¿Cómo
podía correr tan rápido una mujer con tacones? Misterios femeninos. Enseguida
otro ascensor llegó, sonriendo se subió, sacó su teléfono e hizo una llamada.
Casi
sana y salva, apestosa pero salva. Solo tenía que atravesar la puerta
principal, tomar un taxi e ir a matar a Nat, no, primero tenía que tomar un
largo baño y después matar a Nat.
Uno
de la media docena de guardias de seguridad que pululaban por allí la detuvo en la entrada.
-
Su identificación por
favor.
-
La mostré al entrar. –
Dijo confundida.
-
Es protocolo
señorita.
-
Ok, ok. –Buscó en su
bolso y gruñó al no encontrarla. Si el guardia fuera el típico gordito bajito
lo habría ignorado pero este medía casi dos metros y parecía jugador de futbol
americano pero de esos que no tienen panza y si muchos músculos. – ¡Aquí está! –
exclamó al encontrarla y se la tendió.
-
Ajá. Ujum… ajá…. –
Decía el dos metros mientras leía la
identificación.
-
¿Todo bien? –
Preguntó nerviosa. Vio al guarda elevar la vista como esperando a alguien,
siguió con su retahíla de ajá, ujum, ajá.
-
Eso parece…- Contestó
al fin. – Todo en orden – Dijo después de echar otro vistazo al fondo. – Puede irse.
-
Gracias. – Y echó a
andar con paso a la carrera.
Tres horas después.
Nat estaba en su departamento.
Viva, muy viva a juzgar por las carcajadas que
emitía.
-
¡Todo esto es tú
culpa! – Decía ella ofendida.
-
Jamás te dije que
trituraras ajo y lo esparcieras por todo tu cuerpo. – Nat no podía parar de
reír.
-
¡Sí que lo hiciste! esto me pasa por pedirte consejos de salud a ti, al menos tu hermana Esther si tiene idea.
-
Dije la cascarilla,
la cascarilla y además… ya olvídalo, no puedo seguir riendo así o acabaré en
urgencias. -
No ayuda que parezcas
la momia de Ramsés II. – Y volvió a explotar en carcajadas.
-
Si te picara como a mí
no estarías muerta de la risa. Y la momia de Ramsés ya ni siquiera conserva las
vendas, inculta…¿Porque Ramsés y no Nefertiti?
- Da lo mismo, son momias y las vendas alguna vez
las tuvo, estuvo todo vendado y color blanco así como tú ahora… y pues… - Nat
estaba teniendo la noche de su vida.
Estaba
toda blanca debido a la mezcla de cremas, todas ellas de color blanco por
cierto y que se había aplicado en todo el cuerpo, la picazón parecía haber
menguado pero su mal humor no. Una que otra bandita estaba en algunas zonas en
donde debía evitar rascar mas o acabaría con costras.
Estaba
toda blanca debido a la mezcla de cremas, todas ellas de color blanco por
cierto y que se había aplicado en todo el cuerpo, la picazón parecía haber
menguado pero su mal humor no. Una que otra bandita estaba en algunas zonas en
donde debía evitar rascar mas o acabaría con costras.
-
Te odio.- Le dijo con
rencor y ni eso impidió que Nat rodara por la cama agarrándose el estomago en
un vano intento de controlarse. El timbre sonó y eso la detuvo por un momento.-
Ve a ver, podría asustar a cualquiera que sea.
-
No lo dudo. – Nat se
limpió los ojos y fue a la puerta. – Es para ti. – Dijo al volver y extendiéndole
un pequeño paquete.
-
¿Para mí? – Dijo extrañada.
Su economía no le permitía pedir nada. Una pequeña cajita roja venia
perfectamente envuelta y coronada con un lazo. La abrió y emitió una
exclamación. - ¿Qué rayos?
-
A ver, déjame ver. –
Pidió Nat y le quitó la caja, dentro venia un diente de ajo. - ¿Es una broma? Bueno,
al menos no envió la cabeza entera ¿Trae nota? Aquí está… dice: Para Buffy. Se equivocaron, tú no eres Buffy, eres Phoebe.
-
Es para mí… ¡Es para
mí!
-
¿Es en serio? Pero no
entiendo… - El timbre sonó otra vez.
Volvió
a llegar otra cajita esta vez color azul, dentro un dije en forma de una daga
pequeñita, de plata. Phoebe sonrió como tonta.
-
¿Me dirás ya de que
trata todo esto? – Exigió Nat.
-
Conocí a alguien en
el ascensor y me olió y… bueno, dicho así suena raro y asqueroso pero el caso
es que… un momento, si es él ¿como sabe mi dirección? ¡Mi ID la dejé allá! Y él
es el inspector de no se qué… - El timbre sonó de nuevo.
Una
botella de lo que parecía ser un vino muy caro, el líquido de un rojo intenso.
Había
una nota.
Me llamo Ángel pero a falta de sangre, me conformo
con esto.
¿Me perdonas la vida?
-
Que cursi. – Dijo Nat
pero reía también emocionada. – ¿Qué le
diste a ese hombre para ponerlo así?
-
Creo que le gustó mi
aroma. – Bromeó Phoebe.
Y
al final llegaron rosas rojas.
O
creía que era el final.
