Recordando el primer amor...

¿Les gustan los deportes? ¿Practican alguno? Debo admitir que yo no, a veces al ir a la playa si acaso juego un futbolito playero (A los cinco minutos siento el sol en todo su esplendor, tengo la lengua de fuera y los pulmones en la garganta) o voleibol, pero vaya que soy pésima y mi idea de ejercitarme es caminar, no ir en auto, ni transporte público si la distancia es razonable, camino y lo hago con frecuencia y me ha funcionado. ¿Por qué estoy diciendo todo esto? Bueno, por que ayer fui a la playa y jugando o más bien intentando jugar me acordé que siempre he sido pésima para los deportes, razón principal por la que nos los práctico.

Mi limite de hacer el ridículo lo he sobrepasado con creces y eso me remontó a mis años de secundaria cuando lidiaba con lo que significaba ser adolescente. Y repito no era mala, era terrible para cualquier deporte, el caso y eso me sacó una sonrisa ayer mientras recordaba, es que aún así yo jugaba, futbol soccer, voleibol, beisbol, basquetbol y todo aquello que mis amigas hicieran y benditas ellas por aceptar formara parte del equipo (tampoco era la única inútil, eso ayudaba)así que era una pobre chiquilla sin talento deportivo y eso me colocaba no muy bien en los condenados escalones sociales de la escuela, aunque poco importaba pues definitivamente no estaba hecha para ser la niña popular, la de brillante cabellera, cara y piernas lindas y una legión de niños detrás de ella aunque la joven en cuestión no tuviera cerebro y yo lo tenía, a veces es un grave error el tenerlo y demostrarlo con los mocosos varones de la escuela (Creo que respecto a ese asunto aun de adultos son sensibles al hecho de que una mujer sea mas inteligente *es una gran verdad ejem* jaja).

De pronto me acuerdo de Él, no jugaba bien ni el soccer ni a nada, solo que he aquí la diferencia y es que pese a no ser un prodigio de los deportes, eso en él no importaba. Era alto (para su edad lo era y el condenado lo sigue siendo) guapo, y con un encanto hecho para enamorar y embaucar a las pobres adolescentes que se le pusieran enfrente, un Don Juan que iba tras las niñas guapas, las desinhibidas y las seguras de si mismas. Razón por la que no se me pasaba por la cabeza que de pronto él se fijara en mí pues yo era la timidez personificada, si, jugaba y tenía amigas pero con los chicos era yo un desastre, un caso perdido, platicábamos por horas y claro, me entusiasmé, me ilusioné y ¿me enamoré? Si el amor se puede sentir a los doce años, entonces sí. Pero un buen día él de pronto… de golpe y porrazo como dicen en mi tierra, me toma la mano y delante de todos me pregunta ¿Me quieres? ¡Como carajo se atreve a preguntarme eso! ¡A mi! ¡A una niña tímida, insegura y confundida! Imagínense la escena: Rodeada de muchos pares de ojos curiosos, burlones y chismosos.

¿Por qué preguntó eso? Bueno, años después ya que por fin la experiencia me acompañaba entendí que necesitaba la confirmación para así poder lanzarse e atreverse a preguntar si quería ser su novia. Sí, y dicen que nosotras somos las complicadas ¿Qué le costaba preguntar lo segundo? En fin, lamento decir que dije que “No lo quería” gran mentira por supuesto, pero la presión pudo con la J.J de doce años y él a pesar de ser poco más que un puberto entró en modo “Machus Mexicanus Orgullosus” (Especie que prolifera en grandes cantidades) y dejó de hablarme. Mi corazoncito destrozado y yo aceptaron eso. Después de un tiempo y para mi sorpresa él me buscó y me dijo que dejáramos todo atrás y que fuéramos… AMIGOS. La “Femina Necius Orgullosus Bobus” ósea yo, no se atrevió a decirle nada, ni un lo siento, o un te quiero de verdad. Pasó el tiempo y se me fue olvidando el asunto, benditos esos años en los cuales el corazón se recuperaba con rapidez.

Sin embargo meses después le pidió a una amiga mía que fuera su novia, ella muy cándida (o malvada, ya no se) me dijo que si estaba de acuerdo y es ahí cuando volví a entrar en modo FNOB (Leer atrás para saber que significa)y le dije con una sonrisota tensa que no había problema y así ella empezó lo que yo nunca. Fueron novios hasta que acabaron la secundaria, una relación algo tormentosa y durante la cual él me siguió gustando aunque no como al principio, pues mis principios amiguiles (Sí, soy amiguera a morir y fiel al código de amistad)me impidieron ir más allá. ¿Triste historia? Sí, pero ahora la recuerdo con cariño e incluso con diversión y claro, con múltiples desvaríos pues empecé con deportes para luego terminar con esto jaja…

¿Si lo he vuelto a ver? Sí y con el paso de los años se puso más guapo y atractivo y sigue siendo encantador, nos saludamos cuando nos vemos y si voy con mi prima y una de mis mejores amigas (Quien vio la historia) no duda en recordármelo todo con diversión suprema. Y ¿Qué creen? Él no me dio el primer beso… que raro ¿no? El primer amor no dio el primer beso… pero bueno, rara soy.

¿Quién se acuerda del primer amor? Por que he descubierto eso que dicen y que es totalmente cierto: nunca se olvida.