, deja las tonterías – dijo el muchacho ruborizado – Leila es la hermanita de Shara y ella es...bueno ella me compró en la subasta de esclavos.
-¿Te compró? – preguntó asombrado
-Es una larga historia, pero me salvó la vida. – explicó el muchacho mientras Shara los miraba en silencio. Dominick miró divertido a la joven.
-Vaya señorita,- comentó admirado - ¿usted  compró a un Blackdalion en una subasta de esclavos?
-¿Un Blackdalion ? – preguntó confusa
-Nuestro león más pequeño – respondió Dominick palmeando el hombro del turbado Connor-
Shara comenzó a comprender, el estandarte de los dos leones, las habilidades de Connor...
-¡Oh  Cielos! – exclamó la joven cubriéndose la boca.
En ese momento ,Coy llegaba corriendo. Ella lo detuvo antes de que el niño se abalanzara sobre Connor
-¿Connor? – preguntó Coy confuso por la acción de su hermana y  la presencia de extraños
-Tranquilo Coy, son mis amigos
-Los dejaremos solos , así pueden hablar- interrumpió Shara tomando a los niños por las manos y retrocediendo presurosa.
-¡Shar! – la llamó Connor  yendo en pos de ella mientras Dominick los miraba divertido- ¿A dónde vas? – preguntó el joven deteniéndola
-Seguramente tienen cosas que hablar y yo no quiero molestar, iré a casa de Cami...
-No seas tonta – le dijo con impaciencia
-¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me contaste quién eras?- le reclamó ella perdiendo su habitual compostura.
-Tú sabes quien soy...
-Ahora lo sé, uno de los Cuatro Leones, un Blackdalion...¡Y yo te compré como esclavo para que nos defendieras! – exclamó incrédula
-Shar...
-Llegué a creer que..-se detuvo bruscamente y lo miró- Es hora de que vuelvas a tu hogar Connor, han venido por ti.
-¿Vas a irte de nuevo? – intervino Coy
-Vamos a la casa Shara, tú puedes escuchar cualquier cosa que Dominick deba decirme. Entra  ya – le ordenó impaciente y ella obedeció , convencida por el tono de él, parecía furioso.
Connor se detuvo junto a Coy y le habló con suavidad
-Debo ir a mi casa a proteger a los míos , así como tú debías cuidar de tus hermanas el día que saliste con la espada, ¿lo entiendes verdad?.
Kilcoy asintió pero bajó la mirada.
Una vez que Shara entró con sus hermanos, Connor le dio indicaciones a los hombres para después guiar a Dominick al interior de la precaria casa.

-¡¿Cómo que Kalymera despareció?! – rugió Connor al escuchar lo que había sucedido en su casa durante su ausencia
-Ya la encontraron , está bien viajaba junto a un mago y Ennis la encontró
-¿Un mago?
-Sí , pero ella ya está a salvo, tu hermano la dejó en Winterday junto a Elady. Seguramente te darán los detalles, después.
-¿Pero está bien?
-Sí Connor,  nada le sucedió, sabes que tu hermana tiene la habilidad de meterse en problemas y librarse milagrosamente.
-¿Y dónde fue Ennis?
-Fue a proteger  el Castillo de los Cerezos  y a su gente
-¿Mi padre y Caleb?
-Causando problemas como siempre, están bien pero no es fácil luchar contra Tonan ,el mago que lo acompaña, Deveró,  no nos deja acercarnos lo suficiente .¿Qué vas a hacer?
-Primero iré a buscar a mi madre y a Kalym ...
-Están a salvo en Winterday , Connor.
-¿Acaso no las conoces Dom? . No estarán a salvo mucho tiempo, ninguna de las dos nació para estar encerradas, quiero asegurarme de que están bien...luego iré junto a mi padre.
-Está bien . Mi hijo te espera  a poca distancia de aquí. Trajo a su gente y a tus hombres, pueden ir juntos  hasta Winterday, yo iré  al este .Esa es la posición que me asignó tu padre

Shara escuchó la conversación atentamente. Todas las preguntas que no había hecho, eran contestadas por la charla que sostenían Connor y Dominick. Supo sobre su familia y mucho más. Además pudo ver cómo cambiaba la expresión de él  al recibir las noticias, sus ojos plateados cambiaron al gris del acero, casi como si él mismo fuera convirtiéndose en alguien más duro, más temible.
También descubrió los planes del joven y no pudo evitar el pesar que le causaba su inminente partida. Aquella desazón se mezcló con el alivio al saber que aún así pensaba en proteger a la gente de Levany.
-Necesito que algunos hombres se queden aquí.
-Bien puedo enviar por algunos de los tuyos y dejarte un grupo de los  míos.
-Quiero fortificar lo que queda del antiguo Castillo , la gente de Levany podrá refugiarse allí.
-Es una buena idea , nos encargaremos de eso antes de partir.

La gente de Levany no salía de su asombro, había un ejército en la aldea y guiado nada menos que por Connor quien además, había resultado ser uno de los Cuatro Leones Blackdalion.
Shara se mantenía todo lo alejada que podía mientras el muchacho y su gente se encargaban de fortificar el viejo Castillo del Señorío.
Ciertamente Connor había nacido para dar órdenes y no para recibirlas, se encargó de que los aldeanos se organizaran llevando sus pertenencias y provisiones al Castillo. Formó una guardia con aquellos que él había entrenado, dándole instrucciones específicas en caso de ataque y apostó a sus hombres en lugares estratégicos.
Allí montado en un brioso corcel, vestido con la cota de malla que le había llevado su gente y armado con su propia espada era formidable, formidable y lejano pensó Shara desalentada.
Connor  apenas se dirigía a ella y una vez que ultimó los detalles junto a Dominick  se dispuso a partir nuevamente.
-Aquí estarán protegidos por un tiempo. Todas sus necesidades estarán cubiertas así que no deben alejarse de la fortificación...- le dijo a Shara
-Pero nuestras casas, nuestros campos...
-Lo siento  pero me temo que se acercan las horas decisivas en el combate Shara y la aldea no es segura. Lo que pasó con esos hombres que nos atacaron fue sólo el principio, no podemos arriesgarnos...
 Ella sabía que tenía razón pero aún así no pudo evitar una mueca de disgusto.
-Por favor Shara. Tengo que partir pero necesito saber que harás lo que pedí y que estarán seguros. Ellos dependen de ti y no sólo los niños ...también los demás...como siempre – agregó él pensando que la joven siempre se hacía responsable por el bienestar de los demás.
- Estaremos bien – dijo ella a regañadientes y él le sonrió. Pero era sólo una sombra de la verdadera sonrisa de Connor, ahora tenía demasiadas preocupaciones .
 Una vez más llegaron las despedidas. Todo fue muy vertiginoso esta vez e incluso Coy saludó a Connor , conmocionado por verlo irse en medio de un batallón de hombres.
Dominick también se detuvo a saludar a la joven. Era muy amable y estaba claro que quería al joven como a un hijo.
-Él estará bien...no debes preocuparte – le dijo a Shara
-Mientras no vuelvan a atraparlo los esclavistas – comentó ella con acritud  y lo vio reír.
-Oh , claro que no querida , nuestro Connor nunca  comete dos veces el mismo error , aunque siempre encuentra nuevos...
- Espero que no se deje matar...
-No pequeña, lo conozco desde niño y ama la vida . Me atrevo a decir que igual que todos los de su linaje es bastante difícil de matar, lo volverás a ver pronto  - dijo el hombre y partió detrás de Connor Blackdalion.
-Pronto...-susurró ella soltando al viento sus mejores deseos para el rubio guerrero.

