Cualquier romántica que se precie de tal tiene que haberse asomado alguna vez a un libro de poesía, tiene que haber susurrado versos en voz alta deseando que llegaran a alguien…
Para mí la poesía siempre ha estado presente, porque además ha sido mi primer amor. Si se trata de escribir, siempre me incliné hacia la poesía, en los últimos años ganó la narrativa pero creo que mi corazón infiel sigue añorando escribir versos.
También soy lectora de poesía, que creo es diferente de ser lector de novelas, hay reglas distintas..pero esa es otra historia, para otro momento.
Ahora la cuestión, es hablar de los poemas de amor que se no han grabado en lo más profundo de las almas..
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso”
Yo la quise, y a veces ella también me quiso”
Escribió Pablo Neruda, uno de los más grandes poetas del amor. Y creo que la mayoría de nosotros recuerda algún verso de este escritor…para mí fue uno de los favoritos de mi adolescencia. Recitábamos sus poemas con mis amigas, nos emocionábamos con la idea de ser amadas así algún día.
Ah qué días aquellos, lo del romanticismo pleno, la edad perfecta para Neruda y Bécquer…poetas que expresan un romanticismo que nos estremece el corazón con intensidad en el momento que más intensamente vivimos. Aún me siguen gustando pero no los siento de la misma manera…básicamente porque yo soy menos sentimental.
Luego llegó otra poesía, la de mujeres…porque me sentía más identificada con sus voces, porque sentía que decían aquello que yo quería..
“El hombre más bello, no desear amar...”
Ese verso de Alfonsina Storni representa esa etapa en que elegí a las poetas femeninas, etapa en la que descubría lo que era ser mujer, me podía identificar con sus anhelos, con sus dolores, con sus pérdidas y sus amores.
Alfonsina Storni, Delmira Agustini, Gabriela Mistral, Sor Juana Inés de la Cruz, Julia Prilutzky Farny, Idea Vilariño entre otras.
Y luego los poemas de amor se volvieron más complejos como esa misma emoción, más maduros y esquivos.
No era tan fácil como la emoción que entraba en combustión como en mi adolescencia, ni era la expresión feminista de mi sentir , era más complicado y difícil de aprehender.
Y allí llegaron otros autores como Jorge Luis Borges , e.e.cummings, Sylvia Plath entre otros.
La verdad que son tantos los que han dejado su voz en mi alma, los que me han hecho suspirar y exclamar “ESO SIENTO” que no alcanzo a recordarlos a todos…pero lo importante es eso, que durante siglos ,los poetas son quienes han sabido decir lo que los demás no podemos.
El latido acelerado, las mariposas en el estomago, la angustia, la alegría, a todo eso que sentimos a veces sin saber qué es, ellos le han dado nombre.
Ese es el poder de la poesía, nombrar aquello que no sabemos …y también nos han prestado su voz para que podamos trasmitir lo que sentimos.
Alguien dijo alguna vez que la poesía es de quien la necesita, así que con esa excusa los enamorados “Han robado” versos famosos para mandar en sus cartas, para dejar una notita, para acompañar una declaración…
Tengo varios poemas de amor favoritos, los dejo para la segunda parte de la entrada. Por ahora comparto con ustedes un poema bastante antiguo que sin embargo es maravillosamente vigente
Es un soneto de Lope de Vega (1562-1635)
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
¿Y ustedes que poemas de amor recuerdan?
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