viernes, 11 de mayo de 2012

Amargo Recordar Capítulo 4


-          Lo siento, ya no se ni lo que digo, el caso es que tú… bueno, tú, ¿Cómo te lo digo?
-          ¡Podrías decirlo de una vez, por que estoy a punto de ponerme a gritar!

-          ¡Estabas viviendo con tu abuela! Por favor di algo, no sabía como decírtelo. Se que se detestan mutuamente y que a la última persona con quien vivirías es ella. Pero escúchame bien, ¡Allyson! ¡escucha el resto!
-          ¿Es que hay más? – dijo mas mortificada y asustada que en shock, de hecho trataba de unir los hilos para dar con una explicación de su comportamiento. ¿Qué terrible suceso le había hecho refugiarse con su abuela? ¡con su abuela! ¡por Dios! No había explicación posible ¿o si? Todo esto empezaba a aterrarla –
-          La situación está así: tú vivías con ella desde hace unos meses…
-          ¿meses? ¡Dios mío!
-          Viajabas con frecuencia al interior de México impartiendo cursos y se suponía que la semana pasada estarías en la ciudad de Querétaro unos días. Cuando venías de regreso es que tuviste el accidente. Tu abuela apenas me llamó por que se supone que regresabas del curso hace dos días y como no la habías llamado ni nada se preocupó y empezó a localizarte. En la universidad en la que estuviste le dijeron que habías regresado antes de lo previsto por problemas familiares.  Así que se preocupó muchísimo más. Tomando en cuenta que llevas aquí cuatro días, algo te hizo regresar antes de tiempo. Ya hablé con tus padres, no, no te preocupes les dije que habías tenido un ligero problema al controlar tu auto pero que no te había pasado nada malo. Así que ellos están bien, tu abuela está bien, yo estoy bien. No tienes más familia, probablemente te sentías mal o algo así.
-          Sabes que no dejo mi trabajo a menos que me esté muriendo o haya pasado algo a mi familia y como ese no es el caso no tengo idea de cual haya sido la razón pero, lo que mas me preocupa es que estoy viviendo con mi abuela. ¿no vendrá para acá ahora, verdad?
-          Tranquilízate, le expliqué la situación y por ahora no vendrá.
-          Todo esto, me está confundiendo.
-          No quería decírtelo, pero me pareció injusto no hacerlo, no quiero que te pongas mal por mi culpa.
-          No, al contrario. ¿no te das cuenta? Mi abuela puede contestar muchas de mis preguntas. Además si ya nos dirigimos la palabra con anterioridad en esta ocasión con mucha más razón.
-          Sí tienes razón… ¿no oyes? Parece que hay un alboroto haya afuera, ahora vuelvo, veré de que se trata.

Allyson casi ni prestó atención a lo que decía Jaquie y siguió tratando de encontrar algo coherente a lo que se había enterado.
De repente los sonidos de afuera avanzaban y llegaron hasta su puerta sacándola de su ensimismamiento. La puerta se abrió de golpe y Jacqueline entró apresuradamente y pálida como una hoja de papel.

-       ¿Qué sucede? – preguntó asustada –
-       El hombre que vi en el aeropuerto, está aquí…
-       ¡Ah vaya! pensé que se trataba de otra cosa, pero ya veo que te impactó por que hasta pálida te pones al sólo verlo ¿de eso se trata todo ese alboroto haya afuera? Pero que exageración ni que fuera tan guapo.
-       Es que sí lo es, pero lo importante aquí es que te está buscando a ti…

Allyson rompió en carcajadas, Jaquie y otra de sus bromas pensó.

-       Magnifica actuación, casi te la creo. En serio, ya dime que es lo que tiene ese tipo.
-       Las enfermeras y demás mujeres del hospital se derriten a su paso yo tuve que correr.
-       ¿Para no derretirte también? – desde su llegada al hospital Allyson no se había reído tanto e intuía que desde hace mucho más.
-       Muy graciosa, tuve que correr para llegar antes que él ¡por que te digo que viene para acá! – No cabía duda que la actuación de su amiga era excelente, estaba sudando, ansiosa y súper nerviosa cualquiera le hubiera creído, ella casi le creía – ¡Por Dios Allyson ese hombre preguntó por Allyson no se qué… y la enfermera le dio el número de tu habitación! Me lo dijo una de las enfermeras, después de dejar de babear, claro.
-       Como broma es buenísima, casi me pongo a aplaudirte.
-       ¡Y lo que es más increíble es que dicen que es a su esposa a quien viene a ver!
-       ¡Ah! Ya veo que no bromeas, seguro que si viene a ver a su esposa y se ha de llamar igual que yo, probablemente le dieron este número de habitación por error. Y tú haces un escándalo de algo que tiene una explicación perfectamente lógica, seguro le informan del error inmediatamente y lo malo es que así no conoceré a tu hombre perfecto. Además si me hubiera casado no me olvidaría ni por todos los accidentes que pudieran ocurrirme. ¿Casada yo? ¡Imposible!.

Ni bien acababa de decir eso, la puerta se abrió de nuevo dando paso a su doctor que con gesto muy serio, le informó que tenía una visita muy importante que le ayudaría seguramente a su recuperación.
La verdad es que sería todo lo contrario…
Ocupando con su imponente presencia la habitación en su totalidad entró Máximo Vechio, su mirada fría y afilada traspasó por completo a Allyson que se había quedado totalmente anonadada y confusa.

-       Hola querida, me alegra ver que estás bien como siempre – le dijo con una suavidad letal, y Allyson que aun estaba como en trance alcanzó a percatarse de un leve rastro de ironía.

Se le erizó el vello de la nuca y su cuerpo reaccionó antes que su mente. Era un hombre verdaderamente impresionante, si antes se había burlado de Jaquie, la verdad es que ella si estaba a punto de derretirse por la vista.
Alto, moreno, increíblemente guapo de ojos dorados… ¿ojos dorados?
Un momento, ella sabía quien era él, claro, el hombre de sus sueños o más bien el de sus pesadillas. Inmediatamente se puso en tensión, la cabeza empezó a darle vueltas, se levantó de la cama intentando tontamente poner la mayor distancia posible aun a sabiendas que no iba a ser posible en esa minúscula habitación y obstaculizando él la salida.
El movimiento hizo que se pusiera peor, vio todo borroso, negro y luego nada…

Como en una bruma, escuchaba que la llamaban, que repetían su nombre al parecer con preocupación.
Abrió los ojos lentamente  y sintió una punzada de dolor en la sien, la luz aunque tenue le lastimaba incluso, se obligó a tratar de ver y lo primero que se topó fue con esa mirada dorada.

3 comentarios:

  1. Que horror yo creo q ya lo empieza a recordar, q desesperante no acordarte de lo que has hecho en tu vida aunque sea poco tiempo

    ResponderEliminar
  2. uy, uy.... Que ocurrirá ahora!!!! A que la obligará él y que le ocultará!!!!

    Demonios, no me gusta esta emoción de intriga hasta vete a saber cuando

    buuuuuu

    besos enana!!!!! Estoy en el tren y no veo a nadie!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Cuatro capitulos, ya debería aparecer el protagonista ¿no? demasiada espera creo yo, es mi humilde opinion.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...