Cuando le avisaron que un jinete se acercaba al campamento , Connor pensó que el don de la abuela de Shara era contagioso ya que el tenía la certeza  de que era la joven quien se acercaba.  No pudo evitar emitir un gruñido de exasperación. Su amigo  Lukan , hijo de Dominick, lo miró extrañado. Connor estaba bastante irritable últimamente y no era propio de él, imaginó que era a causa del cautiverio sufrido pero  luego intuyó que tenía que ver con su estancia en Levany
-¿Lo interceptamos? – preguntó el joven que le llevó la noticia
-No, yo me encargo - respondió Connor
Montó su caballo y se apresuró para ir a su encuentro
-Connor...- musitó la joven cuando lo vio acercarse.
-¿Qué haces aquí? – la interrogó él poniendo su caballo a la par del de ella.
-Vine a avisarte, les espera una emboscada cerca de aquí, ayer llegó un mensajero a Levany con la noticia, él esperaba encontrarte  aún allí.
-Pudiste enviar a alguien a avisarme – la reprendió insensiblemente- es muy peligroso que vinieras sola hasta aquí. ¡¿Qué diablos tienen mis hombres en la cabeza para dejarte venir?!
-Me escapé. Yo...tenía que proteger mi inversión – contestó ella evitándole decir lo que verdaderamente la había llevado hasta allí sin medir los riesgos.
-Ve a la fortaleza Shara, allí estarás a salvo. Ve a cuidar de tu gente. Yo estaré bien. – respondió ofuscado. Volvió la vista atrás y vio un par de sus soldados siguiéndolo a corta distancia, los llamó  y les ordenó acompañar a Shara hasta la fortaleza.
-Pero... – protestó ella-
-¡Ve Shara! No tengo tiempo para esto. Sé cuidarme solo  no necesito que estés aquí.
Ella ni siquiera se dignó a contestar, dio media vuelta y cabalgó deprisa  dejando atrás a los hombres de Connor.
-¡Rayos! – exclamó  él al darse cuenta de lo brusco que había sido. Pero había sentido un miedo atroz al imaginarla corriendo peligro por protegerlo a él.
Había dicho que podía cuidarse a sí mismo y sin ella probablemente estaría muerto.
Espoleó a su caballo y fue detrás de la joven , pasara lo que pasara no podía dejar que lo último entre ellos fuera una estúpida pelea. No podía soportar que ella lo odiara por su comportamiento.
Alcanzó a sus hombres y les hizo señas para que se retrasaran, luego llegó hasta ella.
-Detente Shara...- le gritó pero lo ignoró . Pensó en cruzar su caballo  pero podría dañarla, así que corrió junto a ella.-¡Shara! – insistió y se inclinó peligrosamente en su caballo tratando de llegar hasta ella.
Arriesgar su cabeza era una buena treta para llamar la atención de la joven. Shara frenó al caballo y se detuvo mirándolo dolida.
-Lo siento...- dijo él- Sabes que no quise  lastimarte , sólo me preocupé.
-Yo también me preocupé por ti.
-Lo sé – dijo él con una media sonrisa – pero la próxima sólo envía a uno de mis hombres a avisarme . ¿Sí?
-Huff – protestó ella y él sonrió.
-Ahora vuelve a casa Shar y mantente a salvo . Deja que te escolten y quédate allí, por favor...
-Está  bien – asintió ella
-Buena chica – le contestó Connor y rozó levemente sus labios con un beso antes de darse vuelta y marcharse.
Shara lo vio partir mientras el corazón le latía con fuerza, sólo cuando sus escoltas llegaron hasta ella recuperó el uso de la razón. Había sido sólo un gesto de reconciliación, una caricia tan leve como el roce de una mariposa pero era más de lo que ella se había atrevido a soñar.

-¿Y bien? – Preguntó Lukan a su amigo al verlo regresar
-Nos espera una emboscada adelante.
- ¿ Y qué haremos?
-Lo de siempre, acabaremos con ellos .Luego iremos hasta Winterday .
-Es un buen plan...-dijo el pelirrojo dirigiéndole una sombría sonrisa .
Tres días después Connor llegó a Winterday durante el atardecer.
Lukan se había adelantado  para ir  a Durken . Connor  y sus hombres fueron recibidos y atendidos por la gente de Winterday, cuando el joven se dirigía a ver a su madre unas voces en el jardín le llamaron la atención. Era su hermana y había un hombre con ella sosteniéndola por los brazos .
Connor no se puso a pensar en que la charla era bastante tranquila, ni siquiera en que ningún enemigo salvaba las defensas de Winterday, sólo pensó en que Kalymera estaba en peligro.
Extrajo la daga que Shara le había dado  y se acercó sigilosamente , pudo ver la alegría brillar en los ojos azules de su hermanita  al descubrirlo e imaginó que llegaba justo a tiempo para liberarla.
-Suéltala – siseó presionando el filo del arma contra las costillas del hombre.
“Sé gentil”  escuchó murmurar a su hermana y presionó aún más  la daga contra  la espalda del extraño
Instantáneamente sintió que el arma  que sostenía le quemaba la mano , el dolor fue agudo y lo obligó a soltar la daga en medio de maldiciones.
Antes de que pudiera pedir explicaciones, su hermana se lanzó contra él , abrazándolo con fuerza.
-¡Conn! Estaba tan preocupada. Ennis dijo que estabas prisionero o algo así, nadie sabía de ti. – exclamó ella
-Kalymera – dijo él desprendiéndose de su abrazo y mirando con desconfianza al hombre que lo observaba con una mueca divertida.-¿Qué pasa aquí? ¿Quién es este tipo?
-Es Dionis – dijo ella como si eso bastara.-Es una larga historia Conn, pero te aseguro que no tienes que matarlo. Vamos adentro . Mamá estará contenta de verte, ha sufrido mucho por ti y podrás contarnos lo que te sucedió.
 Confuso Connor obedeció a su hermana . No sabía que pasaba allí, más allá de las palabras de su hermana no confiaba en aquel hombre de ojos claros. Y lo que menos le gustaba era como miraba Kalymera  a aquel Dionis.
Los vio retrasarse  mientras hablaban bajo y el esperó  ceñudo a Kalym, luego le pasó un protector brazo por los hombros y la guió al interior para encontrarse con su madre.
Pudo escuchar un gruñido y  una risa masculina a sus espaldas.

