miércoles, 18 de diciembre de 2013

Ojos Negros 5



Aturdida por la imagen mental que se formó en su cabeza, fue al refrigerador, sacó una cerveza helada y se la bebió de golpe. Como si eso destapara algo en su mente, el recuerdo de la noche pasada vino a ella.

Él le había deslizado el vestido y este había caído a sus pies, quedando ella en ropa interior, curiosamente no le había importado quizás por el efecto del alcohol. En lugar de besarla en la boca, Derian había ido a su cuello y aspirado su aroma haciendo que sorpresivamente le temblaran las piernas, no, era el alcohol también seguramente. La había besado en la curva entre su cuello y su cara y el placer que sintió se convirtió en preocupación cuando sintió algo raro en su estomago. La inconfundible sensación de querer vomitar hizo que empujara a Derian y corriera buscando el baño, lo encontró justo a tiempo. Lo peor fue que no cerró la puerta y él fue testigo de todo, con más paciencia de la que pensaba que jamás él tuviera, le apartó el pelo y lo sostuvo para que no se ensuciara. La  dejó limpiarse y la llevó a la cama, donde ella se durmió demasiado rápido y eso fue todo. Arruinada noche de pasión. No es que se quejara, pero prefería haberla arruinado de una manera menos humillante. El timbre resonó por el departamento y supo que habían llegado por ella.

Tomó la bolsa que había preparado hacía escasos minutos y se dirigió desganadamente hacia la puerta, se detuvo en el espejo que había en la entrada se hizo una coleta y abrió la puerta. Era el gigantón de Bruce que la miraba con una mezcla de respeto e irritación. Sonrió complacida de tener el poder de enfrentar a tan grande hombre y le saludó amablemente.

-      Nos vemos otra vez. – Solo hubo un gruñido por respuesta que la divirtió momentáneamente, pues en cuanto vio el auto que la esperaba la sonrisa se le borró de la cara. Era el mismo en el que había sido llevada al hotel después de que Marcos hubiera perdido. Sintió el súbito deseo de correr, pero dudaba de que Bruce siguiera siendo fríamente educado después de eso y Derian había dicho que se encargaría de ella personalmente, eso no había sonado a promesa sensual sino todo lo contrario. - ¿Puedo saber a donde vamos?
-      El señor le informará personalmente. – Le dijo Bruce quitándole el bolso de las manos y guiándola a la puerta del auto. Ella entró y abrió los ojos sorprendida de encontrarse a Derian.
-      ¿Qué haces aquí?
-      Asegurarme que no te vayas a ningún otro lado.
-      No creo que a Bruce le hiciera mucha gracia.
-      El no debe preocuparte sino yo. Debe agradecer que lleva muchos años conmigo de lo contrario estaría despedido.
-      ¿Ninguna se había escapado antes? – Preguntó muy seria, aunque ambos sabían que estaba siendo sarcástica.
-      No ¿Y qué crees? Todas siguen en los calabozos de la caverna bajo la cascada desde que las capturé.
-      Ahh entonces, ¿vamos para allá? – Le siguió el juego. - ¿Podemos pasar a comprar algo para los bichos, mosquitos y demás? Habrá humedad también ¿cierto? No traje mantas ni… - No pudo seguir pues él la calló de inmediato. Simplemente la tomó del brazo hacia él y selló su boca con la suya, de pronto y sin aviso. Exploró su boca sin contemplaciones, aprovechándose del factor sorpresa ahondó el beso y siguió besándola hasta que ella sintió que le faltaba el aliento. Luego la soltó, tomó su móvil e hizo una llamada. Lyla quedó en estado de estupefacción, no es que no se hubieran besado antes, pero ahora no estaba borracha y el caso era que igual se sentía ligeramente mareada ¿es que ese hombre tenía el poder de ponerla en estado de ebriedad? Se limpió la boca con el dorso de la mano y se alejó de él pegándose a la ventanilla en un intento de volver a la normalidad.

En cuanto Derian colgó nuevamente la tomó por sorpresa al decirle:

-      ¿Tomaste cerveza?
-      Sí. – Dijo desafiante recordando que él le había dicho que no bebiera alcohol para nada. Derian le dirigió una penetrante mirada.
-      ¿Tan temprano? –Preguntó enarcando una ceja.
-      Ya es casi medio día. De hecho se me antoja otra.
-      ¿Realmente necesitas estar borracha para soportar estar conmigo?
-      No es nada personal. No la tomé para desafiarte –Suspiró Lyla no queriendo discutir, se llevó una mano a la cabeza al sentir de nuevo esas punzadas en la cabeza y se recordó lo tonta que era, una migraña estaba por aparecer no era resaca y no había cargado sus pastillas. Emitió una risa mitad divertida y mitad adolorida. – Nuestros encuentros están condenados al fracaso ¿Por qué no desistimos de todo esto? – Le pidió.
-      Soy un hombre de negocios, ¿realmente crees que regalaría cien mil dólares?
-      No, claro que no. – Lyla apretó los dientes por enfado y por el creciente dolor también.- ¿Adivina que? Te va tocar lidiar ahora con una mujer con migraña, es más si no me tomo mis pastillas en los próximos minutos voy a ser sumamente desagradable.
-      Entonces toma tus pastillas. – Le dijo al parecer no creyéndole.
-      Las olvidé. No pensé que me pasaría. Pero el estrés las suele generar. Necesito ir a una farmacia.
-      No olvidas tomar alcohol pero si tus pastillas.
-      Lo que menos necesito es que me regañes. Una farmacia, ¡ahora!

