martes, 15 de mayo de 2012

Amargo Recordar Capítulo 6


Allyson deseó haber podido cerrar la boca, lo que acababa de decir daba pie a lo que aquel extraño afirmaba y que en realidad no eran un par de desconocidos como ella fervientemente quería que fuesen.
Si lo había soñado es por que ya se habían visto antes, por que no era una premonición, de eso estaba segura.


-       Bueno, entrar así y afirmar esa locura de que estamos casados es una pesadilla para cualquiera ¿No cree? – y rogó para sus adentros que él creyera eso.
-       Conciente o inconcientemente sabes que no soy un extraño, así que no trates de tomarme por un tonto, pero por si necesitas más recordatorios de quién soy déjame ayudarte con eso.
Con paso decidido se acercó a ella, fue bajando lentamente y al mismo tiempo ella retrocedía hundiéndose en la almohada, estaba acorralada, estar en una cama no ayudaba precisamente y justo cuando sus rostros estaban a milímetros de distancia dándose perfecta cuenta de que iba a besarla, inconcientemente se preparó totalmente para ese beso y justo entonces, llamaron a la puerta…
¿¡Pero que rayos le sucedía!? Esa no era su intención al menos de momento, se reprochaba Max, seducirla en un cuarto de hospital no entraba en sus planes inmediatos. Llevársela de allí para recibir una mejor atención hospitalaria y luego a donde pudiera concretar todos sus planes de venganza eso era lo que tenía en mente, pero su cuerpo parecía no estar de acuerdo.
Con irritación se apartó de ella. Aunque había pedido que no les molestaran, casi agradeció la interrupción, de lo contrario no sabía que hubiese pasado.

-       Adelante – fue como una orden, más que una invitación.
-       Usted disculpara Signor, pero hay una horda de periodistas a la salida, al  parecer alguien les ha informado su localización, es imperativo que salgamos de aquí – le informó apresuradamente uno de su equipo de seguridad.
-       Haz los arreglos necesarios para que me lleve a mi esposa de aquí.
-       Enseguida Signor - y desapareció.
-       ¡Un momento! –Explotó Allyson- ¡yo no voy a ninguna parte!
-       Tú decides, tengo todo para demostrar que soy tu esposo y tú nada para decir lo contrario, o sales por las buenas de esta habitación o te llevo a rastras, así que tú eliges querida.
-       No puedo creer que esto me esté pasando a mí, es casi peor que mis pesadillas, pero si tú crees que me iré así por la buenas te llevarás una sorpresa, tus amenazas me tienen sin cuidado –mientras lo decía alzó su rostro hacia él y Max pudo ver que estaba realmente furiosa. Cosa que pareció importarle poco.
-       O te vistes tú y ahora mismo, ¿o lo hago yo? - ignorando por completo el enojo de ella- Puede resultar más entretenido de lo que crees – le dijo alzando una ceja burlonamente.
-       ¡Vete al Diablo!
-       Estás acabando con mi escasa paciencia- rugió Max.
-       Justo cuando ella pensaba decirle lo poco que eso le importaba, la puerta se abrió de golpe y entró Jacqueline.
-       Ally, debes salir de aquí. Afuera prácticamente han montado un campamento. Esto no te sentará bien si permaneces en este lugar –bastante preocupada Jaquie, se dirigió a ella y la urgió- vamos, te ayudaré con tus cosas y a vestirte.
-       ¿Pretendes que me vaya con este desconocido? No estarás hablando en serio – dijo Allyson desesperada.

La mirada de Jaquie le confirmó lo que más se temía y es que no había nada que le impidiera a ese hombre llevársela de allí por la simple y sencilla razón de que él decía la verdad, y esa era que ella sí era su esposa.
-       Parece que tu amiga es más inteligente de lo que parece – comentó Max – sabe lo que te conviene, más vale te apresures. Te espero afuera, pero no dilates o tendré que venir por ti.

Ninguna de las dos contestó. Cualquiera que las conociera se hubiese sorprendido pues no eran de las que se dejaran mandar por nadie.  Pero la situación superaba todo en ese momento.
Jacqueline se apresuró a hacer la maleta con las pocas cosas que tenía sin atreverse a mirarla. Allyson estaba tratando de asimilar lo que el gesto y el silencio de su amiga significaban.

-       ¿Él dice la verdad?- preguntó con voz estrangulada. -Jaquie se giró finalmente y la miró como tratando de explicar algo que ni ella misma parecía alcanzar a entender, se sentó en el borde de la cama y le confirmó.
-       Sí, “Él” dice la verdad.
-       Pero, yo…no, no es posible. No lo entiendo. ¿Que te dijeron para convencerte de ello?
-       Con simples palabras no me hubiesen convencido de nada, su secretario que al parecer es una persona muy amable y aunque no tenía por que haberlo hecho me enseñó pruebas irrefutables de que en efecto, tú te casaste con su jefe.
-       ¿De que pruebas hablas? No creo exista nada, quizás falsificaron documentos.
-       No son documentos. Son fotos, recortes de periódicos, de revistas que se encargó de recolectar Marcos.
-       ¿Marcos es su secretario?
-       Así es, juntó toda esa evidencia para ayudarte a recordar y a pesar de que nadie le pidió que lo hiciera. Al parecer te tiene afecto y te repito me pareció una persona amable y que no tenía por que mentirme, me inspiró confianza no como el soberbio y despiadado “soy el centro del universo” de Máximo. Lo siento, no pretendía ser grosera – se apresuró a disculparse Jaquie cómo si Allyson ya hubiera aceptado que Max era su esposo.