Elady Blackdalion estaba tan bella como siempre y Connor agradeció que su madre estuviera a salvo. Era la única persona que podía someter con una mirada a todo el feroz clan Blackdalion. Bueno casi la única  reflexionó pensando en Kalym y en otra joven que tenía un extraño poder sobre él.
Cuando la mujer rubia lo abrazó , volvió a sentirse niño y feliz , alcanzó a ver unas lágrimas en los ojos de ella y lamentó haberle causado pesar con su ausencia.
- Mi Connor ...– musitó ella contemplándolo atentamente , lo examinó como buscando cualquier rastro de heridas...
-Estoy entero mamá – dijo él con una sonrisa y ella le sonrió a su vez. Entonces Connor sintió que aquellos ojos plateados iguales a los suyos podían ver más allá de sus palabras.
- Eso veo amor, vamos tienes mucho que contarme ...- dijo ella y luego se detuvo a conocer al hombre que acompañaba a su hermana. El brillo en los ojos de su madre le dijo a Connor que ella conocía la existencia de Dionis.
Durante las horas siguientes la menuda mujer que lo había traído al mundo los interrogó tenazmente tanto a él como al mago, hasta que su curiosidad maternal estuvo completamente satisfecha.
Así fue como Connor descubrió que Dio era el mago que había viajado junto a su hermana y a  su pesar , observándolos, descubrió que había otra clase de sentimientos que unía a aquellos dos. Aunque tanto Kalym como su madre se veían complacidas con la presencia del joven, él le dedicó sus miradas más amenazantes. Podía  vislumbrar el reproche en los ojos de Kalymera pero él no iba a ceder tan fácilmente. Si de verdad aquel hombre quería a su hermana  iba a tener que probarlo.

Elady decidió ir a Durken   donde estaba su marido tal como Connor lo había supuesto, así que  dos días después abandonaron Winterday. El mago fue con ellos, por lo visto  no era muy fácil deshacerse de él y Connor tuvo que aceptar su compañía.
Los hombres de Connor habían tomado la delantera y sólo una pequeña escolta los acompañaba, así que cuando una patrulla enemiga los persiguió Connor maldijo su imprudencia.
Él no quería detenerse a luchar, los superaban en número y además pondría en peligro la seguridad de su madre y hermana. Cuando pensaba que no tendría más opción que enfrentar a sus enemigos , el mago  salvó la situación.
Dionis desplegó su poder y se libró de los enemigos . Abrió una zanja en la tierra  , coartándoles el avance a los perseguidores.
El joven Blackdalion tuvo que reconocer que el mago  tenía valor y poder , además intuyó que aquel hombre haría cualquier cosa por proteger a Kalymera. Connor siempre había sido un gran observador  y supo a ciencia cierta que nunca se desharían de Dionis porque Kalymera lo amaba .Pensó que si hacía feliz a su hermana , lo aceptaría. Claro que lo tendría un par de años a prueba. Después de todo  Kalymera era la joya  más preciada de los Blackdalion.
Siguieron camino durante otra jornada cuando un mensajero los alcanzó. Tanto Dionis como él estuvieron a punto de matarlo pero Connor lo identificó como uno de sus hombres.
Era uno de los soldados que había dejado en Levany y una alarma sonó en la mente de Connor.
Sintió que la sangre abandonaba su cuerpo porque  adivinó el mensaje que le traían.
Una cuadrilla enemiga estaba atacando Levany.
Connor palideció visiblemente , tanto que preocupó a su familia que estaba junto a él escuchando las novedades. Nunca se había sentido así, su corazón quería correr hasta Levany pero no podía dejar a su madre y hermana a la deriva. Además su padre estaba por enfrentar la batalla decisiva y su deber era estar junto a él.
-Debes ir, te necesitan...-dijo Elady a su hijo como si adivinara la disyuntiva en la que se encontraba
-Debo ir a Durken , ese es mi deber – aclaró él con los ojos oscurecidos y la voz inexpresiva- Tengo que acompañarlas y mi lealtad está con ustedes- agregó y supo que aquella decisión le costaría el alma
-Ya no Connor, ahora está dividida...y ellos te necesitan. Nosotras estaremos bien y sabes que tu padre  estará bien, Caleb, Dominick,  y nosotros estaremos allí. – respondió Elady dulcemente
-Mamá...-dijo él con el corazón apesadumbrado y a la vez agradecido porque ella entendiera
-Yo me encargaré  de que lleguen a salvo – dijo Dionis de pronto
 Connor que había vislumbrado el poder del mago supo que podía confiarle la seguridad de las mujeres que amaba
-Ve hijo, responde al llamado ...– insistió Elady
Connor le sonrió fugazmente a su madre porque sus palabras nunca habían sido más justas, su corazón escuchaba un llamado que no podía ignorar, la besó y también a Kalymera.
Luego miró  a Dionis  y en los ojos claros del hombre encontró la respuesta que buscaba, las protegería con su propia vida.
Connor le estrechó la mano  y le dio las gracias. Luego sin perder más tiempo se lanzó en una feroz carrera hacia Levany.
 Apenas se detuvo en Winterday para solicitar ayuda y cambiar de caballo .
Con  los soldados de Winterday siguiéndolo continuó su viaje y cada segundo fue un pedido , una plegaria para que se le permitiera llegar a tiempo.
-Resistan...- rogó en voz alta y cabalgó como nunca en su vida.
Al llegar vio que la fortaleza estaba rodeada, sus hombres luchaban contra la gente de Tonan, incluso varios aldeanos estaban combatiendo.
El Castillo aún permanecía resguardado pero varios enemigos se estaban infiltrando. Connor se abrió camino hasta allí, la mayoría de la gente de la aldea estaba adentro y él tenía que saber qué había sucedido.