El
timbre sonó de nuevo y ella fue esta vez, que más daba que la viera el
repartidor.
Pero
era él.
Definitivamente
cupido conspiraba en su contra.
-
Hola. – dijo él.
-
Hola. – respondió ella
medio ocultándose en la puerta. - ¿cómo sabes donde vivo? – Preguntó aunque
sabía la respuesta.
-
La olvidaste. – Dijo mostrando
su ID.
-
¿Por qué mandaste
todo eso? ¿te estás burlando de mí?
-
¡Claro que no! – dijo
de inmediato. – Me reí contigo... Es decir, me la pasé genial en esos breves minutos más de lo que lo he estado en meses. Me gustaste Buffy.
Ella se sonrojó. Claro, que no se veía absolutamente nada bajo ese espeso manto blanco que la cubría.
-
No me llamo Buffy.
-
Lo sé. – Dijo él sonriéndole
y su mariposario revoloteó en conjunto. – Phoebe es un lindo nombre también y además
suena un poco a Buffy. Yo si me llamo Ángel.
-
Pareces uno. – soltó sin
freno alguno y se mordió la lengua después de decirlo.
-
Gracias. – Volvió a sonreírle.
Y ella juró que a ese paso acabaría al lado de Nat en urgencias. - ¿Crees que…
que podríamos tener esta conversación sin puerta de por medio?
-
Quizás…
Un año después.
En un elevador.
Del mismo edificio, donde por cierto trabajaba.
Bajo las órdenes de un hombre muy guapo.
Con quien tenía una relación por cierto.
En el piso 13.
Sin olor a ajo esta vez.
Las
puertas se estaban cerrando, una fuerte mano lo impidió, un guapo hombre entró.
-
Hola. – Dijo, y como
casi siempre las mariposas que vivían dentro de ella desde hace un tiempo, y
las hijas y nietas de esas mariposas revolotearon alegres. Ni siquiera pudo
contestar. - ¿al Lobby? – ella asintió con la cabeza. – Huele a algo…
-
¿Ah sí? - Dijo al fin sonriendo.
-
Sí. – Paró el
ascensor y la tomó entre sus brazos. – Huele delicioso. – Añadió enterrando la
cara en su cuello. - Pero, ¿sabes que?
-
Mmm… dime.
-
Extraño el olor del
ajo…
-
¡Eres un…! – Calló al
verlo reírse a carcajadas, nunca se cansaría de verlo. - ¿sabes? Le puedo pedir
a Esther un poco más de esa crema que me puse la otra noche y te gustó tanto… ya
sabes, por nuestro aniversario. – Con asombro vio que él enseguida sacaba su
teléfono y hacía una llamada, al escuchar quien era empezó a reír.
-
Hola ¿Cómo estás? ¿Y
el bebé? Phoebe manda besos sí, y quiere saber si podrías mandarle de la crema
que le diste la ultima vez… - Colgó poco después. – La mandará hoy mismo.
-
Ya veo que te gustó…
-
Todo en ti me
encanta, hermosa. No importa qué. Me enamoraste oliendo a ajo imagínate…
-
No me lo recuerdes,
fue un día horrible, apestoso.
-
¿sí? Fue el mejor de
mi vida, ¿sabes por que?
-
¿Por qué? – Dijo pegándose
a él.
-
Por que te conocí. –
Y la besó.
FIN.
¡¡¡Oooooooh, que bonito!!! Ese hombre es la bomba jijiji. Me encantó JJ jijiji.
ResponderEliminarEspero que publiques pronto jijiji. Tenias ganas de reirme, llorar y pensar jijiji y esta historia tenía de todo.
Gracias JJ, muchos.
P.D: no tardes tanto en publicar jikiji ;-)
AYYYYYYYYYYYYYYYYYYY QUE LINDOOOOOOOOOOOOOO!! preciosa historia sis, y como dijo Yola tiene de todo es PERFECTA....así que ya sabes ESCRIBE ESCRIBE ESCRIBE o te mandaré mosquitos para inspirarte...
ResponderEliminarMe has hecho reír, y quiero no de esos...diablos porque son solo imaginarios con lo bien que quedarían en mi realidad
Gracias chicas por los animos, tengo otra que dejaré en historia corta mejor... aunque no es tan comica, ya saben que igual soy drama queen... besos y gracias por leer!!!!
ResponderEliminarMe gustó mucho, Jey. Muy divertida y siempre admiro una buena historia corta (ya que yo tengo mucho problema en lograrlas jaja). Espero leer más de tus historias pronto, muy linda en verdad. Besos!!
ResponderEliminarGenial Jey!!! jajajajaja yo tampoco puedo seguir riendo así o acabaré en urgencias.
ResponderEliminarMuchos abrazos, gracias por compartir!
Lu
Que bueno que te gustó! Saludines
Eliminarjajajaja esta me la leí en un santiamen y no deje de reírme... Jey esta muy buena la historia excelente..jajajaja sigue asi no pares por faaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarATT: Lari
Eso sis, no pares que eres genial , ¿ves que sí? y amo tus historias incluso las HC y Las micro!!
EliminarAwwww que lindassss... el problema es ese, parar... pero ando una idea en la cabeza, no será micro pero si corta.. muackkkkkk.
EliminarAtte. J.J