Como respuesta obtuvo un ceño fruncido.

-       Llámale como mejor te apetezca que te quedas corta con lo que a mí se me viene a la mente. ¿No has contemplado la posibilidad que todo lo que te enseñó es falso?- Cambió de tema rápidamente, por que en realidad había descubierto que no le agradaba que su mejor amiga se refiriera a Max en esos términos, aunque sí era cierto que a ella se le ocurrían peores palabra para él, pero era ella la que podía hacerlo y nadie más. Apartando tan inquietantes y desagradables pensamientos, se enfocó en lo que decía su amiga y lo que eso suponía para ella.
-       No, no es falso. Estudié fotografía cómo bien sabes y podría haber sabido si se trataba de fotomontajes respecto a las fotos. Los recortes de revistas y periódicos también son auténticos, apostaría mi mano derecha.
-       ¿Qué dicen acerca de mí? ¿Qué clase de fotos son las que tiene?- preguntó con la curiosidad trepando por todo su ser.
-       Las revistas hacían alusión a que el gran Máximo Vechio de la Ilustre dinastía de no se que, estaba saliendo con una bella mujer que daba conferencias al lado de Carlton, tu mentor. Y que esta vez parecía realmente interesado por que su nueva amiga era una mezcla interesante y letal de belleza e inteligencia. Apareces en múltiples fotos con él. Y debo decir que te veías radiante - Se detuvo cómo para esperar un reproche, pero al ver que Allyson seguía atenta, continuó.- Revistas de fechas más recientes hablaban de las sospechas de que habían contraído matrimonio, pero nada confirmado. Y en algunos periódicos pues se decía más o menos lo mismo.
-       ¿Y las fotos? ¿Qué aparece en ellas?
-       Son fotos que les tomaron al parecer poco después de haberse casado, en una ceremonia sencilla ya que nadie se enteró ese día. Realmente pareces recién casada, tu cara de felicidad no tiene límites por cierto.
-       ¡No tiene sentido! ¡Explícame por que no te dije nada a ti ni a mis padres!
-       Esa explicación debería pedírtela yo, no alrevés. Te perdono por que no recuerdas nada, pero en cuanto lo hagas lo primero que debes hacer es tomar el teléfono y darme esa merecida explicación de por que mi mejor amiga no me invitó a su boda y por que sus padre no asistieron también- su amiga sonrió comprensiva- Pero si quieres saber mi teoría…
-       Claro, dime cuál es, por que yo no tengo ni idea.
-       No esperabas el momento para ser su esposa y en cuanto te lo propuso no quisiste esperar –volvió a sonreír al ver la cara de incomprensión mezclada con irritación de Ally, por que ella no era partidaria del matrimonio mientras no hubiera realizado sus sueños respecto a su carrera – o también puedes escuchar mi otra teoría.
-       No puedo esperar para escuchar – prácticamente gruñó al decirlo.
-       Él no podía creerse la increíble suerte de haber encontrado una mujer cómo tú y no quiso esperar para tenerte toda para sí. A que esta teoría está mejor ¿no?
-       Ajá, entonces explícame por que no se comporta como un marido normal y muestra algo de alegría al verme y ya no se hable de amor.
-       Bueno, no tengo respuestas y teorías para todo. Pero sería mentira que te dijera que no lo he notado. Sin embargo, que se puede esperar de un hombre que ha sido abandonado por su flamante esposa a pocos meses de la boda.
-       ¿Ósea que es mi culpa el que él se muestres tan descortés e irritante conmigo? – preguntó estupefacta Allyson.
-       Siempre has sido muy independiente y él se ve un hombre de mucho carácter también, por no decir dominante. Seguramente tuvieron alguna discusión y decidiste darte tu espacio, él no lo tomó de la mejor manera y en lo que te encontraba, por que obviamente no le dijiste a donde ibas, tuviste el accidente y aunque se alegra de haber dado contigo, está enojado por que lo dejaste y encima te accidentaste y el gran Máximo no estaba para haber protegido a su esposa. Por que a pesar de que es el ser más arrogante que he conocido, algo me dice que se toma sus responsabilidades muy en serio – concluyó casi dramáticamente Jaquie su resumen de la historia que creía.
-       ¿Has terminado? ¿Sabes? Deberías dedicarte a escribir. Ganarías mucho dinero, aunque la crítica estoy segura te destrozaría.
-       ¿Y eso por que? Al fin de cuentas es una historia de la vida real. Ya sabes lo que se dice, la realidad supera la ficción. Y apresúrate a vestirte, no tenemos mucho tiempo. Tus cosas ya están listas.

Mientras se vestía, no podía dejar de pensar, eran demasiados los acontecimientos y sobre todo las dudas, muchas cosas no encajaban y solo de pensarlo le daban escalofríos. Su cuerpo parecía saber la verdad, pero su mente se negaba a decírsela, todavía.

-       Jaquie, sabes que hay muchas cosas que no están en claro, es una locura que me vaya así sin más con él ¿no crees? – le dijo Allyson esperanzada para que su amiga le animara a escapar otra vez, ¿otra vez?
Esa aparente nueva revelación la dejó fría. ¿Escapar de nuevo? eso ya lo había hecho y de él. Había huido de Máximo Vechio. El por qué de eso, debía averiguarlo y lo más pronto posible.

2 comentarios:

  1. Me encantan estos personajes tan autoritarios, y ver como les llega el momento de desinflarse ante una mujer!!!! quiero mas!!!!!

    wiiwiiwii

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  2. ¡¡Como se nota que te buscastes un papel en la historia jiji... como amiga de la prota!!
    Muy buena la historia
    Besos

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