La niña estaba rodeada, se acurrucaba en un rincón y pronto llegarían hasta ella. Sin perderla de vista Connor se abrió camino  eliminando a sus enemigos.
-Leila , cariño– la llamó al llegar junto a ella y la pequeña levantó la vista, el alivio se reflejó en sus ojos castaños- Bien, vayámonos  – le dijo y la levantó .
La pequeña rodeó su cuello con fuerza, para asegurarse de que era real.
-Leila quiero que pongas tu cabeza en mi hombro y que cierres los ojos, ¿me escuchas? – la niña asintió con un movimiento de cabeza- No los abras Leila, vamos por tus hermanos.
Leila hizo lo que Connor le pedía y aferrándola con un solo brazo, Connor avanzó blandiendo su espada.
Aliviado vio que Shara y Coy venían hacia él acompañado por tres de sus hombres, pero el alivio le duró poco, Shara tenía una herida en un brazo.
Se aproximó a ella y  aún sosteniendo a Leila examinó la herida con su brazo libre.
Era un profundo corte, causado por una espada
-Llegaste – dijo ella y él tuvo ganas de abrazarla , pero había cosas más importantes , por ejemplo su herida
-¿Cómo estás?
-Es sólo un raspón – dijo ella pero estaba totalmente pálida.
-Es mucho más que eso –  contestó él y le dio la niña a Kilcoy, luego se agachó para arrancar un trozo de tela de la falda de la joven y le vendó el brazo para detener la hemorragia.
-Quédate aquí .Tendrás que resistir  un poco más Shara , iré a terminar con esto – le dijo serio y luego se volvió a sus hombres –Protéjanlos con sus vidas – ordenó -
Un rato después Connor Blackdalion había cumplido su palabra y Levany estaba libre de enemigos. Nadie había visto nunca tan enfurecido a Connor como en aquella batalla, tan ferozmente letal. Nadie supo nunca cuánto tenía que ver con una muchacha herida.
La mayoría  de los invasores estaban muertos, otros prisioneros y algunos habían huido.
Antes de ir hasta Shara, Connor se deshizo de su cota de malla y su casaca manchada, no quería asustarla. Le habían atendido la herida pero aún estaba pálida, yacía recostada  con los ojos cerrados, sus hermanos la rodeaban y él pudo ver el miedo en los niños a pesar de que se hacían los fuertes.
-Shar –dijo suavemente al llegar hasta ella. La joven entreabrió los ojos y lo miró – Todo está bien ya, están a salvo.
-Gracias...- musitó ella
-Coy , ¿por qué no buscas a Cami así atiende a tu hermana...? – dijo Connor y Kilcoy asintió inmediatamente.
-No es necesario...- dijo ella
-Shh, quédate tranquila, además él necesita distraerse – le susurró Connor.
-Yo estoy bien – insistió la joven pero al intentar incorporase se mareó y Connor la sostuvo.
-Has perdido sangre Shara y fue un corte profundo . Necesitas descansar, cuando Cami llegue yo iré a ver como está todo. No tienes nada de que preocuparte.
Así fue como durante los tres  días siguientes  Connor tomó el mando. Se aseguró que patrullaran las cercanías de Levany hasta tener la certeza de que no quedaba ningún enemigo.
Reorganizó y tranquilizó a los aldeanos, se encargó de que los heridos fuesen atendidos , y aunque sólo había habido tres muertos entre su tropa acompañó a sus soldados para trasmitirles fuerza.  También se ocupó de que se distribuyera la comida sin problemas y su presencia  logró mantener el orden y la tranquilidad.
Pero la principal ocupación de Connor fue cuidar de Shara , Coy y Leila.
La herida de la muchacha había sido bastante grave , incluso había tenido un poco de fiebre que los había preocupado, si el corte se infectaba  podía ser muy peligroso. Sin embargo  la fiebre no duró y tanto Cami como Connor sintieron que les sacaban un peso de encima. Aún así tardaría un tiempo en recuperase y el dolor la incomodaba. Lo peor de todo era lograr que estuviera quieta. 
 Al cuarto día después del ataque Connor recibió un mensajero. La guerra había acabado.
Su padre había derrotado a Rog Tonan y Dionis había acabado con Deveró, el mago aliado del traidor.
Supo también que toda su familia estaba a salvo aunque una terrible noticia opacó la felicidad. Los enemigos habían atacado Delfas matando a todos su habitantes, incluso a Maris , la prometida de su hermano Caleb. También le contaban que Caleb había acabado con los culpables y luego había vuelto a Durken .
A Connor nunca le había gustado Maris para esposa de su hermano pero sintió un profundo pesar por la muerte tan injusta de la joven y por el dolor que seguramente desgarraba a Caleb.
Sus padres le avisaban  también que  todos volverían  al Castillo Blackdalion y que allí esperaban noticias suyas.
Connor   tomó una resolución y se encomendó a los dioses porque sabía que lo más difícil seria convencer a Shara.
-¡Claro que no ! – protestó ella cuando él le contó su plan.
-Shara  sé razonable , es lo mejor.
-Ya has cumplido aquí Connor puedes irte cuando quieras pero yo me quedo en Levany.
-No puedas hacer nada por ti misma , ¿Quién cuidará de Kilcoy y Leila?
-Yo lo haré como siempre y si no  Cami o cualquier otro me ayudará.
-Ellos tienen sus propias ocupaciones , no pueden estar pendientes todo el tiempo... por favor ven conmigo a mi hogar hasta que estés recuperada.
-Connor ...no tiene sentido.
-Estás herida y quiero asegurarme de  que estés bien...tú lo hiciste por mi...
-No es lo mismo... – le discutió ella pero Connor recibió ayuda.
-Por favor Shara di que sí...- intervino Coy
-Yo quiero ir – se sumó Leila
- Sólo hasta que te recuperes...- insistió Connor y Shara fue vencida. Vencida incluso por sus propios deseos ya que anhelaba conocer el hogar y la familia de Connor. Una advertencia resonó en su mente , pero la ignoró. Sabía que después le dolería más cuando él saliera de sus vidas pero todavía no había llegado el momento.

El Castillo de los Cerezos era un lugar impresionante y Shara sabía que ella tenía la misma expresión de infantil asombro de sus hermanos. Connor les sonrió divertido y  al  entrar al patio principal un hombre se les acercó. Connor desmontó, bajó a Shara que venía con él y luego se adelantó para saludar al hombre.
-Hola pequeño...- dijo el hombre moreno al acercarse
-Hola anciano ...- respondió Connor abrazando  con fuerza a su hermano mayor, luego al encontrar su mirada vio el dolor en los ojos oscuros- ¿Estás bien?- preguntó escuetamente. Sabía que él también podría estar en la misma situación, podría haber llegado tarde a Levany...pero ni siquiera quiso contemplar esa posibilidad.
-Lo estaré ...- respondió el otro y Connor supo que Caleb debería encontrar la redención solo...nadie más que él mismo podría darle paz .Sabía también que si había un hombre con voluntad de acero ese era su hermano, saldría adelante.
-Sí, lo estarás...-le respondió y pasándole un brazo por los hombros lo llevó hasta Shara para presentársela .
Shara esperaba junto a sus hermanos, se sentía un poco amedrentada pero al ver la sonrisa de Connor se tranquilizó.
El hombre que lo acompañaba era más joven de lo que ella pensó  en un primer momento , , Shara dedujo que era Caleb , un poco por las descripciones de Connor y otro poco por la enorme tristeza que percibió en el joven moreno.
Él fue muy amable y luego los acompañó al interior mientras le contaba hechos recientes a su hermano menor. Entre las novedades estaba el próximo casamiento de Kalymera con Dionis, Shara sonrió al ver la mirada que intercambiaron los dos hombres.
Por lo visto  aunque su padre hubiera aceptado la boda, los hermanos aún tenían sus dudas.
Caleb entró y Connor se retrasó para esperarla. Leila tomó una mano del hombre y Coy tomó la de hermana mayor. A su vez Connor pasó un brazo por la cintura de Shara para trasmitirle confianza y ella supo que él había percibido su inquietud.
Los cuatro juntos  atravesaron las puertas del Castillo hasta llegar al  Gran Salón donde estaban los demás miembros de la familia.