Bruce fue el encargado de proporcionarle lo que necesitaba. Las tomó y cerró los ojos mientras se cubría con una mano los ojos, la claridad del día empezaba a afectarle y a provocarle dolor pese a las pastillas. Pasarían varios minutos hasta que el dolor remitiera y para que no le afectara la luz. Sintió las manos de Derian en sus hombros y protestó.

-      Shhh no estoy intentando nada extraño, no protestes. – La recostó sobre el asiento y puso la cabeza de Lyla sobre sus piernas que resultaron una excelente almohada para su adolorida cabeza. Un pañuelo le cubrió la cara poco después y ella se sintió mejor.
-      Necesito ir a casa de mi madre. – Dijo con voz pesada.
-      ¿Tan mal te pones? – Escuchó preguntar a Derian con voz preocupada. Su tono le hizo sonreír. Así que no era tan cruel después de todo.
-      Se me pasará en unos minutos. Pero debo ir a ver a mi madre, lo hago todos los domingos. – Mintió descaradamente. – Sino es capaz de anunciar en todos los noticieros mi desaparición. – Nuevamente escuchó un suspiro irritado. –  Lyla tenía que ir a ese almuerzo, no creía que su Padrastro estuviera enfadado, pero su madre casi nunca lo mencionaba y esta vez si lo había hecho, eso le preocupaba.
-      No soy tu novio Lyla, no estoy para lo que gustes y mandes.
-      Lo sé, solo no quiero ocasionar mas problemas. ¿De verdad quieres que mi madre aparezca de pronto? Por que es más que capaz de encontrarme. – Eso sí que podía suceder en realidad.
-      No quiero más líos.
-      Ni yo. – Le dijo aun acostada sobre él, empezando a distraerse de la conversación al remitir el dolor y comprobar lo agradable que era estar sobre sus piernas. Por poco se le escapa un suspiro de satisfacción.
-      Está bien. Iremos. Es la última concesión que te hago Cinderella.
-      ¿Iremos? – Intentó incorporarse pero él se lo impidió.
-      ¿Pensabas que te dejaría ir sola? No confío en ti para nada, la verdad eso hace que esto sea mucho más divertido, me sirves para sacarme de la monotonía. Además pienso sacarle todo el partido a mi dinero.
-      No lo dudo ni por un segundo. – Regresaba de golpe a la realidad de la situación. Ojos Negros no era amable por que quería serlo, solo cuidaba su inversión. Esta vez se levantó aunque él nuevamente se lo quiso impedir. – Estoy mejor, necesito cambiarme para ir a casa de mi madre. Es formal. Tú ya estás listo. – Dijo señalando su impecable traje.- Ahora, ¿Podrías decirme como te presentaré a mi familia?
-      Es el hombre que me ganó en una apuesta por cien mil dólares al imbécil de mi ex novio. – Le sugirió burlón.
-      Es el hombre que me ha provocado  una borrachera y una migraña. – Añadió ella.
-      No olvides que vomitaste.
-      ¡Podemos parar ya! ¡Qué estoy hablando en serio!
-      Simplemente diles que soy el hombre por el que cambiaste al patético de tu ex.
-      Creo que  necesito otras pastillas... 

3 comentarios:

  1. No me ha gustado. Nop al revés!! Me ha encantado. Y me reí!!!
    Muy bueno lo del beso demandante y ver que esta bebida. Pero no me creo que en verdad se quisiera limpiar los labios con el dorso de su mano. Yo no lo haría!!!
    Jeje
    Y súper intrigada con la visita a casa de su madre!!! Quiero mas!!!
    Quiero ver quien será el apurado y el a sus anchas.
    Apurate!!!

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  2. Simplemente AMO A ESE HOMBRE!! Me traer loca mal, sis...haz algo...o sea SIGUE ESCRIBIENDO!!! porque somso adictas a él y ella es genial genial!!

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  3. muy linda la historia, cada día me engancho mas con ella!, por favor sigue escribiendo y por favor no te olvides de tus demás historias, hay un par que extraño mucho!!!

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