Elady vio entrar al menor de sus hijos acompañado por  dos niños y una muchacha de cabello oscuro, entonces su mirada gris se cruzó con la de la joven, ella tenía ojos dorados.
“Las hebras se cruzan ” pensó Elady para sí misma y sonrió pues acababa de encontrar la respuesta a una pregunta que se había hecho durante veintiocho años.
Fue la primera en dirigirse  hacia Shara para darle la bienvenida.
La familia de Connor era encantadora y los recibieron muy bien.
Caleb era muy amable aunque estaba poco tiempo con su familia , seguramente su dolor lo llevaba a  buscar la soledad. Era un joven bastante introvertido  y serio .
Ennis también era muy agradable y era mucho más expresivo que Caleb , la única que parecía tener reservas era Kalymera, a veces Shara descubría que la joven la observaba con una mirada indescifrable.
Por otro lado los padres de Connor eran los anfitriones perfectos, Kyrios le agradeció que rescatara a su hijo y la trató como a una princesa. A pesar de tener un aspecto intimidante era muy gentil e incluso era  muy tierno con los niños que estaban igualmente fascinados con él. Kilcoy caminaba en las nubes pensando  que podría contarle a sus amigos que había conocido al legendario León Negro.
Elady Blackdalion,  además de ser muy parecida físicamente a su hijo tenía  su misma calidez, integró inmediatamente a la joven y  se encargó personalmente de supervisar su recuperación.
También los hermanos Dionis y Bladian eran amables aunque reservados y Shara adivinó que estaban tratando de adaptarse tanto como ella misma.

Las mujeres de la casa estaban reunidas en una de las habitaciones preparando el ajuar de Kalymera. Los ojos grises de Elady brillaban emocionados con cada puntada que bordaba,  la próxima boda de su hija la conmovía.
Bladian  trabajaba en silencio y su  serena belleza aumentaba cada día que pasaba, la joven había estado en cautiverio y aún estaba recuperándose.
Kalymera parecía siempre iluminada por la felicidad del amor y su risa lo inundaba todo, Shara las acompañaba aunque no podía trabajar pues su brazo seguía curándose y Leila las asistía mientras las demás mujeres contestaban a sus curiosas preguntas.
Elady incluso le había enseñado algunas puntadas que la pequeña practicaba tenazmente.
Cuando Connor entró a ver cómo estaban ,la niña se arrojó en sus brazos pidiéndole un cuento y el joven aceptó gustoso.  Todas dejaron sus labores y se dedicaron a escuchar la historia favorita de la niña, la de la joven encerrada en la habitación de la torre.
A Shara le encantaba escuchar el sonido de la voz de Connor, así que recostada cómodamente contra el respaldar  del sillón se sumergió  soñadora en la historia.
Kalymera había escuchado muchas veces aquel cuento, pero cuando su hermano llegó a la parte donde la joven derrotaba con inteligencia al monstruo que la había encerrado y lograba escapar ,se dio cuenta de algo y se volvió asombrada hacia su madre.
-¡Es tu historia! – exclamó acusadora  la joven y Connor  dejó de hablar para mirar a su madre- Tú eres la joven encerrada en la habitación de la Torre y papá es el monstruo que te encerró
-También es el príncipe...-  contestó Elady con chispeantes ojos grises  - no hay que olvidar ese detalle , pensé que tu padre entendería la  moraleja del cuento pero me temo que no es bueno con las indirectas – dijo la mujer esbozando una traviesa sonrisa  mientras todos reían ante el descubrimiento.
Shara averiguó  de dónde había heredado  Connor aquella sonrisa mezcla de inocencia y travesura.

La joven  ya se sentía bien y añoraba su hogar en Levany, sobretodo porque sabía que cada día en aquel lugar le haría más difícil la partida.
Connor era encantador con ella pero nunca pasaba los límites de la amistad y allí rodeada por el amor familiar de los Blackdalion ella  aprendía a amarlo  cada día más. Y cada día aumentaba su sensación de no pertenecer allí.
Estaba recorriendo  los jardines admirando los rosales cuando se encontró con Elady.
-Son muy hermosas – dijo con sincera admiración mientras acariciaba un pimpollo.
-Sí lo son...Kyrios y yo reconstruimos este lugar...Yo tenía un jardín en mi casa y luego él me trajo los rosales para que no añorara tanto.
-¿Y extrañaba su hogar?
-Un poco al principio , pero este es mi verdadero lugar en el mundo...¿extrañas tu hogar Shara?
-Sí, mucho...
-Supongo que es tu verdadero hogar,  tienes vínculos profundos con aquel lugar...¿vas a irte entonces?
-Sí...
-¿Ya le dijiste a mi hijo?
-Todavía no
-Entiendo – dijo la mujer y Shara estuvo a punto de preguntarle qué entendía porque en su interior todo era confusión.

-Yo voy a acompañarte – dijo Connor cuando ella le habló de volver a Levany.
-No  Connor. No hay necesidad y además sería peor para los niños , ya han vivido demasiadas despedidas – “Yo también “ pensó pero no lo dijo, después de todo había salido adelante sola, había sobrevivido veintiún años sin Connor Blackdalion y podría seguir haciéndolo.
-¿Mañana entonces?
-Sí .
-Bien – dijo él y se retiró
Shara estaba preparando las cosas de sus hermanos para la partida, cuando Kalymera entró a la habitación . La hermana  de Connor siempre se había mostrado reservada con ella como si la evaluara y después de todo el tiempo compartido Shara no lograba dilucidar cuál era el juicio que la joven tenía sobre ella.
Los  inquisitivos ojos azules se clavaron en ella y sin preámbulos Kalym preguntó
-¿Lo quieres ?
-Sí  - contestó Shara sorprendida por la pregunta .
-Mi hermano es  un hombre muy especial y sólo alguien tan especial como él puede ser digna de su amor ¿ Entiendes eso verdad  ?- preguntó la joven y Shara no supo si aquello era una advertencia o qué.
-Sé que él es muy especial...
-Siempre han habido muchas mujeres a su alrededor  pero nunca estuvo enamorado y el día que lo haga será para siempre .Pocas mujeres están a su altura...y mi familia sólo aceptará a aquella que él elija ...cuando llegue el momento.
-Entiendo – dijo la joven sabiendo que ella nunca sería esa mujer.
-No, no lo entiendes pero supongo que una vez que te vayas y el tiempo pase lo entenderás.- le contestó enigmática -Aún así, mi casamiento será en dos meses y me gustaría que vinieras.
-Gracias –contestó Shara ya que percibió que la invitación era sincera – pero creo que no volveré aquí...
-Adiós Shara y gracias por cuidar de Connor -  dijo Kalymera despidiéndose con un beso en la mejilla.
Cuando la jovencita se retiró Shara se sintió sumida en la tristeza.
“ Nunca regresaré aquí” volvió a repetirse a sí misma.
Al día siguiente , sin volver la vista atrás e ignorando la dolida mirada de sus hermanos , emprendieron el regreso a Levany .
Había transcurrido un mes y Elady desde el refugio seguro de los brazos de Kyrios pensó en sus hijos.
Kalymera estaba feliz y ella sabía que Dionis merecía el amor de la muchacha , estaba tranquila de que su hija hubiese  hallado la felicidad. Sin embargo sus tres hijos varones  eran otra cuestión. Ennis parecía ser el mismo de siempre, sin embargo a veces ella sorprendía un rastro de pesar en sus ojos azules...sentía que había un vacío en él tras la perdida de su poder.
Caleb simplemente vagaba de un lado al otro como un animal herido sin dejar que nadie se le acercara, el dolor de su hijo mayor , la impotencia y la culpa que él sentía estaban destrozándola porque no encontraba como ayudarlo.
Y Connor...bueno el menor de sus hijos siempre le había traído dolores de cabeza. Unos meses atrás había creído que nunca lo volvería a ver y ahora...ahora extrañaba su risa y su desbordante energía. Rondaba por la casa con un humor tan sombrío como el de su hermano mayor y aunque Elady sí sabía como solucionar este problema  no pensaba intervenir.
Connor  debía encontrar la solución por sí mismo.

El menor de los leones Blackdalion no tenía dudas sobre sus sentimientos, pero por primera vez tenía miedo. Miedo de ser rechazado porque aunque tenía el impulso de salir corriendo hacia Shara temía  no tener suficiente que ofrecerle . Ella había llevado una vida difícil y  no quería causarle ningún tipo de aflicción, ella era bastante independiente y había logrado sobrevivir sin él. Sin embargo sabía que él no sobreviviría sin ella, el mes que había estado lejos había sido una tortura  y aquel pensamiento lo hizo decidirse.
Fue a buscar a Kalymera, si alguien era capaz de entenderlo era su hermanita.
Sin embargo cuando le habló de sus planes la reacción de su hermana fue totalmente inesperada
-No puedes casarte con ella. – aseveró la joven con firmeza.
-¿De qué hablas Kalymera? – preguntó confuso .
-Me prometiste que no te casarías a menos que yo  lo aprobara, ¿recuerdas?, y no apruebo a Shara. Ella  no es adecuada para ti, no te merece. Es sólo una campesina Conn y qué harás con los niños ¿ acaso vas a hacerte cargo de ellos?. Tú no estás preparado para eso.
-¡Basta ya! – estalló él  - no voy a permitirte esto, ¡¿ me escuchas?!. Tú no la conoces y no vas a hablar  de ella. Soy dueño de mi vida Kal y no sabía lo que prometía cuando lo hice.
Ni tú ni nadie va a entrometerse, además soy yo quien no la merece. Es valiente y leal, inteligente , justa, dulce. Es fuerte y frágil al mismo tiempo. Leila y Coy son maravillosos , me enorgullecería hacerme cargo de ellos. Yo...  la necesito...– farfulló él levantando la mirada  y sólo entonces se dio cuenta de la amplia sonrisa de su hermana.
-En verdad la amas – dijo ella maravillada mientras se acercaba a él- Oh, Connor no hay nadie tan digna de ti,  ella también te ama , no la dejes ir.
 Connor comprendió que Kalymera  le había tendido una trampa , lo había obligado a decir todo lo que sentía  en su corazón ,  su enojo se convirtió en diversión y alivio .
-Gatita  – dijo abrazando a su hermana- me la hiciste pasar mal.
-Lo sé, pero tú trataste de apuñalar  a Dio. Considero que estamos a mano.- dijo con una sonrisa angelical que sin embargo aterrorizó a Connor .Por un momento compadeció al mago de ojos celestes que sería su cuñado, seguramente no sabía con quién se estaba metiendo.


Connor estaba acodado en un muro cuando Caleb llegó hasta él.
-¿Estás pensando en ella? ¿Cuál es tu problema Conn?
- ¿Y si no puedo hacerla feliz? – preguntó mirando con sus ojos plateados a su hermano mayor
-Connor tú siempre sabes como hacer feliz a los demás-dijo con seriedad aturdido por la angustia que veía en el rubio joven-Vamos, hermanito me he pasado la vida rescatándote de las damas no imaginé que algún día  tendría que empujarte a los brazos de una.
-Cal...
-¿Acaso hay concilio familiar y no me avisaron? – preguntó Ennis llegando hasta ellos .
- ¿Tienes algún consejo para nuestro hermanito? – preguntó Caleb olvidando sus propias preocupaciones .
-Mientras no la ahuyente como a las otras....
-¡Ennis amo a Shara!, no es una más... – gritó indignado Connor.
- Yo sabía que  algún día toda esa bebida te haría mal – les respondió su hermano que había decidido provocarlo- Yo que tú no me preocuparía  tanto, según escuché la chica es bastante independiente , así que puede soportar a un marido inútil...si eso es lo que te inquieta.
-¿No pueden dejarme en paz? . No me están ayudando.
-¿Bueno de qué sirve que seas el menor si no te podemos molestar...?-Inquirió Caleb, pero al ver la furibunda mirada de su hermano , le pasó un brazo por los hombros- Tranquilo Conn, lo harás bien...
-Si es la mujer que amas  , sólo ve a ella Connor – agregó Ennis mirándolo con seriedad.
El rubio alzó su mirada agradeciendo a sus hermanos . Sabía que podía contar con ellos y lo reconfortó saber  que , más allá de las bromas, ellos creyeran en él y le dieran su apoyo.
Sólo le faltaba hablar con sus padres .
-¿Cuándo vas a irte Connor? – preguntó su madre al verlo llegar.
-¿Cómo la sabías?
-Bueno , pensé que ya era hora de que  hicieras algo correcto
-Te he defraudado mucho madre, ¿ no he cumplido con lo que esperabas de mí , verdad?
- ¡Oh cariño ! Te quiero mucho y nunca podrías defraudarme. Sólo espero que alguien te ame de verdad y vea lo que nosotros vemos en ti. Tu belleza no sólo se limita a tu exterior Connor.
-Madre...
-Ely, este cachorro ya es bastante engreído  como para que tú lo empeores...-interrumpió Kyrios pero al ver a madre e hijo juntos agradeció que alguno de los cuatro se pareciera a su amada esposa. Se acercó a su hijo menor .-  Siempre me han compadecido por tu poca inteligencia, Connor . No me defraudes, ve a buscarla y no vuelvas  sin ella hijo, demuestra que eres más inteligente de lo que creen los demás – agregó con una sonrisa burlona mientras abrazaba a su hijo . Connor agradeció la aprobación y el amor  que se escondían detrás de aquellas palabras.
Kyrios observó  a su hijo marcharse para hacer los preparativos del viaje y pensó que había madurado mucho últimamente. Era como si el verdadero Connor finalmente hubiese salido a la luz.
-¿Recuerdas a la mujer que conocí antes de casarnos, la que veía el futuro? – le preguntó Elady llamando su atención.
-Claro, siempre estaré en deuda con ella, te empujó a mis brazos... ¿Por qué me los preguntas?
-Bueno tal vez podamos pagar esa deuda...tengo una historia que contarte.
-Tengo la sensación de que va a ser muy interesante
-Mucho... – contestó ella
-Hablando de historias amor mío ¿me puedes decir cómo es eso de que soy el afortunado protagonista de un cuento que has narrado durante años a nuestros hijos?
 Elady sólo río y abrazó con fuerza a su esposo.


El menor de los Blackdalion  tenía listo todo para partir, incluso había recibido consejos de cortejo de casi todos los miembros de su familia. Pero aún tendría que esperar un día para irse ya  que sus padres habían insistido en  que compartiera la cena con la familia  . Connor aprovechó la velada  para compartir con ellos algunas de sus preocupaciones.
-¿Padre no sabes quién es el heredero de Levany ? – le preguntó a Kyrios
-No , conocí al anterior Señor , pero no sé quien es su heredero...¿Por qué te preocupa?
-Esa gente está desprotegida y quisiera poder hacer algo...si supiera quién es tal vez pudiera hablar con él y encontrar alguna solución.
-Yo lo conozco...- interrumpió  Caleb que había seguido concentrado la conversación entre su hermano y su padre.
-¿En serio? ¿Quién es Caleb? ¿ Crees que tenga algún interés en Levany?
-Tranquilo cachorro, ¿ acaso estás tan ansioso por  tener un Señor? Porque deberás someterte a sus decisiones....- lo provocó su hermano mayor.
-Habla Caleb...- lo urgió Connor que en realidad no había contemplado la posibilidad de que alguien más le dijera que hacer. Su hermano sonrió adivinando sus pensamientos.
-Caleb ... – lo amonestó su padre - ¿puedes dejar de jugar?
-Sí  queremos saber – insistió  Kalymera que no soportaba el suspenso.
-Estás mintiendo , no lo conoces – lo presionó Ennis
-Ah,  sí que lo conozco, no siempre me agrada pero lo conozco muy bien – dijo mientras reía
-¡¡Caleb!! – lo reprendieron varias  voces a la vez
- Suéltalo ya... – dijo Connor con sus ojos grises brillando amenazantes
-Tú – dijo Caleb sonriente.
-¿Qué ?
-Tú eres el Señor de Levany...
-Imposible – dijo Kyrios paseando su mirada entre sus dos  hijos.
- ¿Cómo ? – preguntó Connor incrédulo.
-“Levany”...el nombre me sonaba , luego lo recordé ...se lo ganaste en un juego de cartas al heredero un par de años atrás.
-¿ Ganó un Señorío en un juego de cartas? – preguntó Elady sorprendida
-No puede ser legal ...- comentó Kyrios  divertido por el rumbo que tomaba todo, Connor siempre les deparaba alguna sorpresa.
-Lo es , yo estaba allí y les hice firmar los papeles .Toma Señor de Levany , los encontré esta mañana – dijo Caleb alcanzándole unos papeles a su hermano
-Durante dos años he sido el Señor de Levany , increíble – exclamó Connor y todos estuvieron de acuerdo.

A pesar de que  todo estaba preparado para su partida Connor aún tenía una preocupación.
-¿Y si no me quiere? – preguntó dubitativo ante los gestos de fastidio de su familia.
-¡Connor! – lo reprendió su madre
-En ese caso no es tan inteligente como creímos – dijo su hermana acercándosele con una sonrisa y antes de que él se pusiera en marcha ella le susurró algo al oído.
Connor le dio un beso en la mejilla y la miró agradecido, la menor de su familia le había dado la respuesta que buscaba.
“Ofrécele tu amor, es lo único que importa” le había dicho Kalymera y Connor deseó que fuera cierto.
Cabalgó deprisa  a Levany,  hacia su lugar en el mundo  donde  residía su corazón.


 Había pasado toda la tarde bajo el sol trabajando la tierra, tenía el pelo desordenado, la piel sonrojada, las manos magulladas y seguramente tenía más tierra encima de la necesaria.
Entonces lo vio llegar y el cansancio se esfumó siendo reemplazado por un montón de pensamientos .
Lo primero que pensó fue que se había recuperado completamente  , se veía fuerte y había ganado algunos kilos. También notó que llevaba ropa cara y fina , la cual le sentaba de maravillas. Él había nacido para esa vida, sin necesidades ni penurias , sin mencionar que era el hombre más atractivo  que ella hubiera conocido, porque aunque desde el primer día ella hubiera tratado de ignorarlo Connor Blackdalion era majestuoso.
Lo último que notó fue que  había estado conteniendo la respiración mientras lo miraba porque había creído que nunca volvería a verlo y eso le había provocado un dolor innombrable.
Conocía cada faceta de aquel hombre. Lo había visto totalmente vulnerable, estaba segura que muy pocos habían visto la fragilidad de Connor Blackdalion como ella ; había contemplado al guerrero feroz y al hombre cálido y alegre capaz de crear música o jugar con niños. Ella había amado cada aspecto de él sabiendo que no lo podría tener.
Sin embargo, ahí estaba observándola con sus ojos grises mientras esbozaba una de sus asombrosas sonrisas.
 -Hola Shar – dijo casualmente
-Hola Connor – le contestó ella en el mismo tono
-Tanto tiempo trabajando  bajo el sol te hará mal – comentó acercándose y ante la mirada evaluadora de él, la joven  deseó encontrar la manera de retenerlo.
-Estoy acostumbrada. ¿Qué haces aquí?
-Soy el Señor de Levany – le dijo él como si fuera un mero comentario
-¡¿Cómo?! – preguntó sorprendida.
-Parece que lo “heredé”hace un tiempo sólo que no lo recordaba hasta que Caleb me lo dijo.
-¿Lo heredaste ? - preguntó intrigada por la sonrisa de él , lo conocía lo suficiente como para saber que había algo más.
-Algo así, luego te cuento los detalles – dijo él con una media sonrisa y la joven supo que sería una buena historia.
Se lo quedó mirando.
Era el Señor de Levany , eso significaba que  estaría siempre cerca y siempre lejos. Shara sintió como si le arrebataran una estrella de las manos, recordándole que ella no podía alcanzarla. Nunca tendría a Connor, pertenecían a mundos diferentes . Ella era una simple muchacha de aldea, ni siquiera  tenía la belleza deslumbrante de las mujeres que lo rodeaban ...ella no tenía nada para ofrecerle a Connor Blackdalion, Señor de Levany. Nada excepto el amor que sentía, pero él  jamás lo reclamaría.
-Shar...¿podemos hablar?- le peguntó sacándola de sus pensamientos.
-Lo siento...¿quieres pasar?
-No , prefiero estar aquí afuera...
-Entiendo – dijo ella aunque no tenía la más mínima idea de que sucedía.
-Me preocupa que me falte el aire si entramos – aclaró y ella lo miró interrogante- aunque te agradecería que soltaras el azadón , me sentiría más seguro...
-¿Sucede algo? – preguntó alarmada por el semblante de él.
-No...o sí. Tengo que decirte algo.
-Connor me estás asustando...
-Bueno , eso nos pondría en igualdad de condiciones...
- Connor ¿puedes hablar de una vez?
-Bueno te dije que era el Señor de Levany, así que voy a necesitar ayuda y compañía.
-Supongo que sí , el lugar donde vivirás es un desastre. Seguramente podemos conseguirte gente y una buena casera que te ayude a ponerlo en condiciones.
“¡Bendita  mujer! “, él estaba tratando de declararse y ella pensaba en personal de servicio...
-En realidad tenía otra cosa en mente ...- dijo él divertido – algo que tenga que ver con abrazos y besos, muchos besos...
Shara se lo quedó mirando sin entender ,¿ acaso quería que ella lo ayudara a conseguir una novia o algo por el estilo?. Estaba muy confundida y el sol y la cálida sonrisa de Connor no estaban mejorando la situación.
-No te entiendo- dijo ella
-Ya veo que no me lo vas a hacer fácil, nada de subterfugios...La verdad, simple y directa-dijo él como si hablara consigo mismo.
-¿Te sientes bien? – preguntó la muchacha.
-Oh Shar, eres única. Lo que he venido a decirte, pedirte mejor dicho  es que te cases conmigo . Quiero que seas mi esposa.
-¿Qué? – preguntó tontamente pensando que estaba empezando a alucinar. Alucinar con que Connor le pedía casamiento.
-¿Shara, te casarías conmigo? – repitió él
-Soy solo una campesina. ¿Qué va a pensar tu familia? – fue lo único que se le ocurrió decir. Ser la esposa de Connor iba más allá de cualquier sueño, ni siquiera se atrevía a considerarlo .
Él esbozó una tenue sonrisa y habló lentamente.
-Mi madre cree que eres perfecta, de hecho está muy rara, me dijo que yo le gustaba a tu abuela...-ella lo miró extrañada pero él continuó implacable- Kalymera te adora, mi padre dice que si te dejo ir soy más estúpido de lo que todos creen. Y mis hermanos me prohibieron volver sin ti.
-Eres un Blackdalion...-insistió tercamente, muerta de miedo  ante la posibilidad que le ofrecían-
-No significa nada, tú eres la más respetable de los dos. Yo soy la oveja negra, Caleb es el premio mayor, así que no quiero que te hagas ilusiones. Si me aceptas te llevarás a la vergüenza de la familia – dijo serio pero con la sonrisa  bailándole en los ojos-, aunque puedes reformarme...
-Pero...-dudó ella.
-Shara – dijo él y había miedo en su mirada plateada – no importa quién soy , porque si mi familia te quiere o no ,es irrelevante. Si soy o no un Blackdalion tampoco importa. Lo único importante es que  soy tuyo...
-Tú no eres mío , lo de la subasta ...-murmuró confusa
-No hablo de la subasta  - la interrumpió con impaciencia , luego un brillo travieso iluminó sus ojos -aunque debería averiguar qué clase de poder sobre mi te dan esos papeles .
Shara – insistió serio - te pertenezco desde que nuestras miradas se cruzaron, eres mi dueña porque te amo y no me imagino sin ti. Y amo a tus hermanos, quiero ayudarte a criarlos , aunque seguramente Coy va a darnos muchos dolores de cabeza y voy a tener que perseguir a los pretendientes de Leila. Quiero tener hijos contigo,  aunque por  mi bien espero que hereden tu sentido común porque si se parecen a mí... – continuó parloteando  asustado por la posibilidad de que ella lo rechazara
-¿Mi sentido común...?¿Hablas de la mujer que te compró en una subasta?- preguntó ella interrumpiéndolo, su voz temblaba por la emoción. Era cierto, Connor la amaba tanto como ella a él-  Sabes... yo prefiero que se parezcan a ti – dijo sonriendo  mientras se le acercaba– porque harían mi vida más interesante , la iluminarían como tú- dijo al tiempo que apoyaba una mano en la mejilla de él.
-Mucho más interesante... .Entonces, ¿me aceptas ? - preguntó titubeando como nunca  antes en su vida
-Sí. Voy a ser tu esposa. Te amo Connor Blackdalion , te amo , -pronunció como una letanía -¡TE AMO! – repitió mientras él la estrechaba contra sí y la besaba .

-¿Ya podemos ir con ellos? – preguntó la pequeña a su hermano mientras desde la ventana observaban a la pareja que se besaba.
-Todavía no Leila  , dejémoslos solos otro rato.
-¿Esta vez él va a quedarse con nosotros?
-Sí .Esta vez va a quedarse para siempre – contestó Coy con los ojos dorados brillando de felicidad. Casi tanta como la que brillaba en los ojos de su hermana mayor.


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8 comentarios:

  1. Como me encantó la historia de Connor, pero Caleb... Hay Caleb!!!!!

    Jejejejje

    Me encanta tu mundo medieval!!!

    Besos preciosa

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    1. No sabía que Caleb era tu debilidad, jajaj. Cre que nunca me lo comentaste...

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  2. Me la pones tan difícil Nata jajaja... quiero leer de nuevo toda la Saga (pero el tiempo ahora mismo es escaso!). Me cuesta resistir la tentación pero a ver qué se puede hacer... me ha encantado la imagen elegida a propósito!

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  3. Sis debes ponerlas todas aki, aunque cuentes con tu grupo de todas maneras jejeje... como siempre orgullosa de ti ;)

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  4. Nata me llenas de sorpresas, me encanta que las historias no son monótonas.... que gran saga... ME ENCANTA!!!!!!!!!

    Lari

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    1. Graciasssssss! he tratado de qu ecada una sea diferente aunque con tantos alrededor algunas cositas siempre se repetirán. Besos

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  5. Nataaaaaa!!
    Jajajaja sonrisas en medio de una guerra que maravilla!
    Jaja Ganarse un señorío en un juego de cartas?? OMG! empezaré a jugar esas cosas?!! Esa no me la esperaba, que buena sorpresa.
    Gracias Nata!

    Lu

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    1. Gracias!! Y de Connor se puede esperar cualquier cosa, ese niño es de mis favoritos. Gracia spor disfrutar su historia.

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